Claudia Becerra, quien trabajó en Yo soy Betty, la fea en el papel de Mónica Agudelo, se dejó flechar nuevamente por cupido y hace cuatro meses está estrenando novio. Se trata del administrador de empresas Mateo Duque, un bogotano de 25 años que descubrió en la bella actriz a una mujer con mucho más talento espiritual que cualquier otra cosa: «Yo era de los que pensaban que las actrices eran medio bobitas. Pero con Claudia me di cuenta de que no es así, o por lo menos ella no lo es. Y fue precisamente su modo de ser lo que me gustó».
Se conocieron en un desfile donde una amiga mutua los presentó. Al día siguiente, Mateo llamó a Claudia y la invitó a cenar. «Realmente no fue tan difícil. Ella aceptó de inmediato». A los ocho días fueron a una fiesta, y allí se dieron su primer beso. Desde entonces viven una romántica historia de amor que va sobre ruedas. Aunque Claudia, quien es la más celosa de la relación, dice que a veces siente que Mateo la descuida por estar pendiente de su trabajo; él se defiende diciendo que no es cierto: «Lo que pasa es que yo soy muy tranquilo y no me disgusto mucho por las cosas. Y si no la llamo, no es porque no me acuerde o porque no quiera, sino porque muchas veces no me queda tiempo».
MIEDO AL MATRIMONIO
Tanto Claudia como Mateo reconocen que apenas están comenzando y que por lo pronto no tienen afán de oficializar su relación con el matrimonio. Los dos confiesan que le tienen miedo a esa palabra: «Solo queremos que las cosas se den y de ahí en adelante que lo diga el tiempo».
Por ahora se divierten y gozan cada momento y los fines de semana salen a almorzar, o muchas veces prefieren quedarse en la casa viendo películas porque no les gusta ir a cine.
