Cómo puede saber si una persona tiene la EPOC

Cómo puede saber si una persona tiene la EPOC

¿Cómo puede saber el médico si una persona tiene la EPOC?

Los síntomas que le permiten sospechar al médico que la EPOC está pre­sente son:

  1. Ahogo o disnea
  2. Sibilancias
  3. Tos
  4. Expectoración o producción de flemas.

Si junto a dichos síntomas existe el antecedente de exposición a los fac­tores de riesgo que se mencionaron, la sospecha de EPOC se hace más fuerte, y es necesario confirmar la presencia de la enfermedad haciendo una prueba de función del pulmón, denominada espirometría.

Este es un examen rápido y fácil de realizar, y que permite deducir qué tan obstruida se encuentra la vía aérea, y se lleva a cabo antes y después de aplicar un medicamento inhalado, para evaluar el cambio con este.

La espirometría es indispensable para el diagnóstico de la EPOC, y debe hacerse siempre que se sospeche la enfermedad.

¿Qué tan grave es la enfermedad? 

Varias preguntas le permiten al médico evaluar la gravedad de la EPOC:

1. ¿Qué tan ahogado está el paciente en su día a día?

2. ¿Qué tan cerrada esta la vía aérea medida según la espirometría?

3. ¿Cuál es el peso y la talla del paciente?, pues estar por debajo del peso ideal aumenta la gravedad de la EPOC.

4. ¿Cuánto puede caminar el paciente en seis minutos? (esto depende de si el centro de salud donde consulta tiene o no la forma de hacer­le tal prueba).

5. ¿Cuántas exacerbaciones ha tenido durante el último año?

Esta evaluación de gravedad se debe hacer cada año, como mínimo; de­pendiendo de lo que el paciente responda y del resultado de sus exáme­nes, se clasificará como leve, moderado, grave o muy grave.

Una vez se determine la gravedad de la EPOC, el médico le ofrecerá al paciente el tratamiento recomendado, cuya respuesta será evaluada de forma periódica durante las visitas al médico o al grupo de apoyo de enfermedades respiratorias.

¿Qué significa exacerbación?

El término exacerbación se refiere a un momento durante la enferme­dad cuando aumentan el ahogo, la tos y la cantidad de flema, o bien esta última cambia de color (a verdosa o amarillenta).

Dicho aumento es mayor que las variaciones presentes en el día a día, y basta para que se haga necesario cambiar el tratamiento que la persona afectada venía recibiendo (ya sea tener que usar más veces los inhaladores o tener que tomar otro medicamento).

Es muy importante tener claro este concepto de exacerbación, pues el paciente debe aprender a reconocerlas, no solo para decírselos al médico durante la consulta, sino también para saber cuándo debe ir a urgencias.

Pueden existir muchos factores asociados a presentar una exacerbación; lo más importante es que el paciente aprenda a reconocer cuándo tiene una exacerbación, para, de esa forma, asistir al servicio de urgencias si lo requiere.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *