Sordera por Traumatismo Acústico y Accidentes Auditivos en la Industria

Por JORGE GARCIA GOMEZ
Facultad de Medicina del Rosario 

Los progresos en la industria y los avances en la civilización nos han traído consigo el serio problema del ruído. La sordera permanente producida por la exposición al ruído constituye hoy serio tropiezo para la salud pública, cuya solución aún está lejana. Lograrla, nos corresponde a otólogos, especialistas en medicina industrial, obreros, ingenieros y al estado especialmente.

Empecemos por enumerar someramente los accidentes auditivos que, de acuerdo con nuestra experiencia, hemos tenido oportunidad de observar como accidentes de trabajo. Revisando la literatura correspondiente, nos sorprende el hecho de que muy poco se ha escrito sobre un problema que cada día se agrava más, dando lugar a costosas indemnizaciones por parte de empresa se instituciones del estado.

En Colombia hay alrededor de seiscientos mil obreros y podríamos decir que un 700/0 de ellos están trabajando en ambientes ruidosos, sometidos al gran riesgo de la pérdida de la audición.

Las visitas  esporádicas que hemos hecho a ciertas fábricas, nos han dejado verdaderamente sorprendidos. En la mayoría de ellas nunca se ha hecho estudio alguno de medición de la intensidad  del ruído; ni los obreros han sido sometidos a estudios audiométricos. Ni siquiera se les ha sugerido el uso de protección acústica para evitar la sordera.

En nuestra práctica privada hemos tenido oportunidad de examinar pilotos que han trabajado por muchos años en empresas de aviación privadas u oficiales, y a quienes nuestra consulta ha servido para practicarles por primera vez un estudio audiológico.

Indemnización de la Sordera

Nos preocupa también el hecho de que nuestra legislación laboral debe ser modificada en cuanto se refiere a la indemnización de la sordera, de acuerdo con los adelantos actuales de la  audiología.

Yo espero que un organismo de seguridad industrial siente las bases para la organización de la protección acústica en nuestra industria, y para la creación del Comité Nacional de Conservación de la Audición.

El ruído como factor de sordera era ya conocido en el siglo pasado y esta se denominó desde 1830 “la sordera del herrero”.

En 1906, Haberman, quien conocía ya la existencia de la sordera profesional, estudió las lesiones producidas en el oído interno, en un hombre fallecido después de haber estado muchos años ejerciendo el oficio de calderero. Los hallazgos histopatológicos mostraron alteraciones degenerativas del órgano de Corti y de las células del ganglio espiral.

El aspecto más interesante de ese hallazgo fueron las lesiones de la espira nasal del caracol. Con posterioridad estas lesiones se comprobaron experimentalmente en animales sometidos a traumatismo acústico, mediante ruido.

Un avance importante en relación con la sordera profesional corresponde a los años de 1945 – 1950, cuando Gloric, Cahard y Davis inician estudios en el personal militar de los Estados Unidos.

En las últimas dos décadas el problema ha constituído preocupación seria en la medicina industrial y ya muchos países se han incorporado a la campaña de prevención y protección del personal fabril. Nosotros estamos obligados a sumarnos a dicha campaña.

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El Trauma Acustíco

“Denomínase trauma acústico a la alteración orgánica, con carácter permanente y progresivo, de las estructuras del órgano de Corti, traducida funcionalmente en pérdida auditiva, en la zona del espectro tonal entre 3.000 y 8.000 ciclos y producida por el ruido a altas intensidades”. Con la palabra ruído se designa generalmente un sonido que origina sentimiento subjetivo de molestia.

Los recientes conocimientos, debidos a su estudio, nos permiten definirlo también como un sonido que produce daño en la salud, bien sea a través de la disminución de la capacidad auditiva o por su influencia en el sistema circulatorio y neuro-vegetativo.

Entre los numerosos daños por el ruido, el más fácil de observar es la disminución de ,la audición. En la actualidad existen numerosas publicaciones sobre sordera industrial. Sin embargo, otros trastornos y lesiones por el ruído son de igual gravedad.

La permanencia en un ambiente ruidoso también disminuye el rendimiento en el trabajo y aumenta la fatiga, siendo esta el principal factor en ciertos accidentes de trabajo.

El ruído es una violación del derecho que tiene la persona humana a la tranquilidad y al descanso. Siempre debe pensarse que el ruído produce agotamiento y subsiguiente estado de ansiedad, trastornos que seguramente modifican la conducta del obrero.

El sufrimiento psíquico puede llegar a producir estrés,ya la larga enfermedades orgánicas.

Es posible diferenciar el ruído en las siguientes situaciones:

  1. Ruído industrial
  2. Ruído del tráfico, aviación y viviendas
  3. Ruído de la vida moderna, por aire acondicionado, música, ascensores,ventiladores, etc.

Para defender la población contra el ruído, en diferentes países se ha propuesto fijar límites para separar sonidos de intensidades tolerables de otras que se hacen insoportables.

Así por ejemplo, en Suecia se exige que el ruído de las viviendas no sobrepase de 40 decibeles durante el día y de 30 decibeles durante la noche.

La industrialización acarrea situación tan grave al respecto que estadísticas de los Estados Unidos concluyen que en ese país hay aproximadamente 15 millones de personas que trabajan en ambiente ruidoso, potencialmente expuestas a accidentes auditivos.

Conservación de la audición

En ese país existen comités de conservación de la audición y se han establecido, lo mismo que en muchos otros, normas esenciales para la construcción de las fábricas y la protección de los obreros.

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