Virus Linfotrópicos Humanos

Montería. En un primer registro de infección-tanto por HTLV-I como por HTLV-II- informado para el departamento de Córdoba en Colombia, investigadores de la universidad local confirmaron veinte aislamientos como HTLV-I y uno como HTLV-II en un estudio poblacional en el que se analizaron 962 muestras de suero mediante la prueba de ELISA y de Western blot confirmatorio, analizándose también genéticamente cinco aislamientos virales por RFLP y secuenciación de la región LTR. La seroprevalencia de la infección por el HTLV-I en la muestra obtenida del departamento de Córdoba fue 2.1% (20/962), y para el HTLV-II 0.1% (1/962). Mediante análisis genéticos se determinó que tres correspondieron al subtipo africano b y dos el cosmopolita a.

El grupo de los virus linfotrópicos humanos (HTLV) tiene dos miembros bien descritos, los tipo I y II. El HTLV-I fue el primer retrovirus patogénico que se identificó en humanos aislado de un paciente con linfoma cutáneo. Luego, en 1982, se aisló el HTLV-II de un tipo de leucemia rara, conocida con el nombre de leucemia de células pilosas (o peludas).

En la actualidad el HTLV-I se encuentra asociado con un gran número de desórdenes clínicos. Sin embargo, la leucemia de las células T del adulto y la paraparesia espástica tropical o mielopatía asociada con el HTLV-I, son las asociaciones epidemiológicas mejor documentadas. Tanto la infección por el HTLV-I como por el HTLV-II es endémica en varias áreas geográficas del mundo, incluyendo el suroeste de Japón y la cuenca del Caribe; en América del Sur en regiones como Chile, Brasil y Colombia entre otras. También se ha informado en África Occidental y Central, Islas Seychelles, Papua, Nueva Guinea e Islas Solomon, Australia, Taiwán e India. Recientemente se han documentado nuevos casos de la infección en países como China, Estados Unidos, Inglaterra, Argentina y en zonas del Medio Oriente como Israel, Irán y Kuwait. La transmisión del HTLV-I está estrechamente asociada con la exposición de células blanco al virus.

Se ha documentado en varios trabajos que una vía importante de transmisión ocurre de madre a hijo a través de linfocitos infectados con el virus presente en la leche materna; ésta es una característica propia de áreas endémicas para la infección. La transmisión sexual es también un factor importante, con un mayor riesgo de transmisión de hombre a mujer a través de células infectadas presentes en las secreciones genitales.

La fuerte agregación familiar de la infección con este virus, ha sugerido que las dos vías anteriores contribuyen a mantener el estado endémico de la infección. Sin embargo, la transfusión sanguínea y el intercambio de agujas infectadas con el virus (drogadictos intravenosos, tatuajes, etc.) se asocian con brotes epidémicos en algunas áreas urbanas de los Estados Unidos y Europa.

Quintana M, Villalobos J y col. Estudio de la seroprevalencia de la infección por los virus linfotrópicos humanos (HTLV) I y II en poblaciones del departamento de Córdoba, Colombia. Colombia Médica 2004; 35: 22-30.

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