Víctimas de Violencia Sexual Atendidas en el Servicio de Pediatría del Hospital de San José de Bogotá

Métodos

Se llevó a cabo un estudio descriptivo retrospectivo, cuya población correspondió al conjunto de todas las presuntas víctimas de violencia sexual que fueron atendidas en el servicio de pediatría del Hospital de San José de Bogotá. Entre el 1 de enero de 2013 y el 31 de diciembre de 2017. Las historias se recuperaron de tres fuentes:

  1. El reporte de intervenciones por violencia sexual realizado por el servicio de trabajo social del cual se recopilaron historias de 70 pacientes,
  2. Los casos de violencia infantil reportados por la oficina de estadística del Hospital de San José de Bogotá al Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública SIVIGILA del cual se recuperaron 147 historias y
  3. De la base de datos del servicio de estadística del Hospital de San José de Bogotá. Utilizando como filtro los pacientes cuyo diagnóstico final reportado en los códigos CIE-10 estuviera relacionado con violencia sexual. Hallando por este medio 158 historias clínicas.

Teniendo en cuenta que se trata de 3 bases de datos diferentes :

Para recopilación de historias clínicas y que en cada una de ella se encontraban pacientes mal asignados, adultos, mujeres embarazadas y pacientes duplicados. La muestra se redujo a 187 historias clínicas que cumplían el criterio de inclusión. Es decir, aquellas que pertenecieran a pacientes menores de 17 años, y 364 que fueron atendidos en el servicio de pediatría del Hospital de San José de Bogotá.

Por otra parte, se excluyeron 64 historias clínicas de pacientes cuyo motivo de consulta principal no fuera abuso sexual o cuyo lugar de atención inicial no haya sido el servicio de urgencias de pediatría del Hospital de San José. Sino los servicios de consulta externa, urgencias de ginecología o urgencias de adultos. La Figura 2 muestra el esquema de recolección de datos que se utilizó.

Violencia Sexual, Diagrama de recolección de datos.

Se construyó una base de datos en una hoja de cálculo digital con los datos epidemiológicos de los 123 casos analizados.

Para verificar el cumplimiento de los pasos del protocolo se definieron 15 características que debían cumplir las historias clínicas y se construyeron indicadores que evaluaran su cumplimiento. Teniendo en cuenta las principales acciones, cuyo resultado debe ser consignado en la historia clínica.

Éstos se deben realizar en cada uno de los pasos determinados en el protocolo de atención a víctimas de violencia sexual. Para, de esta forma, dar a cada indicador 2 o 3 opciones de respuesta con lo cual determinar si se cumplían cada uno de esos pasos. Cada indicador fue construido en consenso con el grupo de investigadores.

Los datos fueron recogidos de forma independiente por dos investigadores, entrenados en el protocolo de atención a las víctimas de violencia sexual. Después se compararon los datos recopilados y las diferencias entre ellos fueron resueltas por consenso.

Los pasos 1 y 2 se refieren a la preparación de la comunidad:

Para acceder a los servicios de salud dirigidos a las víctimas de violencia sexual. Y la verificación y mantenimiento de las condiciones necesarias para la prestación de dichos servicios.

En este apartado destacamos como actividades dependientes del personal médico, en primer lugar, la explicación de los derechos de las víctimas y, en segundo lugar. La debida obtención del consentimiento informado con el fin de preservar la autonomía del paciente (10).

El paso 3:

Se refiere a la recepción inmediata de la víctima de violencia sexual en el servicio de urgencias médicas, el registro de su realización queda consignado en la historia de acuerdo con el sistema de clasificación de triage. Reglamentado en la resolución 5595 de 2015 (11) y los criterios se especifican claramente en el protocolo:

«La violencia sexual en las primeras 72 horas de ocurrida la victimización, constituye una prioridad I dentro de triage [cursiva en el original] de urgencias. Luego de 72 horas se puede clasificar como prioridad II, excepto que la víctima acuda con ideación depresiva, de muerte o suicida, sangrado vaginal o uretral severo secundario a trauma, retraso menstrual con sangrado vaginal y dolor severo, agitación psicomotora, confusión, alucinaciones, u otros síntomas y signos físicos o psicológicos que indiquen alto riesgo para la vida o la salud. Ante los cuales se dará también prioridad I de triage independientemente del tiempo transcurrido entre el momento de la victimización y el de la consulta» (4).

(Lea También: Violencia Sexual Atendidas en Nuestra Población son de Sexo Femenino)

El cuarto paso indica realizar la valoración completa inicial de la víctima, realizando una división en 4 partes:

  1. La realización de anamnesis de la víctima de violencia sexual;
  2. Realización del examen físico completo, el cual debe registrarse en la historia clínica;
  3. El examen clínico genital y anal de la víctima de violencia sexual y
  4. El diagnóstico clínico en la víctima de violencia sexual, los cuales están codificados en la clasificación internacional de enfermedades CIE-10.

El paso 5 indica:

La toma de pruebas diagnósticas necesarias para explorar el estado de salud de la víctima las cuales incluyen serología para sífilis. Toma endocervical para Gram y cultivo orientado a la detección del gonococo, frotis en fresco para la búsqueda de tricomonas y pruebas de tamizaje para VIH y hepatitis B.

Adicionalmente, en el caso de las mujeres, se recomienda tomar prueba de embarazo, cuya solicitud debe ser consignada en la historia clínica.

El paso 6:

Obliga la profilaxis para ITS para todos los casos de asalto sexual y el criterio clínico para decidir la profilaxis en casos de abuso sexual y otras formas de violencia sexual en las que se encuentren signos o síntomas sugestivos de enfermedades.

El paso 7:

Hace referencia específica a la profilaxis contra VIH/sida durante la consulta inicial de salud en los casos indicados. Es decir, todos los de asalto sexual en las primeras 72 horas o aquellos que cumplan con los criterios de alto riesgo descritos por el CDC estadounidense (12).

El paso 8:

Por su parte, indica los criterios para suministrar anticoncepción de emergencia, mientras que el paso 9 promueve la remisión al profesional de salud mental.

Los pasos 10, 11 y 12 se refieren a la remisión a los planes de atención ambulatoria, seguimiento por trabajo social y reporte al ICBF y sector justicia.

El paso 13:

Hace referencia al reporte y seguimiento epidemiológico, es decir, el adecuado diligenciamiento de los diagnósticos del CIE-10 y la notificación. Mediante fichas de vigilancia epidemiológicas del SIVIGILA.

Por otra parte, los pasos 14 y 15 se refieren al seguimiento rutinario y cierre del caso, adecuados y materializados por la información y asesoría suministrada sobre el proceso de atención integral a las víctimas de violencia sexual y asesoramiento de derechos sexuales y reproductivos.

Dos autores (Víctor Caballero y Paola Gómez) revisaron en momentos diferentes cada una de las historias. Respondiendo en una hoja de cálculo si las anotaciones consignadas en las historias clínicas cumplían cado uno de los pasos del protocolo. Luego compararon las bases de datos y resolvieron las diferencias por consenso. Para el análisis de frecuencias se utilizó el programa IBM SPSS Statistics 22.

Esta investigación de tipo descriptivo, no realizó ninguna intervención ni tuvo acceso a datos sensibles. Según las definiciones de la resolución 8430 que regula en Colombia la investigación en salud.

Al tratarse de revisión de historias clínicas, se define como una investigación sin riesgo por lo que no requirió ningún tipo de formalidad legal o ética para su realización, incluida la obtención del consentimiento informado. No obstante, el trabajo se sometió al comité de ética institucional y obtuvo aprobación expedita.

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