Disfunción Eréctil, Discusión
Es interesante observar los resultados de otras investigaciones (Ver Tablas No. 4 y 5) así las metodologías, variables y objetivos no coincidan exactamente, aunque entre ellos, a su vez, no hay coincidencia en varios de estos aspectos.
Tabla No. 4
D.E. parámetros y resultados
País |
#Encuestados |
Rango edades |
D.E. Total |
Colombia |
622 |
>40 |
52,8% |
Ecuador |
670 |
>40 |
50,4% |
Venezuela |
654 |
>40 |
56,6% |
Densa |
1963 |
>40 |
53,4% |
MMAs(USA) |
1290 |
40-70 |
52,0% |
Nigeria |
917 |
35-70 |
50,7% |
Marruecos |
646 |
>25 |
53,6% |
Egipto |
599 |
30-70 |
54,9% |
Finlandia |
2128 |
>50 |
74,0% |
Turquía |
1982 |
>40 |
63,0% |
Noruega |
1061 |
>40 |
59,0% |
Pakistan |
585 |
25-70 |
70,0% |
Francia |
— |
>40 |
42,0% |
Acuvilla |
750 |
>40 |
46,2% |
AAC/2000 |
Tabla No. 5
D.E. por grados y total
País |
Mínima |
Moderada |
Completa |
Total |
Colombia |
32,05% |
16,0% |
4,0% |
52,8% |
Ecuador |
31,8% |
16,1% |
2,5% |
50,4% |
Venezuela |
36,7% |
15,85% |
4,1% |
56,6% |
Densa |
33,6% |
16,2% |
3,2% |
53,4% |
MMAs(USA) |
17,2% |
25,2% |
9,6% |
52,0% |
Nigeria |
40,5% |
9,9% |
0,2% |
50,7% |
Marruecos |
37,5% |
15,0% |
1,1% |
53,6% |
Egipto |
32,3% |
20,4% |
2,2% |
54,9% |
Finlandia |
48,0% |
14,0% |
12,0% |
74,0% |
Turquía |
35,0% |
23,0% |
5,0% |
63,0% |
Noruega |
26,0% |
20,0% |
13,0% |
59,0% |
Pakistan |
43,0% |
25,0% |
2,0% |
70,0% |
Francia |
—– |
—– |
—– |
42,0% |
Rangos |
17%-48% |
9%-25% |
0,2%-13% |
42%-74% |
Acuvilla |
Mínima |
Moderada |
Completa |
Total |
18,55 |
10,4% |
18,0% |
46,2% |
|
AAC/2000 |
Las muestras y las poblaciones: Se hace referencia comparativa a los estudios DENSA (Colombia, Ecuador, Venezuela) y en algunos aspectos al MMAs (USA), así como se tienen en cuenta los de otros países, bastante lejanos y disímiles al nuestro, como Nigeria, Marruecos, Egipto, Finlandia, Turquía, Holanda, Noruega, Pakistán e Italia.
Puede notarse que el número de encuestados o entrevistados así como otras características de la muestra, varía en cada país, así las variaciones en las cifras de población sean aparentemente amplias, v.gr. la mayor muestra estudiada la tuvo Finlandia (2128 individuos) y la menor fue de Italia (con 256). Pero todas tienen como muestra una fuerza suficiente. Sin embargo, sea válido anotar que no hay un criterio uniforme sobre los rangos de edad, de manera que mientras para unos la muestra es en mayores de 40 años(2)(7)(11), para otros el rango fue entre los 40 y 70(1), para otros entre 35 y 70(5), o entre los 25 y los 70(12), o entre los 30 y 70 años(6), o en los mayores de de 25(8) o los de 50(9).
Los Métodos de recolección de datos empleados: Vale la pena tener en cuenta cómo se recolectaron en cada país las muestras: Por correo en Finlandia y Holanda(9)(13). En entrevista personal (“uroandrólogos”) en Italia(10); por entrevista por personal entrenado puerta a puerta: MMAs, DENSA(1)(2), Turquía(7), Marruecos(8); y por encuesta por médico en consulta primaria en Nigeria(5), Noruega(11), Pakistán(12) y Egipto(6).
En la mayoría de los países se empleó el IIEF-15 preguntas, en algunos el IIEF-5. La clasificación por grados de disfunción (Leve. Moderada, Completa) también se mantuvo en la mayoría, aunque otros la dividieron en Imposibilidad para Iniciar e Imposibilidad para mantener (Inglaterra), otros por % en los grupos etáreos sin entrar en grados (Italia)(10) y otros simplemente concluyeron: ”frecuente” (Holanda)(13).
Se considera que la clasificación por grados (Leve, Moderada y Completa) que se desprende de los puntajes IIEF, IIEF-5 es adecuada para investigaciones de campo. En la presente investigación efectuada en individuos en consulta, se trata de aprovechar los datos obtenidos con un criterio clínico y no de un puntaje por test, que no siempre corresponde a una realidad clínica. Lo creemos no solamente por nuestra experiencia sino porque ya algunos autores expresan que estos tests son “innecesariamente complicados”(4) y nada exactos ya que “los escores resultan falsos en diversos casos como en los que no tienen compañera”(4), y agregamos nosotros: Así como en los que por ausencias de ellos o su compañera tienen coitos aceptables pero espaciados, y los que tienen relaciones sexuales pero no coitos o los que no tienen coitos pero sí masturbación satisfactoria; casos que estarían bajo los puntajes exigidos sin que sean impotentes necesariamente; el IIEF, además, “no aclara si el problema es coital o durante masturbación”(4). De otra parte se considera que la clasificación derivada de puntajes(3)(14) y que conduce a los tres grupos señalados, tiene vacíos que impiden una adecuada graduación. Tanto es así, que aparecen ahora nuevas propuestas(15) basadas en el IIEF, que reclasifican y aumentan los grupos, así: Sin DE: 26-30 puntos; Mínima entre 22 y 25; Mínima a Moderada entre 17 y 21; Moderada entre 11 y 16 y Severa entre 6 y 10 puntos(15). Aparece entonces un nuevo grupo: el de “entre Mínima y Moderada”. Lo que complica más las cosas. Es de anotar que se inicia el empleo del término “Severa” en vez de “Completa”(15) asunto que coincide con nuestro criterio, que como ya expusimos lo introdujimos hace más de dos años cuando se inició el presente estudio. Pues consideramos que “Mínimo” y “Completo” no corresponden a la clínica y por ello los reemplazamos por “Leve” y “Severo”.
En cuanto a los métodos, unos emplearon el IIEF, el IIEF-5(1)(2)(3)(10)(11) o variantes de estos, o sus propios cuestionarios. Mientras unos utilizaron el correo(9), otros emplearon métodos de campo puerta-puerta con variantes(1)(2)(7)(10) y dentro de estos hubo encuestadores entrenados(1)(2)(7) y otros de alto nivel profesional especializado(10) cuando otros emplearon la consulta primaria general con cuestionarios para el caso(5)(6)(11)(12).
Los rangos de edades. En cuanto a los rangos de edades, si bien hay una tendencia a considerar a los individuos investigados a partir de los 40 años, sin embargo no existe aquí un criterio uniforme. Así, unos los hacen (tal como sucede en nuestro estudio) a partir de los 40 años sin límite superior de edad(2)(7)(11). Sin embargo, otros realizaron sus investigaciones en hombres de los 40 a los 70(1), otros de los 40 a los 79 años(13), otros de los 35 a los 70(5), otros de los 30 a los 70 años(6), otros de los 25 a los 70(12), otros de los 50 a los 69(10), otros a partir de los 50 años(9), y otros a partir de los 25 años(8).
Factores de riesgo. En nuestro estudio no se analizan factores de riesgo -salvo el principal de todos, la edad- como sí lo hicieron DENSA, MMAs y otros más. Tal vez porque estos factores han sido ya señalados repetidamente y porque además, si se tiene en cuenta que nuestra base fue clínica, en tratándose de una afección multifactorial en los individuos de edad mayor, pareciera pretencioso llegar a diagnósticos etiológicos únicos. Pero valga la pena señalar, que sí interesó sobremanera establecer una vez más la relación de la afección con el mayor factor de riesgo conocido: la edad.
Aunque se respeta el enfoque de quienes consideran el proceso de envejecimiento como una etapa de involución fisiológica, cada vez toma más fuerza la tesis de que al envejecer existe un deterioro desde el punto de vista neuroendocrino, histoquímico y molecular, que hace del envejecimiento un proceso que puede enfocarse como patológico y por tanto, su resultante la vejez, cabe dentro del concepto psicofísico de enfermedad. Por tanto, no es aventurado señalar “la edad” como factor de riesgo.
Investigación en consultorio. Nuestra investigación, de tipo prospectivo, se emprendió basándose en que a una consulta (si se tienen en cuenta los factores de inclusión-exclusión) acuden las personas que en determinadas facetas de su salud (en este caso la sexual y más específicamente la erectiva) representan al fin de cuentas lo que sucede en el conglomerado humano en que se desenvuelven. Si esto es cierto, así la metodología haya sido distinta a otros estudios en la recolección de datos, sin embargo resultó similar en cuanto a hacerlo en el curso de la consulta médica(5)(6)(11)(12), pues estimamos que las noxas directas o indirectas que existen en una consulta médica, reflejan las patologías existentes en la comunidad. Es de tener en cuena que estudios simultáneos o posteriores al nuestro, como los realizados en Nigeria, Noruega, Pakistán y Egipto(5)(6)(11)(12), se basaron en el principio que se acaba de exponer. Aunque aceptamos de todas maneras el mayor sesgo que pueda presentarse en nuestro estudio por tratarse de una consulta urológica general y no primaria como aquellas.
Los grupos etáreos encuestados. Como es obvio, las cifras de DE varían de acuerdo a los grupos etáreos encuestados tanto cuando se tienen en cuenta las edades mínimas como las máximas del grupo de sujetos en cuestión. La cifra global de DE en Finlandia, de un 74%, sin duda se debe a que la edad mínima fue de 50 años, y de allí también lo elevado de la cifra de DE Completa (12%), en comparación con las cifras tan bajas de 0.2%, 2.1%, 2.2% y 1.1% halladas para esta modalidad en países como Nigeria, Pakistán, Egipto y Marruecos, cuyos encuestados fueron a partir de los 35, los 25, 30 y 25 años respectivamente. Los encuestados en el caso de Turquía fueron de 40 años en adelante, sin límite de edad, por lo cual no es de extrañar que la cifra global sea de 63% y la de Completas alcance un 5%.
Pareciera que para el caso de las Completas la metodología tampoco cambia las cosas, pues por ejemplo en el MMAs (encuesta personal) y en Noruega (consulta primaria) las edades fueron mayores de 40 años, y las Completas resultaron en 9.6% para el MMs y 13% para Noruega. E nuestro estudio las Severas dan una cifra mayor por cuanto el criterio clínico para calificar este grupo es más amplio que el fijado por puntaje.
La pareja estable. En nuestro estudio se consideró importante como requisito de inclusión que el individuo tuviese pareja estable por lo menos 6 meses antes, ya que viudez o separación recientes y la soltería sin pareja estable, afectan el deseo y el desempeño sexual así como el ritmo coital.
Los grados de Disfunción Eréctil. En este punto el presente estudio se distancia de los conocidos. Nuestra concepción, ya lo hemos señalado y discutido, es clínica. Los señalamientos clínicos que por ejemplo hacen el MMAs y el DENSA en cuanto a los grados son consecuencia de los puntajes de los tests que aplicaron y de acuerdo a estos se hacen anotaciones clínicas de lo que sucedió en cada grado. Así, en la “Mínima” resultaron aquellos individuos que tienen coito aceptable la mayoría de las veces con erecciones matinales satisfactorias entre 2 y 4 semanales y una frecuencia coital de 1-2 por semana. Para las “Moderadas” correspondieron los de coito aceptable “pocas veces”, erecciones matinales 1-2 por semana y coitos 1 cada 8-15 días. Y para las “Completas” el coito en todos los casos fue imposible, no hay actividad sexual y no se perciben erecciones matinales.
Como puede observarse, entre las “Mínimas” y las “Moderadas” hay casi un abismo clínico. De allí que en las investigaciones más recientes aparecen autores que proponen el nuevo grupo de “Entre Mínima y Moderada”(15); y entre estas y las “Completas” continúa de todas maneras otro abismo.
En nuestro estudio diseñamos previamente qué sintomatología correspondería a cada grado, con el fin de obtener una clasificación más acorde con la realidad clínica y a la experiencia de la práctica sexológica.
Lo que sucede con la frecuencia coital en los Disfuncionales y en los No Disfuncionales. Un aspecto no tratado en los estudios hasta ahora publicados es el reverso de la moneda, o sea, lo que sucede en los ND o funcionantes. En los estudios citados, que sin duda han sido complejos, largos y costosos, no se han conocido datos, que aquí suministramos, en relación con lo que sucede, por ejemplo, con la frecuencia coital global y por grupos etáreos en los ND y su comparación con los Disfuncionales y en unos y otros según los grados de disfunción.
Puede entonces observarse que mientras la frecuencia coital diaria existe en los funcionales, aunque sea en % bajos, en los disfuncionales no existe. Que mientras el 10% de los funcionales tienen 3-4 coitos semanales esto tan solo sucede en 0.5% de los disfuncionales. Que la frecuencia de 1-2 por semana es tres veces más frecuente en los funcionales que en los disfuncionales (40% contra 15%). Las relaciones más espaciadas son mucho menos frecuentes en los funcionantes que en los disfuncionales.
Dentro de los disfuncionales (con DE) cuando se estudian por grados se aprecia que las frecuencias coitales son mayores en el grado Mínimo y van disminuyendo en cuanto pasan a Moderados y más aún en los Severos.
El nivel social y el comportamiento coital en No Disfuncionales y Disfuncionales. Aunque nuestra clasificación en clase Baja, Media y Alta es bastante empírica y de antemano aceptamos nuestra falta de técnica al respecto, sin embargo con las bases ya anotadas, se encontró que las en las mayores frecuencias coitales (más de 1-2 por semana) la clase Media es algo más activa que la Alta y más significativamente que la Baja. En las relaciones relativamente frecuentes (2 x mes) la relación es similar en las tres clases. Y para las más espaciadas (más de 1 cada 1-2-3 meses) las clases Bajas tuvieron un puntaje algo mayor que las Media y la Alta. En cuanto a los que no tienen relaciones, el porcentaje osciló entre el 13% y el 15% para las tres clases por igual.
1- La DE se presenta en aproximadamente en la mitad de los individuos mayores de 40 años. La frecuencia global encontrada, del 46%, es relativamente coincidente con la mayoría de los estudios conocidos(1)(2)(5)(6)(8)(11) con los que la diferencia no sobrepasa el 10%, lo que se puede explicar por los factores de exclusión estrictos que se aplicaron en el presente estudio.
2- Se propone una clasificación por grados de DE (Leve, Moderada, Severa) -que difiere de la seguida por los estudios ortodoxos basados en puntajes- clasificación basada en la clínica, sin desconocer que los tests resultan útiles para la investigación epidemiológica en los grupos que manejan estas disciplinas.
3- El grado clínico más frecuente de DE es el Leve, seguido del Severo y del Moderado, sin grandes diferencias porcentuales entre ellos.
4- La frecuencia de DE aumenta con la edad en forma evidente, pudiéndose establecer que de la 5ª. a la 6ª. décadas de la vida se duplica, que de la 5ª. a la 7ª. se triplica y de la 5ª. a la 8ª. en adelante se cuadruplica.
5- Si se tienen en cuenta qué sucede con los grados de DE en relación con la edad, se observa que en la Leve existe una progresión que si bien se duplica entre la 5ª. y la 6ª. décadas, de allí en adelante decrece progresivamente. En el grado Moderado de la 5ª. a la 6ª. década también se duplica y de allí en adelante se mantiene en una frecuencia estable. En cuanto al grado Severo al pasar de la 5ª. a la 6ª. década también se duplica como en los anteriores grados, pero de allí en adelante al pasar de la 6ª. a la 7ª. se triplica y de allí en delante de nuevo se triplica. El grado Severo es el que tiene una más evidente progresión, en cuanto aumenta la edad, en especial a partir de la cincuentena, y más aún, en forma casi dramática, en los septuagenarios.
6- La frecuencia coital varía en los No Disfuncionales y en los Disfuncionales, en el sentido de que es mayor en los ND. La frecuencia coital mayor de 1-2 por semana es cuatro veces mayor en los ND en relación con los que tienen DE. La frecuencia coital se espacía en la medida que el individuo se torna disfuncional, y en especial cuando se trata de grados Moderados y más aún en los Severos.
7- Existe una discreta diferencia en la frecuencia coital a favor de la clase Media en relación con la Alta y un poco más evidente de las dos anteriores con la Baja.
8- Según los resultados de esta investigación, una cifra cercana a la mitad de los individuos mayores de 40 años que acuden a una consulta de urología tienen DE y no
consultan por esta razón.
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