Micotoxinas, Cáncer y Malformaciones

Júpiter. Causantes de cáncer, malformaciones congénitas y otras graves enfermedades, las micotoxinas son substancias químicas producidas por hongos que tienen efectos deletéreos sobre la salud humana. Existen siete grupos importantes en patología: Los alcaloides derivados de la ergotamina, fueron los primeros que se reconocieron por la epidemia de enfermos que perdieron las extremidades debido a la vasoconstricción que ocasiona gangrena. Aflatoxinas producidas por Aspergilus se han relacionado con el cáncer del hígado. Ocratoxinas también producidas por especies de Aspergilus, son un potente nefrotóxico que se relaciona también con el cáncer del testículo. Satratoxinas originadas en S. Chartarum y Trichiderma vividi, producen hemorragias pulmonares en los infantes y son causa del Síndrome de la Muerte Infantil súbita. Las Fumosininas, Zeralenona y Tricotecenes son derivadas de especies de Fusarium.

Estos hongos invaden los cereales, maíz, trigo, cebada, etc. y ocasionan diversas enfermedades: La Zeralenona eleva los estrógenos y se ha correlacionado con cáncer del cuello uterino. Los Tricotecenes fueron responsables de una epidemia ocurrida en Rusia en 1913. Más de cien personas murieron por causa de esta Micotoxina. El hongo Fusarium con varias especies se conoce desde 1970 cuando Marasas y otros investigadores Surafricanos lo descubrieron en una epidemia de Leuocencefalitis equina y en casos de edema pulmonar porcino.

También fue relacionado con cáncer del esófago, del hígado y con defectos del tubo neural. Stevens encontró que las Fumosininas producen la depleción de esfingolipidos por mecanismos enzimáticos y bloquean los receptores de los derivados del Ácido Fólico necesario para la maduración de las células de la cresta neural y son responsables de malformaciones congénitas como los Defectos del Tubo Neural: anencefalia y espina bífida. Una epidemia de Defectos del Tubo Neural en el sur de Texas, en la frontera con México, fue relacionada con la ingestión de tortillas de maíz infectadas con Fumosininas. No hay tratamiento para estas lesiones producidas por las Micotoxinas. La única manera es descubrir los hongos en los cereales y prevenir el consumo de humanos y animales. Las esporas de estos hongos permanecen latentes en el suelo por décadas.

No hay manera de alterar estos hongos por ingeniería genética para hacerlos específicos, pues las mutaciones son frecuentas y pueden proliferar atacando otras plantas fuera de los cereales.

Jaime Gómez-González, MD Neurocirujano e historiador

Nota del Editor. En Colombia la situación es compleja dada la deficiente investigación al respecto –según reciente revisión sobre el tema publicado por la Revista de Salud Pública- pues los estudios realizados en el país han demostrado que la contaminación de alimentos por algunas micotoxinas es significativa y que se deben formular políticas sanitarias para afrontar este limitante. Los salubristas Sandra Duarte-Vogel y Luis C. Villamil-Jiménez discutieron allí el riesgo potencial de las micotoxinas para la salud pública, las dificultades en el diagnóstico y la legislación, así como las implicaciones en la seguridad e inocuidad alimentaria.

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