Washington DC. Desde la presidencia de Reagan y actualmente con el apoyo de George W. Bush y de Nancy Reagan, se han desarrollado en los Estados Unidos programas educativos que promueven la abstinencia sexual en los jóvenes y adolescentes. Hay numerosas organizaciones dedicadas a la educación en este campo –se encuentran 35000 entradas sobre abstinencia sexual en Google- pero generalmente omiten información adicional sobre métodos anticonceptivos. La administración Bush recientemente ha propuesto duplicar los fondos disponibles para los que promueven sólo la abstinencia, pero no hay informes claros sobre si estos funcionan –de hecho un estudio realizado en Minnesota mostró que la actividad sexual se dobló entre los estudiantes que hicieron parte de uno de estos programas educativos. Aunque el ideal sería la abstinencia – la sociedad de los cincuenta no aceptaba otra alternativa, aunque miraba para otro lado si el joven acudía a un prostíbulo- cierto escepticismo sobre la naturaleza humana ha llevado a los expertos a recomendar que los programas de abstinencia sexual se asocien a una amplia información sobre métodos contraceptivos, pues los resultados son mejores para conseguir una disminución en la incidencia de embarazos en adolescentes, embarazos no deseados, embarazos de alto riesgo, abortos provocados, enfermedades de transmisión sexual, madre-solterismo y sus efectos deletéreos sobre la estructura psicológica del hijo y toda la problemática social y de perpetuación del círculo vicioso de la pobreza que conlleva. Uno de los programas más conocidos es Intente lograrlo (Aim for success), organización privada sin ánimo de lucro –no ligada a iglesia o religión alguna- que promueve un estilo de vida de excelencia al estimular el auto-control, respeto a su dignidad y disciplina personal. Aprenden –a través de cursos y talleres- a desarrollar la voluntad y el deseo de la abstinencia sexual hasta el matrimonio. Padres y profesores colaboran también.
Algunos datos de Norte América
· 2739 jóvenes quedan embarazadas cada día, una cada 31 segundos.
· 8219 jóvenes se contagian diariamente de una enfermedad de transmisión sexual, una cada 11 segundos
· Más de 25 son las enfermedades actuales de transmisión sexual
· Uno de cada cuatro jóvenes sexualmente activos se contagia de una “venérea”
En nuestro medio la problemática es más grave y las famosas clases de educación sexual que se implementaron hace muchos años no parecen haber servido de mucho, entre otras cosas por la falta de preparación de los docentes. En los cincuenta, el madre-solterismo y la unión libre era más bien algo que se veían en los bajos estratos. Fuera del férreo control de los padres de las muchachas, eran muy conocidas las frases “no comerse las onces antes del desayuno” o “agua que no has de beber, déjala correr”; en mi colegio se rumoraba que Adán y Eva habían perdido el Paraíso Terrenal por haber practicado la anti-concepción, antes de tener a Caín y a Abel (y eso que tenían todo un planeta para poblar). Y esto aplicaba también a la virginidad, pues perderla podría frustrar cualquier intento de la joven para casarse, y si lo hacía, podría ser fatal en la sociedad machista imperante. No es sino leer la novela “Crónica de una muerte anunciada” de Gabriel García Márquez, basada en un hecho real.
