Binomio Madre-Hijo después de un Parto Normal: Resultados

Si se estima que 80 % de los partos (560.000) son a término, y se descuenta el 40% (224.000) que corresponden a cesáreas, eso deja un estimado de 336.000 partos vaginales y a término, que sería el universo al que se le aplicaría el “alta temprana” (entendida en este caso como un día de hospitalización menos).

Al multiplicar este valor por el costo de un día de hospitalización ($88.015), se obtiene que una reducción promedio de un día en la estancia de las maternas y sus recién nacidos representaría un ahorro para el sistema de salud colombiano de más de 29 mil millones de pesos ($29.573.040.000) con un rango entre 28,4 mil millones y 33,7 mil millones de pesos ($28.435.680.000 y $33.667.872.000).

Dado que la literatura de alta temprana revisada no permite sacar conclusiones sobre salidas antes de las 24 horas, para evaluar las consecuencias de un alta a las 6 horas es necesario partir de varios supuestos.

Esta salida ultratemprana se asociaría con un incremento en las consultas ya sea al mismo centro hospitalario en donde se atendió el parto, o a la red de servicios de urgencias. (Lea también: Implicaciones y Costo-Efectividad del Alta Temprana del Binomio Madre-Hijo después de un Parto Normal)

Adicionalmente, si se quisiera minimizar el impacto negativo de la salida ultratemprana se requeriría un programa de consultas de control neonatal temprano, ya sea domiciliario o en una institución de salud, a las 48-­72 horas.

En este modelo de árbol de decisión, la variable crucial es la tasa de “reconsultas” que para los fines de este análisis serían esas consultas al servicio de urgencias que se requerirían por el alta ultratemprana y que no se habrían requerido si se hubieran completado todas las actividades del puerperio posibles en 24 horas.

Según la literatura consultada y según el panel de expertos, la única manera ética de ofrecer un alta ultratemprana sería garantizando, además de una preparación de las maternas a lo largo del embarazo, un control neonatal temprano (a las 48 o 72) por un pediatra, ya sea en el mismo centro en donde se atendió el parto o en centros de menor complejidad pero más cercanos a la residencia de la madre.

Un programa de este tipo requeriría unas estrategias para garantizar adherencia, similares a las empleadas en el programa Canguro.

Al correr el modelo de árbol de decisión se obtiene que el costo del alta “temprana” es de $88.015 (equivalente a un día de estancia). De otro lado, el alta “ultratemprana” tiene un costo de $93.129. Además de un costo más elevado, el alta ultratemprana se acompaña de una mayor tasa de hospitalización (55 hospitalizaciones incrementales por cada 1.000 neonatos) y una mayor tasa de reconsultas (320 consultas adicionales por cada 1.000 recién nacidos).

Discusión

Según el trabajo de Gaitán y cols. (25) en el Instituto Materno Infantil de Bogotá, la mediana de la estancia hospitalaria de un parto no complicado es de dos días (comparado con cuatro días cuando existe algún evento adverso).

Así que no es descabellado pensar que los cálculos del ahorro para el sistema de salud que aquí se presentan, al reducirse de dos días a uno la estancia hospitalaria, para partos vaginales a término no complicados y sin otros factores de riesgo representen la realidad nacional.

Lo que no es claro es si en esta reducción del tiempo de estancia se han comprimido las actividades necesarias, tanto para la madre como para el recién nacido, que se señalan en las guías de atención.

Nótese que el único costo que se ha considerado en el análisis es el de la estancia hospitalaria, dado que se asume que todas las otras actividades y recursos se emplearían en un lapso de tiempo menor. No se tiene en cuenta que un programa responsable de alta temprana (o ultratemprana) debería implicar una intensificación de las actividades educativas y de apoyo que se incluyen en la atención prenatal.

También debe recalcarse que el cálculo económico, y la conclusión de apoyar el “alta temprana” (entendida en este caso como de 24 horas) se basa en el estricto cumplimiento de una serie de requisitos y de actividades, que no necesariamente corresponden a la práctica usual.

Aunque las revisiones sistemáticas concluyen que el alta a las 24 horas no parece modificar desfavorablemente el pronóstico de los neonatos, los resultados todavía pueden cuestionarse y, más importante, deben considerarse con criterio médico individualizado a cada circunstancia.

Conclusiones

Dar de alta a los neonatos y a la madre antes de las 24 horas es una práctica que no está apoyada en observaciones rigurosas, y que solo se justificaría en un programa de preparación de la madre en el período prenatal y de seguimiento temprano del neonato (a las 48-­72 horas) por parte de un pediatra.

En cuanto al alta ultratemprana, este análisis económico concluye que no hay un ahorro en costos (incluso puede haber un incremento), y que el número de complicaciones y de hospitalizaciones podría ser mayor.

Agradecimientos

El desarrollo de este trabajo fue posible gracias a la información suministrada por las siguientes instituciones: Gestarsalud. Exógena. Ropsohn. Hospital Universitario San Ignacio. SURA EPS. Salud Total EPS. Compensar EPS. Coomeva EPS.

Conflicto de Interés

Este documento hace parte de los resultados de la Guía de Atención Integral en Salud de recién nacido a término, financiada por Colciencias y el Ministerio de Salud. Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés.

Referencias

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25. Gaitán H, Eslava J, Garzón CD, Rubio JA, Forero J, Valbuena LG et al. Tamizaje de eventos adversos en atención obstétrica y del puerperio en el Instituto Materno Infantil de Bogotá. Colombia: 2002-­2003. Rev Col Obstet Ginecol. 2005;;56:18-­27.

Recibido: Febrero 11, 2015
Aprobado: Marzo 13, 2015

Correspondencia:
Diego Rosselli
diego.rosselli@gmail.com

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