Mas camas para tanto pollo
Los avicultores tienen alternativas interesantes para remplazar la cascarilla de arroz en la cama de los galpones. Aquí les decimos cuáles son..
En Santander se viene desarrollando el Proyecto Alternativas para Camas, cuyos responsables son la Regional 7 de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, la Universidad Industrial de Santander, UIS, el Centro de Investigaciones Agroindustriales, Ciagro, la Facultad de Administración Agropecuaria de la Universidad Santo Tomás, Fenavi-Santander y el Programa Técnico de Fenavi-Fonav. A continuación, un avance de dicho trabajo:
La cascarilla de arroz se ha utilizado tradicionalmente como material para la cama en los galpones, pero la disminución de la oferta de este ha estimulado el incremento sustancial de su precio, con un efecto negativo en la estructura de costos del avicultor, en especial, del engordador de pollo, el mayor demandante. Con el propósito de disminuir la dependencia de la cascarilla de arroz, se estudiaron algunos materiales alternativos, siguiendo una metodología compuesta de tres fases.
En la primera, conjuntamente con los avicultores, se seleccionaron los siguientes materiales: bagazo de caña panelera, heno comercial, tallo picado de yuca, las gramíneas sorgo forrajero y King Grass cosechado a los 45 y 70 días, vendeaguja (Imperata cilíndrica) y cascarilla de arroz como testigo. Estos materiales se caracterizaron de manera integral, incluyendo disponibilidad, características físicas (resistencia a la tensión, carga de ruptura, humedad, grado de absorción de agua en estados fresco y seco, relación volumen/peso) y los costos asociados a su siembra, manejo, cosecha y beneficio, a los precios vigentes en el primer semestre del 2002. Con relación a la estructura de costos de los materiales cultivados, se tuvieron en cuenta modelos productivos intensivos en recursos y tecnología y por lo tanto altamente productivos y eficientes.
En la segunda fase y en galpones de piso de tierra, localizados en los municipios santandereanos de Lebrija y Piedecuesta (región baja) y Mesa de los Santos, se prepararon y extendieron 17 mosaicos de 16 metros cuadrados cada uno con los materiales seleccionados, así: 4 con cada uno de los materiales puros (sorgo forrajero y King Grass cosechado a los 45 días, tallo picado de yuca, y vendeaguja); 12 mosaicos preparados con mezclas de cada uno de los cuatro materiales con cascarilla de arroz, en porcentajes de 90, 70 y 50, y un testigo absoluto con cascarilla de arroz. En este arreglo, se alojaron las aves y se registraron las variables experimentales durante 35 días.
Semanalmente, se visitaron las granjas para observar y registrar las siguientes variables: temperatura ambiental, humedad relativa, pluviosidad, humedad de la cama, compactación, persistencia, movilidad y preferencia de las aves por los materiales. Concluida esta fase, a partir de los registros de las variables y de visitas de los avicultores a las granjas experimentales para estudiar en terreno el comportamiento de los 16 prototipos evaluados, se seleccionaron los materiales para la última fase. Se decidieron mezclas de 50% con cascarilla en Lebrija y Mesa de los Santos, y de 70% en Piedecuesta.
En la tercera fase se utilizaron salones separados para estudiar el comportamiento individual de cada prototipo y su interacción con las variables productivas de las aves encasetadas, durante 35 días, bajo las condiciones del productor en Lebrija, Mesa de los Santos y Floridablanca, localidad esta en donde fue realizada esta última fase a cambio de Piedecuesta, por razones operativas y correspondencia con las condiciones ambientales de la primera localidad. Además de las variables ambientales y de cama, se registraron las siguientes para estudiar la interacción cama animal: consumo, conversión, peso, mortalidad, y efecto de la cama sobre pechuga, patas y plumaje. Para analizar los resultados se utilizaron técnicas descriptivas y de análisis de varianza en el modelo de polinomios para variables cuantitativas y Chi cuadrado para las cualitativas, aceptando un valor p < 0.05.
Resultados y discusión
El estudio encontró una amplia variación del porcentaje de humedad en los materiales, sobresaliendo por su bajo valor la cascarilla de arroz, con 15.3%. Las gramíneas frescas King Grass y sorgo forrajero mostraron valores entre 77 y 81; en estado seco su valor varía entre 24.6 y 57.8%, siendo mayor cuando el corte se realiza a los 70 días. La evaluación en seco de estos materiales se hizo después de una exposición al aire por 48 horas.
El vendeaguja fresco tiene una humedad de 74% y en su estado seco presenta la más baja humedad entre los materiales de hoja angosta, con 19.3%. El heno, con 19.6%, y el tallo de yuca, con 18.6%, presentan valores de humedad similares a la cascarilla de arroz. Esta característica es de gran importancia en la medida en que la humedad de la cama se convierte en factor crítico a la hora de tomar decisiones sobre el tipo de material por elegir, lo mismo que su capacidad para absorber agua y retenerla.
Con relación a la capacidad de absorción de agua se da una amplia distribución de valores: el menor, lo tiene el vendeaguja seco (30.8%), y el mayor valor, el tallo de yuca (381.8%). En promedio, las gramíneas frescas absorben 69.5%, y las secas 288%. Las gramíneas cortadas a los 45 días absorben agua en forma más eficiente que las cortadas a los 70, con promedios, respectivamente, de 321% y 254%. Estos resultados muestran la inconveniencia de utilizar dichos materiales sin un previo secado.
En cuanto a la capacidad de absorción de material seco, se encuentra que el sorgo forrajero fresco, a los 70 días, tiene el mayor valor, con 958.6 gramos de agua por cada 100 gramos secos de material, seguido por el vendeaguja fresco, el King Grass seco de 70 días y el King Grass fresco de 45, todos con valores superiores a 700 gramos. Los menores valores de absorción en el estado seco se encuentran en la cascarilla de arroz (239.5 gramos), el heno (347.8) y el vendeaguja (405.5). Esto indica que estos últimos materiales tienen la más baja capacidad de retención de agua, cuando han sido previamente secados.
El análisis económico para la obtención de costos de los materiales incluyó las actividades de preparación del suelo, establecimiento, fertilización, manejo, entre otros. En el caso de la cascarilla, que no requiere manejos agronómicos, sólo se tomó el precio comercial para el momento de la evaluación. Es importante recalcar que los valores calculados corresponden a niveles de manejo agronómico intensivo y con producciones altas de biomasa. Debe tenerse en cuenta que en modelos de producción menos eficientes los costos unitarios de los materiales pueden ser diferentes.
El material con el mayor costo unitario por unidad de volumen fue el heno ($218.50 por kilogramo), seguido por el tallo de yuca ($204). En el costo de la yuca se consideran la recolección, manejo y embarque del tallo. El menor valor se encontró en el vendeaguja ($2 por kilogramo), en razón a que sólo se consideró la recolección, por tratarse de una especie arvense que no necesita ningún cuidado ni manejo agronómico en particular. En general, en las gramíneas los precios varían entre $12.36 y $17.31, siendo más costoso el sorgo forrajero de 70 días, en cuyo análisis se tuvieron en cuenta los valores por depreciación, en razón de que el cultivo requiere resiembra.
A pesar de los mayores costos de algunos materiales por los procesos de cosecha, manejo, picado, estos mostraron ser una opción más económica que la cascarilla de arroz.
En la evaluación de resistencia al estiramiento y carga a la rotura de los materiales, se observa que el vendeaguja seco y el King Grass de 70 días presentan los mayores valores de resistencia, superando inclusive a la cascarilla. Esta técnica es una herramienta práctica para decidir sobre otros materiales similares, porque existe una amplia correlación entre las características de dureza y resistencia y el comportamiento en campo de los materiales.
En desarrollo del análisis de estos materiales, se determinaron el peso y volumen, principalmente con el propósito de estimar costos de transporte. Estos datos se presentan también en la Tabla 1. El peso se refiere a los kilogramos por metro cúbico de material.
TABLA 1. CARACTERÍSTICAS Y COSTOS DE LOS MATERIALES
MATERIAL | Cantidad de kg para cubrir un m2 | Peso en kg de un m3 | Valor final tonelada | Valor final de 1 m2 cubierto(($)) |
Cascarilla | 12.1 | 151.6 | 848.800 | 1.026.99 |
Yuca | 13.1 | 163.5 | 2.058.800 | 4.215.62 |
Sorgo 45 | 20.1 | 251.6 | 142.400 | 376.59 |
Sorgo 70 | 21.3 | 266.1 | 191.800 | 583.53 |
King Grass 45 | 20.2 | 252.9 | 142.400 | 355.15 |
King Grass 70 | 16.4 | 205.4 | 179.900 | 421.42 |
Bagazo | 7.7 | 96.3 | 818.800 | 1.190.49 |
Vendeaguja | 5.4 | 67.9 | 38.800 | 22.52 |
Los materiales más livianos son el bagazo y el vendeaguja, caracterizados por su bajo peso y gran volumen. Las características peso/volumen influyen en el costo final de la cama, como se aprecia en el costo, para cubrir un metro cuadrado de superficie con una profundidad de 8 centímetros.
En general, los costos de las gramíneas son relativamente similares pero llama la atención el menor costo de un metro cuadrado con vendeaguja ($2.52), explicado principalmente por la ausencia de costos de obtención y su bajo peso, que permite el transporte de grandes volúmenes. Los valores finales para cubrir un metro cuadrado se presentan en la Tabla 1, teniendo en cuenta una profundidad de 8 centímetros.
Se encontraron materiales altamente eficientes en transporte, debido a su capacidad de ser compactados, como el vendeaguja (que con este procedimiento incrementa su peso por volumen hasta en 93.8%), el King Grass y el sorgo de 70 días, con 84.4% y 65%, respectivamente. Los productos con menor capacidad de compactarse fueron la cascarilla de arroz (17.4%) el tallo de yuca (22.6%) y el King Grass (22.8%).
Durante la fase dos del estudio y respecto a la humedad de los materiales, no se encontraron diferencias estadísticas significantes, mediante las técnicas de los polinomios. Los materiales con menor humedad inicial presentaron mayor humedad al final, en razón a su mayor capacidad de absorción, fenómeno que en todos los casos se acentuó hacia la cuarta semana. Igualmente, los materiales que iniciaron con menor humedad (cascarilla, vendeaguja) fueron más estables en términos de la profundidad y persistencia uniforme de la cama, en tanto que las gramíneas, con una humedad inicial mayor a 20%, tuvieron una mayor tendencia a la compactación y movilidad, especialmente por la presencia de partículas burdas resultantes del corte con picapasto, lo mismo que en la yuca partículas toscas, no homogeneizadas, por la maquinaria utilizada para este propósito.
El vendeaguja mostró una tendencia consistente para formar láminas superficiales compactadas, que retenían humedad en la capa superior, impidiendo la infiltración a las capas profundas, las cuales permanecieron prácticamente secas y con su humedad inicial a lo largo del encasetamiento.
En la medida en que el porcentaje de la mezcla de cascarilla fue mayor, se detectó mejor movilidad en la cama, debido al efecto que la cascarilla le confiere por su forma, disminuyendo la tendencia a adherirse y aglomerarse. No se observó ninguna preferencia o rechazo por parte de las aves, que utilizaron de manera indistinta los diferentes mosaicos.
En la fase tres, los resultados respecto a las variables de la cama fueron similares a los reportados en la fase dos. Las pequeñas diferencias detectadas se dieron en especial entre granjas, pero no entre materiales. Estas diferencias al no ser estadísticamente significantes indican un comportamiento igual.
Entre las variables productivas estudiadas no se encontraron diferencias estadísticamente importantes, tal como se aprecia en las figuras 1 a 4, las cuales corresponden a los promedios esperados en las granjas en donde se realizó el estudio.
En la Figura 1, con relación al consumo se advierten algunas diferencias estadísticamente no significantes entre fincas, y una menor diferencia en las granjas, las cuales corresponden a la variabilidad normal
Para los valores de ganancia de peso que se encuentran en la Figura 2 el análisis es similar, puesto que ni entre las fincas ni entre los diferentes materiales utilizados en las granjas se constató diferencia significante, lo que indica que la cama no intervino en la variabilidad de esta medición.
Respecto a la conversión (Figura 3), se advierte que ninguno de los materiales dentro de las mismas fincas mostró un valor que pueda considerarse significativo, lo que indica que, en términos de esta variable productiva, ningún material afectó la conversión y que los valores se explican en otras variables diferentes a la cama.
En la revisión de la mortalidad se detectan diferencias importantes entre localidades: en la Mesa de los Santos, los problemas de edema aviar explican la mayor morbimortalidad, que no fue estadísticamente diferente entre los materiales, lo que indica que la mortalidad no está asociada al tipo de cama utilizado.
La proporción de lesiones podales entre las granjas y materiales evaluados, no mostró ninguna diferencia significativa mediante la técnica estadística del Chi cuadrado. De la misma manera, no se detectó ningún impacto ni diferencia entre las camas respecto a las calificaciones de pechuga y características de plumaje. Los costos de las mezclas, probadas en la fase final del estudio, se presentan en la Tabla 2.
TABLA 2. COSTO DE ESTABLECIMIENTO DE 1 M2 DE CAMA, SEGÚN MATERIAL Y PROPORCIÓN DE LA MEZCLA
Material | Porcentaje de la mezcla | ||
100% | 70% | 50% | |
Cascarilla | 1.027 | ||
Yuca | 4.216 | 3.259 | 2.621 |
Sorgo 45 | 377 | 572 | 702 |
King Grass 45 | 355 | 557 | 691 |
Vendeaguja | 23 | 324 | 525 |
Con estos resultados, y con el propósito de estimar el impacto económico de las alternativas, se calculó la diferencia en miles de pesos entre estas y la cascarilla de arroz, a partir de los registros anuales de encasetamiento de pollos en Santander, que corresponden a un promedio mensual de 8.640.000 y cuyos resultados, se aprecian en la Tabla 3.
TABLA 3. DIFERENCIAS MENSUALES EN PESOS PARA EL ENCASETAMIENTO DE POLLITOS EN SANTANDER, SEGÚN MATERIAL UTILIZADO PARA CAMA
Material | Porcentaje de la mezcla | ||
100% | 70% | 50% | |
Cascarilla | 0 | ||
Yuca | 2.274.546 | 1.592.179 | 1.137.268 |
Sorgo 45 | -463.962 | -324.776 | -231.986 |
King Grass 45 | -479.251 | -335.479 | -239.630 |
Vendeaguja | -716.531 | -501.575 | -358.270 |
Este ejercicio muestra que si el tallo de yuca picado se utilizara puro o como corazón de la mezcla, los costos se incrementarían hasta en cuatro veces. Para los demás materiales los costos muestran una amplia variabilidad, pero en todos los casos su valor es sustancialmente menor. Los valores muestran un ahorro neto mensual, cercano a $300 millones, según la alternativa de elección, sin contar los beneficios en términos de la generación de empleo y el potencial uso de las nuevas camas en otros procesos agroindustriales.
Conclusiones y recomendaciones
1. El estudio no encontró interacción negativa para los materiales evaluados en la fase tres del experimento, sobre las variables productivas y de calidad de los animales, como tampoco preferencia o rechazo por parte de las aves a alguno de ellos en particular. La diversidad de alternativas y de posibles mezclas, brindan al avicultor la oportunidad de escoger de acuerdo con su localización y disponibilidad de los productos, las opciones más convenientes, sin depender, como hasta ahora, de un elemento escaso y con costos crecientes.
2. Con excepción del tallo de yuca, todas las mezclas tienen un costo notablemente menor al de la cascarilla de arroz, en un amplio abanico de alternativas económicas que disminuyen los costos por metro cuadrado desde 40 hasta 98%.
3. El costo final del metro cuadrado depende tanto del material utilizado como de los costos de transporte. Los resultados y análisis de este estudio en torno a las relaciones peso, volumen y rendimiento de cada uno de ellos, aportan elementos fundamentales para tomar la decisión más adecuada en cada caso.
4. Los materiales presentan diferente arquitectura y composición, lo que explica la falta de uniformidad de tamaño y forma de partícula, lo mismo que de rangos de humedad. Estas circunstancias deben ser tenidas en cuenta, pues se requieren procesos que garanticen una relativa homogeneidad en cuanto a estas variables.
5. Es necesario generar y probar alternativas de corte, tamaño de partícula, y procesos de secado a mayor escala, para ajustar la tecnología tanto en las técnicas asociadas a la siembra, manejo agronómico, cosecha y beneficio, como en los aspectos económicos de estas prácticas.
6. La cascarilla de arroz, por su baja absorción de humedad, resistencia a la ruptura y utilidad para la obtención de mezclas, mantiene su importancia como insumo para la cama de pollos.
7. El estudio encontró que las gramíneas secas, especialmente las cortadas a los 70 días, tienen un alto nivel de absorción de agua, en tanto que otros materiales como la cascarilla y el heno, muestran valores muy bajos. Se recomienda, entonces, ensayar y evaluar combinaciones estratificadas de estos materiales, con el propósito de conocer el comportamiento de modelos de cama que tengan un estrato superficial permanentemente seco, y otro profundo que absorba lixiviados y otros líquidos.
8. Puede afirmarse que las gramíneas y las plantas arvenses como el vendeaguja presentan unas características ampliamente deseables; sin embargo, requieren alguna mezcla y cierto grado de manejo para ser utilizados de manera más eficiente.
9. El tallo picado de yuca se presenta como una alternativa recomendable por sus características físicas, y por el buen desempeño mostrado en el estudio. Su uso generalizado será posible cuando se incremente, como se prevé, su disponibilidad en la región. En este sentido, también es importante señalar que existen materiales industriales del Centro Internacional de Agricultura Tropical, Ciat, con altos rendimientos en raíz y follaje, en volúmenes sustancialmente mayores que las plantaciones tradicionales.
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