Las lesiones en futbolistas son más frecuentes de lo que se imaginan, algunas pueden representar más gravedad que otras; pero todas deben tratarse adecuadamente para que no generen discapacidad a largo plazo.
Existen ejercicios específicos que ayudan a los futbolistas a aumentar la resistencia para las lesiones, éstos consisten en movimientos determinados que fortalecen la defensa natural del cuerpo; además fortalece los músculos pequeños que dan estabilidad y soporte para que las lesiones disminuyen.
Top 5 de las Lesiones en los Futbolistas
Osteopatía de Pubis
También se conoce como pubalgia, es un síndrome que genera mucho dolor, porque se inflaman los músculos que se insertan en la zona de los abdominales y los aductores de la zona interna de la pierna; provocando una hipermovilidad de la sínfisis púbica.
La pubalgia afecta las estructuras locomotoras en la parte anterior de la cintura pélvica. Comienza con dolores moderados durante la práctica deportiva, pero puede evolucionar hasta ser incapacitante en cualquier actividad diaria.
Esta lesión es frecuente en los deportistas que corren, saltan, hacen giros, como futbolistas o atletas que corren maratones.
Algunos factores que influyen para que aparezca una pubalgia son: laxitud en los ligamentos, tendinopatía de los aductores, intensidad de la práctica deportiva, sobreesfuerzo del trayecto inguinal, hipotonía de la pared abdominal a nivel de los oblicuos, dismetría de los miembros inferiores, entre otros.
Tendinitis del Aductor
La musculatura aductora es un grupo de músculos en el área de la sínfisis púbica, existe un aductor mayor, mediano y menor, estos recorren hasta la cara interna del fémur.
La tendinitis del aductor se refiere a la lesión que se produce a nivel de la inserción de la musculatura aductora del miembro inferior. Puede aparecer por una mala técnica al momento de golpear el balón.
Justamente, la tendinitis es la lesión más frecuente del músculo aductor y con esa misma frecuencia se presenta en los futbolistas por un apoyo anómalo a la hora de patear el balón. En una menor frecuencia, se produce por una diferencia de fuerzas descompensadas entre los músculos aductores y los músculos del abdomen.
Cuando se presenta esta lesión es necesaria la fisioterapia y detener cualquier actividad física; como tratamiento se puede emplear masajes, crioterapia, entre otros.
Lesión del Ligamento Cruzado Anterior
El ligamento cruzado anterior es uno de los principales ligamentos de la rodilla, esta lesión se refiere a un desgarro o esguince en el ligamento cruzado anterior.
Esta lesión es frecuente en deportes que en su práctica requieren de paradas repentinas, saltar y caer en los pies o cambiar de dirección; por ejemplo, el futbol, fútbol americano, esquí alpino o baloncesto.
Para diagnosticar esta lesión, se requieren de radiografías, ultrasonidos o resonancias magnéticas; éstas además de confirmar la lesión, mostrarán la gravedad de ésta.
Dependiendo de la gravedad de la lesión, el tratamiento puede ser una cirugía que reemplace el ligamento o simplemente rehabilitación que den estabilidad y fuerza.
Roturas de Menisco
Es una de las lesiones más frecuentes en la rodilla y aparece debido a algún movimiento brusco sobre la rodilla; por ejemplo, girarla bruscamente y con todo el peso del propio cuerpo encima.
Los meniscos son unas piezas de cartílago en forma de “c” que sirven como amortiguador entre los huesos del fémur y la tibia; cada rodilla tiene dos meniscos.
Los síntomas de una rotura de menisco son: dificultad para estirar la rodilla por completo, sentir la rodilla trabada cuando tratas de moverla, dolor más intenso cuando tratas de girar la rodilla, sensación de que la rodilla va a estallar, hinchazón o rigidez.
Esguinces de Tobillo y Rodilla
Es una de las lesiones en futbolistas más frecuentes, los constantes e intensos cambios de ritmo; fácilmente pueden producir un esguince en las rodillas o tobillos.
El esguince es una lesión en los ligamentos que componen la articulación, ya sea del tobillo o la rodilla; la lesión se produce porque el ligamento se estira más de lo que puede, produciendo una distensión que es el grado 1 de la lesión, un desgarro que es el grado 2 y una rotura que es el grado 3.
Los posibles síntomas de un esguince son hematomas en la zona afectada, inflamación, dolor intenso, sensación de calor en el área afectada y mayor sensibilidad.
