Lesiones Traumáticas del Parénquima Pulmonar
Una primera descripción de lesiones del parénquima pulmonar sin lesiones asociadas se atribuye a Morgagni hacia el año 1761. Varias consideraciones sobre esta patología se hicieron en épocas anteriores, en especial durante las guerras mundiales y en ellas se prestó particular atención a las lesiones pulmonares producidas por explosiones en los campos de combate.
La frecuencia de los accidentes de automóvil, que constituyen en algunos países causa principal del trauma no penetrante del tórax y en particular de la lesión pulmonar, ha motivado la investigación de los efectos patológicos y fisiopatológicos derivados de la contusión pulmonar y que, con base en los hallazgos, se promuevan formas de terapia efectivas para una condición de alta morbilidad y mortalidad.
Lesiones del árbol traqueobronquial
La cirugía traqueobronquial si bien es de reciente desarrollo, no puede afirmarse que es nueva. Habicot realizó en París, en 1620, una traqueostomía en un infante que presentaba obstrucción de la vía aérea. Pierre Bretonneau realizó la primera traqueotomía exitosa en 1825, y su técnica fue luego perfeccionada en 1885 por Joseph O. O’Dwyer en Nueva York. Por otra parte, Hugh Munro, del Reino unido, disertó sobre el tratamiento de las lesiones de tráquea y esófago en 1792. Scannel llevó a cabo la primera reparación exitosa de una ruptura bronquial en 1949 y Beshin realizó la primera corrección, también exitosa, de una lesión traqueal en 1957.
El trauma de tórax como problema de salud pública
En general, puede afirmarse que la incidencia el trauma en sus diferentes modalidades aumenta año a año, alcanzando niveles que lo ubican como una de las primeras causas de morbilidad y de mortalidad en diferentes países del mundo. Esto ha obligado a que las autoridades de salud se refieran a la problemática del trauma como un problema de salud pública y establezcan diferentes estrategias para enfrentarlo exitosamente. Recientemente, se ha considerado el trauma no como un accidente, no como una enfermedad, y su enfoque se ha orientado con base en este concepto.
La frecuencia y la severidad del trauma, así como el compromiso por grupos de edad y por género, sus mecanismos de origen y su asociación con el consumo de alcohol y de drogas de uso ilegal y con otros aspectos sociodemográficos representan factores cuyo conocimiento permite, desde la perspectiva de la salud pública, diseñar programas para el control o mitigación de sus efectos, tanto en el huésped como en el presente, interrelacionados en un medio ambiente en el cual se identifican los riesgos de sufrir una lesión o trauma.
Severidad del Trauma
Según se ha descrito en la literatura, existe una distribución trimodal de mortalidad en el trauma.
La muerte puede ocurrir en los primeros minutos en el escenario mismo donde se produce la lesión, durante el transporte o al llegar a la sala de urgencias, ya sea por hemorragia masiva o por lesiones del sistema nervioso. En buena cantidad de estos eventos hay pocas probabilidades de atención.
En las primeras horas y en los días iniciales posteriores al trauma, la muerte se presenta por lesiones derivadas de hemorragias graves y por lesiones del sistema nervioso central, casos en los cuales hay posibilidad de atención, reanimación rápida y oportuna en la primera hora y tratamiento apropiado de acuerdo a las lesiones diagnosticadas. Días a semanas después, se encuentra un tercer pico de mortalidad por sepsis o falla multiorgánica, mortalidad que, en parte, es evitable con una adecuada atención primaria o intrahospitalaria.
Termina el libro con un análisis detallado de la problemática del trauma de tórax en Colombia, llamando la atención sobre el severo problema de salud que este constituye y que seguramente servirá para el conocimiento y la atención médico-quirúrgica del trauma de tórax en Colombia.
Recibido: 8 de febrero de 2018
Aceptado: 4 de abril de 2018
Correspondencia:
Alvaro Casallas Gómez
acasallas@gmail.com
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