Editorial, Profesor Rodolfo Llinás Riascos

Académico Mario Camacho Pinto

Una magistral semblanza del ilustre Académico Llinás fue la realizada por el Señor Presidente doctor Juan Jacobo Muñoz, en la última sesión académica de este año en la que le fue conferida e impuesta la máxima condecoración en la categoría de “La Gran Cruz”.

Con inigualable propiedad en indeficiente disertación el orador fue señalando los máximos atributos de diverso orden, ancestrales, personales, científicos de esta sobresaliente figura internacional colombiana quien nos honra con su brillante trayectoria de genuino y creativo investigador ampliamente conocido en el mundo médico contemporáneo.

Personalmente lo he visto y oído en cuatro oportunidades a saber: en su deslumbrante conferencia pronunciada en esta Academia en noviembre 29 de 1986 con motivo de su posesión como Miembro Honorario; en grabación audiovisual sobre el cerebro por la National Science Foundationy el /.S. Public Health Service, en asocio de famosos expertos internacionales y como video cassette Ciba Geigy.

Ahora en el Teatro Colón de Bogotá, con ocasión de la entrega del premio Carlos J. Finlay a cuatro sobresalientes médicos colombianos y por último en su disertación en nuestro nuevo auditorio académico a propósito de la condecoración citada al inicio de esta nota, escrita en nombre del Comité Permanente de Biblioteca y Publicaciones y por supuesto de la Revista “MEDICINA “,como homenaje a su obra y a su insigne estirpe.

En todas estas oportunidades el investigador doctor Llinás ha querido comunicar algo del contenido de sus originales inquietudes altamente calificadas, en su peculiar estilo ameno y claro con el que va entregando en forma fluida y coherente los últimos novedosos aspectos de sus auténticas indagaciones neurofisiológicas acerca de los mecanismos biológicos de las funciones cerebrales superiores, del registro de sus cambios a nivel de infraestructura por técnicas no invasivas como la magneto encefalografía resonante que él mismo ha contribuido a desarrollar y de la cual posee un equipo de 72 canales con capacidad que le permite explorar ambos hemisferios cerebrales a la vez. (Lea: Letras, Hacia Dónde va la Profesión Médica en Colombia)

Además complementa su investigación con las técnicas de positrones que le suministran evidencias de los cambios metabólicos del cerebro en actividad diversificada y con la de potenciales evocados visuales, auditivos y somato sensoriales cuyos datos especialmente le han concedido idear hipótesis propias como la que nos explicó ahora en la Academia referente a que el problema básico del sistema nervioso parece estar en general relacionado con las sensopercepciones desde el origen de la vida hace unos 500 millones de anos, porque aun cuando en mi opinión los conocimientos biológicos no son valores absolutos él concluye que “el cerebro del hombre es un continuo en el tiempo”.

En este caso abre ventanas hacia horizontes promisorios que ha logrado diseñar en su ingénito destello de creatividad mundialmente reconocida y . Oficialmente consagrada en su status privilegiado de Director del Laboratorio de Neurofisiología y profesor de la materia en la Universidad de Nueva York.

Llinás ha sabido rebozar el marco conceptual ortodoxo de civilización, cultura, ciencia y tecnología para retomar en sus investigaciones una ruta neurobiológica neoevolucionista de base experimental.

En efecto, su planteamiento que hemos escuchado sobre los mecanismos funcionales del cerebro, núcleo de este comentario, significa un aporte valioso que complementa el conocido carril neurobiológico molecular integrador de los estímulos internos y externos mediante la cascada asociativa de neuronas receptoras, de procesamiento synapsial, de fenómenos fisicoqufmicos gestores de impulsos por despolarización y por neurotransmisores que conducen la orden definitiva de acción a las neuronas efectoras de la inasible actividad vital encefálica.

Llinás en elaboración madura mediante observación zoológica y profundos estudios en humanos por tecnologfa no invasiva de resonancia magnética y potenciales evocados plantea la hipótesis de la existencia en lai células cerebrales de un si’stema intrfnseco de tipo posiblemente geométrico para que las complejas imágenes de infinitas variables e innumerables categorías internas tengan suficiente fidelidad y por lo tanto capacidad de toma de conciencia de la realidad y de explicar igualmente lo atinente al sueño.

Sugiere la intervención de un fenómeno de “conjunción” integradora, a la manera, se me ocurre mutates mutandi, de cómo se ideó y logró la asombrosa fusión nuclear hoy realidad.

El sistema conjunto estaría conformado en la concepción Llinás de tal manera que la base general estructural sería el tálamo funcionalmente doble y la corteza cerebral múltiple, con actividad resonante y reciproca.

Su ingenio le permite entrever y añadir la existencia de otro sistema increfble, que se está empezando a entender, operante tanto en sueño como en vigilia, no relacionado con el tálamo ni con la corteza sensorial y cuya función consistirfa en desconexión, y si “reuniéramos los dos obtendríamos el sistema nervioso actuante y completo”.

Profesor Rodolfo Llinás, muchas gracias, aspiramos a que sus visitas sean más frecuentes para estímulo de nuestra medicina.

MARIO CAMACHO PINTO
Agosto 26 de 1993

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