Vitep no corre, resiste

Norma Constanza Chaparro Serpa, directora del Programa Nacional de Huevo de Fenavi-Fonav, tuvo la oportunidad de conocer a este conglomerado avícola mexicano. Estas son sus impresiones.

Con sede en la ciudad de Guadalajara, México, el Grupo Vitep es considerado como ejemplo de desarrollo empresarial. Su impulsor es César de Anda, actual presidente de la Unión Nacional de Avicultores, UNA, de ese país, y a Ignacio Castillo le ha correspondido hacer realidad este sueño. Conformado por diferentes compañías especializadas en la producción de huevo, que suman alrededor de 27 millones de ponedoras, este conglomerado es dueño de la marca Mamá Gallina, a cuyo posicionamiento le ha invertido tiempo y grandes recursos económicos. Vitep es una larga cadena de integración que cuenta con diferentes plantas industriales que se han ido creando de acuerdo con sus necesidades, y que se dedican a la incubación, la preparación de alimentos balanceados, la fabricación de bandejas, el beneficio de la gallina de desecho y la provisión de insumos para la industria. La importancia de Vitep es tal, que hoy tiene 55% de todas las ponedoras mexicanas. ¿Su filosofía? La avicultura es un negocio de resistencia, no de velocidad.

Las normas del éxito

El éxito de Vitep se ha construido sobre una serie de preceptos, entre los cuales se destacan: Las empresas avícolas no son centros de costos, sino de beneficios. Es recomendable manejar precios de mercado para compra y venta.

El proceso de unión debe comenzar con la comercialización y con el desarrollo de nuevos mercados, como huevo y gallina procesados. Se debe estar seguro de que el socio escogido es el ideal, pues de esto depende en gran medida el futuro de las empresas. Las empresas que se desarrollen deben tener desde el principio muy claros los estatutos y la manera de funcionar. No es conveniente dejar que los problemas se alarguen o agranden. Cada grupo debe tener un líder moral, que sea motivador e inspire respeto ante todos los socios. Hay que combinar mucho sentido común, algo de deseo y bastante experiencia. No se deben conformar grupos muy grandes (máximo de diez empresarios). Se deben eliminar el egoísmo y las ansias de poder. Desde el principio deben quedar muy claros la forma de administración, el manejo accionario y las condiciones de ingreso y egreso. En la junta directiva de las empresas se deben sentar inversionistas que no sean avicultores. Hay que dejar administrar. Es necesario delegar el manejo de las empresas, confiar en sus gerentes y dejarlos actuar. En caso de que no den resultados, se deben hacer cambios. No hay que coadministrar. La distribución de las acciones no es igual en todas las empresas. Los hijos de los socios no pueden trabajar en las empresas del Grupo, pero sí manejar sus propias granjas.

No a las promociones de huevo

Vitep considera necesario convencer a los supermercados de lo inconveniente que resulta hacer promociones con el huevo. Estos establecimientos no deben dejar de ganar en la venta del huevo, es el argumento. Como el margen que obtienen los productores en los supermercados es muy bajo, el objetivo que busca este conglomerado es posicionar la marca. En México, 20% de la producción de huevo se vende en supermercados e hipermercados.

El negocio de la gallina de desecho

El montaje de la planta de beneficio de la gallina de descarte, cuya capacidad es hoy de 9 mil unidades por hora, pero pronto será el doble, gracias a los trabajos de ampliación a que está siendo sometida, fue la respuesta de Vitep a la sentida necesidad de los productores de no depender de los compradores de estas aves. En esta factoría, especializada en la producción de embutidos, jamones y pasta, laboran cuatrocientas personas. Su costo puede ascender a US$7 millones. Considerada como una de las áreas de mayor futuro en la organización, el beneficio de la gallina está sintonizado con el precio del huevo: precio alto, poca gallina; precio bajo, mucha gallina.

Ovoproductos: futuro interesante

El huevo líquido pasterizado y los huevos Omega-3 son otras de las actividades importantes de este conglomerado. Bimbo y Mavesa figuran entre sus grandes clientes locales de la primera de estas líneas, y Japón es el comprador extranjero de clara líquida pasterizada. Vitep cree que un buen manejo de la planta pasterizadora puede llevar a equilibrar el precio del producto en el mercado. En Estados Unidos y Europa el precio del huevo procesado es más económico que en cáscara. En los huevos Omega-3, muestran costos 15-20% por encima de los convencionales, pero el precio de venta es 30% superior. Este es un mercado reducido pero muy interesante.

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