Una Aproximación a la Ciencia y el Arte: El Cascanueces, Ballet, Música y Fantasía

THE NUTCRACKER, BALLET, MUSIC, AND PHANTASY

Sonia Echeverri Serrano*

El Comité Cultural de la Fundación Santa Fe de Bo­gotá y la Asociación Médica de los Andes cierra tra­dicionalmente su programación anual con la pre­sentación del video “Ballet Cascanueces”.

Esta hermosa ac­tividad lúdica, realizada uno o dos días antes de iniciar la novena de aguinaldos, gana cada vez más adeptos, toda vez que los niños y el cascanueces son el centro de la ac­ción. Busca motivar el interés de los niños en el ballet, la música y sembrar la ilusión y fantasía (figura 1).

Vídeo Ballet Cascanueces

El Cascanueces es una historia basada en el libro de cuen­tos de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, titulado: “El Cascanueces y el Rey de los ratones” escrita en 1816 (fi­gura 2).

Sin embargo, el argumento que daría vida, años más tarde al ballet de Tchaikovsky deriva de una adapta­ción que Alejandro Dumas (padre) hiciera del texto de Ho­ffmann.

Ernest Theodor Wihem Holfmann

La Historia

Ernst Theodor Amadeus Hoffmann nació en Königsberg, hoy Kaliningrado, Rusia en 1776 y falleció en Berlín en 1822. Escritor y compositor estuvo vinculado al movimien­to romántico de la literatura alemana. Cambió su tercer nombre Wilhelm, por el de Amadeus en honor del com­positor Wolfgang Amadeus Mozart.

Hoffmann es mucho más conocido como escritor, a pesar de que se supone que daba más valor a su creación musical que a la literaria. Sus escritos más famosos quizás sean los cuentos fantásticos en los que Jacques Offenbach basó su ópera Los Cuentos de Hoffmann (1880), y Léo Delibes su ballet Coppélia (1870).

El compositor alemán Robert Schumann se inspiró en el personaje del Kapellmeister Kreisler para crear la famosa pieza para piano Kreisleriana. Hoffmann escribió además la novela Los elíxires del diablo (1816), compuso música religiosa y música para obras de teatro, y la ópera Ondina (1816).

El temario de los relatos y cuentos de Hoffmann reflejan su condición de músico y escritor; sin embargo, la genia­ lidad creativa del compositor, así como la grandeza de su obra, se ve repre­sentada en la capacidad de traducir en gama de sonidos las grandes pa­siones humanas, idealizadas por el ro­manticismo.

Al respecto cita Marcin Kamierczak: “Todo lo que puede ex­presar odio, amor, desesperación, ra­bia en los tonos más fuertes, lo resu­me él violentamente en notas musi­cales”.

La Adaptación

Alejandro DumasAlejandro Dumas (padre) nació el 24 de julio de 1802 en Villers-Cotterêts, Aisne, Francia y falleció en 1870 a la edad de 68 años en Puys, Francia (fi­gura 3).

Hijo de un General y nieto de un no­ble radicado en Santo Domingo y ca­sado con una esclava negra, basó su educación en la literatura, en especial en aventuras de los siglos XVI y XVII, las cuales leyó mientras trabajaba con el Duque de Orleáns, en París.

Fue un asiduo asistente a las representaciones teatrales, de suerte que sus primeros escritos fueron obras de teatro que alcanzaron gran éxito en las tablas de la época. Escribió en este género, En­rique III y su corte, en 1829, y en 1830 la pieza romántica Cristina.

Fue un escritor muy prolífico, publicó alrededor de 1.200 volúmenes, aun­que se supone que muchos de ellos fueron escritos en colaboración con otros escritores menores.

Pese a que obtuvo por sus publicaciones enor­mes ingresos, terminó sus días prác­ticamente en bancarrota debido a que tenía grandes gastos como el mante­nimiento del Castillo Monte-Cristo, sus numerosas amantes y la adquisi­ción de obras de arte.

La Música

Pyotr IIych

Pyotr Ilych Tchaikovsky nació el 7 de mayo 1840 en Votkinsk, una pequeña ciudad en la actual Udmurtia, antigua provincia del Imperio Ruso de Vyatka, y falleció el 6 de noviembre 1893 a la edad de 53 años (figura 4).

Tchaikovsky nació en una familia de clase media. Se preparó para ejercer como funcionario público, a pesar de las habilidades musicales que demos­tró desde muy corta edad. Sin embar­go, y contra los deseos de su familia decidió seguir una carrera musical, fue así como en 1862 ingresó al Conser­vatorio de San Petersburgo, graduán­dose tres años después en 1865.

Compositor ruso de la época román­tica, escribió algunos de los conciertos más populares y música de teatro en el repertorio clásico actual, incluyen­do el ballet Lago de los Cisnes, La Be­lla Durmiente y El Cascanueces, la Obertura 1812, su primer Concierto para piano, siete sinfonías, y la ópera Eugene Onegin.

Academia Nacional de Opera y BalletTchaikovsky desarrolló un estilo pro­pio musical a través de una amplia gama de géneros, incluida la sinfonía, ópera, ballet, instrumental, de cámara y can­to. Aunque disfrutó de muchos éxitos populares, nunca fue emocionalmen­te seguro, y su vida estuvo marcada por crisis personales y períodos de de­presión; honrado por el Zar, quien le otorgó una pensión vitalicia, fue uno de los compositores más alabados en las salas de conciertos del mundo, aunque no siempre fue así.

Críticos, músicos y compositores occidentales consideraban su música vulgar y ca­rente de profundidad y pensamiento, en especial en la primera mitad del siglo XX.

Tchaikovski murió en San Petersburgo el 6 de noviembre de 1893, nueve días después del estreno de su Sexta Sin­fonía, la Patética. Se cree que murió a causa del cólera, como su madre, aunque algunos aseguran que se sui­cidó. Fue enterrado en el Cementerio Tíjvinskoye en el Monasterio de Ale­jandro Nevski.

El Teatro

Teatro de Ópera y Ballet Kírov entre 1935 y 1992 y como Academia Nacio­nal de Ópera y Ballet entre 1920 y 1935, es un tea-tro histórico de ópera y ballet en San Petersburgo, Rusia. Es sede del célebre Ballet Mariinski (lla­mado Ballet Kirov durante la época soviética).

Debe su nombre a María Alexandrovna, esposa del zar Alejandro II de Rusia. Fue construido entre 1859 y 1860 por el arquitecto Albert Cavos, inspirado en el trabajo de Gottfried Semper, en particular la Ópera de Dresde. Durante la era soviética se conoció con el nombre de Teatro Kírov en honor al político soviético Sergéi Kírov. Su nombre original volvió a uti­lizarse en 1992 (figura 5).

El teatro Mariinski ha sido escenario de importantes directores, música y bailarines, como Vátslav Nizhinski. A este teatro están ligados los mejores logros del arte ruso de ópera y ballet. Marius Petipá (1818-1910) dirigió su compañía de ballet durante varios años, creando la coreografía para más de 60 ballets.

Ballet el cascanueces de Tchaikovsky

En 1891, por iniciativa de Tchaikosky, se le encargó a Marius Petipá, de fama mundial, componer la coreografía para la adaptación de Alejandro Dumas del cuento “El cascanueces y el rey ratón”, de Hoffman. Cuentan los cronistas que Petipa enfermó y Lev Ivanov, su asis­tente, fue llamado para su reemplazo. Su primera presentación en 1892, fue un completo fracaso, los críticos y la audiencia la odiaron (figura 6).

Dibujo original primer escenario de El CascanuecesA pesar de ese rotundo fracaso inicial, desde entonces, “El cascanueces” ha sido el ballet más ampliamente pre­sentado en todo el mundo. Casi todas las compañías de ballet desde Austra­lia a América ponen en escena “El cascanueces” durante la temporada de navidad y vacaciones. Por desgra­cia, Petipa no vivió para ver el éxito de este fantástico ballet, falleció en 1893.

El cascanueces (en ruso: Щелкунчик, Shchelkúnchik) Op. 71 es un cuento de hadas-ballet. El compositor hizo un surtido de ocho de los números del ballet antes de su estreno en diciem­bre de 1892, formando La suite de El cascanueces Op. 71a, concebido para tocar en concierto.

La suite se tocó bajo la dirección del compositor el 19 de marzo de ese año, con ocasión de una reunión de la sucursal de San Pe­tersburgo de la Sociedad Musical. Una ­­­­­­­­suite es una pieza musical compuesta por varios movimientos breves cuyo origen son distintos tipos de danzas barrocas. Género considerado una de las primeras manifestaciones orquestales de tipo moderno y antecedente de la forma sonata originada en el siglo XVII.

La suite tuvo su apogeo con Händel y Johann Sebastian Bach durante el siglo XVIII. Al finalizar el barroco, la suite era una forma musical sofisticada que mezclaba distintas tonalidades, contrastaba materiales temáticos presentándolos al inicio de la pieza y de nuevo al final de la pieza musical. Anuncia, en definitiva, el origen de la sonata, que reemplazaría en la segunda mitad del siglo XVIII a la suite como género instrumental. La suite en mención se volvió popular desde entonces, aunque el ballet completo no logró su gran popularidad hasta los años 1960.

Entre otras cosas, la música de El cas­canueces se conoce por el uso de la celesta, el instrumento solista presen­tado en el acto II de la Danza del Hada de Azúcar, la celesta se emplea en otras partes del mismo acto.

La celesta es un instrumento musical de percusión, similar al piano, cuyos martillos activados por teclas percu­ten placas de metal en lugar de cuer­das tensas. Estas placas al ser percu­tidas provocan una resonancia sobre una caja de madera destinada a este fin, produciendo un sonido dulce y bello. El constructor de armonios pa­risino Auguste Mustel inventó este maravilloso instrumento entre 1866 y 1868, y los compositores franceses y rusos fueron los primeros en utilizar­lo dentro de la orquesta sinfónica.

Notas

* Comentarios a la presentación “Ballet El Cascanueces”, ac­tividad lúdica del Comité Cultural de la Fundación Santa Fe de Bogotá y la Asociación Médica de los Andes dirigida a los niños y realizada el 14 de diciembre de 2009.
* Enfermera, Magíster en Bioética, Secretaria del Comité de Ética Hospitalaria, Magistrada (presidente) del Tribunal Nacional Éti­co de Enfermería, docente de la cátedra de Soporte Metabólico y Nutricional de la facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque, Editora de la Revista Actualizaciones en Enfermería. Enfermera jefe del Servicio de Soporte Metabólico y Nutricio­nal del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá. Presidenta del Comité Cultural de la Fundación Santa Fe de Bogotá y la Asociación Médica de los Andes.
Correspondencia: actual.enferm@fsfb.org.co
Recibido: junio de 2010
Aceptado para publicación: agosto de 2010
Actual. Enferm. 2010;13(4):39-42

Ballet el cascanueces de Tchaikovsky – Coreografía y Actos

Los Coreógrafos

Caratula del vídeo El cascanueces

Willam Christensen.

Solo hasta 1944 se hizo la primera representación completa de El Cascanueces en los Estados Unidos. Puesto en escena por William Christensen y El Ballet de San Francisco, fue la primera compañía en ese país que hizo del ballet una tra­dición anual; y por diez años, fue la única en los Estados Unidos que re­presentaba el ballet completo, y lo hace en la actualidad.

Hacia finales de los años 60 el éxito de la versión de Christensen señaló el primer paso para hacer de El cascanueces una tra­dición navideña en el mundo.

George Balanchine.

Nació en Petro­grado, Imperio Ruso, el 9 de enero de 1904, maestro de ballet, fue uno de los coreógrafos más destacados del ballet estadounidense, y uno de sus fundadores. Su obra crea un puente entre el ballet clásico y el ballet mo­derno.

En 1954 y siguiendo los pasos de Christensen, estrena la versión del Ballet de la Ciudad de Nueva York, alcanzando un éxito extraordinario y desde entonces “El Cascanueces de Balanchine” se presenta cada año en Nueva York.

Una de las versiones para cine más famosa es la realizada en 1993, dirigida por Emile Ardolino y Mackaulay Culkin en el papel de prín­cipe (figura 7). Balanchine falleció de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en Nueva York, el 30 de abril de 1983.

En resumen, el ballet Cascanueces, estrenado el 17 de diciembre de 1892 en el legendario teatro Mariinskii de San Petersburgo, se desarrolla en dos actos y cinco escenas.

ACTO I.

Escena 1.

La historia se desarrolla en Alemania hacia el año 1850. Es Navi­dad. Entre los invitados que llegan a la casa de la familia Shtalbaum se en­cuentra Drosselmeier (mago y padri­no de Clara), es el preferido de los niños. Impacientes, los pequeños es­peran que se enciendan las luces de colores del árbol de navidad. Llega el mago con su regalo para los niños: un teatro de marionetas.

La fiesta con­tinúa; los abuelos también bailan su­perando los achaques propios de su edad mientras los niños juegan. Las marionetas Colombina, Arlequino y Saracinos inician su baile. Todos están muy emocionados cuando el mago se quita su máscara: es Drosselmeier. Cla­ra y Fritz, le piden a Drosselmeier que les regale las marionetas.

En su lugar les regala un ridículo muñeco cascanue­ces. Fritz arrebata el muñeco a Clara y lo rompe. Ésta consuela al muñeco y lo acuesta en la cama. Los invitados abandonan la casa después del baile para finalizar la fiesta navideña.

Escena 2.

Ha anochecido y la habi­tación donde se encuentra el árbol ad­quiere un aire misterioso, casi milagro­so. Asustada, Clara va a ver a su mu­ñeco enfermo Cascanueces.

Melancó­lica observa como un búho se convier­te en Drosselmeier mientras la mira con una sonrisa burlona. A su señal, del suelo aparecen ratones encabeza­dos por su Rey. Clara quiere huir pero las fuerzas la abandonan y sólo con­sigue acercarse al árbol que muy de­prisa empieza a crecer, mientras todo a su alrededor cambia.

Los soldados de plomo cobran vida y, encabezados por Cascanueces, inician una batalla contra los ratones. Las fuerzas son de-siguales, van venciendo los ratones cuando Cascanueces se queda sólo ante el ejército de roedores.

Clara lan­za un zapato al Rey de los Ratones y consigue ahuyentarlos. Cascanueces yace en el suelo. Clara se acerca a él: es un joven príncipe. Él la mira agra­deciendo su ayuda.

Escena 3.

La habitación se convierte en un bosque invernal. Unos levísi­mos copos de nieve bailan milagro­samente mientras una estrella del árbol atrapa a Clara y al Príncipe Cascanue­ces como en un sueño, introducién­dolos en una carroza que los condu­cirá hasta la cima del árbol.

ACTO II.

Escena 4.

Juntos inician su viaje hacia la cima del árbol, pero los ratones les alcanzan entablándose una nueva ba­talla. En esta ocasión Cascanueces sale vencedor. Llegan al reino de los muñecos donde son recibidos por doce pajes. El Príncipe narra lo sucedido y cuenta como Clara le salvó, motivo por el que todos muestran su agradeci­miento, celebrando una gran fiesta en honor de ambos.

Se despiden del rei­no de las Nieves y siguen su camino por el Río de la Limonada hasta llegar al Reino de las Golosinas donde la Reina de los Dulces los espera con un agasajo en su honor en donde va­rios bailarines de distintas partes del mundo bailan para ellos (figura 8).

Escena 5.

Finalmente, el mundo de ensueño de Clara se desvanece y ella se despierta dándose cuenta de que todo ha sido un sueño. Sus padres van a buscarla para que salga al portón a despedir a su padrino Drosselmeier quien junto con Daniel regresa a su taller de relojes y muñecos.

El cascanueces

Escribe Felipe Coiffman: “de esta ma­nera, la obra literaria de Hoffman jue­ga con dos planos: las ilusiones de la infancia y la oscuridad del inconscien­te.

El sueño-deseo de Clara, el Casca­nueces que de un feo juguete se con­vierte en un galante príncipe de quien se enamora, está acechado por el mal, representado por los ratones, como símbolo de los problemas que la joven tendrá que superar en su etapa de crecimiento.

Sin embargo, esta compleja interpretación del cuento hoffmaniano queda sutilmente difuminada por la dulce atmósfera del divertissement en que se convierte Cascanueces.”

Bibliografía

• Coiffman F. El ballet El Cascanueces. Co­mentarios a la presentación del video El Cascanueces. Comité Cultural de la Aso­ciación Médica de los Andes y la Funda­ción Santa Fe de Bogotá. 15 de diciembre de 2008.
• El ballet de Tchaikovsky. Disponible en: https://www.pianomundo.com.ar/operas/cascanuecesl Consultado: noviembre de 2009
• El cascanueces. Disponible en: es.wikipe dia.org/wiki/El_cascanueces Consultado en noviembre de 2009.
• Nutcracker History. Disponible en: www. balletmet.org Consultado en diciembre de 2009.1
• Kamierczak M. Crítica de libros. Disponi­ble en: tierramedia.abatoliba.edu/cream/download.php?folder=tm&filename. p.25. Consultado noviembre de 2009.

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