Las Ranas en el Estudio de la Fisiología

Los estudiantes de Medicina de esta época están muy acostumbrados recibir su enseñanza a través de modelos anatómicos de plástico, información por cintas de video e Internet o a estudiar, en el papel, complejos sistemas moleculares y están poco habituados a realizar o, simplemente analizar, experimentos en los que hay un “animal de experimentación” de por medio. Quizás por eso a muchos les sorprenda que los estudios sobre epitelios se hagan con piel de rana, vejiga de sapo, intestino de conejo, túbulos de rata, etc. y no llegan a comprender que los fisiólogos que trabajan en este campo no están en realidad, interesados en la rata, el sapo o el conejo, sino en obtener de los preparados una información que permita construir un modelo. Si este modelo puede o no extenderse a otros animales, incluido el hombre, será un paso posterior. Dentro de esta idea, las ranas y los sapos han tenido un papel fundamental, ya que es un animal fácil de obtener, se reproduce en cantidad, no necesita de cuidados especiales, no come en cautiverio y los experimentos se pueden hacer temperatura ambiente, pues son poiquilotermos.

Quizás el experimento más popular, usando ranas, sea el de Galvani, en 1791, en el que estimuló los nervios de las patas con corriente eléctrica. Desde entonces, nervios, músculos, estómagos, pieles, vejigas, intestinos, ovarios y muchas otras partes de ranas y sapos han ido a parar a las manos de los investigadores. sin olvidar el más reciente uso de sus oocitos para injertarles canales iónicos o de agua. De ellos se ha obtenido, sin duda una información valiosa y por eso nuestro reconocimiento.

Montoreano R. Manual de fisiología y biofísica para estudiantes de medicina. 2002. www.freebooks4doctors.com

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