Concha bulosa, sus reales implicaciones

Zuckerkandl en 1893 encontró una vesícula ósea de 23 mm de longitud y 13 mm de ancho en el borde anterior del cornete medio, lo que llamó concha bulosa. La concha bulosa o neumatización del cornete medio puede ocurrir en cualquier momento de la vida y puede presentarse en forma bilateral, comprometiendo la parte horizontal o vertical del cornete, y puede ubicarse en la cabeza, cuerpo o cola del cornete medio (1, 2).

Messerklinger (3) en su libro “Endoscopy of the Nose”, publicado en 1978, menciona la presencia de una o más neumatizaciones del cornete medio que producen cambios endoscópicos, caracterizados por diferentes superficies y formas que alteran la concavidad normal del cornete.

Neumatizaciones del cornete superior, medio e inferior

Se han identificado varias neumatizaciones en su interior de las que se describen:

1. La célula conchal anterior, que esta en continuidad con la célula etmoidal posterior (generalmente, la más grande) y no tiene conexión con el meato medio.

2. La célula conchal vertical, dispuesta en forma vertical, es la que se ha llamado seno conchal y su drenaje se hace en el meato medio.

Se han descrito neumatizaciones del cornete superior que dan lugar a la bula superior, pero su incidencia es muy baja (4, 5).

Los casos de neumatización del cornete inferior son muy raros y sólo se han descrito en la literatura mundial por Zinreich (z), un paciente de 320 estudiados escanográficamente en 1988 y por Dawlaty (y) dos casos en 1999.

En los diferentes estudios realizados, como el de Zeinreich SJ (4) en Baltimore, en 1988 se encontró una incidencia del 34% al menos en un lado.

Lam WW (6) en Hong Kong encontró una incidencia del 47% en asiáticos, sin que este hallazgo fuera estadísticamente significativo como factor desencadenante de sinusitis crónica.

Estudios de casos de posibles pacientes con concha bulosa

Scribano E. (7), en Italia estudió retrospectivamente 73 casos de sinusitis crónica y evaluó la presencia de variantes anatómicas en el meato medio, encontrando 113 variaciones, de las cuales 67 correspondían a conchas bulosas que originaban puntos de contacto y sinusitis crónica.

A pesar de no existir una asociación hereditaria, he encontrado tres familias con conchas bulosas bilaterales. En una de ellas, la mamá tenia una concha bulosa bilateral sin síntomas infecciosos sinusales, pero dos de sus hijos tenían conchas bulosas bilaterales. Requirieron de tratamiento quirúrgico endoscópico por sinusitis crónicas bilaterales y poliposis nasal.

En mi serie de 550 pacientes con sinusitis crónica estudiados entre 1992 y 1999, sólo se encontraron 70 casos de concha bulosa que corresponden a un 12.7%. Y de estos solo 27 casos (38.5% de la conchas bulosas), se asociaron a sinusitis crónica y /o poliposis nasal.

Concha bulosa como neumatización del cornete medio

La concha bulosa no es una anomalía congénita, no es una enfermedad, y tampoco es una indicación absoluta para cirugía. Es tan solo una variante anatómica, que dependiendo de su ubicación, sus áreas de contacto, sus relaciones, su grado de neumatización y su tamaño, puede dar origen a diferentes síntomas nasales o paranasales.

En 1995 en la reunión Internacional de Enfermedades Sinusales realizada en Princeton, New Jersey (8), se aceptó internacionalmente el nombre de concha bulosa para describir la neumatización del cornete medio. Esta, se origina como una neumatización proveniente del receso frontal o de las células del agger nasi en la gran mayoría de los casos.

Célula Interlamelar

La célula interlamelar, es una variante de la concha bulosa y se diferencia de esta por su neumatización. Proviene del meato superior y su importancia radica en su localización en la lamela vertical del cornete medio.

Esta diferenciación es importante debido a la cefalea que desencadena y a su frecuente asociación con el síndrome de Sluder. Además, es inusual encontrar infección en su interior.

Dalessio, (9) en 1972 en sus estudios experimentales en humanos ha concluido ” áreas mucosas en contacto se asocian con cambios en la irrigación microvascular lo que origina un reflejo sobre este tejido. Estas áreas tendrían unas altas concentraciones de aminas vasoactivas que se asocian con la inducción de dolor. O con una disminución en el umbral del dolor-“.

Uddman (10) y Pernow (11) en 1983 identificaron un alto contenido de neuropéptidos en la mucosa nasal. Entre ellos el polipéptido intestinal vasoactivo, un péptido productor de gastrina, la histidina isoleucina y el de mayor concentración, la sustancia P ( secuencia de aminoacidos: H-arg- Pro.Lys-Pro-Gln-Gln-Phe-Phe-Gly-Leu-Met-Nh2) .

La sustancia P entre otras acciones es un fuerte agente vasodilatador. Es el principal mediador de las fibras C no mielinizadas, cuya concentración es considerable en la mucosa nasal. Estas serían las fibras aferentes del reflejo axonal propuesto para explicar el dolor originado en los puntos de contacto entre las mucosas.

La concha bulosa sólo en el 2% (12) de los casos puede dar lugar a un empiema o a una sinusitis en su interior. Y en raros casos puede ser el origen de un mucopiocele.

En el caso de la poliposis nasal, es clara la relación entre los puntos de contacto en el meato medio y en la cara septal del cornete, sitio en donde se inicia la poliposis nasal.

Las causas de la neumatización del cornete medio no han podido ser atribuidas a agentes alérgicos, infecciosos, raciales o tumorales. Stammberger (1), menciona la aparición de conchas bulosas incluso en pacientes por encima de los 60 o 70 años.

¿Cómo estudiar la concha bulosa?

El diagnóstico de la concha bulosa empieza por el interrogatorio del paciente. Allí es preciso indagar por la presencia de escurrimiento posterior, dolor en los puntos sinusales, obstrucción nasal y alteraciones en el sentido del olfato.

Estos síntomas sumados a una rinoscopia anterior en donde se encuentre aumentado el diámetro del cornete medio deben hacer sospechar el diagnóstico.

Una desviación septal en el área III, con una cabeza del cornete ancha, son signos altamente sensibles y específicos de concha bulosa. Pero su diagnóstico sólo podrá confirmarse mediante una escanografía de senos paranasales.

La radiografía de senos paranasales no es útil en el diagnóstico y sobretodo es imposible mediante ella, ver las relaciones de la concha en el meato medio.

Gabriel Gómez Rodríguez, MD.
Otorrinolaringólogo.

Preguntas frecuentes

¿Qué es un cornete buloso?

El término cornete buloso puede referirse a una condición médica conocida como cornete hipertrófico o hipertrofia de los cornetes nasales. Los cornetes son estructuras óseas y membranosas en la cavidad nasal que ayudan a regular el flujo de aire y acondicionarlo antes de que llegue a los pulmones.

La hipertrofia de los cornetes se produce cuando estas estructuras se agrandan de manera anormal, lo que puede causar obstrucción nasal, dificultad para respirar por la nariz, congestión nasal crónica y otros síntomas relacionados con problemas respiratorios.

Cuando se utiliza el término cornete buloso, podría referirse específicamente a un cornete hipertrófico que tiene una protuberancia o agrandamiento particularmente notable.

En cualquier caso, esta condición puede interferir significativamente con la respiración normal y puede requerir tratamiento médico, que podría incluir medicamentos para reducir la inflamación, terapia con láser para reducir el tamaño del cornete o en casos más graves, cirugía para extirpar parte del tejido del cornete.

 ¿Qué significa neumatización de cornetes medios?

La neumatización de los cornetes medios se refiere a un fenómeno en el que los cornetes nasales medios, que son estructuras óseas ubicadas en la cavidad nasal, se vuelven más aireados o están parcialmente llenos de aire.

Estos cornetes están rodeados por cavidades óseas conocidas como senos paranasales, que son extensiones de la cavidad nasal. La neumatización se produce cuando estas cavidades se expanden y se llenan de aire, extendiéndose hacia los cornetes medios.

La neumatización de los cornetes medios es un hallazgo anatómico común y generalmente no causa ningún síntoma o problema de salud. Sin embargo, en algunos casos, la neumatización excesiva de los senos paranasales puede contribuir a la obstrucción nasal, sinusitis u otros trastornos relacionados con la nariz y los senos paranasales.

¿Cuándo se operan los cornetes nasales?

Los cornetes nasales se operan cuando causan obstrucción nasal significativa, dificultando la respiración normal y afectando la calidad de vida del paciente. La cirugía de los cornetes, conocida como turbinoplastia o reducción de cornetes, se considera cuando otros tratamientos conservadores, como medicamentos para reducir la inflamación o tratamientos con láser, no han proporcionado alivio suficiente.

Algunas razones comunes por las cuales se puede optar por la cirugía de los cornetes nasales incluyen:

Hipertrofia de los cornetes: cuando los cornetes están agrandados de manera significativa, pueden obstruir el paso del aire por la cavidad nasal, lo que resulta en dificultad para respirar por la nariz.

Cornetes inflamados crónicamente: la inflamación crónica de los cornetes, a menudo debido a alergias o infecciones recurrentes, puede requerir cirugía si no responde adecuadamente al tratamiento médico.

Desviación del tabique nasal combinada con hipertrofia de los cornetes: en algunos casos, la desviación del tabique nasal puede estar asociada con la hipertrofia de los cornetes, lo que puede requerir intervención quirúrgica para mejorar la respiración nasal.

La decisión de realizar una cirugía de los cornetes nasales generalmente se toma después de una evaluación exhaustiva por parte de un otorrinolaringólogo. El especialista determinará si la cirugía es la mejor opción y discutirá los riesgos y beneficios con el paciente.

¿Cómo saber si tengo los cornetes inflamados?

La inflamación de los cornetes nasales puede manifestarse de diversas formas, y algunos síntomas comunes pueden indicar su presencia. Por ejemplo:

Obstrucción nasal: si experimentas dificultad para respirar por la nariz y sientes que tus fosas nasales están bloqueadas, podría ser un signo de inflamación de los cornetes.

Congestión nasal: la sensación de tener la nariz tapada o congestionada, incluso sin resfriado o alergias evidentes, puede indicar inflamación de los cornetes.

Secreción nasal: la inflamación de los cornetes puede provocar un aumento en la producción de mucosidad nasal, que puede ser clara, blanca, amarilla o verde, dependiendo de la causa subyacente.

Dolor facial o presión sinusal: la inflamación de los cornetes puede contribuir a la congestión sinusal y al dolor facial. Especialmente alrededor de los senos paranasales.

Respiración bucal: si respiras por la boca en lugar de la nariz podría indicar una obstrucción nasal, que puede estar relacionada con la inflamación de los cornetes.

Ronquidos o apnea del sueño: la inflamación de los cornetes puede contribuir a los ronquidos o incluso a trastornos respiratorios del sueño, como la apnea del sueño, debido a la dificultad para respirar correctamente por la nariz durante la noche.

Si experimentas alguno de estos síntomas de forma persistente o recurrente, es recomendable que consultes a un médico, preferiblemente un otorrinolaringólogo, para una evaluación completa y un diagnóstico preciso.

¿Qué hacer para desinflamar los cornetes nasales?

Hay varias medidas que puedes tomar para ayudar a desinflamar los cornetes nasales y aliviar la congestión nasal.

Rociadores nasales de solución salina: los aerosoles nasales de solución salina son una forma segura y efectiva de irrigar las fosas nasales y ayudar a reducir la inflamación. Puedes comprar soluciones salinas comerciales en farmacias o preparar la tuya propia mezclando agua tibia con sal.

Descongestionantes nasales: los descongestionantes de venta libre pueden ayudar a reducir temporalmente la hinchazón de los tejidos nasales y aliviar la congestión. Sin embargo, es importante no usarlos durante más de unos pocos días seguidos, ya que pueden causar efectos secundarios como el rebote de la congestión.

Antihistamínicos: si la inflamación de los cornetes está relacionada con alergias, los antihistamínicos pueden ser útiles para reducir la respuesta alérgica y disminuir la inflamación nasal.

Evitar alérgenos: si conoces los desencadenantes de tus alergias, trata de evitarlos tanto como sea posible para reducir la inflamación de los cornetes. Esto puede incluir polen, ácaros del polvo, pelo de mascotas, entre otros.

Humidificación del aire: mantener el ambiente húmedo puede ayudar a aliviar la congestión nasal. Usa un humidificador en tu hogar, especialmente durante la temporada de calefacción, para evitar que el aire se reseque demasiado.

Aplicar compresas calientes: colocar compresas tibias sobre la nariz y los senos paranasales puede ayudar a aliviar la congestión y reducir la inflamación.

Cirugía: en casos graves y crónicos de inflamación de los cornetes, puede ser necesaria una cirugía para reducir el tamaño de los cornetes y mejorar la respiración nasal.

¿Cuánto tiempo duran los cornetes inflamados?

La duración de la inflamación de los cornetes nasales puede variar según la causa subyacente y la eficacia del tratamiento. En algunos casos, la inflamación de los cornetes puede ser temporal y resolverse por sí sola en unos pocos días. Especialmente si está relacionada con un resfriado común o una irritación temporal.

Sin embargo, si la inflamación de los cornetes es causada por alergias, infecciones sinusales, irritantes ambientales o condiciones médicas crónicas, como la rinitis alérgica o la sinusitis crónica, la inflamación puede persistir durante semanas, meses o incluso años si no se trata adecuadamente.

El tiempo que duran los cornetes inflamados también puede depender de la efectividad del tratamiento. Si se utilizan medidas como aerosoles nasales de solución salina, descongestionantes, antihistamínicos u otros tratamientos recetados por un médico, es posible que la inflamación disminuya en unos pocos días o semanas.

En algunos casos graves o crónicos, la inflamación de los cornetes puede persistir a pesar del tratamiento médico conservador. En estos casos se puede considerar la cirugía para reducir el tamaño de los cornetes y mejorar la respiración nasal.

¿Cómo se cura la concha bulosa?

La concha bulosa es una condición anatómica en la que uno o más de los cornetes nasales están agrandados debido a la presencia de una cavidad de aire en su interior. En muchos casos, una concha bulosa no causa síntomas y no requiere tratamiento.

Sin embargo, si la concha bulosa está causando síntomas como obstrucción nasal, dificultad para respirar, sinusitis u otros problemas nasales, puede requerir intervención médica. El tratamiento de una concha bulosa puede variar según la gravedad de los síntomas y la preferencia del paciente. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

Medicamentos: se pueden recetar descongestionantes, antihistamínicos o esteroides nasales para reducir la inflamación y aliviar los síntomas asociados con la concha bullosa.

Irrigación nasal con solución salina: el uso regular de irrigaciones nasales con solución salina puede ayudar a limpiar los senos nasales y reducir la congestión.

Cirugía: en casos graves en los que los síntomas no mejoran con el tratamiento conservador, la cirugía puede ser una opción. La cirugía para tratar una concha bullosa generalmente implica la reducción del tamaño del cornete nasal afectado. O la eliminación de la cavidad de aire dentro de la concha bullosa. Este procedimiento se conoce como turbinoplastia o conchoplastia.

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