Fobias en Niños

Bogotá. En los niños y adolescentes pueden presentarse miedos anormales o exagerados, al igual que ocurre en los adultos. Son tres las fobias más comunes en los pequeños pacientes.

Fobia específica o fobia simple. Temor o miedo intenso persistente a objetos o situaciones claramente identificables y circunscritas, como el miedo intenso a los ratones. La exposición al estímulo fóbico produce una respuesta inmediata de ansiedad, esta repuesta puede presentarse como un ataque de pánico, llanto, irritabilidad, inhibición, parálisis o abrazos. A diferencia de los niños, los adolescentes, pueden reconocer que el temor es excesivo o irracional. En la mayoría de los casos el estímulo fóbico se evita. Este conjunto de síntomas genera alteraciones en el funcionamiento escolar, social o familiar. El temor identificado debe durar al menos seis meses para ser considerado una fobia en lugar de un temor transitorio. El objeto del miedo puede ser la propia anticipación del peligro o daño inherente al objeto o situación, por ejemplo el temor a viajar en un avión debido al miedo de estrellarse, temor a los perros por miedo a ser mordido, temor a la sangre por la posibilidad de desmayarse, miedo a las aglomeraciones por el temor de perder el control y gritar en público. El tipo de fobia puede ser a un animal o insectos, ambiental (alturas, oscuridad, tormentas, precipicios, agua), sangre, inyecciones, daño, situacional (aviones, espacios cerrados) y otros tipos (payasos o personas disfrazadas), pueden ser producto de la fantasía del niño como personajes irreales, fantasmas, duendes y brujas. Se trata pues de un miedo intenso, incontrolable a un estímulo en particular y quien lo padece no se puede controlar ni puede ignorar el estímulo.

Agorafobia. Es un tipo específico de fobia consistente en la aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar puede resulta difícil o embarazoso, o no pueda recibir ayuda. Genera ansiedad anticipatoria y comportamientos permanentes de evitación de múltiples situaciones, por ejemplo estar solo dentro o fuera de una casa, mezclarse con la gente, estar en el salón de clases, hacer cola, viajar en automóvil, autobús del colegio, bus o transporte masivo, avión, pasar por un puente o entrar a un ascensor. Se inicia entre los 15 y los 35 años y puede presentarse con o sin historia de trastorno de angustia. Es la fobia a permanecer en los lugares públicos.

Fobia social. Se caracteriza por miedo acusado y persistente a situaciones sociales o actuaciones en público por temor a que resulten embarazosas. La exposición a estos estímulos produce angustia y síntomas neurovegetativos como palpitaciones, temblores, sudoración, molestias gastrointestinales, diarrea, tensión muscular, enrojecimiento y confusión que pueden llegar a tomar forma de un ataque de pánico. Los adolescentes pueden reconocer este temor como excesivo e irracional, en cambio los niños no lo logran manifestar. Este miedo se asocia a una conducta de evitación de las situaciones sociales o actuaciones en público temidas o bien se experimentan con ansiedad o malestar intensos, esto interfiere con la rutina normal del individuo, con sus relaciones académicas o sociales, generando gran malestar. En los niños, se necesita demostrar que sus capacidades para relacionarse socialmente con sus familiares son normales y han existido siempre, y que la ansiedad social aparece en las reuniones con individuos de su misma edad y no sólo en cualquier interrelación con un adulto. La ansiedad puede traducirse en llanto, tartamudez, parálisis, abrazos o aferramiento a familiares cercanos, y la inhibición o abstención de mantener relaciones con los demás llegando incluso al mutismo. Los niños mayores pueden mostrarse excesivamente tímidos en los ambientes sociales alejados de la familia, eludir los contactos con los demás, rehusar a participar en juegos de equipo y mantenerse típicamente en una posición de segunda línea en las actividades sociales, procurando aferrarse a sus familiares de mayor edad. Los niños no tienen la oportunidad de evitar la totalidad de situaciones temidas, y es posible que se muestren inca paces de identificar la naturaleza de su ansiedad. Pueden presentar disminución de la participación en clase, negativa a asistir al colegio o rechazo a las actividades y citas adecuadas para su edad. Pueden inventar razones de por qué no pueden ir a la escuela, rehusar subirse al autobús, y rehusar formar parte de actividades extracurriculares. En el salón de clases, estos niños evitan desesperadamente hablar o leer en voz alta en clase. Es la llamada timidez, que limita muchas opciones y oportunidades de los niños y adolescentes y les convierte la vida escolar en un doloroso drama cotidiano.

Vásquez R, Ibáñez M y Orejarena S. Timidez ¿o fobia social? Cuadernos de Psiquiatría de Enlace 2003; 20:7-10. Asociación Colombiana de Psiquiatría. www.psiquiatria.org.co

American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (2002). Anxiety in children and adolescents, NIH 00-4778, Washington DC. https://www.aacap.org/publications/apntsfam/index.html

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