Fenotipo Cognitivo en La Enfermedad de Parkinson, Riesgo de Sesgos

Los resultados electrofisiológicos revisados se agrupan en tres grandes grupos: medidas de análisis espectral (MAE), estimaciones de CF, y métodos no-lineales (Figura 1). 24 publicaciones utilizaron las MAE (actividad por bandas de frecuencia), cuyos marcadores específicos incluyeron la potencia espectral (25, 27-30, 32, 33, 35, 36, 40, 41, 43, 47, 48, 50, 51, 54-57, 59, 60), índices espectrales (26, 27, 44-46, 60), y otros basados en la frecuencia dominante (media, mediana, y pico de frecuencia) (25, 27, 30, 39, 48, 50, 51, 54, 57, 58, 60).

Las medidas de CF se emplearon en 5 artículos (31, 41, 49, 52, 55), usando la coherencia espectral en 4 de ellos (41, 49, 52, 55). Los métodos no-lineales comprendieron 7 investigaciones con medidas variadas (36-38, 42, 47, 53, 59), como la dimensión de correlación (36, 37, 42), el exponente de Lyapunov (37), entropía de Kolmogorov (37), aceleración del espectro de entropía (38), entropía local (47), paquete de entropía Wavelet (59) y otros modelos no-lineales (53).

Resultados de Estudios Individuales

La signatura electrofisiológica de la EP presenta divergencias cualitativas y/o cuantitativas respecto a CS (25,26,28,30,31,34,36–38,40–44,47,48,55,57,59), y a poblaciones con demencia tipo Alzheimer (EA) (27,28,30,36–39,41,57), demencia por cuerpos de Lewy (30,61), depresión (28,39), y trastornos del sueño (48).

De hecho, las MAE mostraron capacidad discriminativa entre grupos con EP-CogNL (40,50,56), EP-DCL (40,45,50,56,57,60) y EP-D (25,27,30,34,4 0,41,43,46,50,51,54,57,60,61) (Tabla 2; material su-plementario 2).

La relación entre marcadores qEEG y el estado cognitivo en EP, se confirmó por análisis de correlación entre las MAE y diversas pruebas cognitivas (30–32,37,40,43,45,46,50,51,54,56,58,60) (Material suplementario 3).

Además, varios estudios señalan la sensibilidad de algunas medidas a los efectos de intervenciones terapéuticas (29,33,35,49,52,53). El material suplementario 2, y las tablas 3 y 4, muestran los hallazgos con nivel significativo (p >0,05) en los estudios individuales con MAE, CF, y métodos no-lineales, respectivamente.

Análisis espectral: En la EP-ND se presentaron incrementos significativos en la potencia relativa en bandas de frecuencia delta (~0,5-4 Hz) (26,29,59) y theta (~48 Hz) (25,26,28,36,39,51,59), y disminución en alfa (~8-12 Hz) (25,26,28,29,44,59) y beta (~12-30 Hz) (25,26,29,36,47,59), al compararse con CS (Tabla 2).

Este realce en bandas “lentas” se reflejó en frecuencias medias más bajas (25,39), y se caracterizó por una localización difusa (25,47), con una tendencia hacia regiones fronto-centrales (26–29,59).

La EP-D mostró un patrón similar, con un reforzamiento en la potencia relativa en delta (27,30,32,40), una acentuada reducción en alfa (30,32,40,46), y una ralentización más profunda en las medidas de frecuencia (25,30).

Estos hallazgos, se registraron de forma más difusa, con predominio en regiones parieto-occipitales (30,40) (Material suplementario 2).

La EP-DCL se diferenció de la EP-CogNL, por una mayor potencia relativa en theta (40,45,50) y menor actividad en alfa1 (~8-10 Hz) (45,56) y beta1 (~12-20 Hz) (45,50), involucrando regiones fronto-centrales (45,50), temporales (56) y parieto-occipitales (40). Las medidas de frecuencia fueron más bajas en la EP-DCL (50,57) que en la EP-CogNL (50) y en CS (57) (Tabla 2). (Lea también: Fenotipo Cognitivo en La Enfermedad de Parkinson, Resultados)

Enfermedad de Parkinson, Medidas de análisis espectral

Es importante destacar que el tratamiento dopaminérgico demostró influencia sobre las potencias espectrales, aunque con resultados conflictivos con respecto a las bandas involucradas (29, 33).

Las correlaciones entre las MAE y el desempeño cognitivo se reportaron explícitamente en 14 estudios (27-30, 32, 44 ,45, 50, 51, 54, 57, 58, 60) (Material suplementario 3). El MMSE presentó correlaciones negativas con la potencia relativa en bandas delta (46, 50, 54, 56) y theta (28, 46, 50, 51, 56, 60), y positivas con la actividad en alfa (32, 35, 46, 50, 54, 60), beta (46, 50, 54, 56), y algunas medidas de frecuencia (50, 51, 54, 58).

Resultados equivalentes se observaron en la EP-D con la escala de evaluación rápida de las funciones cognitivas (ERFC) (27). Asimismo, se encontró una correlación positiva entre la prueba de valoración comportamental del síndrome “dis-ejecutivo” (BADS en inglés) con el índice espectral (alfa+beta / delta+theta) en electrodos frontales (45).

En estudios de seguimiento, los cambios en la actividad delta se correlacionaron negativamente con los cambios neuropsicológicos en la EP, especialmente en pruebas de memoria de largo plazo y funciones ejecutivas (54).

De igual modo, la frecuencia mediana presentó una correlación positiva con test de cognición global, memoria episódica, atención dividida, funciones ejecutivas, y fluidez semántica y de figuras (58). En efecto, se encontró un mayor riesgo de demencia en pacientes con EP-ND que mostraban una frecuencia de base menor, y una potencia relativa en theta mayor, al inicio de la observación (51).

Análogamente, la evolución de la EP-DCL a la EP-D, se asoció a una potencia relativa en alfa y a un índice alfa/theta más bajos (60) (Material suplementario 3).

Medidas de conectividad: Los estudios de CF sugieren una sincronización cortical anormal en la EP-ND, caracterizada por incrementos en la coherencia en bandas theta (55), alfa2 (49), beta (49,52,55) y gamma (49,52,55). No obstante, una comparación clara con CS, sólo se realizó en 1 estudio exploratorio (55).

En la EP-D se reportó mayor coherencia inter (fronto-frontal) e intrahemisférica (fronto-occipital) en frecuencias beta, comparada con pacientes sin demencia y CS (41) (Tabla 3). Además, intervenciones farmacológicas (49,52) y de estimulación intracerebral (49) en la EP-ND, demostraron atenuaciones de la coherencia en alfa2, beta y gama, asociadas con mejoría en síntomas motores (49,52). Sin embargo, ningún estudio de CF informó sobre la relación entre los resultados EEG y el desempeño cognitivo.

Medidas No-lineales. Los estudios indican que las medidas no-lineales pueden distinguir la EP-ND de CS (36–38,42,47,53,59) y de la EA (36-38). Un tipo de metodología no-lineal reportó sensibilidad al efecto de la levodopa en la EP-ND (53). Los estudios con métodos no-lineales no evaluaron el estatus cognitivo, ni efectuaron análisis de correlación con pruebas cognitivas en la EP (Tabla 4).

Enfermedad de Parkinson, Estudios de conectividad

Enfermedad de Parkinson, Métodos No-lineales

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