Opinión sobre la Violencia de Pareja antes del Diagnóstico de VIH

La mayoría de las mujeres reconocieron como un tipo de violencia específica la sufrida por la pareja con quien mantenían una relación, y consideraron que se trataba de una experiencia muy dolorosa que producía un gran golpe en la vida de las mujeres.

Ya que esta persona había sido escogida como compañero de vida y consideran debía proteger y cuidar a la mujer, y no maltratarla.

Hay un reconocimiento de las diferentes manifestaciones de la violencia, predominando la violencia de tipo física con el uso de la fuerza, los golpes, o cualquier contacto físico brusco que afecta la estructura corporal de la mujer (empujar, sacudir, halar el cabello, etc.).

Manifestaciones de violencia verbal

Se identificaron manifestaciones de violencia verbal atribuidas a expresiones orales de subvaloración. Bajo reconocimiento a la autonomía y a la capacidad de la mujer de ser independiente. Y a la escasa dignificación que se le da en cuanto a su papel o rol como madre, predominando dentro de los recursos las palabras soeces, de intimidación, y sometimiento:

“Bruta, bestia, no haga eso, usted no sirve para nada” (Claudia, 55 años).

Se otorga un amplio reconocimiento a la violencia verbal, la cual resulta hiriente.

En sus definiciones impera el ejercicio de intimidación por parte del hombre.

Algunas mujeres consideran que su impacto es mayor, ya que la humillación de la subvaloración no conlleva a una recuperación como lo tiene un golpe, sino que genera un menosprecio y subvaloración que afecta la dignidad y autoestima de la mujer:

“yo prefiero que me den un puño y no que me expresen así, o sea que me grite, para mí la verbal es mortal” (Gabriela, 43 años).

(Lea También: Tipos de violencia padecidos antes del diagnóstico de VIH)

En menor medida se describe la violencia psicológica:

Que asocian a un discurso que conlleva a humillaciones, discriminación, subvaloración, y bajo reconocimiento de la mujer, como madre y pareja, afectando su estabilidad emocional:

“la autoestima se la quitan a uno terriblemente. Se supone que es el esposo, la pareja de uno y pues se supone que es el que tiene que protegerlo, cuidarlo, amarlo y le hace eso… entonces uno dice: ¿qué somos?” (Inés, 56 años).

Algunas mujeres relataron la manipulación ejercida por la pareja producto del ingreso económico que aportan al hogar o por la posición económica que ostenta el hombre y que conlleva a situaciones de menosprecio hacia la mujer o de coacción para crear una dependencia.

Con un deseo vehemente de demostrar superioridad en la generación de ingresos económicos, o la visión de que la mujer al no aportar económicamente se encuentra en una condición de inferioridad en relación con el hombre.

Tales circunstancias generan amenaza permanente frente al no cubrimiento de sus necesidades básicas, ni la de sus hijos o incluso amenazas de desprotección y marginación del núcleo familiar:

“cuando lo someten a uno, o sea, lo chantajean prácticamente a uno, que, si no hace esto o hace lo otro. Uno se aguanta toda esa cantidad de violencia cuando le van a dar para la comida o el mercado, para los chicos, para el vestuario. Y la mujer se tiene que quedar ahí aguantando todo eso porque uno no tiene la comida para los hijos, o no trabajan, depende de esa persona” (Inés, 56 años).

En cuanto a la violencia sexual, se describe de una parte el acceso carnal, manteniendo relaciones sexuales por la fuerza, y de otra.

La subvaloración de su rol de esposas o de parejas en un contexto donde son totalmente ignoradas:

“cuando uno tiene muchos problemas de pareja y no quiere estar con la pareja, puede no ser violación ni nada. Sino el no querer estar con su esposo, su pareja, y que lo obliguen porque es una obligación y le toca a uno porque le toca, entonces se siente uno violada”. (Lilia, 45 años).

“no solamente que te obligan a hacer cosas que no quieras, sino que también cuando te ignoran. Cuando no te quieren tocar, eso para mí es ese tipo de ataque de violencia, un rechazo” (Ernestina, 48 años).

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *