Diagnóstico de la Eyaculación Precoz (EP)

Por lo general el paciente llega a la consulta con su diagnóstico. Se deben tener en cuenta tres aspectos: tiempo, control y satisfacción.

Las ideas predominantes sobre el tiempo llevan a la definción cuantitativa, de manera que por lo general se estima que es EP quien demora menos de 1′ – 2′ en el tiempo que transcurre entre penetración y eyaculación (IVELT). Pero esto no es suficiente, ya que puede haber menor tiempo y alterarse o no los otros factores, o podría haber mayor tiempo, pero no control ni satisfacción.

De manera que es conveniente tener en cuenta los tres aspectos. Para que haya EP, se requiere que en la inmensa mayoría de los coitos haya una eyaculación resultado de estímulos mínimos, un escaso tiempo entre penetración-eyaculación, antes de que la persona lo desee y sea imposible de controlar y que esto cause instatisfacción (distress) propia y de la pareja.

Para analizar los factores tiempo, control y satisfacción, en un estudio sobre 207 EP y 1.380 no EP, se encontró que el IVELT solo como factor predictivo tenía un 80% de sensibilidad y una especificidad del 80%; al combinar el IVELT con los otros factores: control y satisfacción, se conservó el 80% de sensibilidad pero la especificidad se elevó a al 94%; el control sobre la eyaculación se consideró como el factor más influyente predictivo de EP; en todos los modelos se incluyó la satisfacción propia y de la compañera; concluye el estudio que el IVELT solo, no es el factor predictivo óptimo para definir el estado de EP y que tanto o más que este, están el control y la satisfacción propia y de la pareja71.

En otra publicación sobre el mismo estudio se señala que el IVELT promedio para los EP:

Fue de 1.8 minutos y para los No EP fue de 7.3; en cuanto al control el 72% de los EP lo señalan como pobre o muy pobre cuando para los No EP lo es solo en el 5%; sobre la satisfacción coital fue del 31% para los No EP, mientras que para los EP fue solo del 1%; sobre las dificultades interpersonales fue del 31% para los EP y del 1% para los No EP; concluyen que los EP tienen un IVELT mucho más breve, pero que los otros parámetros son importantes y se deben tener en cuenta en los EP, la falta de control y la satisfacción sexual mucho menor y las mayores dificultades interpersonales88.

En cuanto a estudios especializados, los de laboratorio clínico no tienen valor, a menos de que se trate de una EP secundaria a DE. El único estudio que, por ahora, puede tener valor para determinadas decisiones es la Bíotensiometría o medición de la sensibilidad vibratoria que se realiza con el Bíotensiómetro o con diapasones graduados. Los autores están divididos en cuanto a la bondad del método, pues para algunos da los mismos resultados en EP que en los No EP (Lee Yom Soo, 2000); mientras que otros afirman que en los EP la percepción de la vibración es más rápida que en los no EP (Rowland, Sex Med Disf, 2000 – Heyung Kichoi, J Urol 1996). En este último caso, consideran este examen como uno de los datos importantes para decidir la cirugía (denervación parcial de pene)37,70.

Es indudable que se debe tener en cuenta el aspecto emocional de estos pacientes ya que, como parte del diagnóstico y el tratamiento, es conveniente conocer el impacto que esta disfunción tiene en el individuo y su pareja.

Así, los afectados por la EP:

Perciben ellos mismos que no tienen control sobre la eyaculación, de manera que esta falla redunda en una satisfacción sexual mínima con el coito o una franca dis-satisfacción, además de los sentimientos de vergüenza e inferioridad a que llegan en el aspecto de su sexualidad.

El lecho se convierte en un sitio de tormento, de manera que los niveles de ansiedad son cada vez mayores. Es frecuente que estos EPs consulten cuando agudizan el síntoma y el IELT pasa de pocos minutos a segundos y aún a la eyaculación ante-portas. Es frecuente recibir en la consulta hombres casados, cuya mujer luego de varios años no tolera más la situación y le indica que encuentre ayuda y “cuando resuelva su problema”, ella estará dispuesta a reanudar la actividad sexual.

Esto lleva a que suspendan las relaciones sexuales y toda manifestación erótica, los niveles de tensión aumentan, se desfuncionalizan afectivamente, evitan las caricias más elementales, así como cualquier tipo de contacto, las situaciones negativas son cada vez más frecuentes y traspasan el ámbito sexual, para terminar en una franca disfunción de pareja.

En individuos EPs solteros sin pareja, la situación es aún más complicada; el problema emocional se torna más complejo. No consiguen tener pareja estable pues con las primeras experiencias ellas los rechazan; este rechazo los lleva a buscar compañeras ocasionales, con quienes no solucionan nada, antes empeoran; algunos optan por desfuncionalizarse por un tiempo, mientras encuentran alguna solución. Pero esta no llega hasta cuando no estén seguros de que al emprender una nueva relación tendrán alguna garantía de buen desempeño. Los niveles de angustia aumentan y el Síndrome de Ansiedad Sexual complica las cosas.

Disfunción Sexual

Es indispensable, especialmente en los hombres mayores, tener en cuenta que la Disfunción Sexual más frecuentemente asociada a la EP es la DE; algunos autores que han cuantificado esta asociación, afirman que en un 30% de los casos de EP hay una asociación con DE84.

-Con frecuencia los pacientes con EP tienen la impresión de que su problema es puramente psicológico o que es un asunto que el tiempo resolverá.

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