Los Hábitos Dietéticos

Los hábitos dietéticos en las personas mayores son diferentes de los de los adolescentes y adultos de edad joven y media. En la medida que la persona envejece tiende a ser más sedentaria, y, en algunos sectores de la sociedad, a consumir alimentos de su preferencia, por ejemplo té y galletas dulces. El té, la segunda bebida más común en el mundo y la primera en ciertas naciones, es rico en manganeso. El simple consumo de una taza de té al día puede aportar una cantidad excesiva de manganeso, 1011 mg/día, bien por encima de la cantidad recomendable, que es de 1,82,3 mg/día. Aunque no se conocen los efectos totales de este aporte, por ahora se sabe que tal consume no afecta el estado de los marcadores de manganeso (Mn) ni la expresión de las enzimas Mndependientes.

Sin embargo, investigadores de Gran Bretaña y Dinamarca aconsejan estudiar más a fondo el efecto sobre los niveles de Mn en ayunas y la expresión en células mononucleares periféricas (leucocitos) de la MnSOD (Mndependent superoxide dismutase) y la cAPP (cytosolic aminopeptidaseP).(12)

Por otra parte, el mayor consumo de carbohidratos a expensas del bajo consumo de proteína, unido a los factores propios de la edad avanzada y al sedentarismo, resultan en acumulación de grasa y reducción de la masa celular corporal, especialmente de la masa muscular. La persona puede presentar un exceso de peso por grasa acumulada, y sin embargo encontrarse estado de desnutrición proteica. Este tipo de malnutrición lleva a fenómenos tales como mala cicatrización, y la depleción proteica causa disminución de la fuerza prensil y afecta el sistema inmunitario y retrículoendotelial, haciendo al paciente más vulnerable a la sepsis. Es conocida la mayor mortalidad y morbilidad quese presenta en pacientes desnutridos o malnutridos que son sometidos a cirugía.(8)

Otra característica de la edad avanzada es el escaso consumo de frutas y legumbres, o sea de fibra vegetal, lo cual parece ser un factor etiológico en la enfermedad diverticular del colon, enfermedad que también incrementa su incidencia con el progreso de la edad. (13). La baja ingesta de frutas y vegetales tiene otra repercusión importante en la ancianidad: ausencia de agentes antioxidantes, como se describen bien en la página de GeoSalud en la Red (www.GeoSalud.com): (14)

• Los antioxidantes, endógenos o exógenos, poseen la capacidad de bloquear la oxidación de oxígeno que produce radicales libres, especies químicas capaces de existir en forma independiente y que contienen uno o más electrones libres o no apareados, tales como súper óxido, hidroxilo, peroxilo, alcoxilo, óxido de nitrógeno y triclorometilo. La mayoría de los radicales libres son inestables y química mente muy reactivos; todos tienen efectos nocivos en el organismo.

Los antioxidantes endógenos se producen en el organismo a partir de los alimentos. Entre ellos están las enzimas y coenzimas súperoxidodimutasas, gatalasa, peroxidasas GSH y el ácido úrico. Por su parte, los antioxidantes exógenos identificados en la dieta son:

Vitamina E. Está presente en aceites vegetales, aceites de semillas, germen de trigo, maní, las carnes, el pollo, el pescado y algunas verduras y frutas.
Vitamina C. Se encuentra principalmente en las frutas cítricas y los vegetales.

Carotenoides. Son los beta carotenos (en las verduras y frutas amarillas y anaranjadas y verduras verdes oscuras), los alfa carotenos (en la zanahoria, los licopenos (en el tomate), las luteínas y xantinas (en verduras de hojas verdes como el brócoli) y las beta criptoxantinas (en frutas cítricas).

“Otros antioxidantes han sido identificados más recientemente, como las isoflabonas en los frijoles, los bioflabonides en los cítricos, la quercetina en la cebolla y los polifenoles en las aceitunas. En el café, el vino tinto y el té también se han encontrado algunos antioxidantes no nutrientes. La forma de suplir los antioxidantes para proteger al organismo del efecto oxidativo producido por los radicales libres, sobre lo cual todos los autores consultados están de acuerdo, es el consumo de alimentos ricos en vitamina E, vitamina C, carotenoides y otras sustancias que tienen función antioxidante.”(12)

¿Por qué la importancia de los agentes antoxidantes? “Uno de los cambios biológicos asociados con la ancianidad es el aumento en la formación de los radicales libres con daños subsecuentes a los procesos celulares. Numerosos estudios se han basado en la teoría del envejecimiento por radicales libres y el papel de los antioxidantes, como vitamina E. Dentro de los efectos adversos de los radicales libres, se citan los daños a la membrana celular, al colágeno, al ADN, al material cromosómico y a las proteínas, enzimas y moléculas que nivelan los niveles de calcio intracelular” (12)

Según J.F. Patiño: (15)

Un radical libre es una molécula con uno o más electrones no ligados en su órbita. Los electrones libres, o no ligados, proveen una mayor carga energética. Tal molécula es inestable y tiende a reaccionar activamente con otras moléculas para ligar los electrones libres y generar moléculas estables. Es precisamente esta marcada reactividad y su tendencia a iniciar reacciones redox en cadena lo que constituye su papel citotóxico central en la causalidad de lesiones de células y tejidos. El carácter ubicuo del oxígeno en el medio ambiente hace que no sea ampliamente conocido el hecho de que sus metabolitos tienen un elevado potencial tóxico, y tradicionalmente se ha asumido que la capacidad para consumir grandes volúmenes de oxígeno es beneficioso para el organismo…

hay evidencia sobre la relación entre los radicales libres de oxígeno y entidades de carácter inflamatorio, como la artritis, la enfermedad intestinal inflamatoria y las enfermedades del colágeno, así como con enfermedades de carácter degenerativo como la aterosclerosis, la insuficiencia renal crónica, la enfermedad de Alzheimer y la diabetes… el daño oxidativo del ADN, que incluye lesiones tanto mutagénicas como citotóxicas, ha sido implicado en los procesos de envejecimiento y de carcinogénesis.

Se han evidenciado bajos niveles de la concentración de vitamina B12 en las personas de la tercera edad, aunque no es clara su significación clínica en ausencia de anemia. Las bajas concentraciones de vitamina B12 se asocian con alteraciones cognitivas y ausencia del reflejo del tendón de Aquiles. Se requieren estudios adicionales para de terminar la importancia clínica de esta alteración metabólica.(16)

La excesiva ingesta de sal es común en la población: unas dos y media veces lo recomendable, lo cual ayuda al desarrollo de hipertensión arterial, otra entidad común en la edad avanzada. En el Reino Unido se ha recomendado reducir de 9 gramos a 6 gramos el consumo diario de sal.(17) Esta es una buena recomendación en la ancianidad, pero especialmente en individuos hipertensos y, por supuesto, en aquellos con falla cardiaca.

Recomendación sobre Alimentos en la Ancianidad

Si se pretende hacer un resumen de cuales son los alimentos que se deben consumir en la ancianidad, se podría exponer lo siguiente, según la Fundación Las Rosas de Santiago, Chile:(18)

• Calorías: la actividad tiende a decrecer con los años, por lo que también decrece la cantidad de calorías que se requieren. Sin embargo, la ingesta de nutrientes debe mantenerse.

• Proteína: la necesidad para los ancianos es mayor que la de cualquier adulto, por lo que se recomienda consumir alimentos ricos en fibra, cereales integrales, disminuir la ingesta de azúcar y de grasas.

• Vitamina C, E y carotinoides: estos antioxidantes protegen contra las enfermedades del corazón y el cáncer. Se recomienda consumirlas a través de frutas y verduras.

• Calcio y vitamina D: ambos son clave para mantenerse libre de fracturas. Para ello hay que aumentar la ingesta de productos lácteos.

• Hierro, ácido fólico y vitamina B12: estos nutrientes ayudan a combatir la anemia, problema muy frecuente en la ancianidad.

• Zinc y selenio: estos minerales son importantes para el sistema inmunológico, el estado mental y la cicatrización de heridas. Algunos alimentos que contienen estos minerales: cereales, pan, arroz, legumbres y semillas.

• Agua: durante toda la vida se requiere ingerir agua en altas cantidades (un milímetro por caloría con sumida, es decir, una persona que consume 1800 Calorías debe tomar 1800 ml de agua).

A lo anterior se debe añadir mesura tanto en el consumo de sal como de azúcar en la dieta. La provisión de calcio proveniente de la leche y de los productos lácteos puede resultar insuficiente debido a la alta incidencia de intolerancia a la lactosa que se presenta en la edad adulta y en la tercera edad en las poblaciones de América Latina. En este caso se debe proveer un suplemento adecuado de calcio. Las personas intolerantes a la leche corriente pueden tolerar la leche deslactosada que hoy se encuentra fácilmente disponible en el mercado.

Conclusión

Una mujer de edad avanzada que llevaba una vida de actividad física e intelectual normal, pero que llega al hospital luego de haber sufrido, por ejemplo, una fractura de cadera, y en quien se identifica una serie de anormalidades, como hipertensión arterial, aterosclerosis con signos de insuficiencia vascular periférica o coronaria, diabetes y creatinina sérica elevada, una vez fue una joven con todas sus funciones fisiológicas intactas (Figura 9).

Recuperación de una Fractura de Cadera

Figura 9. Paciente Plenamente Activa y en Buen Estado de Salud, pero Ahora en Recuperación de una Fractura de Cadera, en quien a su Ingreso al Hospital se Identificaron Di versas Anormalidades Funcionales, Como las que se Ilustran en la Figura 8. Es el Desgaste Fisiológico que Ocurre con la Edad. Ella fue una Vez una Jovencita con Todas sus Funciones Orgánicas Normales.

Sin embargo, otras personas de la misma edad mantienen parámetros fisiológicos normales y se desempeñan en la vida en forma autónoma, independiente y productiva.

Gonzalo Canal Ramírez, en su libro, de gran éxito editorial, Envejecer no es Deteriorarse (19), se refiere al decir común, desde Hipócrates de Cos, que la vida tiene estaciones como la naturaleza: la primavera va hasta los 40 años, el verano de los 41 a los 64, el otoño de los 65 a los 80 y el invierno desde los 81 hasta el final. “Es una inexactitud. El hombre no tiene estaciones y la comparación es falsa aun poéticamente. El hombre puede vivir física y espiritualmente a cualquier edad las cuatro estaciones en un solo día. La inmensa riqueza de la escala humana se lo permite.

El hombre es sembrador de semillas y colector de cosechas durante toda su vida. Florece y se marchita independientemente, a cualquier edad y puede reflorecer y remarchitarse no importa cuándo, ni cómo. Su inteligencia es más fecunda en invierno que en estío. Su vida mental puede mantenerse en eterna primavera. Su salud puede ser mejor en la tercera edad que en la primavera y su acción sicosomática no se rige por climas, hemisferios o paralelos diferentes del propio cuerpo integrado con su espíritu, en fusión prodigiosa de persona humana, independientemente de ciclos prefijados, en los cuales la inmensidad de la persona no cabe. Su múltiple y flexible riqueza no se deja encasillar. Hay jóvenes muy viejos y viejos muy jóvenes.

La única regla: el hombre tiene la edad que puede vivir, y la vida de las obras que puede hacer. Y la mayoría de las obras del mundo han sido realizadas por autores en la madurez y en la vejez.” Termino con otra cita de Cicerón:

“Las grandes cosas no se obtienen con la fuerza, la velocidad y la agilidad física sino con el juicio, con la autoridad y con el aplomo: cualidades que no sólo no faltan en la vejez sino que se fortalecen en ella.” Cicerón, La vejez

Referencias Bibliográficas

1. Fukuyama F. El Fin del Hombre. Consecuencias de la revolución tecnológica. Capítulo 4. La prolongación de la vida. Barcelon: Edi ciones B, SA. 2002.
2. DANE Boletín, 2006 (disponible en: www.dane.gov.co).
3. Maloney JV. The limits of medicine. Ann Surg 1981;194:247-55.
4. Patiño JF. Caos, complejidad y geometría fractal. En: JF Patino. Computador, Cibernética e Información, Bogotá: Panamericana Editorial Ltda. 2002.
5. Fries JF. Aging, natural death and the compression of morbidity. New Engl J Med 1980; 303:130-35.
6. Comfort A. The Biology of Senescence. Third edition. New York: Elsevier North Ho lland. 1979.
7. Olshansky SJ, Carnes BA, Cassel CK. The aging of the human species. Sci Am 1993; 268 (4):46-52.
8. Vowles KD. Surgery in the aged. En: KD Vowles (ed). Surgical Problems in the Aged. London and Worcester: Billing & Sons Ltd. 1979.
9. Francis RM, Anderson FH, Patel S, Sahota O and van Staa TP. Calcium and vitamin D in the prevention of osteoporotic fractures. QJM 2006; 99: 355-363.
10. Burleigh E, Potter J. Vitamin D deficiency in outpatients: -a Scottish perspective. Scottish Med J 2006: 51:27-31.
11. Janssen HJCP, Samsom MM, Verhaar HJJ. Viatamin D deficiency, muscle function and falls in elderly people. Am J Clin Nutr 2002; 75:611-15.
12. Powell JJ. Influence of tea drinking on manganese intake, manganese status and leucocyte expression of MnSOD and cytosolic aminopeptidase P. European J Clinl Nutr. 2006; 60: 1-8.
13. Patiño JF. Enfermedad diverticular del colon. En: JF Patiño. Lecciones de Cirugía. Buenos Aires, Bogotá: Editorial Médica Panamericana, 2001.
14. GeoSalud.com. Antioxidantes en su dieta. Fuente: Rosa Novigrodt, Antioxidantes y su relación con Enfermedades Cardiovasculares. Coordinación Secretaría de la Política Nacional de Alimentación y Nutrición, Ministerio de Salud, Costa Rica, 2000.
15. Patiño JF. Radicales libres de oxígeno. En: JF Patiño. Lecciones de Cirugía. Capítulo
2-4. Buenos Aires, Bogotá: Editorial Médica Panamericana. 2001.
16. Hin H, Clarke R, Sherliker P, et al. Clinical relevance of low serum vitamin B12 concentrations in older people: the Banbury B12 study. Age and Ageing 2006; 35:416-22.
17. Scientific Advisory Committee on Nutrition. Salt and Health. Food Standards Agency and Department of Health. Her Majesty´s Stationary Office, 2003 (www.tso.co.uk/ bookshop).
18. Fundación las Rosas. Enfermedades de la Ancianidad. Santiago, Chile, 2000.
19. Canal Ramírez G. Envejecer no es Deteriorarse. 4ª edición. Bogotá: Canal Ramírez -Antares. 1981.

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