Audaz propuesta de Fenavi
Un paso al futuro
EN LA MESA PRINCIPAL, DE IZQUIERDA A DERECHA: MILCIADES OSPINA, MIEMBRO DE LA JUNTA DIRECTIVA DE FENAVI; ALVARO ABISAMBRA, GERENTE GENERAL DEL ICA; JAIME LIÉVANO, PRESIDENTE DE LA JUNTA DIRECTIVA DE FENAVI; CARLOS GUSTAVO CANO, MINISTRO DE AGRICULTURA; DIEGO MIGUEL SIERRA, PRESIDENTE EJECUTIVO DE FENAVI; CESAR PARDO, PRESIDENTE DE FINAGRO; RAFAEL SERRANO, DE LA JUNTA DIRECTIVA DE FENAVI Y ALIRIO VILLAMIZAR, PREIDENTE DE LA COMISIÓN QUINTA DE LA CÁMARA.
El presidente ejecutivo de Fenavi cree que es hora de reunir en una sola organización a la llamada cadena avícola.
El XI Congreso Avícola Colombiano, que tuvo lugar el mes pasado en la ciudad de Cartagena, al cual asistieron cerca de trescientas cincuenta personas, concluyó con una audaz iniciativa de Fenavi, en boca del propio Diego Miguel Sierra Botero, su presidente ejecutivo, que sacudió, primero, a quienes asistían a la ceremonia de clausura, y luego a los demás sectores comprometidos. Se trata de una propuesta que suena osada en un país como este, que se acostumbró a preferir la comodidad de la retórica por sobre el riesgo que implica pasar a los hechos: fundir en un solo ente a las cinco organizaciones sobre las cuales ha venido descansando la mayor parte del peso de la cadena avícola, esto es hasta la producción del alimento balanceado, para que esta deje de ser un mero concepto y se convierta en una suma de verdaderos eslabonamientos con un único norte, de cara, básicamente, al nuevo orden comercial que impondrá el Area de Libre Comercio de las Américas, Alca.
Esto significaría poner bajo un mismo logosímbolo los esfuerzos de Fenavi, la industria porcícola (Asociación Colombiana de Porcicultores, ACP), los productores de granos (Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Fenalce) y los industriales de los concentrados para animales (Cámara de Alimentos Balanceados de la Andi, y Federación Nacional de Productores de Alimentos Balanceados, Federal).
En vista de que el actual esquema, un insensato cada uno por su lado, dejó de ser el mejor para cada uno de estos eslabones, y, claro, está lejos de ser el que necesitan unos y otros para responder a los desafíos que tendrán que asumir en un futuro que ya viene volteando la esquina. Para ponerle términos a su iniciativa, Sierra Botero ha propuesto “declarar de aquí al 28 de febrero próximo, un periodo de transición para el ajuste gremial de la cadena avícola, de tal suerte que se avance en la constitución de dicho ente”. Incluso, puso su case sobre la mesa: hacer dejación del cargo ese mismo día.
DIEGO MIGUEL SIERRA, PRESIDENTE EJECUTIVO DE FENAVI.
La propuesta se inserta en el planteamiento que coincidencialmente hiciera, treinta horas antes en el acto de instalación del mismo certamen, el propio ministro de Agricultura, Carlos Gustavo Cano Sanz, quien dejó la sugerencia de que las entidades arriba mencionadas, así como los sectores de las semillas, los agroquímicos y los fertilizantes, unieran sus recursos para hacer un frente común de expansión de la cadena. A juicio de Cano Sanz, la avicultura es una locomotora que hay que cuidar, para que el tren, cuyos vagones son el maíz, la soya, el sorgo y la yuca “tenga viabilidad, futuro y sentido”.
La invitación de Fenavi está sobre la mesa para que sea examinada por los demás actores del circuito avícola. Si la recogen, estaremos frente a un caso de madurez gremial sin precedentes en la historia agrícola del país, que seguramente servirá de “pato al agua” para el resto de cadenas productivas, y que terminaría por transformar profundamente la estructura agroproductiva nacional. Si la desechan, se estaría perdiendo un tiempo precioso para llegar como un cuerpo monolítico al más duro de todos los escenarios cuantos hayan podido tener avicultores, agricultores y fabricantes de alimentos balanceados: el Alca.
El Congreso Avícola se detuvo en dos grandes temas: el Alca y la agricultura tropical, el primero de los cuales estuvo a cargo de la viceministra de Comercio Exterior, Claudia María Uribe, y de otros tres expertos en el tema: Fernando Barberi Gómez, director de posgrados de Economía de la Universidad del Rosario; Yesid Castro Forero, miembro del Comité de Comercio Exterior del Ministerio de Agricultura y asesor de Fenavi, y Juan Daniel Irigoyen, asesor de la Cámara Argentina de Productores Avícolas, Capia. En el segundo intervinieron Alex Hinsch, de Monsanto (Granos forrajeros: tendencia mundial); Carlos Magno Campos da Rocha, director de Cerrados de la Empresa Brasilera de Investigación Agropecuaria, Embrapa (Enseñanzas del cerrado brasilero); Jaime Liévano Camargo, presidente de la Junta Directiva de Fenavi y de Avidesa MacPollo (Agricultura tropical, ¿realidad o quimera?). Este bloque fue complementado con un panel sobre materias primas, en el cual intervinieron Joao Celso, técnico y cultivador de soya en Brasil; Claudio Braga, de Avidesa MacPollo; Hernando Aparicio Smith, responsable del área de materias primas de Fenavi, y Jaime Liévano Camargo.
Igualmente, el certamen examinó otros asuntos de gran interés para la industria avícola: los resultados del Primer Censo Avícola Industrial (César Caballero, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane), Retos y oportunidades de la industria del pollo (José Miguel Cordero, consultor de República Dominicana), Proceso administrativo de control (Juan Daniel Irigoyen, Capia), Tecnología en administración de costos avícolas (Jairo Jaramillo, Open Solutions), Logística de distribución de productos avícolas (Eduardo Valdivia, de Sistemas Logísticos Internacionales, SLI), El crédito agropecuario (César Pardo, presidente del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario, Finagro), y Evolución de las relaciones supermercados-proveedores en Colombia (Jaime Concha Prada, director de la Cámara de Cosmética y Aseo de la Andi).
Y en el diálogo sobre Reforma política y partidos políticos, que fue orientado por Ricardo Santamaría, director de El Espectador, intervinieron Rafael Pardo, senador ponente del proyecto de ley sobre reforma política; Antonio Navarro, senador del movimiento Polo Democrático, y el exsenador Juan Manuel Ospina Restrepo.
Minagricultura: ¿contingentes con cero arancel?
CARLOS GUSTAVO CANO,
MINISTRO DE AGRICULTURA.
El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, quien intervino en el acto de inauguración, llevó una voz de tranquilidad para la generalidad del sector agropecuario, al decir que el gobierno no ha renunciado ni va a renunciar a la defensa de la producción nacional, entre otras razones porque “la agricultura es un instrumento de ocupación del territorio nacional y porque el trabajo de los moradores del campo es una actividad de hondo calado político. Por ello, la Nación, a manera de complemento de la estrategia de seguridad democrática en que está empeñado el presidente Uribe, tiene que volver a contratar, por la vía de las políticas macroeconómica y sectorial, a los celadores de ese espacio público que han sido desplazados, arrojando al país a la hoguera de la disolución”.
Al referirse al episodio de la “patrasiada” colombiana en la Comunidad Andina de Naciones, CAN, dijo que si se está hablando de aranceles y de protección de la cadena es porque existen imperfecciones en el mercado internacional de los productos más sensibles, como los cereales, las oleaginosas, los lácteos, el azúcar y los cárnicos, sujetos de una guerra de tesorerías en los países de mayor desarrollo, imposible de emular por las naciones subdesarrolladas. Se preguntó: “¿Qué sentido tiene que la Unión Europea, UE, por cada dólar que el sector agropecuario aporta al Producto Interno Bruto otorgue US$0.95, es decir 95%, en ayudas y subsidios a sus agricultores, que no alcanzan a ser 2% de la población total? ¿Qué sentido tiene que Estados Unidos, con una proporción similar de la población dedicada a la agricultura, destine US$0.61 por cada dólar que aporta la agricultura al PIB? Semejantes proporciones no podrían entenderse desde el ángulo de la mera racionalidad económica, sino desde al ángulo geopolítico”.
Frente a esto, el minagricultura es partidario de que se reclame, de un lado, lo que llamó el “principio de equivalencia”, para compensar el daño que subsidios y ayudas causan a los productos que se transan en el mundo, y del otro, que se adopten medidas de frontera, sin que estas signifiquen sacrificar a los consumidores ni a la industria.
Igualmente, dijo estar del lado de quienes abogan porque haya una protección contra los trozos de pollo estadounidense, mientras estos sigan siendo apreciados allá como un desecho. “Uno no puede caer en la trampa de creer que somos ineficientes porque nos están entregando algo que para nosotros es caviar, pero a precio de desecho”, manifestó.
Cano Sanz reveló de otra parte, que en materia de contingentes, o cupos de importación, se hará un trabajo conjunto con el sector privado, poniéndole imaginación para que el país no se anticipe a desproteger a la industria avícola, que debe seguir creciendo. Contingentes que, a su juicio, pueden estar cercanos a cero.
El gobierno mirará los trozos de pollo
Para la viceministra de Comercio Exterior, Claudia María Uribe, es muy difícil excluir la agricultura y la avicultura de las negociaciones del Alca, pero cree que podrían existir posiciones favorables para conseguir la manera de proteger a la industria colombiana del pollo, de la competencia de los cuartos traseros estadounidenses. “Cuando uno mira todo el tema agrícola, no encuentra una situación tan particular como la de los trozos de pollo”, dijo.
CLAUDIA MARÍA URIBE,
VICEMINISTRA DE COMERCIO EXTERIOR.
Considera la alta funcionaria que si Colombia logra defender racional mente su agricultura, seguramente podrá hacer unas buenas negociaciones en el Alca y en la Organización Mundial de Comercio, OMC, aunque estas van a ser muy complicadas, en virtud de los acuerdos que existen entre países. Por ello, es fundamental la existencia de acuerdos comerciales como la CAN, el Mercosur o el Mercado Común Centroamericano.
Al abordar el tema de los obstáculos que enfrenta el Alca, no sólo para Colombia, sino en general para la subregión andina, mencionó en primer lugar, a la agricultura, seguida del antidumping, los estándares laborales (que tienen que ver con encarecer la mano de obra), las asimetrías, la propiedad intelectual y el medio ambiente. Y si de algo ha venido hablando la CAN desde hace ocho años es justamente de agricultura, tema por el cual es más bien poco el interés que han mostrado el Mercosur y los centroame ricanos. Por ello, expresó la viceministra, la CAN les ha dicho que ellos, que no han participado en el examen de asuntos tan cruciales como los subsidios y otras prácticas que distorsionan el comercio, no son los llamados a pedir que se abran nuestros mercados.
“Los países andinos”, manifestó Claudia María Uribe, “hemos dicho que queremos hablar en América de subsidios y otros temas, pero que si eso no es posible estamos dispuestos a negociar donde sea, siempre y cuando el acceso a mercados quede vinculado a lo que se logre en la CAN. Pero no nos llamemos a engaño: aquí, por años y años, mantuvimos la caña del 0 x 0 x 0, pero lo cierto es que Colombia no está preparada para este esquema, por lo que mejor sería decir hasta dónde podemos ir en la negociación”.
Para la alta funcionaria son once las cosas que Colombia y la CAN de ben lograr para llegar en una mejor posición a las negociaciones del Alca, a saber: 1) el compromiso de los miembros con la CAN, 2) el compromiso de los miembros con el Alca, 3) la definición del Arancel Externo Común, AEC, 4) la desarancelización de la negociación en la CAN y el Alca, porque esto nos ha llevado a la difícil situación de las últimas semanas, 5) una definición respecto a que es mejor negociar en bloque que de manera individual, 6) que se acepte que no siempre los intereses nos coinciden en el Alca y la OMC, 7) mantener hasta donde sea posible la vocería única, 8) establecer si vale la pena tener esquemas unilaterales como el Atpdea, 9) consolidar la CAN, 10) trabajar con Europa, pues no hay que olvidar que los europeos están molestos con el Alca, y 11) definir si queremos o no acuerdos bilaterales.
El Alca: más que un acuerdo comercial
Yesid Castro Forero, miembro del Comité de Comercio Exterior del Ministerio de Agricultura, y consultor de Fenavi, empezó su intervención llamando la atención sobre un hecho que la opinión ha perdido de vista: que el Alca es más que un acuerdo de libre comercio, más que una puja arancelaria, puesto que engloba otros objetivos superiores como la lucha contra la pobreza y la discriminación, el desarrollo sostenible, la protección de los derechos humanos, la seguridad de las personas y la promoción del desarrollo social, en un marco de equidad. Así las cosas, dijo, el desmonte de los aranceles como respuesta a la presión de Estados Unidos, nos aleja de los propósitos supremos de ese pacto hemisférico que fue propuesto por el presidente Bush, padre del actual primer mandatario de ese país, porque eso significaría liberar las importaciones de productos con precios distorsionados por las ayudas internas de las naciones formadoras de precios, lo cual sería una violación al principio de equidad. “La lucha contra la pobreza no se gana destruyendo el empleo rural por un comercio desigual”, anotó.
YESID CASTRO F., MIEMBRO DEL COMITÉ DE
COMERCIO EXTERIOR DEL MINISTERIO DE
AGRICULTURA, Y CONSULTOR DE FENAVI.
Con relación al reciente episodio de la notificación de aranceles consolidados, Castro Forero es de la opinión que esta no tiene mayor trascendencia porque puede ser corregida. Sin embargo, si no se llega a un Arancel Externo Común, AEC, pues nos quedaremos con esos aranceles, a partir de los cuales Colombia deberá programar las rebajas arancelarias de todo el proceso de desgravación del Alca. En el caso del maíz, un arancel de 15% (el mismo del fríjol soya) no alcanza a cubrir el subsidio que los países de la OECD le otorgan en promedio a este producto: US$31 por tonelada en los últimos cinco años, en dólares corrientes. “Con respecto al precio promedio CIF, sería el equivalente a un ad valorem de 26%, o sea, que el arancel notificado por Colombia para este producto sería insuficiente para que pudiera haber un comercio equitativo”. Para el pollo y los trozos, las notificaciones fueron 20% y 173%, respectivamente.
Dado que Colombia mantiene su posición de proteger la agricultura contra inestabilidades y distorsiones, Yesid Castro se pregunta qué hacer si ya hay unos aranceles notificados que podrían quedar en esos niveles y el país verse obligado a desgravar a partir de los mismos, en caso de que no haya AEC andino, y aun habiéndolo se corregirían pero, finalmente, habría que desgravar porque el compromiso en el Alca es llevar a cero los aranceles. Ante esto, expresó, “hay que empezar a mirar otras opciones que tiene abiertas el país, algunas de las cuales fueron mencionadas aquí por la viceministra, como es la de bloquear la desgravación de los productos sensibles, mediante la insistencia en la condicionalidad, es decir, que no se desgrava hasta tanto no se eliminen las ayudas, que no se van a eliminar”.
FERNANDO BARBERI,
DIRECTOR DE POSGRADOS DE ECONOMÍA
DE LA UNIVERSIDAD DEL ROSARIO.
La embarrada fue grande
El director de posgrados de Economía de la Universidad del Rosario, e integrante, por la academia, del grupo negociador colombiano ante la CAN, Fernando Barberi, en un aparte de su intervención, titulado El Alca y la agricultura colombiana, se detuvo en el examen de las consecuencias que para el país y para la misma comunidad andina trajo la decisión del Ministerio de Comercio Exterior, de echar para atrás la notificación de aranceles. A su juicio, este fue el daño de dicha medida:
– Se rompió el capital social de nuestro equipo negociador. Se rompió la confianza mutua entre los ministerios de Comercio y Agricultura, la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, y la Asociación Nacional de Industriales, Andi.
– Se vio de bulto la necesidad de que la discusión agrícola en Colombia se haga de manera técnica. No podemos seguir manejando extremos, como los artículos del señor Hommes, que lo único que indican es que de agricultura no tiene ni idea. Gobierno y gremios se tienen que sentar, decirse la verdad, acabar con unos mitos y comenzar a ver el sector con visión de cadena.
– No se puede volver a cometer el error de lavar la ropa sucia fuera de casa. Uno no tiene por qué llevar sus peleas internas a la CAN o al Alca.
– Perdimos la credibilidad en la CAN. Uno no puede convencer a los países andinos de que hagan los consolidados, para, diez días después, decirles que nos equivocamos. Con ello perdimos poder de negociación, si es que teníamos alguno.
Así las cosas, para Fernando Barberi tenemos tres grandes tareas muy complicadas: 1) reconstruir la confianza del grupo negociador colombiano, 2) reconstruir la credibilidad colombiana en el seno de la CAN, y 3) ver cómo jugamos afuera, política y diplomáticamente, para volver a ganar espacio de negociación, después de lo que hicimos.
Negociadores extorsionados
Juan Daniel Irigoyen, asesor de la Cámara Argentina de Productores Avícolas, Capia, en su tema Alca: negociaciones y desafíos, denunció que los negociadores de estos países vienen siendo extorsionados por los grandes jugadores, que los amenazan con suspenderles los subsidios a sus respectivas naciones, borrarlas del Sistema Generalizado de Preferencias, y no respaldarlas en las negociaciones con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, o el Fondo Monetario Internacional, FMI, si no se ponen de su lado.
JUAN DANIEL IRIGOYEN,
ASESOR DE CAPIA.
Para él, los avicultores deben desarrollar una estrategia encaminada a conseguir la protección de la industria, basada en cuatro puntos: 1) que se le reconozca la sensibilidad al sector, 2) lograr un acuerdo avícola, en lo cual Brasil no quiere colaborar, 3) involucrar a toda la cadena, y 4) obtener un paraguas de protección para el periodo de transición hacia el Alca. Así mismo, les recomienda a los productores participar de manera activa en las negociaciones multilaterales (como lo viene haciendo Fenavi), a más de mantener el compromiso con los consumidores, de ofrecerles un producto de calidad, a buen precio.
Pero va más allá: considera que es preciso desarrollar acciones sinérgicas, como trabajar con denuncias sobre subsidios, medidas de ayuda interna y obstáculos técnicos al comercio, y desde la Asociación Latinoamericana de Avicultura, ALA, propiciar el asesoramiento con los comités de Estudios, Políticas y Codex Alimentarius.
Otras Propuestas de Fenavi
La intervención de Diego Miguel Sierra Botero, presidente ejecutivo de Fenavi, no se circunscribió al tema de reunir bajo un mismo techo a esta organización, la Asociación Colombiana de Porcicultores, Fenalce, Federal y a la Cámara de Alimentos Balanceados de la Andi, sino que formuló otras recomendaciones y reflexiones. Aquí las reproducimos:
– Está clara nuestra expectativa en la negociación comercial del país en torno a la armonización arancelaria con los socios andinos o en ausencia de la misma, la compensación por parte del gobierno nacional con contingentes arancelarios similares a los que aplica Venezuela para efectos del alimento balanceado.
– Está clara nuestra pretensión de conservar la protección sobre los trozos de pollo mientras persista la distorsión al consumo generada en Estados Unidos por el menor valor de los cuartos traseros y el precio interno de la pechuga.
– El desafío de mediano plazo, por la integración y costos de la cadena, lo impone la eficiencia productiva de Brasil. Este país será espejo permanente del trabajo de los avicultores colombianos.
– En concordancia con lo anterior no puede aquí menos que haber un compromiso de «tropicalización» de la avicultura colombiana, entendiéndose por esta la producción de las principales materias primas: maíz y soya y las sucedáneas como la yuca y la batata, de manera especial en la Costa Atlántica y en la altillanura, sin detrimento de otras regiones que en el futuro pudiesen exhibir condiciones de infraestructura y riego, como los valles interandinos, principalmente Cauca, Cesar, Magdalena y Patía.
– La tarea del desarrollo agrícola para una cadena avícola competitiva no es de exclusiva responsabilidad de los avicultores. Debemos contar en dicho empeño con el acompañamiento decidido, formal y real del gobierno nacional, con sus distintos aparatos e instrumentos, de tal suerte que la infraestructura y la habilitación en distintas regiones sean una realidad; de lo contrario, productores y gobierno veríamos opacarse una actividad tan importante como la avicultura.
– El reto en materia sanitaria nos conduce, por obligación, a un nuevo acuerdo con el Estado, con sus instituciones de sanidad y de vigilancia epidemiológica, correspondiendo el mayor empeño a los avicultores, a sus técnicos, a la red de laboratorios privados y a la academia vinculable a la actividad. Estamos a muy pocas semanas de celebrar un convenio interuniversitario que nos permita avanzar en la constitución de una red virtual con participación de las principales universidades en las regiones avícolas del país, reasignándole al ICA su papel de veedor, de orientador y garante de la sanidad aviar, antes que de ente investigador.
UN ASPECTO DEL XI CONGREO AVÍCOLA.
– El costo de las actividades anteriormente mencionadas alcanza en opinión de quien les habla la suma aproximada de $400 millones nuevos para la red universitaria de laboratorios; $500 millones por el primer año para el impulso de las materias primas; $1.200 millones para los programas establecidos de mercadeo de pollo y huevo, y $200 millones para la gestión ambiental.
– Acorde con los cálculos, el deseo y ambición de logros gremiales, me permito sugerir que las juntas directivas de Fenavi y Fonav aprueben incrementar 50% el presupuesto del Fondo durante el 2003.
– Cerrar la asesoría pequeña que tenemos contratada en alimentos balanceados para los trámites de normatización ante el lcontec.
– Tal como lo hemos convenido recientemente con la Junta Directiva de Agriavícola, a partir del próximo 31 de diciembre esta será una compañía capaz de flotar sola, por sí misma, y como resultado de ello debemos cerrar el área de materias primas de la Federación.
– Para los programas en materia ambiental, en los que contamos con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, podría establecerse una ampliación del programa de Ventanilla Ambiental para cobijar al sector porcícola, en un trabajo similar en lo que tiene que ver con la compostación y uso racional de excretas en aplicaciones de «ciclo cerrado» para las actividades agrícolas, de alimentación complementaria de otras especies, o de energía.
– Los programas de mercadeo, de registro de calidad como el HACCP y las BPM, el cumplimiento del Codex Alimentarius y obviamente la disputa del mercado por el posicionamiento ante el consumidor, seguirán siendo en esencia, objetivos finales de cada organización, pues se trata de ganar la favorabilidad del cliente.
Carta de Fenavi a la viceministra Uribe
CLAUDIA MARÍA URIBE.
Avicultores reproduce a continuación el texto de carta que Diego Miguel Sierra Botero, presidente ejecutivo de Fenavi, le leyó a la viceministra de Comercio Exterior; Claudia María Uribe Pineda, antes de que ella procediera a intervenir en el XI Congreso Avícola Colombiano. La misiva encierra una petición al gobierno, en el sentido de que se establezcan unas mínimas condiciones de competencia equitativa para la avicultura en el Area de Libre Comercio de las Américas.
Apreciada señora Viceministra:
Reconociendo su gran capacidad negociadora en los temas de comercio, la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, Fenavi, se permite plantearle los siguientes puntos, orientados a preservar nuestra industria del principal productor mundial avícola:
1) Establecer para las partidas arancelarias objeto de la distorsión en el patrón de consumo americano (020713, 020714, 160100, 160231, 160232, 160239), un arancel combinado entre ad valorem y específico; 20% como arancel externo común, AEC, y un específico de US$0.6 por kilogramo. Con un AEC que se somete a proceso de desgravación, más no el específico, con la posibilidad incluso de aplicarlo al país exportador en donde se presenta la distorsión.
2) Abrir el espacio para aplicar derechos de aduana no propiamente dichos, para aquellos productos de segunda o desecho que tengan la particularidad de amenazar o causar daño a una industria que atiende el mercado local de una parte.
3) Aplicar una salvaguardia automática en el caso de los productos considerados como segundas o desechos en los países importadores de una parte, cuando el mercado es atendido por la producción nacional y se expone a una amenaza de daño grave que puede inducir a la desaparición de la industria.
4) No asumir compromisos de desgravación del arancel específico en el caso de los productos que registren distorsiones en el patrón de consumo de una parte, que pueda exportar a otra y pueda amenazar la desaparición de una industria.
5) Complementar en el texto del ítem 4.7 del capítulo sobre acceso a mercados, en cual se alude a que el tema de las mercancías usadas no sean beneficiadas del programa de liberación, de tal forma que sean incluidos los productos de segundas o desechos agropecuarios, no generados por características estaciónales de producción. Así mismo, que ello que sea incluido el capítulo sobre agricultura.
Como bien se puede derivar de los puntos anteriores, las propuestas apuntan a establecer unas mínimas condiciones de competencia, a pesar de mantener los subsidios y ayudas internas.
Dijeron los expositores
EL STAND DE FENAVI-FONAV.
La IX Exposición de Equipos Insumos Avícolas, evento paralelo del Congreso Avícola Colombiano, tal vez fue la más concurridas, en número de expositores, de todas cuantas se hayan llevado a cabo, como lo demuestran los cincuenta y un stands, de cuarenta y tres empresas e instituciones de Colombia, Estados Unidos y México. En general, la muestra recibió favorables comentarios por la buena organización, la alta calidad de los productos ofrecidos y las ventajas de su participación, aunque algunos de los participantes le señalaron a Avicultores cierto inconformismo.
Francisco Quintero Delgado, gerente comercial de Ubicar, considera que su principal objetivo no era tanto hacer nuevos negocios, como fortalecer las relaciones comerciales existentes, lo cual se logró a cabalidad. Le recomendó a Fenavi organizar ruedas de negocios, en las cuales se tenga la oportunidad de realizar presentaciones individuales, como estrategia de mercadeo para dar a conocer mejor los productos.
El director de Operaciones de Industrias Ricaurte, Carlos Andrés Gutiérrez, resaltó la atención personalizada, la logística y el ambiente del salón. Sugirió que la inauguración de la muestra se lleve a cabo antes de la instalación del Congreso. Por su parte Javier Tomás Martí, gerente de Procesos y Desarrollos de Tecnopack Ltda., afirmó que aunque hace dos años hubo más movimiento, la respuesta del sector fue muy positiva. Además, pidió que la reservación de los stands se pueda hacer con mayor anticipación, para facilitar el pago de los mismos. Edgar Tapias, de Colombiana de Incubación, Incubacol; Gabriel Grisales de Cipa Somex S.A., y Pedro Cáceres de ITA Internacional, coincidieron en afirmar que se cumplieron los objetivos del certamen, asistieron las personas que eran y la organización fue sobresaliente. La gerenta general de Carval, Liliana Vallecilla Martínez, enfatizó en la importancia de continuar con el excelente nivel de los conferencistas y en la realización de eventos como este, que permiten mejorar las relaciones y la unión del gremio. Para Rafael Serrano Urdinola, de Pronavícola, lo mejor fue que los expositores asistieron mejor preparados para mostrar sus productos. Según el gerente general de R&M de Colombia,
Rodrigo Pardo, y su grupo de trabajo, lo importante es estar presentes en este tipo de eventos, ya que “lo que no se ve no se recuerda”. Lo mejor de la exposición es que es especializada y que asisten personas que realmente están interesadas en sus productos. Proponen que sea un poco más larga y que la participación no se limite a los gerentes y directivos de las avícolas. Carlos Arenas, gerente de Tecnocarne pasó un mal momento porque su máquina inyectora no pudo operar todo el tiempo; asegura que manos extrañas tuvieron que ver con este bochornoso episodio.
Varios de los consultados se quejaron porque no vieron una gran afluencia de visitantes a sus stands, hecho que atribuyeron a que la muestra no tuvo un recorrido obligado, y a que la programación académica acaparó buena parte del tiempo de la gente.
R&M DE COLOMBIA.
RAFAEL SERRANO URDINOLA,
PRONAVÍCOLA.
CIPA SOMEX S.A.
LILIANA VALENCIA MARTÍNEZ, CARVAL.
INDUSTRIAS RICAURTE.
PEDRO CÁCERES,
ITA INTERNACIONAL.
GABRIEL GRISALES,
CIPA SOMEX S.A.
Animada, divertida y concurrida estuvo la tarde de esparcimiento del sábado 16, organizada en la playa de la marina del Hotel Hilton, con la realización del II Gallo Match, programa alterno del XI Congreso Avícola Colombiano. En esta oportunidad, la empresa contratada organizó tres pruebas del juego Super Match: circuito de obstáculos, muro de escalar y el Titanic, en las cuales participaron cuatro equipos, así:
Influenza, de Fenavi-Bogotá, con Olga Lucía Sánchez, Javier Romero, Rodrigo Arenas, Zulma Sánchez y Fabiola Córdoba; Los Alcanzados, de Fenavi-Santander, integrado por Ricardo Rueda, Otto Beltrán, Alexis Pérez, Carlos Ortiz, Jorge Villamizar y Erich Calderón; Los Ka Ka Vé de Fenavi-Valle, compuesto por Juan José Arias, Luis Alberto Vergara, Edilberto Alfonso, Mario César Ocampo, Juan Carlos Orrego y Luis Fernando Tascón, y Las Chicas Superpoderosas, del cual hicieron parte las modelos de Armando Estrategias & Promociones.
Después de superar a unos aguerridos contrincantes, el equipo del Valle ocupó el primer lugar, haciéndose acreedor a una estada doble por un fin de semana, en el Hotel Hilton de la Ciudad Heroica. El segundo lugar fue para Bogotá, el tercero para Santander y el último para Las Chicas Superpoderosas. Todos se marcharon con trofeos y premios de consolación.
EN PRIMER LUGAR QUEDARON LOS KA KA VÉ,
DE FENAVI-VALLE.
INFLUENZA, EQUIPO DE FENAVI-BOGOTÁ,
OCUPÓ EL SEGUNDO LUGAR.
LOS ALCANZADOS, DE FENAVI-SANTANDER,
LLEGARON A LA META EN TERCER LUGAR.
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