Diabetes en Desfavorecidos y Vulnerables

A diferencia de lo que se piensa, la diabetes no es una enfermedad sólo de los ricos. Son las comunidades y personas más pobres las más vulnerables a la diabetes y las que tienen mayor dificultad de acceder a los servicios de salud en busca de cuidados y de control de la enfermedad para poder prevenir sus complicaciones. Estos grupos son los siguientes:

Desfavorecidos económicamente. La Federación Internacional de Diabetes (FID) estima que de los trescientos treinta y tres millones de diabéticos que habrá en el 2025, el 80% vivirán en países de ingresos bajos o medios.

En muchos de estos países hay poco o ningún acceso a tratamientos que puedan salvar vidas o prevenir incapacidades. La pobreza es el principal determinante de vulnerabilidad en los grupos desfavorecidos. Desde otra perspectiva, la diabetes deteriora la economía familiar y eso empeora la situación.

Igualmente, la diabetes puede tener un impacto negativo sobre el crecimiento económico en los países en vías de desarrollo. Pero la pobreza absoluta no es el único problema. Los grupos y personas de escasos recursos de los países desarrollados corren un riesgo mayor de tener diabetes tipo 2 que los que son más ricos.

Inmigrantes y minorías étnicas. Las minorías étnicas tienen mayor riesgo de contraer diabetes que la población general y más dificultades para acceder a los servicios de salud. Las condiciones de atención sanitaria también se complican en estos grupos y en los de inmigrantes debido a barreras tales como el idioma y la discriminación.

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Comunidades indígenas. Hay más de trescientos setenta y cinco millones de indígenas en el mundo. En muchas de estas comunidades indígenas se ha visto un marcado incremento en la prevalencia de la obesidad y la diabetes en la medida que han incorporado los malos hábitos de vida de la civilización actual.

En Colombia, varias comunidades indígenas se han visto afectadas por la violencia; su desplazamiento hacia zonas urbanas los está llevando al sedentarismo y a la incorporación de una alimentación foránea. Aún no conocemos el impacto de esto pero se sospecha que incidirá para que en un futuro se incremente la prevalencia de obesidad y enfermedades relacionadas como la diabetes.

Los ancianos. La población mundial está envejeciendo y la esperanza o promedio de vida se ha incrementado sustancialmente. En muchas comunidades los ancianos son valorados y cuidados por su sabiduría pero en otras son abandonados en situaciones de vulnerabilidad extrema. La diabetes y sus complicaciones son habituales entre las personas mayores.

Si los sistemas de bienestar de los estados no están bien desarrollados, el ser anciano puede significar una carga y, si se suma la diabetes, puede resultar intolerable. Los bajos ingresos económicos, las dificultades para movilizarse hacia los centros de salud y la dificultad para acceder a la información, pueden exacerbar su vulnerabilidad.

Los desplazados por la guerra o la violencia. En Colombia, al igual que en otras partes del mundo, la guerra y la violencia sostenida por grupos guerrilleros o de para-militarismo han dispuesto que una gran parte de la población se desplace a los poblados urbanos en busca de seguridad y de nuevas fuentes de sustento.

Los cambios en el estilo de vida y las precarias condiciones de vida los dejan muy vulnerables a las enfermedades como la obesidad y la diabetes. El gobierno hace esfuerzos para que estas personas tengan el menor sufrimiento posible pero bien sabemos que se debe buscar una solución social y política a esta situación para que se acabe la violencia y, así mismo, los desplazamientos.

Federación Colombiana de Diabetes

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