Remedios caseros para la urticaria

Antibióticos naturales o plantas medicinales para la urticaria o alergia en la piel

Te hablaremos de una afección muy común en las personas y como una especialidad de la dermatología, como lo es todo sobre la urticaria. Qué es, características, síntomas, tipos, causas, factores de riesgo y consecuencias. Así como remedios caseros para las lesiones cutáneas edematosas, medidas preventivas y tratamientos para la enfermedad cutánea o alergia en la piel.

¿Qué es la urticaria?

La urticaria es una afección de la piel caracterizada por la aparición de ronchas rojas, elevadas y con picazón que pueden variar en tamaño y forma. Estas ronchas se conocen como habones y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. La urticaria puede ser aguda, si dura menos de seis semanas, o crónica, si persiste durante más tiempo.

Las causas de la urticaria pueden ser diversas, como reacciones alérgicas a alimentos, medicamentos, picaduras de insectos, exposición al frío o al sol, infecciones, estrés, entre otros factores. En algunos casos, la causa específica puede ser difícil de identificar.

Características de la urticaria

Enfermedad alérgica de la piel, muy frecuente en cualquier edad, el 25% de la población ha sufrido de esta afección.

Su principal rasgo son ronchas rojas o habones con picazón, no deja secuela, puede ser aguda con lesiones menor a 6 semanas o crónica siendo mayor que la anterior.

Además desencadena por fenómenos inmunológicas o no inmunológicas, su tratamiento con medicamentos antihistamínicos y corticoides.

Síntomas de la urticaria

La urticaria se manifiesta principalmente a través de la aparición de ronchas en la piel, también conocidas como habones. Estas ronchas son elevadas, de color rojo o rosa, y pueden variar en tamaño y forma.

Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y pueden ser tan pequeñas como una punta de alfiler o tan grandes como una placa. Por lo general, las ronchas son temporales y pueden desaparecer en cuestión de horas, pero en algunos casos pueden persistir durante varios días o incluso semanas.

Los síntomas principales de la urticaria incluyen:

Ronchas elevadas: son la característica más distintiva de la urticaria. Estas ronchas son elevadas sobre la superficie de la piel y pueden variar en tamaño y forma. Pueden ser redondas, ovaladas o tener formas irregulares.

Coloración roja o rosada: las ronchas suelen tener un color rojo o rosado debido a la inflamación de la piel. La coloración puede ser más intensa en el centro de la roncha y más clara en los bordes.

Picazón intensa: la urticaria suele ir acompañada de picazón intensa en las áreas afectadas. Esta picazón puede ser muy molesta e incluso interferir con las actividades diarias del individuo. La necesidad de rascarse puede empeorar la irritación de la piel y causar aún más malestar.

Inflamación: la piel alrededor de las ronchas puede estar inflamada y sensible al tacto. En algunos casos, las ronchas pueden ser dolorosas, especialmente si son grandes o están ubicadas en áreas sensibles del cuerpo.

Cambios en la temperatura: en algunos casos, las ronchas pueden cambiar de tamaño o forma en respuesta a cambios en la temperatura del cuerpo o del entorno. Por ejemplo, pueden empeorar con el calor o la sudoración, y mejorar con el frío.

Es importante destacar que la urticaria puede variar en severidad y duración. En algunos casos, las ronchas pueden aparecer y desaparecer rápidamente, mientras que en otros casos pueden persistir durante días o semanas.

Tipos de urticaria

La urticaria es una condición de la piel que puede presentarse en diferentes formas y tipos, cada uno con características distintivas en cuanto a duración, desencadenantes y manifestaciones clínicas. Entre los tipos más comunes de urticaria están:

Urticaria aguda

Este tipo de urticaria se caracteriza por la aparición repentina de ronchas y picazón en la piel, que generalmente desaparecen en cuestión de horas o semanas, y no duran más de seis semanas en total.

Puede estar asociada con una variedad de desencadenantes, como alimentos, medicamentos, picaduras de insectos, infecciones virales o bacterianas, estrés, exposición al frío o al sol, entre otros. La urticaria aguda tiende a ser autolimitada y generalmente responde bien al tratamiento con antihistamínicos.

Urticaria crónica

En contraste con la urticaria aguda, la urticaria crónica se define por la presencia de ronchas y picazón que persisten durante más de seis semanas, a menudo durante meses o incluso años. Puede ser más difícil de diagnosticar y tratar que la urticaria aguda.

Algunas personas con urticaria crónica pueden experimentar episodios recurrentes de ronchas y picazón intermitente, mientras que otras pueden tener síntomas persistentes sin alivio significativo.

Urticaria física

Esta forma de urticaria es desencadenada por estímulos físicos específicos, como presión sobre la piel (urticaria por presión), fricción (urticaria por fricción), exposición al frío (urticaria por frío), exposición al calor (urticaria por calor), exposición a la luz solar (urticaria solar), y ejercicio (urticaria colinérgica). Los síntomas pueden aparecer rápidamente en respuesta al estímulo físico y pueden variar en severidad.

Urticaria dermatográfica

También conocida como urticaria facticia, este tipo de urticaria se caracteriza por la aparición de ronchas elevadas y picazón en la piel en respuesta a la presión o el roce leve. Las ronchas pueden aparecer rápidamente después de rascarse, frotarse o aplicar presión sobre la piel, y pueden desaparecer en cuestión de minutos u horas.

Urticaria vasculítica

Esta forma de urticaria involucra inflamación de los vasos sanguíneos en la piel, lo que puede resultar en la aparición de ronchas dolorosas y persistentes, así como otros síntomas como dolor articular, fiebre y malestar general.

La urticaria vasculítica puede estar asociada con trastornos subyacentes, como enfermedades autoinmunes, infecciones virales o bacterianas, y trastornos sistémicos del tejido conectivo.

Es importante señalar que estos son solo algunos ejemplos de los tipos de urticaria, y que existen otras formas menos comunes y variantes de la enfermedad. Además, en algunos casos, los pacientes pueden experimentar una combinación de varios tipos de urticaria. (Lea También: Remedios Caseros para la Artrosis)

Causas de la urticaria

La urticaria puede ser desencadenada por una amplia variedad de factores, que van desde alérgenos comunes hasta condiciones médicas subyacentes. Por ejemplo:

Reacciones alérgicas

Las alergias son una de las causas más comunes de urticaria. Los alérgenos que pueden desencadenar la urticaria incluyen alimentos como mariscos, nueces, leche, huevos, frutas y verduras; medicamentos como antibióticos (penicilina, sulfamidas), aspirina, ibuprofeno, naproxeno y otros antiinflamatorios no esteroides (AINE); y picaduras de insectos como abejas, avispas y hormigas.

Estímulos físicos

La urticaria puede ser desencadenada por estímulos físicos específicos, como presión sobre la piel (urticaria por presión), fricción (urticaria por fricción), exposición al frío (urticaria por frío), exposición al calor (urticaria por calor), exposición a la luz solar (urticaria solar), y ejercicio (urticaria colinérgica). Estos desencadenantes pueden causar la liberación de histamina y otros mediadores inflamatorios en la piel, lo que conduce a la aparición de ronchas y picazón.

Infecciones

Algunas infecciones virales y bacterianas pueden desencadenar la urticaria como parte de la respuesta inmunitaria del cuerpo. Ejemplos de infecciones que pueden estar asociadas con la urticaria incluyen infecciones del tracto respiratorio superior, infecciones virales como el resfriado común, la gripe y la mononucleosis, e infecciones bacterianas como la faringitis estreptocócica.

Factores emocionales

El estrés, la ansiedad y otros factores emocionales pueden desempeñar un papel en la aparición de la urticaria en algunas personas. Se cree que el estrés puede desencadenar la liberación de sustancias químicas en el cuerpo que pueden afectar la función inmune y la respuesta inflamatoria de la piel, lo que puede provocar la aparición de ronchas y picazón.

Cambios hormonales

Algunas mujeres pueden experimentar urticaria relacionada con los cambios hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia. Los cambios en los niveles de hormonas, como el estrógeno y la progesterona, pueden influir en la sensibilidad de la piel y en la respuesta del sistema inmune, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar urticaria.

Contacto con sustancias irritantes

El contacto con ciertas sustancias irritantes o químicos puede desencadenar la urticaria en algunas personas. Estos irritantes pueden incluir productos químicos en productos de limpieza, detergentes, cosméticos, perfumes, tintes para el cabello, productos para el cuidado de la piel y látex.

Factores ambientales

La exposición a ciertos factores ambientales, como el calor, el frío, la humedad y la exposición al sol, puede desencadenar la urticaria en algunas personas. La urticaria inducida por el calor y la urticaria solar son ejemplos de condiciones en las que los cambios en el entorno pueden desencadenar los síntomas de la urticaria.

Trastornos autoinmunes

Algunos trastornos autoinmunes, como la tiroiditis de Hashimoto, el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide, pueden estar asociados con la urticaria crónica. Se cree que, en estos casos, el sistema inmunitario ataca por error a las células y tejidos sanos del cuerpo, lo que puede provocar inflamación de la piel y la aparición de ronchas.

Otros trastornos médicos

Algunas condiciones médicas subyacentes, como la enfermedad de la tiroides, la enfermedad hepática, la enfermedad renal y los trastornos del sistema inmunitario, pueden aumentar el riesgo de desarrollar urticaria. En estos casos, el tratamiento de la condición médica subyacente puede ayudar a controlar los síntomas de la urticaria.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo son características, condiciones o circunstancias que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar urticaria. Aunque la urticaria puede afectar a cualquier persona en cualquier momento, ciertos factores pueden aumentar el riesgo de padecer esta afección.

Antecedentes de alergias

Las personas con antecedentes de alergias, ya sea a alimentos, medicamentos, picaduras de insectos u otros alérgenos, tienen un mayor riesgo de desarrollar urticaria. La urticaria puede ser una manifestación de una reacción alérgica y, en algunos casos, puede ser desencadenada por la exposición a alérgenos específicos.

Historial familiar

Existe evidencia de que la predisposición genética puede desempeñar un papel en el desarrollo de la urticaria. Las personas con antecedentes familiares de urticaria u otras enfermedades alérgicas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar la afección.

Edad

Si bien la urticaria puede afectar a personas de todas las edades, ciertos tipos pueden ser más comunes en ciertos grupos de edad. Por ejemplo, la aguda es más común en niños y adultos jóvenes, mientras que la crónica puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en adultos de mediana edad.

Sexo

Algunos estudios sugieren que las mujeres pueden tener un riesgo ligeramente mayor en comparación con los hombres. Esto puede deberse en parte a los cambios hormonales asociados con el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia, que pueden influir en la sensibilidad de la piel y en la respuesta del sistema inmune.

Factores ambientales

La exposición a ciertos factores ambientales, como el calor, el frío, la humedad, la luz solar y la contaminación del aire, puede aumentar el riesgo de desarrollar urticaria en algunas personas. La urticaria inducida por el calor y la urticaria solar son ejemplos de condiciones en las que los cambios en el entorno pueden desencadenar los síntomas.

Estrés

El estrés emocional o psicológico puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de la urticaria en algunas personas. Se cree que el estrés puede desencadenar la liberación de sustancias químicas en el cuerpo que pueden afectar la función inmune y la respuesta inflamatoria de la piel, lo que puede aumentar el riesgo.

Condiciones médicas subyacentes

Algunas condiciones médicas subyacentes, como trastornos autoinmunes, enfermedades de la tiroides, enfermedades hepáticas, enfermedades renales y trastornos del sistema inmunitario, pueden aumentar el riesgo de desarrollar urticaria. En estos casos, el tratamiento de la condición médica subyacente puede ayudar a controlar los síntomas.

Consecuencias de la urticaria

Aunque a menudo se considera una afección cutánea benigna, puede tener consecuencias significativas para la calidad de vida y el bienestar emocional de las personas afectadas. Aunque en la mayoría de los casos no es potencialmente mortal, sus síntomas pueden ser extremadamente incómodos y debilitantes, y pueden interferir con las actividades diarias

Picazón intensa

La picazón es uno de los síntomas más característicos de la urticaria y puede ser muy intensa y molesta. La necesidad de rascarse puede ser abrumadora y puede interferir con el sueño, el trabajo y otras actividades diarias. La picazón persistente puede provocar irritabilidad, dificultad para concentrarse y deterioro de la calidad del sueño.

Malestar físico

Las ronchas y la inflamación pueden causar malestar físico, dolor y sensibilidad en la piel afectada. En algunos casos, las ronchas pueden ser dolorosas al tacto, especialmente si son grandes o están ubicadas en áreas sensibles del cuerpo.

Impacto en la calidad de vida

Los síntomas persistentes de picazón, dolor y malestar pueden dificultar la realización de actividades cotidianas, como trabajar, socializar, hacer ejercicio y cuidar de sí mismo y de la familia.

Estrés emocional

La urticaria puede causar estrés emocional y ansiedad en las personas afectadas. La naturaleza impredecible de la afección y la incertidumbre sobre cuándo o dónde aparecerán las ronchas pueden generar preocupación y ansiedad constante. Además, la picazón intensa y la apariencia visible de las ronchas pueden causar vergüenza y autoconciencia en algunas personas, lo que puede afectar su autoestima y confianza en sí mismas.

Trastornos del sueño

La picazón intensa puede dificultar conciliar el sueño y mantenerse dormido durante la noche, lo que puede provocar insomnio y fatiga durante el día. El sueño interrumpido puede empeorar aún más los síntomas y afectar negativamente la salud y el bienestar general.

Impacto social y laboral

La urticaria puede afectar la capacidad de una persona para trabajar, socializar y participar en actividades sociales y recreativas. Los síntomas visibles como las ronchas rojas y elevadas en la piel, pueden hacer que algunas personas se sientan cohibidas y eviten situaciones sociales o laborales que impliquen exponer su piel. Esto puede llevar al aislamiento social, la depresión y la pérdida de oportunidades laborales.

Complicaciones secundarias

En casos graves o crónicos puede llevar a complicaciones secundarias, como infecciones de la piel, cambios en la pigmentación de la piel, cicatrices y problemas psicológicos a largo plazo, como depresión y ansiedad crónica.

Remedios caseros naturales para la urticaria

Los principales antibióticos naturales y plantas medicinales para la urticaria son:

Compresas frías:

Para reducir los vasos sanguíneos aplicar una ducha con agua fría o cubitos de hielo con un paño sobre la piel.

La avena:

Con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayuda aliviar la comezón o picazón. Puedes aplicarla al bañarte con harina de avena.

Cebolla:

Consumir en los alimentos por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias.

Vinagre de manzana:

Reduce la inflamación y la picazón. Puedes aplicar como una compresa con un algodón o en la tina con agua fría por 20 minutos.

Bicarbonato:

Con propiedades antiinflamatorias y ayuda a equilibrar el pH en la piel. Puedes darte un baño o preparar una pomada con 4 cucharadas del anterior en 12 de agua destilada, luego aplicar sobre la parte afecta dejando actuar por 10 minutos y finalmente retirar con agua fría.

Aloe vera o sábila:

Con grandes propiedades para mitigar diversos problemas de la piel y el gel aplicado sobre el área afectada ayuda a reducir o calmar la picazon por la urticaria.

Jalea real:

Muy utilizado en la dermatología y para reducir los síntomas de las alergias en la piel, se coloca en un frasco, con un hisopo se aplica en la zona afectada por 15 minutos y se remueva con agua fría.

Sauco:

Hervir en ½ de agua 3 cucharadas de esta flor, reposar y aplicar con una gasa o algodón.

(Lea También: Remedios Caseros para el Hormigueo)

Manzanilla:

Por sus propiedades antiinflamatorias que alivian los síntomas de esta enfermedad. Hervir la flor de manzanilla, reposar, colar y aplicar con un algodón sobre la piel.

Leche de magnesio:

Aplicar directamente sobre la parte afectada.

Zarzaparrilla:

Para depurar la sangre, preparar hirviendo por la noche en 1lt de agua 1 raíz de la primera y en la mañana tomar una cucharada.

Toronjil, salvia y ortiga:

La combinación de estos 3 en 1lt de agua sin endulzar y tornar 3 tazas por día.

Malva:

Con hojas o flores finas, combinar con mantequilla para una mezcla homogénea que debes aplicar con gasas estériles sobre la zona afectada.

Otras hierbas como infusiones:

Diente de león, tila, perejil, valeriana, caléndula, té, etc.

¿Qué puede empeorar la urticaria?

Varios factores pueden empeorar la urticaria o desencadenar un brote de síntomas. A continuación, se enumeran algunos de los desencadenantes y situaciones que pueden contribuir al empeoramiento de la urticaria:

Alérgenos: exposición a alérgenos conocidos, como ciertos alimentos (mariscos, nueces, leche, huevos), medicamentos (antibióticos, aspirina, AINE), picaduras de insectos (abejas, avispas, hormigas), polen, ácaros del polvo y pelo de animales.

Factores físicos: estímulos físicos como presión sobre la piel (urticaria por presión), fricción (urticaria por fricción), exposición al frío (urticaria por frío), exposición al calor (urticaria por calor), exposición a la luz solar (urticaria solar), y ejercicio (urticaria colinérgica). El rascado intenso también puede empeorar la urticaria.

Estrés: el estrés emocional o psicológico puede desencadenar o exacerbar los síntomas de la urticaria en algunas personas. El estrés puede desencadenar la liberación de sustancias químicas en el cuerpo que pueden afectar la función inmune y la respuesta inflamatoria de la piel.

Cambios hormonales: los cambios hormonales asociados con el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia pueden influir en la sensibilidad de la piel y en la respuesta del sistema inmune, lo que puede aumentar el riesgo.

Medicamentos: algunos medicamentos pueden desencadenar urticaria como efecto secundario. Si tienes antecedentes de reacciones alérgicas a ciertos medicamentos, es importante evitar su uso.

Factores ambientales: exposición a factores ambientales como el calor, el frío, la humedad y la contaminación del aire pueden desencadenar o exacerbar los síntomas de la urticaria en algunas personas.

Irritantes químicos: el contacto con ciertos productos químicos en productos de limpieza, detergentes, cosméticos, perfumes, tintes para el cabello, productos para el cuidado de la piel y látex.

Infecciones: algunas infecciones virales y bacterianas pueden desencadenar o exacerbar los síntomas de la urticaria como parte de la respuesta inmunitaria del cuerpo.

Medidas preventivas y tratamiento 

Como siempre la educación como prevención ante cualquier problema, higiene personal, dieta evitando ciertos alimentos con reacciones alérgicas como el atún, mariscos, quesos, leche, clara de huevo, cítricos, frutos secos u otros.

Además tomar duchas frías, evitar rascarse, evitar el agua caliente, usar ropa suelta, evitar el contacto con sustancia alérgicas, antihistamínicos, corticoides con prescripción médica, fitoterapia y consultar al médico especialista en dermatología.

Ningún remedio casero o planta medicinal debe ser sustituto del tratamiento médico