Aspectos Éticos y Legales del Ejercicio de la Cirugía, 1 Parte
“Oración, Maestros de La Cirugía Colombiana”
El pasado 5 de julio, los colombianos iniciamos una nueva vida institucional, ordenada por el pueblo democráticamente, lo cual representa para el país uno de los hechos históricos más sobresalientes del presente siglo, por sus repercusiones políticas, económicas y sociales que lógicamente se vislumbran.
La Carta Magna
La salud deja de ser un privilegio y registra su ingreso a la Carta Magna, como un mandato constitucional, al reconocerse el derecho que a ella tienen todos los colombianos, con especial mención de los niños, los ancianos y aquellas personas que se encuentran en circunstancias de debilidad manifiesta. La Seguridad Social se establece como un servicio público obligatorio y se introduce el concepto de la protección del medio ambiente y la necesidad de la recreación y el deporte.
Se le da al ciudadano una nueva dimensión: disfrutar de una buena calidad de vida, como un mínimo derecho humano. En fin, la salud es reconocida como elemento esencial del desarrollo.
Todo significa haber dado un gran paso, que hace prever trascendentales reformas en todos los órdenes y que nos obliga necesariamente a quienes pertenecemos al sector de la salud, a aportar conocimientos al estudio de las leyes que darán inmediata aplicación a las nuevas normas establecidas.
Nacimiento de la Medicina
Una breve disertación sobre el nacimiento de la medicina nos hará comprender mejor cómo ha sido su permanente y afortunada evolución.Puede decirse que su historia se remonta al origen de la sociedad (Fig. 1). Todos los historiadores están de acuerdo en que la medicina en sus primitivas épocas surgió de la institución del hombre y de cuando la mujer tuvo su primer hijo. Fue empírica y también supersticiosa.
La empírica fue prontamente abandonada y remplazada por la medicina sacerdotal, dada la circunstancia de que eran los sacerdotes quienes más influían sobre el pueblo y con esta característica sacerdotal se conserva entre los egipcios y los persas.
Nueva Medicina
Los griegos, con su espíritu de leyenda, sorprenden al mundo con una nueva medicina: la medicina mitológica, hermosamente referida en los poemas de la época, donde Patroclo, el más dulce de los hombres, sobresalía curando heridas y Aquiles, su amigo, era célebre en el arte recibido de Quirón (Fig. 2).
Se creía que la medicina había descendido del cielo y se decía también que Apolo la había inventado cuando fue pastor con Admeto.
Su influencia fue muy escasa en la medicina helénica, hasta la aparición de Hipócrates (Fig. 3), a quien la posteridad lo reconoció como el padre de la medicina, que hizo de la escuela médica de Cos un nombre, cuyo brillo ha perdurado hasta nosotros.
A él se le atribuyen 72 textos, 42 historias clínicas y su imagen será recordada como un hombre ilustrado, sabio y modesto que inspiraba confianza, que a pesar del momento en que le correspondió actuar pudo humanizar el arte médico y convertirlo una vez más en patrimonio del hombre.Sus discípulos llevaron su escuela a Alejandría y con las guerras púnicas, sus enseñanzas penetraron a Roma.
En la India y en Ceilán tuvieron origen los médicos militares y para nuestra sorpresa encontramos que los colegios médicos, es decir, las Asociaciones Médicas, que en la actualidad creemos como organizaciones contemporáneas, existieron entre los egipcios, representadas en los colegios sacerdotales, integrados por médicos que gozaban de abundantes privilegios públicos.
Asociaciones Médicas
De aquella época en que la medicina y su desarrollo iluminaban la humanidad, es preciso dar un salto a los siglos IX, X Y XI en los cuales la escuela médica de Salemo adquiere un prestigio mundial. Las culturas latina, griega, árabe y hebrea florecieron allí y se creó el primer esbozo de universidad que se conozca en épocas remotas.
Ya en el siglo XIII por orden de Carlos de Anjou, se expiden por primera vez títulos de Doctor en Medicina y Cirugía y se establece un ritual para la entrega del diploma: al graduando se le tomaba el juramento de Hipócrates y se le colocaba un bonete, un cinturón de oro y un anillo de caballero.Se dictaron leyes relacionadas con el ejercicio de la profesión que establecían severas sanciones para los infractores.
A través de todas las épocas de la humanidad, los médicos han desempeñado un papel de primera importancia, que ha sido reconocido por todos los pueblos. En los siglos XVI, XVII Y XVIII influyeron en las cortes, en las teorías filosóficas reinantes, en las artes, en la ciencia, asegurando así el porvenir y la grandeza de la medicina.
Medicina Colombiana
Estudiando la vida nacional, vemos que la época de la colonia era ya alumbrada por el faro de la medicina y a su servicio se integra una gran figura de la medicina colombiana, el padre Miguel de Isla, reconocido entre nosotros como el fundador de la carrera médica; y en los albores republicanos, tenemos al General Santander con su genio creador, legislando para que se fundaran las primeras facultades de Medicina en Bogotá, Quito y Caracas.
Encontrándonos en las postrimerías del siglo xx: y habiendo sido testigos presenciales de cómo los conocimientos médicos han progresado en los últimos años más que en toda la historia mencionada, y cómo la medicina artesanal avanza vertiginosamente para convertirse en una nueva ciencia.
Es preciso en este momento reflexionar si la ética que nos enseñara Hipócrates continúa vigente para dar respuesta a los grandes cambios sociales, científicos y tecnológicos actuales y futuros en el campo de la medicina y si no resulta excesivamente simple el razonamiento ético tradicional para el análisis de las nuevas, numerosas y complejas formulaciones.
Meditemos, para iniciar, si la medicina actual corresponde a lo que primitivamente se designó con ese nombre y si aún está acorde con la etimología de la palabra misma.
El término medicina se deriva del adjetivo “Medicus” y del verbo latino “Mederi”que significan curar. Pero si penetramos en las raíces del sánscrito, la misma palabra latina tiene una raíz en aquel idioma, que ya deja entrever su acción y su destino al servicio de la comunidad.
Esa raíz sánscrita es “Medth” cuyo significado es conjurar. En efecto, la medicina en el sánscrito y en el indostaní ha significado “conjurar los males”, concepto que va más allá de curar, al integrar la prevención (1).
Uno de los grandes problemas de la medicina contemporánea es el relativo a la filosofía de su ejercicio.
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Servicios Médicos
La relación médico paciente sufre en los últimos decenios grandes modificaciones como consecuencia de la socialización de la asistencia médica y aun cuando la medicina continúa siendo el arma más poderosa para conjurar los males, como nos lo señala la raíz sánscrita, necesario es admitir que la salud no se fundamenta únicamente en los servicios médicos, ya que no es posible desconocer los determinantes patógenos del medio ambiente vinculados con la conducta del individuo o de la sociedad, factores externos como el empleo, la vivienda, el vestuario, el alcantarillado, la atmósfera y otros, que permiten definiría como un problema multifactorial (2, 3) (Fig. 4).
No seríamos objetivos si consideráramos que la atención médica es la única que ha logrado mejorar el estado de salud de las grandes colectividades.
El control estatal de las aguas y de los alimentos, los progresos en la agricultura y el cuidado del ambiente, son los verdaderos artífices del bienestar de los cuales disfrutan los países desarrollados.
La salud es el estado de completo bienestar físico, social y mental y no solamente la ausencia de enfermedad, por tanto, el estudio de todas las causas que inciden en ella debe preocupar por igual a los investigadores.
La familia, el trabajo y la forma de vida son temas cada día más inquietantes y la responsabilidad del médico debe extenderse a la cooperación con las autoridades en la prevención de las enfermedades y no limitarse únicamente al cuidado del paciente como individuo.
Seguridad Social
Los mandatos que encontramos en la nueva constitución que tienden a garantizar la salud y la Seguridad Social a toda la población, tendrán hondas repercusiones en la estabilidad social, siempre y cuando los servicios se presten sin consideraciones únicamente económicas.
La responsabilidad compromete al equipo de salud como principal promotor, pero con la concurrencia de la comunidad en su conjunto, es decir, el estado, la sociedad y la familia.
Somos los médicos quienes tenemos una visión más amplia del complejo problema que nos corresponde afrontar y debemos conservar el liderazgo que por lógica nos pertenece.
La forma humanitaria y altamente respetuosa de ejercer la profesión, acompañada siempre de una sólida formación adquirida dentro de los más estrictos métodos científicos, continuará siendo nuestro mayor patrimonio, y no hay razón para que nuestra profesión, cuya esencia es la salud humana, no pueda ser administrada por nosotros.
*Oración pronunciada por el doctor Mario Rueda Gómez, expresidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía, con motivo del XVII Congreso de la Sociedad, el 15 de agosto de 1991 en el Salón Rojo del Hotel Tequendama, en Bogotá, D.C., Colombia.
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