Las Vacas Locas y la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakobs

La epidemia en el ganado conocida como la “enfermedad de las vacas locas” es un mal causado por priones (nombre dado por el Nóbel Stanley Prusiner en 1982),partículas de virus que tienen graves efectos adversos económicos al diezmar ganado -tal como ocurre con la fiebre aftosa-, sólo que aquí es además necesario sacrificar la totalidad de los animales, con el fin de evitar la propagación del contagio a los seres humanos.

Técnicamente “las vacas locas” son una encefalopatía espongiforme (los sesos sufren una licuefacción y se vuelven como una esponja); su origen es ovino, pues la enfermedad inicial afectaba encéfalos y ojos de ovejas en un mal llamado del “arañado” o scrapie, en el que hay rasquiña intensa, contorsiones, debilidad y parálisis, sed intensa y pérdida de peso, posiblemente debido esto último a infección del hipotálamo y a falta de producción de la hormona antidiurética. El scrapie de las ovejas no se transmite al hombre, pero sí a las vacas, a través de concentrados a base de tejidos de ovejas; los británicos no pensaron que el scrapie se pudiese transmitir al ganado por esta vía. La vaca si la puede transmitir al hombre, pues los priones pasan la barrera de especies y causa la encefalitis espongiforme.

En el ser humano han existido dos encefalopatías espongiformes: la enfermedad de Creutzfeldt-Jakobs (CJD) y el Kurú. La presencia de virus lentos (agentes infecciosos con lenta replicación y largos periodos de incubación) en estas enfermedades fueron hallazgos del Nóbel Carlton Gadjusek, quien también ha investigado en Colombia la paraparesia espástica del Pacífico. Sus estudios pioneros dieron luz sobre la etiología del CJD. Estos “virus lentos” –aunque no representan un virus típico- son básicamente infecciosos en animales y se llaman también “prion” por “proteinaceous infectious particles” (partículas infecciosas proteináceas).

La epidemia de “vacas locas” en el Reino Unido se vio años atrás y se comprobó que se debía a que el ganado recibía concentrados alimenticios a base de vísceras de ovejas enfermas de “scrapie”, una especie de sarna. Estas partículas tipo prion (o priones) son altamente resistentes al calor y se vuelven más resistentes si se tratan con formaldehído. Lo interesante es que pueden atravesar la “barrera de especies”, es decir pasa de una especie a otra cuando el concentrado tiene títulos altos del prion. En Inglaterra se prohibió hace años el consumo de vísceras de oveja y aunque el gobierno inglés ha dicho que la carne de res de allá se puede comer con seguridad, hay preocupación porque se ha informado 10 casos nuevos de CJD en humanos, entidad muy parecida a la SBE. En Colombia el gobierno ha garantizado que no entrará ni carne ni harina de carne ni semen para inseminación artificial procedente de Inglaterra, pero podría ocurrir por triangulación y contrabando.

Hasta aquí el problema agro-económico: la industria ganadera está en riesgo; y ¿de los humanos qué? Los casos informados y ampliamente comentados tienen algunas variables en relación con la CJD clásica, que puede ser congénita, esporádica o adquirida (la otra enfermedad del grupo, el “Kurú” se adquiría merced a las prácticas canibalísticas de Nueva Guinea pero al controlarse estas, desapareció). ¿Reaparecerá en Alemania, donde ya se encontró al menos un hombre caníbal?

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