Infección por VPH y Cáncer de Cuello Uterino: Vacunas

VACUNAS CONTRA VPH

Actualmente se ha desarrollado la primera generación de vacunas profilácticas contra VPH, que incluye a la vacuna bivalente (Contra VPH16 y 18) y la tetravalente (Contra VPH 16, 18, 6 y 11). Estas vacunas han mostrado una reducción significativa en el desarrollo de lesiones del cérvix, vagina, vulva y región anogenital (15). Sin embargo, para determinar su efectividad en el control de la incidencia y la mortalidad por CCU, se requiere de un seguimiento a largo plazo.

Ambas se fabrican con tecnología recombinante y se preparan a partir de proteínas estructurales L1 purificadas que se unen entre sí para formar cubiertas vacías de un tipo específico de VPH o Partículas Similares a Virus (PSV). Ninguna de las vacunas contiene productos biológicos vivos ni ADN vírico, por lo que no son infecciosas (74). Las vacunas antiVPH se formularon sólo para uso profiláctico; no curan una infección ya existente por VPH ni sirven para tratar los signos de la enfermedad causada por el virus (74)

Vacuna tetravalente

La vacuna tetravalente, que fue autorizada en 2006, contiene partículas similares a virus de los genotipos de VPH 6, 11, 16 y 18. La vacuna se produce utilizando levadura como sustrato y contiene sulfato de hidroxifosfato de aluminio amorfo como adyuvante. Cada dosis de 0,5 ml de esta vacuna contiene 20 μg de proteína L1 de VPH-6, 40 μg de proteína L1 de VPH-11, 40 μg de proteína L1 de VPH-16 y 20 μg de proteína L1 de VPH-18 adsorbidos en 225 μg de adyuvante. La formulación no contiene antibióticos, tiomersal niotros conservantes. Esta vacuna ha sido aprobada para su administración a niñas preadolescentes (en algunos países a niñas de sólo 9 años), para prevenir las lesiones precancerosas y el cáncer cervicouterino y las verrugas anogenitales en las mujeres. Además, la vacuna tetravalente está aprobada para prevenir las lesiones precancerosas y el cáncer de vulva y vagina, así como las verrugas genitales, en las mujeres. En algunos países se ha autorizado también la vacuna para la prevención de las verrugas anogenitales enlos hombres (74).

Vacuna bivalente

La vacuna bivalente, que fue autorizada en 2007, contiene partículas similares a virus de los tipos 16 y 18 del VPH. Se elabora utilizando un novedoso sistema de expresión de baculovirus en células de Trichoplusia ni. Cada dosis de 0,5 ml de vacuna bivalente contiene 20 μg de proteína L1 de VPH-16 y 20 μg de proteína L1 de VPH-18 adsorbidos en un sistema adyuvante patentado, ASO4, que contiene 500 μg de hidróxido de aluminio y 50 μg de 3-O-desacil-4’-monofosforil lípido A. La vacuna no contiene tiomersal, antibióticos ni otros conservantes. Ha sido aprobada para su administración a niñas a partir de los 10 años para prevenir lesiones precancerosas y cancerosas del cuello de útero. No se ha solicitado autorización para administrarla a varones (74).

Estas vacunas inducen anticuerpos contra la principal proteína de la cápside viral, la proteína L1 y se sabe que inducen una respuesta inmune 10 veces mayor a la de la infección natural durante al menos 48 meses(15). Los estudios de campo han mostrado que las vacunas tienen casi 100 % de eficacia contra las lesiones de alto grado producidas por los virus tipo 16 y 18, pero debido a la historia natural de la enfermedad aún no se ha podido demostrar en qué grado reduce la frecuencia de cáncer inducida por estos virus(15).

Según diversos estudios realizados, se estima que la vacunación contra HPV tipo 16 y 18 podrá reducir aproximadamente el 70% de los casos de CCU (75). La vacuna profiláctica contra VPH constituye el recurso de salud pública más promisorio para la prevención primaria de CCU. Las vacunas actuales no eliminan completamente el riesgo de CCU, por lo tanto las mujeres vacunadas como las que no alcancen a recibir la vacuna, se les debe seguir ofreciendo los programas de detección temprana (73). Las estrategias que incluyen la combinación de vacunación con alta cobertura de adolescentes y tamización con métodos más sensibles que la citología, tales como la prueba de VPH, pueden ser más costo-efectivas que las estrategias actualmente utilizadas.

En junio de 2007, el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas de la OMS concluyó que ambas vacunas son seguras. En diciembre de 2008, el Comité examinó los primeros datos de la vigilancia pos-comercialización de la vacuna anti-VPH tetravalente. No se halló ningún motivo de preocupación que obligara a modificar los consejos anteriores del Comité Consultivo sobre Seguridad de las Vacunas (75).

Según la ENDS 2010, en Colombia el 44% de las mujeres entre 13 y 69 años ha oído hablar del virus del papiloma humano; esta proporción es mayor entre las mujeres con edades de 20 a 49 años (50%) y se incrementa con el mayor nivel educativo y un mayor índice de riqueza. La proporción de mujeres que ha escuchado sobre el virus es mayor en Bogotá (67%) que en las otras regiones. El 25 por ciento de las mujeres entre 13 a 69 años conoce la vacuna contra el VPH. Entre las mujeres de 13 a 69 años, menos del uno por ciento se ha aplicado la vacuna contra el VPH; en Bogotá el uno por ciento de las mujeres en este grupo de edad se la ha aplicado (5).

La FDA continúa centrándose en la vigilancia rutinaria de vigilancia post-comercialización de los eventos adversos. La vacuna ha demostrado ser eficaz en ensayos informados.

Sin embargo, aún persisten numerosos interrogantes; por consiguiente se requiere de mayor investigación, es necesario profundizar en preguntas como: ¿Cuál es la duración de la inmunidad?, ¿Cuál es la edad óptima para vacunar?, ¿Cuál es la protección de los tipos relacionados?, ¿Cuál es la utilidad de la vacunación en hombres?, ¿Cuáles pueden ser los eventuales cambios en los sistemas para el tamizaje y la detección de infección genital tras la incorporación de la vacunación rutinaria?, entre otras.

Madeiros LR, et al (2009), han realizado una revisión sistemática de todos los ensayos controlados aleatorios en los que las vacunas contra el VPH se compararon con placebo respecto a la eficacia, la seguridad y la inmunogenicidad; los estudios que cumplieron los criterios de inclusión, incluyeron 47.236 mujeres. El primer objetivo de esta revisión sistemática fue evaluar la eficacia de la vacuna en la prevención de la citología y/o lesiones histológicamente probada. Y el segundo objetivo fue la evaluación de la seguridad y la inmunogenicidad de la vacuna (15).

Vacunas contra el VPH bivalente y tetravalenteredujeron significativamente la tasa de lesiones en el cuello uterino, vulva, vagina y región ano-genital, con una eficacia del 93% (IC 95%:87%-96%) y el 62% (IC 95%:27%-70%), respectivamente, en comparación con los grupos de control de acuerdo con la intención de tratar. En cuanto a la inmunogenicidad de la vacuna, hubo seroconversión en el grupo que recibió la vacuna en comparación con el grupo placebo en las vacunas bivalente y tetravalente. La vacunación profiláctica puede prevenir la infección por VPH en mujeres de 9 a 26 años no infectadas previamente con los subtipos de VPH incluidos en las vacunas (15).

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