Dermatología Moderna

La piel es un órgano muy especial; no sólo nos sirve de abrigo protector para que, en asocio con el tejido graso, no permita el desperdicio del calor generado por nuestras combustiones internas; es un tejido fundamentalmente sensitivo que tiene el mismo origen embriológico que el sistema nervioso, que detecta el frío, el calor, que percibe el dolor, que es sede del tacto, de las faneras (cabello, uñas, vello), cuyo color es sello inconfundible de las razas.

Carcinoma baso-celular, imagen en palizada. Bermuy J, Bravo F. Folia Dermatol 14(1):21-27.

La piel está asociada al trauma del nacimiento en virtud de las sensaciones desagradables que por medio de ella llegan al bebé; quizá por ser órgano de choque de las neurosis, muchas de las dermopatías son neurodermatitis. También se afecta por el envejecimiento. No hay persona que bien examinada no presente alguna lesión en su piel; bien sea el incómodo acné, el vello superfluo, la preocupante calvicie, el eczema de las amas de casa, el lunar sospechoso…

Hace cincuenta años el estudio de las enfermedades de este tejido – que también ha sido fuente de inspiración en poetas y compositores- se limitaba a las descripciones tan bellamente captadas por las fotografías a color publicadas en los atlas. En muchas ocasiones, el fuerte del dermatólogo era su habilidad semiológica. La terapéutica se vio luego modificada con el advenimiento de los corticoides y los anti-microbianos.

tensiometro37-fig2La dermatología moderna tiene otros horizontes. Para comenzar, la piel es un órgano inmunológico y el estudio de sus anticuerpos por medio de técnicas fluorescentes y de inmuno-patología es parte fundamental en la comprensión de los problemas alérgicos, tumorales, algunas infecciones, la alopecia areata, donde se hace necesario analizar la situación con los anticuerpos monoclonales. Es fundamental reconocer su importancia en la seguridad industrial, pues se presentan muchas dermatitis de contacto y por agentes químicos. El hirsutismo y el acné son manifestaciones endocrinas, aunque hay muchos casos de vello superfluo no andrógeno dependiente, que se presenta en razas como la árabe. La calvicie tiene perspectivas de tratamiento médico o quirúrgico (auto trasplante), al igual que el tratamiento de la despigmentación del vitiligo por injertos de melanocitos cultivados. Para las quemaduras y cicatrices, existen entre otros el injerto homólogo o el de piel artificial. Hay nuevos quimioterápicos y en prevención de cáncer, se recomienda ampliamente la protección de los rayos solares, en especial en personas de raza blanca.

Alopecias

El crecimiento del pelo es cíclico, pasando por 3 etapas: de crecimiento (anágena), un centímetro mensual por dos a seis años; de reposo (catágena), dura tres semanas; fase de caída (telógena), cuando imperceptiblemente caen entre 80-100 cabellos por día y dura de tres a cuatro meses.

Alopecia es la disminución ó pérdida del pelo, localizada o generalizada, temporal ó definitiva de cualquier tipo u origen. Representa entre el tres y ocho por ciento de las consultas dermatológicas, y en medicina general usualmente es tipo androgenético, o sea de hombres jóvenes que presentan calvicie común. La alopecia es problema del sexo masculino en un cuarenta por ciento, y en el femenino en un diez por ciento. Hay dos tipos básicos: cicatriciales o irreversibles y no cicatriciales o potencialmente reversibles. De estas últimas, hay dos que mencionaremos brevemente: la areata y la androgénica. La primera es de probable base genética y patogenia autoinmume, se presenta en placas (usualmente en el cuero cabelludo pero puede afectar barba y cejas), incidencia igual en ambos sexos y aparece a cualquier edad, pero es más frecuente en niños y adultos jóvenes. De etiología desconocida, presenta asociación frecuente con otros procesos auto-inmunes (vitíligo, enfermedad de Graves, anemia perniciosa), con dermatitis atópica y con Down. La histología de las lesiones precoces muestra infiltrado de células mononucleares fundamentalmente linfocitos CD4+. Hay predisposición genética, con mayor incidencia familiar. El papel del estrés es controvertido, pero puede ser un factor desencadenante. Recordemos que esto puede verse también en la Enfermedad de Graves, donde hay una mediación inmunológica y familiar importante. En muchos casos se observa al paciente hasta que desaparezcan por sí solas las lesiones en moneda; en casos más severos se utilizan corticoides intra-lesionales.

La alopecia androgénica es la causa más frecuente de caída de pelo en ambos sexos. Se hereda con un patrón poligénico, produciéndose por acción de andrógenos en pacientes predispuestos genéticamente; en ellos se produce una miniaturización progresiva de los folículos del cuero cabelludo como consecuencia de la acumulación de 5-alfa-dihidrotestosterona, que actúa sobre el órgano blanco folicular inhibiendo su metabolismo Proviene de la acción de la 5-alfa-reductasa sobre la testosterona. La inducción del pelo terminal a velloso sólo ocurre en el cuero cabelludo, en la zona fronto-parietal y en el vórtex. La asociación de sebo y calvicie es habitual, pues la glándula sebácea es andrógeno-dependiente, lo que no implica que la seborrea sea la causa. Se sospechan procesos de virilización en las mujeres en las que se presenta una instauración brusca o con patrón masculino, acompañada de hirsutismo, acné, cambios en al voz, hipertrofia del clítoris. Dos medicamentos, el minoxidil y la finasterida se pueden usar en el tratamiento de hombres, pero en la mujer no se usa el segundo, sino drogas como la espironolactona o antiandrógenos tipo ciproterona en casos más severos.

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