La Revolución Industrial en la Medicina Colombiana

La Revolución Industrial en la Medicina

Fernando Guzmán Mora, MD
Presidente Federación Médica Colombiana

Introducción

Luego de haber transitado por los principios, aplicaciones, consecuencias y desastres que ha traído la Ley 100 de 1993 y, comparando la situación de los médicos colombianos con la que afrontan colegas de otros sitios del continente y del mundo entero, queda una pregunta lógica por responder: ¿Qué pasó con la medicina que nos enseñaron y la que nos ha tocado en suerte ejercer?

La respuesta, que debe analizarse dentro de contextos económicos, políticos, históricos y sociales, es también de una lógica contundente: La profesión médica no podía sustraerse a los fenómenos de cambio que afectan al mundo en su totalidad.

Efectivamente, tras la caída de los países socialistas, el mundo quedó en manos de los ideólogos del capital que, en su arrogancia de aparente victoria, han declarado al mundo que “fuera del libre mercado no hay salvación”.

Los médicos, acostumbrados a ejercer de manera individual, bajo una serie de norma éticas definidas desde el comienzo de nuestra formación, practicábamos la medicina al amparo de las normas y reglas de la “cofradía médica” y dentro de ciertos parámetros de conducta que hacían del acto médico un ente inviolable, secreto y basado en confianza mutua con el paciente. Y así lo hicimos durante siglos.

La remuneración no era cosa que angustiara a los médicos de las anteriores generaciones pues ni el ingreso faltaba, ni el status del profesional se deterioraba. Por el contrario, la posición social de quien ejercía medicina era, por lo menos, respetable.

Bajo esas circunstancias casi feudales podía, como mencionaba nuestro querido y ausente Francisco Herrera Jaramillo (q.e.p.d.), preferirse la grandeza a la riqueza.

Las Estadísticas Económicas de La Revolución Industrial en la Medicina

La avalancha ideológica del neoliberalismo económico contaminó todas las esferas del pensamiento, la filosofía, la administración, la educación y la vida misma de los países de todo el mundo. Todo lo que se tenía por sagrado y digno tuvo que ceder espacio a los emergentes intelectuales que preconizaban la entronización de la libre empresa bajo el amparo de la “libertad” de hacer cosas en una sociedad de libre empresa. Eso sí, colocando el Estado y sus recursos al servicio de quienes producían las utilidades.

De esta manera, manipulando las estadísticas económicas (que pueden probar cualquier mentira con sus complicadas cifras), los dueños de los grandes capitales nacionales contabilizaron sus ingresos en una gran suma que denominaron “Ingreso per cápita” y cuyas bases son muy sencillas: Si yo, como dueño de esta empresa obtengo utilidades mensuales de mil millones de pesos, basado en el trabajo de mis cien empleados a los cuales les pago un sueldo de cien mil pesos por cabeza al mes, esto quiere decir que el “promedio” de nuestro ingreso es de aproximadamente diez millones de pesos. Dicho en otra forma, si yo me gano cien pesos y tú no te ganas nada, entre los dos tenemos un ingreso promedio de cincuenta pesos.

Lo anterior, insultántemente sencillo si se quiere, no difiere en nada de lo que se presenta ante el mundo como estadísticas nacionales con su lenguaje críptico, pseudomatemático y, además de todo proveniente de informaciones defectuosas.

Producto Interno Bruto

Miremos un poco lo que se refiere al Producto Interno Bruto (PIB), tan ampliamente mencionado por los economistas cuando quieren probar sus teorías y predicciones, generalmente sin éxito (como bien dicen ellos mismos, los científicos financieros emplean seis meses tratando de demostrar la exactitud de un modelo económico y los siguientes seis meses encontrando las explicaciones de por qué no funcionó de acuerdo con lo previsto)

Bienes y servicios

El PIB es el valor de bienes y servicios finales producidos en una economía por sus residentes en un período de tiempo. Existen varias formas de calcularlo. Una de ellas se denomina el “método de las erogaciones”:

PIB = C + G + I + X – M

En donde C es consumo (gasto en bienes y servicios de los particulares (de los que pueden pagar); G representa los gastos del gobierno, es decir, las compras de bienes y servicios del Estado (sin incluir lo que se toma la corrupción); I es inversión, es decir, el incremento y mantenimiento de infraestructura de producción; X se refiere a las exportaciones y M a las importaciones.

En resumen, para los macroeconomistas, lo que importa es el segmento de población productiva, en capacidad de comprar y vender.

Pero aún más interesante es el método denominado del Ingreso-Costo, en donde el PIB se define como la cantidad de ingresos que reciben los factores productivos por su contribución en el proceso. Así:

PIB = i + R + W + B + Iins + D

En donde i es el interés producido por el capital; R la renta producida por la tierra; W el salario producido por el trabajo; B el beneficio para el empresario; Iins los impuestos indirectos netos de sustitución, que son aquellos que pagan quienes no son directamente gravados; y D la depreciación o inversión de Reposición.

De todo esto, lo esencialmente cierto es que la obtención de ganancias se basa siempre en el trabajo humano y que quienes cuentan para el análisis económico son aquellas personas con capacidad productiva.

Las Mercancías Salud y Trabajo Médico en el Sistema

El artículo se vuelve mercancía cuando de produce para el cambio y no para el consumo. Cuando se produce para consumir directamente se denomina valor de uso.

El juego de la oferta y la demanda, en la economía de libre empresa se presenta en los mercados. A través de ellos se determina que necesita una economía y qué está dispuesta a ofrecer para satisfacer las necesidades.

DEMANDA es la cantidad de bienes y servicios que los consumidores están dispuestos a adquirir a un determinado precio en un determinado periodo de tiempo. Cuando disminuyen los precios se atraen nuevos compradores. Cuando suben, la cantidad demandada disminuye por dos razones: El Efecto Sustitución (por el cual se sustituye un bien costoso por otro similar y el Efecto Renta, por el cual se pierde poder adquisitivo.

OFERTA es la cantidad de bienes y servicios que los oferentes o productores están dispuestos a colocar en el mercado durante un período determinado de tiempo, a un determinado precio. Es decir, a mayor oferta, menor precio, y viceversa.

Aplicando estos principios a la medicina actual, el producto salud se volvió mercancía cuando se corporatizó, es decir, cuando las grandes entidades lo tomaron para ofrecerlo como un producto más de la sociedad de consumo. Allí en traron a jugar como mercaderías la venta de salud y el ofrecimiento de trabajo profesional. En este momento, el médico se transformó de profesional en obrero, con todas sus consecuencias conocidas.

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La “Libertad” de Participar o no en el Sistema

Uno de los elementos esenciales de la La Revolución Industrial en la Medicina es la “libertad” de vender o no el trabajo, es decir, de ingresar o no en el sistema. Es, como ocurre en algunas instituciones de salud, el chantaje de la frase: “si no le gusta, la puerta está abierta en cualquier momento”.

Por libertad entendemos la capacidad de autodeterminación. Determinarse es definirse con conocimiento de causa, es desear que una razón específica se convierta en la razón de actuar en un momento dado. El acto libre se acompaña del brillo de la inteligencia, el control de la conciencia y el dominio de la voluntad.

Existen, sin embargo, varias condicionantes de esta “libertad”, siendo la más importante la superestructura económica, que arrebató de los médicos cualquier capacidad de negociación al anularles el poder de influencia sobre la acción del mercado. De nuevo, expresándolo en términos más sencillos: En la economía de libre mercado, la persona que puede pagar es libre de comer pollo o langostinos en donde a bien tenga. Igualmente lo es quien no puede pagar, pues puede escoger el sitio de la ciudad que más le agrade para comer la cantidad de tierra o los pedazos de prado que desee.

El juego de la oferta y la demanda, en la economía de libre empresa se presenta en los mercados. A través de ellos se determina que necesita una economía y qué está dispuesta a ofrecer para satisfacer las necesidades

En este aspecto, la misma doctrina de la Iglesia Católica plantea que las personas deben unir sus esfuerzos para cambiar las estructuras del mundo para que no sean acordes con las normas de justicia y favorezcan en vez de impedir la práctica de las virtudes (Encíclica Lumen Gentium). Con esto en mente, no existe verdadera libertad si no se ejerce en la vía del bien y la justicia. El Catecismo de la Iglesia Católica dice en su Artículo 1740:

“…El ejercicio de la libertad NO implica el derecho a decir y hacer cualquier cosa… las condiciones de orden económico y social, político y cultural requeridas para un justo ejercicio de la libertad son, con demasiada frecuencia, desconocidas y violadas…”

¿Por qué Llamarla La Revolución Industrial en la Medicina ?

Lo que está sucediendo con la medicina colombiana es una repetición histórica de lo acontecido en el Siglo XIX con el advenimiento de las máquinas y la definitiva instauración del capitalismo en Inglaterra. Sus principios son prácticamente idénticos en ambas circunstancias históricas. Veamos algunos:

1. Los medios de producción son de la corporación.

Debido a la tecnología que cada día aumenta, el acto médico debe complementarse con el uso de aparatos y técnicas costosas que ahora pertenecen a los dueños del capital, llámense hospitales públicos, clínicas privadas, corporaciones industriales de salud, EPS, IPS, etc.

Adicionalmente, los pacientes ahora pertenecen a estas entidades. En consecuencia, se comportan como un oligopolio y que los profesionales pierdan capacidad de decisión.

2. El precio del trabajo lo determina la corporación.

Al tener el control sobre la tecnología y los pacientes, pueden fijar el precio de la mercancía “trabajo médico”, de acuerdo con su criterio de obtener ganancias por encima de cualquier otra consideración.

Los médicos que logran ingresar a las corporaciones, olvidan su posición inicial de profesionales de salud y se identifican con las instituciones que los contratan

3. La cantidad de trabajo, necesariamente, debe ser superior al precio que le ofrecen al trabajador.

¿Quién produce entonces las ganancias para la corporación? La respuesta es obvia: Los trabajadores de la salud, ahora convertidos en obreros y cuya fuerza de trabajo venden a los dueños del capital por un precio inferior al que realmente vale. Por lo tanto, el valor agregado del “producto” salud se muy superior al salario u honorario que se cancela al médico.

Consecuentemente, el exceso de trabajo es ganancia para la corporación.

4. La riqueza se concentra en manos cada vez más escasas.

Los monetaristas (escuela económica dominante en el mundo capitalista actual), exigen una contracción en la cantidad de dinero disponible, con el objeto de disminuir la oferta monetaria, disminuir los salarios y, en esta forma, aumentar las ganancias de los dueños del capital.

Se convierten entonces en los modernos liberales (o neoliberales), que plantean el positivo de la desigualdad, pues de acuerdo a sus misma teorías, al fomentar dicha desigualdad se contrarresta la centralización del poder político y se incentiva la originalidad y producción individual.

El retorno a los principios económicos clásicos tiene profundas consecuencias sociales. En primer lugar, la contracción de dinero para disminuir la oferta circulante golpea en su propia estructura el ingreso de los trabajadores y debilita su poder de asociación. En cambio, beneficia en forma abierta a los dueños del capital nacional e internacional. A los primeros por el aumento en sus niveles de riqueza, obtenidos a partir del trabajo de sus asalariados. Al capital internacional por la doble atracción de mano de obra barata y aumento en las tasas de interés.

Se fomentan entonces tres fenómenos simultáneos: El individualismo egocéntrico de los ganadores, el darwinismo social y la aparición de un liberalismo político no democrático.

A nivel médico esto es obvio. Los médicos que logran ingresar a las corporaciones (siempre como empleados), olvidan su posición inicial de profesionales de salud y se identifican con las instituciones que los contratan (Así como las domésticas se llenan con el lujo de las casas en las cuales, como si realmente les pertenecieran). De otro lado, la ley del más fuerte, del más intrigante, el más artero, es aplicable a la profesión en varios aspectos.

5. Las corporaciones pequeñas van siendo absorbidas por las grandes.

La creación de monopolios es incontenible. Las fusiones de grandes entidades viene siendo la orden del día desde hace muchos años. La unión de los pulpos económicos contribuye al manejo absolutista del mercado y, en especial, la manipulación de los salarios.

6. La tecnología desplaza mano de obra, creando una reserva que aumenta la oferta y, por lo tanto, disminuye el precio.

7. La cantidad de trabajadores arruinados es cada vez mayor.

8. Las crisis son periódicas y cada vez más graves.

Las consecuencias son claras: Aumento del desempleo, incremento en los índices de criminalidad, represión estatal y desmedido aumento de los desórdenes sociales.

Lo anterior debe ser matizado con algunos datos: La Argentina vive uno de sus momentos más críticos en relación al empleo y ha sufrido levantamientos populares tan graves como el de Santiago de Estero en 1993. Bolivia posee una franja de población del ochenta por ciento por debajo de la miseria absoluta. Brasil mantiene una de las desigualdades sociales más grandes del mundo. Chile ha tenido que sufrir la imposición de sus políticas a través del régimen de Pinochet. Colombia y Venezuela pertenecen a la élite de los países más corruptos del mundo. Nuestro país, en particular, mantiene su reputación del más violento, con mayor tasa de criminalidad y mayores desórdenes sociales del hemisferio. Además, es uno de los pocos países en donde la guerrilla aumenta su poder día a día, precipitándonos a una confrontación que va a afectarnos a todos sin contemplaciones.

9. La producción se socializa y la ganancia se privatiza.

10. El Estado se coloca del lado de los productores.

El Concepto de Estado Neoliberal

Ante el auge de la filosofía neoliberal como orientadora de las políticas estatales en el campo económico, debemos llamar la atención sobre las funestas consecuencias sociales que ella ha producido sobre amplios grupos de población, entre otras cosas debido al planteamiento de una “reducción” en el tamaño del Estado, bajo el socorrido argumento de la “eficiencia” y con la inevitable mención del fenómeno globalizante que, según los neoliberales, deja por fuera de la economía mundial a quienes se opongan a las todopoderosas manos del mercado.

Porque el neoliberalismo no es otra cosa que el capital internacional organizado que intenta subyugar los destinos de los países pobres al aumentar su dependencia a través de los fenómenos de globalización y apertura económica; y si se plantea una reducción en el intervencionismo de Estado, no se hace para aumentar la tan cacareada eficiencia en favor de los grupos necesitados de la población, sino en beneficio de la pequeña comunidad de quienes se apoderan del capital para su propio beneficio.

De otro lado, el argumento del mejoramiento de la tecnología, debe contraponerse a su efecto real sobre los países pobres, debido a la elemental norma económica de la elasticidad-precio. Quienes producen materia prima (países pobres), tienen una demanda poco elástica, es decir, que al variar dicho precio no varía significativamente el ingreso. En cambio, quienes manejan la producción industrial, tienen una demanda muy elástica, es decir, que al variar el precio de su mercancía, ciertamente varía el ingreso. Esto hace que el círculo vicioso de países pobres más pobres y países ricos más ricos, se perpetúe a través del tiempo.

La primera pregunta es, entonces: ¿Es la reducción del tamaño del Estado y la entrega de sus responsabilidades al sector privado un criterio aceptable desde el punto de vista social?

Colombia es un Estado descentralizado. La descentralización se basa en la imposibilidad de presencia permanente de la parte central en todos los ámbitos del territorio nacional. Por lo tanto, descentraliza parte de sus funciones y servicios

¿Cuales son las Funciones del Estado?

Desde la Constitución de 1886 se planteó el bien común y la protección de los débiles por parte del Estado.

La Constitución de 1991 es clara al definir nuestro país como un ESTADO SOCIAL DE DERECHO y no simplemente como Estado de Derecho, pues la actual se fundamenta en la dignidad humana. Se persiguió con la nueva Constitución que la persona humana estuviera más en contacto con el ordenamiento jurídico. Por lo tanto, lo social persigue un mínimo de convivencia ciudadana.

De otro lado, Colombia es un Estado descentralizado.

La descentralización se basa en la imposibilidad de presencia permanente de la parte central en todos los ámbitos del territorio nacional. Por lo tanto, descentraliza parte de sus funciones y servicios. Sin embargo, esta descentralización NO puede ser a todo nivel. Por ejemplo, existe una sola Corte Constitucional, una sola Corte Suprema de Justicia, etc.

Existen, además, conceptos tan importantes como el de solidaridad, es decir el concurso de toda la sociedad en el propósito de buscar bienestar colectivo, favoreciendo a los débiles. Es una deuda social basada en un ideal que construimos todos y que consiste en apoyar a los más necesitados. Es colaboración ciudadana y humana.

El Artículo segundo de la Constitución expresa que son fines esenciales del Estado: Servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.

Las autoridades de la República están constituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.

A lo anterior se suma el concepto de las funciones económicas del sector público, que incluyen la procura de la eficiencia económica, la redistribución de la renta, la estabilización de la economía y el establecimiento de sus políticas específicas.

Mediante la inversión pública se intenta generar oportunidades de trabajo. Es decir, creando empleo (por ejemplo), se genera un aumento en los ingresos de las personas previamente necesitadas, lo cual aumenta la demanda y en esta forma el crecimiento

La Realidad del Estado Colombiano

En el análisis económico quienes cuentan son aquellos que tienen alguna capacidad de compra. Quienes no la tienen se denominan “necesitados”. Por lo tanto, una de las funciones más importantes del gobierno es buscarle soluciones al problema de los necesitados, entre otros a través de transferencias e inversión pública.

Mediante la inversión pública se intenta generar oportunidades de trabajo. Esto partió de Keynes, quien planteó que se integrara gente al proceso económico para ampliar la demanda y en esta forma motivar a quienes sean oferentes a mejorar sus planteamientos. Es decir, creando empleo (por ejemplo), se generaba un aumento en los ingresos de las personas previamente necesitadas, lo cual aumentaba la demanda y en esta forma el crecimiento.

Los autores clásicos se opusieron a esta teoría y plantearon que lo que debería hacer el gobierno es crear incentivos no de gasto, sino de rebaja de impuestos a particulares para que pudieran gastar más (incentiva mayor producción) o ahorra más (incentiva mayor inversión).

El gobierno, dependiendo del modelo económico que se trabaje, puede estar involucrado con la sociedad a través de procesos de acción o procesos políticos, que incluye en su plan de desarrollo. Esos procesos políticos incluyen la Política fiscal, relacionada con ingresos y egresos del gobierno. Es la forma como el gobierno contrata con la sociedad, sea por imposición o por consenso, el proceso de recepción de ingresos y ejecución de gastos.

Además, la política monetaria, pues el gobierno posee el monopolio de la producción de medios de cambio y la capacidad de regular las normas para el funcionamiento de los mercados, constituyendo una forma de manipular las ofertas monetarias con el objeto de influir en las tasas de interés, para obtener determinados niveles de inversión y demanda agregada.

¿Todo esto para qué? No precisamente para complacer las aspiraciones de unos pocos privilegiados, sino para responder por la mayoría de los ciudadanos colombianos.

Con esto queremos decir, muy claramente, que la función del Estado es esencialmente social y no particular. El Estado pertenece a todos los ciudadanos y no solamente a los grupos de presión que detentan el poder económico.

Pero, como bien señala el profesor Eduardo Sarmiento en un reciente escrito “… el artículo 333 introduce en forma explícita los derechos a la competencia y la libertad económica, y a renglón seguido, establece que la ley delimitará ambos derechos, cuando así lo exijan el interés social, el ambiente y el patrimonio cultural… Dentro de este contexto, la competencia, y en general el mercado, aparecen como instrumentos económicos que deben permitirse e incluso propiciarse, cuando conducen al bien común y limitarse en el caso contrario…”

Y es claro que se está tratando de implantar un Estado neoliberal, en donde las propiedades estatales son compradas por debajo de su verdadero precio y sus funciones tradicionales usurpadas por las empresas privada y el capital internacional.

Conclusiones

Muy a pesar nuestro, los fenómenos económicos que se han implantado en el país desde el funesto gobierno Gaviria han dejado a la medicina, al sistema de salud y a los médicos en un estado de postración tal, que será muy difícil reconstruir lo que algún día tuvimos y de lo cual nos enorgullecíamos ante el Continente.

Sin embargo, y a pesar de estas dificultades, la consigna será clara en varios sentidos:

1. Continuar ejerciendo lo mejor que se pueda, pues el mayor perjudicado por estos adefesios de cambio impuesto son los pacientes colombianos.
2. Retomar el liderazgo POLÍTICO en la comunidad para participar del real manejo de lo poco que quede en pie luego del despojo al que hemos sido sometidos.
3. Seguir en proceso de perfección profesional para que la medicina no quede en peores manos cada vez.

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