Pólipos Endometriales y Riesgos de Cáncer

The oncogenic potential of endometrial polyps: a systematic review and meta-analysis. Obstet Gynecol 2010;116:1197-1205

LEE SC, KAUNITZ AM, SANCHEZ-RAMOS L, RHATIGAN RM.

Nivel de evidencia: III

Objetivo. Revisar sistemáticamente y hacer un resumen de la literatura acerca de la asociación del estatus menopáusico, sangrado uterino y tamaño del pólipo y riesgo de malignidad entre mujeres que van a resección de un pólipo.

Origen de los datos. Suplementamos una búsqueda de entradas con base en datos electrónicos con referencias citadas en el primer estudio y artículos de revisión para identificar estudios que investiguen el riesgo de malignidad en pacientes que van a polipectomía. La palabras claves de la investigación de búsqueda fueron: “pólipo endometrial”, “malignidad”, “ultrasonido”, “sonohisterografía salina”, “histeroscopia” e “histopatología”.

Métodos de selección. Evaluamos datos sacados y realizamos análisis cuantitativos en estudios observacionales que examinaban los efectos de la menopausia, sangrado vaginal, tamaño del pólipo y riesgo de malignidad en pacientes que van a resección de pólipo (n= 1.552). Por cada estudio con resultados binarios, se calcularon los riesgos relativos con índice de confidencia del 95% (IC).

Los estimados en riesgos relativos se calcularon usando modelos de efectos fijos y al azar. Se midió la homogeneidad en los estudios. Se realizo análisis de sensibilidad para determinar los efectos de estudios individuales en el estimado de los efectos globales. Los sesgos de publicación se determinaron usando el test de Egger.

Tabulación, integración, resultados. Diecisiete estudios llenaron los criterios de inclusión en esta revisión. Entre mujeres que se encontraron con pólipos endometriales la prevalencia de pólipos pre o malignos fue de 5.42% (214 de 3.946) en mujeres posmenopáusicas comparadas con 1,7% (68 de 3.997) en mujeres en edad reproductiva (RR 3.86; IC 95% 2.92- 5.11). La prevalencia de neoplasia endometrial dentro de los pólipos en mujeres con sangrado sintomático fue de 4.15% (195 de 4.697) comparado con 2.16% (85 de 3.941) para aquellas sin sangrado (RR, 1.97; IC 95%, 1.24-3.14). En mujeres posmenopáusicas sintomáticas con pólipos endometriales, 4.47% (88 de 1.968) tenían un pólipo maligno en comparación con 1.51% (25 de 1.654) de mujeres posmenopáusicas asintomáticas (RR 3.36, IC 95% 1.45-7.80).

Conclusión. Con base en datos de estudios observacionales, se concluye que el sangrado vaginal asintomático y el estatus menopáusico en mujeres con pólipos endometriales están asociados con un aumento del riesgo de cáncer endometrial.

Comentario. La etiología de crecimiento de los pólipos del endometrio y factores que tienen papel en su desarrollo permanecen desconocidos. Lo más importante: no hay consenso en cómo manejar el caso de pólipos endometriales en crecimiento. La dimensión de este problema ha aumentado dramáticamente en décadas recientes con la introducción de técnicas de imágenes que proveen un diagnóstico temprano de “estructuras polipoides” en la práctica clínica rutinaria. Los médicos en la práctica hacen numerosas preguntas clínicas y costo efectivas tales como:

• ¿Qué tan segura es la evaluación por imágenes de estructuras polipoides uterinas? (p. ej. ¿deberían los hallazgos ser hechos por el radiólogo?).
• ¿Debería una mujer asintomática ser observada después o evaluarse quirúrgicamente?.
• ¿Debería la lesión ser biopsiada, y cómo? (p. ej. ¿histeroscopia operatoria o legrado?).
• ¿Cuál sería el manejo secundario de mujeres con diagnóstico de pólipo uterino con atipia?.

Los autores utilizan una revisión sistemática y técnica de meta-análisis para explorar algunas de esas preguntas. Su artículo resume y reanaliza los datos de publicaciones existentes acerca de la asociación entre pólipos y malignidad endometrial en mujeres que van a resección de pólipos. Usando criterios rigurosos para evitar la heterogenizidad de las publicaciones, los autores seleccionaron 17 estudios entre 1.552 publicaciones, con un total de 10.572 pacientes que fueron a polipectomía (incluyendo 377 pólipos malignos). El meta-análisis sugiere una prevalencia del doble más alta de neoplasia endometrial en mujeres con sangrado sintomático que en las sin sangrado; una prevalencia tres veces mayor de pólipos premalignos/malignos en mujeres posmenopáusicas comparadas con mujeres en edad reproductiva. Interesantemente, a pesar del gran número de publicaciones revisadas, los datos acerca de tamaño y riesgo de malignidad del pólipo no fueron susceptibles del meta-análisis.

Mientras la mayoría del material en el artículo ha sido conocida y previamente discutida, la novedosa cuantificación puede ser útil para los que manejan menopausia para medir el riesgo potencial de malignidad. Actuando de acuerdo, los autores determinaron que en mujeres posmenopáusicas asintomáticas, solamente el 1.51% de los pólipos endometriales estuvieron asociados a cambios de malignidad, mientras en las mujeres posmenopáusicas con sangrado y pólipos endometriales, la tasa correspondiente fue del 4.47%. El aumento del riesgo relativo de malignidad, por cerca de tres veces más, apoya la práctica común de que el sangrado uterino después de la menopausia, particularmente en presencia de un pólipo endometrial, debe ser evaluado para malignidad.

George I. Gorodeski, MD, PhD
Professor Emeritus
Case Western Reserve University School of
Medicine
Cleveland, OH

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