Efecto del Ejercicio en el Fémur

Confounders in the association between exercise and femur bone in postmenopausal women. Med Sci Sports Exerc 2011;43:80-89.

BECK TJ, KOHLMEIER LA, PETIT MA, ET AL.

Nivel de evidencia: II-3

Resumen. Debido a que los efectos de actividad en la densidad mineral ósea (DMO) son a menudo modestos y frecuentemente equívocos, los investigadores sugieren que la influencia de la actividad física sobre el fémur se reflejaría mejor en la geometría que en la DMO. En este estudio de cohorte seccionado cruzado, fueron usados los datos de 6.032 mujeres de etnicidad mixta (edades 50-79) del Women´s Health Initiative (WHI) Observational Study quienes tenían absorciometría dual de rayos X (DEXA) del cuerpo total y de la cadera.

Los sujetos del estudio autorreportaban incluyendo térciles o equivalentes metabólicos de tarea (MET) y minutos semanales de caminar como ejercicio. Una tercera categoría, terciles de sujetos con baja fracción corporal de Masa Corporal Magra (LMF) de examen DEXA, también se registraron. Similares efectos de actividad, se mostraron con las tres variables, pero fueron mayores y más significantes por los terciles de LFM. Las mujeres con más alto tercil de LFM tenían los fémures más anchos. Los investigadores concluyeron que las mujeres más activas tenían fémures geométricamente más fuertes.

El ejercicio mejora la fuerza del fémur agregando hueso a la superficie cortical más externa, mejorando la resistencia a doblarse, pero medidas código DEXA pueden, paradójicamente, mostrar una DMO reducida cuando hay una corteza más externa agregada.

Comentario. Cuando estamos trabajando con tratamiento o prevención de osteoporosis y fracturas relacionadas, los clínicos rutinariamente aconsejan a los pacientes realizar ejercicio de sostenimiento de peso. Aunque no hay estudios controlados randomizados que prueben que la actividad de sostenimiento de peso prevenga las fracturas, un meta-análisis de cohortes prospectivas realizado por Moayyeri y col.1 reveló una reducción de fracturas de cadera de 38% a 45% para hombres y mujeres, respectivamente. Cuando se mira específicamente el aumento de la DMO relacionado con el ejercicio, reportes publicados revelan pequeña o ninguna respuesta que se puede perder cuando el régimen de ejercicio se descontinúa2,3.

El presente estudio toma un enfoque diferente (aunque para la discusión de los propios autores, dos de la tres variables utilizadas son algo informales), usando autoreportes de actividad física que fue convertida a puntajes MET.

Los autores traen una hipótesis viable, de que la DMO puede no ser la mejor variable a utilizar, cuando se consideren efectos positivos de ejercicio de sostenimiento de peso sobre la fortaleza del hueso. Si la DMO es considerada lo mismo que el contenido mineral óseo por área regional, y la actividad de sostenimiento de peso afecta ambas variables, la DMO resultante podría aparecer sin cambio o solo modestamente cambiada como se ha indicado en reportes publicados previamente.

Lo que se presenta aquí es una teoría más sofisticada involucrando la geometría del hueso, índice de masa corporal, áreas de sostenimiento de peso y trayectoria del tipo de actividad. Las áreas de este estudio (p. ej. la actividad de utilización autorreportada, las propiedades obtenidas del HIP Stucture Analysis Software) son altamente sensibles a error; el factor de confusión genético, en relación con la delgadez de un individuo, debilita las conclusiones definitivas.

Sin embargo, los resultados finales del estudio tienen una manera estadísticamente significante y dan plausibilidad a la hipótesis de los autores En un escenario similar, las medidas estándar de DMO sola pueden no dar un impacto positivo de la fortaleza ósea de esta cohorte estudiada.

Aunque son necesarios estudios adicionales, esta investigación agrega un nivel de sofisticación al enfoque corriente de salud ósea y da crédito a las continuas recomendaciones de ejercicio de sostenimiento de peso hecho por los médicos.

Marjorie R. Jenkins, MD
Associate Professor
Dept. of Internal Medicine & Dept. of Ob/Gyn
Center for Women’s Health and Gender-Based
Medicine
Executive Director, Laura W. Bush Institute for
Women’s Health
Director, Women’s Health Fellowship Program
Texas Tech University Health Sciences Center
Amarillo, TX

Referencias

1. Moayyeri A. The association between physical activity and osteoporotic fractures: a review of the evidence and implications for future research. Ann Epidemiol 2008;18:827-835.
2. Guadalupe-Grau A, Fuentes T, Guerra B, Calbet JA. Exercise and bone mass in adults. Sports Med 2009;39:439-468.
3. Barry DW, Kohrt WM. Exercise and the preservation of bone health. J Cardiopulm Rehabil Prev 2008;28:153-162.

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