Orgasmo Fantasma

Washington DC. Un paciente de edad mediana, prestamista de profesión, recibió un balazo en la espalda cuando se bajaba de su automóvil para tomar un café con un amigo. Probablemente motivado el sicario por un afán de venganza –puesto que prestaba dinero a interés de usura y a corto plazo a criminales de diversa calaña- le disparó a corta distancia con una pistola Walter PPK, desde un vehículo en marcha. La víctima sintió un ardor en su espalda e imposibilidad de mover las piernas antes de perder el sentido.

Cuando la policía distrital le llevó al hospital, ya había recobrado la conciencia. El agujero de entrada del proyectil estaba cerca de la línea media -a nivel de la novena vértebra torácica- sin presentar agujero de salida. Una mielografía con contraste mostró un hematoma en el mismo nivel de la herida, que comprometía la medula espinal. Tenía fracturas de los pedículos óseos, de las vértebras dorsales novena y décima. Se le practicó de inmediato laparotomía exploratoria, se suturaron las heridas intestinales superficiales, se evacuó la sangre retroperitoneal retirándose luego la bala y se procedió a hacer una laminectomía amplia, drenando el hematoma y retirando las esquirlas óseas que se habían alojado en el canal raquídeo. Después de la cirugía de siete horas, pasó a cuidados intensivos donde más tarde se le encontró una paraplejia flácida, sin reflejos osteotendinosos en miembros inferiores, reflejo de Babinski bilateral presente e incapacidad para orinar y defecar. Después de tres meses –y con el manejo rutinario de estas complicaciones de la paraplejia- esta pasó de flácida a espástica, recuperó los reflejos de las piernas y cierto control de la vejiga urinaria. Aunque la estimulación eléctrica superficial de la vejiga no fue eficaz, si lo fue la del esfínter del ano, que mejoró su tono muscular. El paciente sabía cuándo auto-insertarse la sonda –lo sabía porque sentía mucho calor o sudaba profusamente en las piernas- ayudándose al principio haciendo presión suprapúbica (estos síntomas que neurovegetativos que presentaba a la hora de orinar se debían a una actividad simpática refleja descontrolada, causada por la distensión vesical, actividad simpática que se asociaba con aumento de la presión arterial). Posteriormente el enfermo desarrolló dolores severos en las piernas asociados a contracciones involuntarias, que le controlaron con Dantrolene. Aunque nunca recuperó la sensibilidad en las piernas, durante un año tuvo los síntomas de miembro fantasma. Aunque fue muy colaborador con su terapia de rehabilitación y nunca se deprimió, sí vivía muy preocupado por la consiguiente impotencia sexual. Durante la fase espástica de la paraplejia empezó a tener erecciones espontáneas o inducidas manualmente, con eyaculaciones involuntarias. Como es típico en estos casos, esto se debe a que el cono medular que aloja el parasimpático sacro-autonómico y el plexo simpático lumbo-sacro permanecen funcionales.

Dos años más tarde el paciente regresó al trabajo, desplazándose con dificultad en una silla eléctrica de ruedas y en una camioneta –con conductor- que tenía un pequeño elevador de carga que le permitía entrar al vehículo. Los espasmos de las piernas y la sensación de miembro fantasma mejoraron casi del todo, se previnieron las infecciones urinarias merced a la auto-cateterización, abundantes líquidos y acidificación de la orina, y se retardó la osteopenia de miembros inferiores merced a la fisioterapia. En cuanto a las relaciones sexuales con su esposa, para sorpresa del neurólogo estas regresaron merced a estimulación erógena visual, auditiva, por el tacto con el cuerpo del cónyuge que le llevaba a tener orgasmos puramente psicológicos, pues no había eyaculación ante la ausencia de estímulos somato-sensoriales de los genitales; pero afortunadamente fueron satisfactorias para el paciente.

Estos mal llamados “orgasmos fantasmas” son reales, de origen central como los comunes y corrientes, que pueden generarse con penetración o sin ella, con erección incompleta y sin eyaculación, la que cuando se presenta en las personas sanas, se debe a un reflejo pélvico medular.

¿A que se deben estos orgasmos centrales en parapléjicos o tetraplégicos? Se ha postulado que si la lesión espinal es incompleta y la transmisión de los impulsos a través del área lesionadas aumenta, se amplifica o se concientiza merced a los estímulos sexuales visuales, auditivos o táctiles en áreas localizadas por encima de la lesión. Otra posibilidad es que el orgasmo esté mediado por vías autonómicas simpáticas –viscerales paralelas, extra-espinales aferentes, independientes de las somático-sensoriales; esto se debe al ascenso de fibras para-vertebrales inter-ganglionares que sobrepasan el área seccionada de la medula.

Según una revisión de Ditunno y Formal, el deseo sexual y la habilidad de ser estimulado persiste después de una lesión de la medula espinal. La mayoría de los hombres con lesiones completas altas tienen erecciones reflejas que pueden permitir el coito, mientras que estas son menos probables en aquellos cuya lesión medular es baja, donde las erecciones son psicogénicas y la posibilidad de eyacular es mayor. Nuevos medios como las prótesis peneanas, el Caverject inyectado en la base del pene y otras medidas pueden mejorar la potencia sexual. Aunque la sexualidad en las mujeres con lesiones medulares ha sido estudiada menos exhaustivamente, ambos sexos permanecen sexualmente activos en su mayoría después de estas secciones medulares (En la película De Confesiones y cosas peores –de Daniel Lind-Lagerlöf- donde se cuenta la historia de Tobías , un joven ministro protestante que conoce en el barrio pobre al que es asignado a Carola, una inteligente chica parapléjica confinada a una silla de ruedas y que vive de la beneficencia pública, Tobías y Carola inmediatamente se sienten atraídos y comienzan a verse regularmente. Para ellos resulta posible tener una relación sexual). El interés y la satisfacción sexuales –al igual que los síntomas de depresión- están menos relacionados con la severidad del déficit neurológico que con otros factores. En cuanto a la fertilidad, los hombres que tienen secciones medulares completas son usualmente infértiles; se puede utilizar –para inseminación- la electro-eyaculación (y otras técnicas) de recolección de semen; en el caso de las mujeres con sección medular, usualmente presentan varios meses de amenorrea pero luego retornan las reglas y la fertilidad. Si quedan embarazadas, pueden presentarse complicaciones del tipo hiperreflexia autonómica, por lo que puede ser difícil detectar los signos de trabajo de parto. No se han observado efectos deletéreos en hijos de estos pacientes.

Jácome DE. Cita a las cuatro. En Memorias de un neurólogo, Editorial Salvat, Bogotá, 1993. Pp.77-80.
Ditunno JF, Formal CS. Chronic spinal injury. N Eng J Med 1994; 330:550-556.

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