Introducción a la Teoría de la Ciencia Psicoanalítica

Teoría de la ciencia

DR. GUILLERMO SÁNCHEZ MEDINA

Quiero iniciar este capítulo planteando, en primer término, una vez más, lo que entiendo por ciencia, no sin antes mencionar el hecho de que existe una variedad de definiciones, basadas en principios filosóficos, físicos, técnicos, metodológicos, etc.

De una u otra Manera, al conceptualizar la ciencia, básicamente se recurre al saber teórico que, con una técnica puesta en práctica, puede demostrar los postulados que en ella se emiten. La demostración se basa en el razonamiento de la lógica.

Si la gnoseología se impuso a la ontología, y ésta se basó en la filosofía, en el fondo la primera se convirtió en una reflexión del saber científico; de tal suerte que desde las matemáticas hasta la sociología han desembocado en la ciencia, la filosofía, la metafísica y las ciencias de las ciencias o epistemología.

Unos y otros enfoques han seguido diferentes métodos, unas veces describiendo y agrupando los hechos observados, otras, el conocimiento, clasificándolo.

No hay que confundir aquí el método con la ciencia o la técnica y los sistemas de ordenación con la teoría del conocimiento, la que se diferencia de la teoría de la ciencia que a su vez es una consecuencia de aquélla; es un paso  más allá en el sentido de definir y estudiar la misma ciencia, es llegar a la ciencia de las ciencias, o lo que llamamos epistemología.

Es esta una reflexión de la misma ciencia, sobre sus funcionamientos,  proposiciones, métodos, sistemas y funciones.

La clasificación de las ciencias desde Platón y Aristóteles:

Ha tenido una serie  de ubicaciones; desde lo sagrado, lo civil y lo natural hasta llegar a lo empírico y a la ciencia pura; de lo ideal a lo real, de lo fenomenológico a lo interrelacionado; de lo físico a lo lógico, de las relaciones a las interrelaciones cuali y cuantitativamente, del desarrollo a lo procesal, de lo sistémico a lo intersistémico: del modo y modelo a lo conceptual.

Antes de seguir adelante es mejor explicitar lo que entendemos como ciencia.  Podríamosdefinir la ciencia en general, como la estructura con leyes que se refieren, a los procesos de fenómenos, y que tienen una teoría que se valida en la práctica.

La ciencia en general la podemos clasificar en:

(Lógica y matemáticas); y en factual: natural (física, química, electrónica y biología) y cultural (historia, política, sociología). Entre la natural y la cultural estarían ubicadas la psicología, la antropología y el psicoanálisis, complementadas por la lógica,

Si antiguamente se clasificaron las ciencias en natural, civil y sagrada, todas éstas pertenecían a la faculta de la memoria y a los datos de la historia; fue más tarde cuando la razón ocupó su importancia como base de la ciencia teológicas, naturales (física y metafísicas), y de las ciencias del hombre (lógica, ética y luego la sociología) (7) en la introducción expuse cómo las ciencias pueden también clasificarse en energéticas y conceptuales.

De tal manera podrían ordenarse las ciencias de acuerdo con el sujeto, la forma, el hecho, la naturaleza de lo que se conoce y estudia.

Si se me permite también hacer una proyección geométrica para la ubicación estructural de las ciencias, éstas se podrían localizar en una pirámide cuya base  estaría constituida por la filosofía, lametafísica, la metodología y la epistemología y los treslados por las ciencias exactas, biológicas y sociales.

Cada una de y éstas, tendría un encuentro con las otras, constituyendo así el contenido, su funcionalidad y su posibilidad de ser, en cuanto unas y otras estructuran un volumen equilibrado e integral. De tal suerte, toda esta estructura estaría sujeta a su comprobación dentro de la funcionalidad y existencia de ella misma.

Estando el psicoanálisis del lado de las ciencias sociales, tendría su encuentro con las otras ciencias en forma espacio-temporal; de tal manera su encuentro con las ciencias exactas (matemáticas) no sería sino una cuestión de posibilidad variable, que puede ser indemostrable en el campo de la investigación científica. Sin embargo, la epistemología sería la que le daría validez científica a las ciencias.

Si en algún momento se habló de ciencia de las formas y de los fenómenos, ahora se habla más de ciencia de las funciones, de los métodos y de los procesos, que van a dar origen a los principios y a las leyes de los mismos.

La ciencia implica el saber, el conocer; a su vez el saber debe entenderse como la ligazón de varios conocimientos que pueden ser aplicados en una forma técnica, además  no sólo la historia sino también la misma metodología hacen parte del proceso del conocimiento.

El conocimiento de los instrumentos, los hechos y fenómenos que  intervienen en él, son indispensables para el mismo conocimiento. A la vez que estoocurre, en el proceso del conocimiento otros procesosse suceden simultáneamente y/o alternativamente, entre otro el intuitivo, el lógico, el histórico, el matemático, los que van a prever y a probar los hecho observados, todo lo cual validaría la observación.

Este hecho de validar se puede efectuar con palabras o con símbolos de los temas (ciencias), y con teorías (lógica) derivadas de la observación y aplicación. Creo que todo este proceso de conocimiento en que va implícita la validación, es cuestión de niveles del conocimiento mismo y niveles de aplicación práctica de los mismos (24).

Entiendo como nivel  el hacer consciente el qué, cómo, dónde, para qué, por qué, cuándo y cuánto se ha hecho, para lograr encontrar la esencia, la forma, el lugar, el fin, el tiempo, la cantidad y por último la causa. Esta forma de sistematizar el conocimiento de lo observado ayuda al ser humano a descubrir nuevos fenómenos y  hechos, como también a la posibilidad de formular leyes. Por su parte, el conocimiento se vuelve ciencia, es decir, se sistematiza, llega a niveles de generalización y abstracción, y es aquí donde se establece una técnica que por su parte se vuelve a sistematizar hasta convertirse en estructura independiente; a ésta la llamamos ciencia (6).

De lo expuesto podríamos deducir  que el proceso del conocimiento tiene los niveles técnicos (que no son los mismos conocimientos), que a la vez forman el nivel de los hechos, estos hechos pasan al estudio de otros niveles (entre otros el matemático), que bien puede ser o pertenecer a la categoría de cualidad o de cantidad, que a su turno les da una categoría y una forma; ésta última pertenece más al “nivel formal” de la ciencia, al paso que las categorías cualitativa y cuantitativa corresponden más al nivel matemático y al lógico. Por último, el conocimiento histórico, el metodológico y el semántico  forman el llamado nivel crítico de la ciencia (6).

Los hechos y las formas, y la crítica de ambos, da como resultado el conocimiento valido, es decir, la validez del mismo. La validación, como ya se expuso, no se puede hacer sin recurrir a las matemáticas, a la lógica, a la historia, a la metodología, a la semántica y a la crítica; todas estas disciplinas deben desarrollarse para obtener el conocimiento de los hechos encontrados. Si la matemática es una forma más para la validación, eso no quiere decir que sea la única con que se pueda validar, más aún, el conocimiento mismo pertenece a un proceso que siempre está en continuo cambio, en el que se presentan nuevos sistemas, nuevas leyes y nuevos hechos que tienen sus fenómenos (particulares y generales) (6).

No queriendo caer en el simplicismo, permítaseme, una vez más insistir en la conceptualización de ciencia según la cual ésta se entiende como una estructura con sus leyes (generalizaciones, abstracciones) que se refieren a los sistemas de los procesos, de los fenómenos, hechos y propiedades (significados y simbolizados) que a la vez tienen una teoría, la cual se aplica en la práctica, que deviene técnica, y ésta ayuda a validar la primera.

Ciencia y Psicología

Aceptando, repito, esta definición, propongo aplicarla  al psicoanálisis; éste tiene una teoría específica, un método técnico de aplicación práctica para demostrar su teoría; la teoría y la técnica se articulan y configuran una estructura que se refiere a los hechos y procesos mentales.

Entiendo como estructura la semejanza en los sistemas, y a éstos como la resultante de la observación de las propiedades y de las clases que semejan unas proposiciones.

El común de las propiedades fundamentales, de las proposiciones, en psicoanálisis, se basa en los hechos clínicos de los fenómenos mentales, que son cambiantes y móviles. La movilidad de estos fenómenos mentales es observable y también comprobable.

El psicoanálisis como método científico posee sus teorías, sus instrumentos técnicos que, metodológicamente aplicados, van a dar como resultado una investigación. Esta es, al mismo tiempo, la praxis en el campo de observación.

Situación analítica

El campo a que nos referimos es la situación analítica, en que hay, no solo un observador sino dos observadores y dos observados; pero uno de ellos es quien reduce el campo de la observación y lo centra en el proceso de desarrollo de la relación, en la situación de los dos (analista-analizado) (15,21).

Del campo de observación surgen hechos que ocurren mentalmente y que tienen sus experiencias y vivencias internas en cada uno de los participantes; estas experiencias son llevadas en forma alternante y a veces contradictoria, a formulaciones simples, de lo irracional a lo irracional, de lo subjetivo a lo objetivo, de lo inconsciente a lo consciente; al tiempo que esto sucede en el proceso analítico, él mismo es estudiado desde el punto de vista teórico y formulado como tal en premisas y proposiciones que luego se van a ordenar y analogar para después ser corroboradas por otras similares o semejantes, sin querer aceptar resignadamente hechos, por la simple razón de no parecer posible y contrastables por razones lógicas.

Por ejemplo, una interpretación analítica puede producir cierta apertura momentánea  a un monto de ansiedad, o a un “acting” o a una reacción terapéutica negativa, o a una confusión  de la relación, en la situación, inclusive de un momento del proceso, o puede suceder lo contrario (18, 27).

Los hechos sicológicos  que ocurren en el campo de observación analítica, están determinados por el proceso analítico en sí y por los procesos que simultáneamente se suceden en los aparatos psíquicos del investigado y del investigador. En estos procesos se incluye lo racional y, sobre todo, lo irracional.

Por otra parte, el objeto del psicoanálisis como ciencia es el estudio racional de la irracionalidad del hombre en su proceso inconsciente; desde este punto de vista se oponen a otras ciencias que se ocupan únicamente de lo racional objetivo. La ciencia racional  de por sí ha creado una naturaleza racional.

El psicoanálisis, en su lenguaje especial, no da cabida al lenguaje matemático racional, ni se puede valer de él para su misma validación, como lo hacen muchas otras ciencias  El mismo lenguaje de las palabras no solamente no es universal, sino que tampoco tiene comprobación lógica en su estructura según lo enuncia la lingüística  El único  lenguaje universal es el matemático simbólico, aunque él mismo es incapaz de expresar el sentimiento y los afectos, lo que sí se realiza en el lenguaje hablado y/o escrito y en el de la fantasía (8).

Métodos en Psicoanálisis

Desde el punto de vista filosófico y metodológico existen varios métodos utilizados en la investigación psicoanalítica; uno de ellos es la inferencia, término que indica un razonamiento en el cual se deduce de un juicio otro juicio ligado al primero y comprende todos los razonamientos o procesos discursivos; la conclusión, con este método, se realiza por la intervención de otra proposición  (14, 22, 27).

Con respecto a la inferencia, se la ha considerado como perteneciente a un proceso psicológico que implica uno lógico, el cual tiene un modo de operatividad  en la ubicuidad psicológica, efectuable sobre proposiciones; por consiguiente, la inferencia participa de la objetividad[1] Implícita en las conexiones entre las mismas proposiciones que van a dar lugar a enunciados científicos (7).

Las inferencias se llaman también procesos discursivos; entre estos últimos se encuentran la deducción, la inducción, el razonamiento matemático y el razonamiento por analogía, a pesar de que este último ha sido utilizado por muchos investigadores en el campo analítico, que trata de hallar una propiedad intrínseca en las partes analogadas,  no siempre se puede llegar a lo idéntico, pero sí a lo semejante y a la vez distinto (7).

El método analógico no es constante y suficientemente válido cuando se aplican a la relación entre sistemas de conceptos dinámicos (psicodinámicos) homólogos, pues puede dar lugar a una diferencia o a una coincidencia.

La inferencia y con ella los métodos deductivos-inductivos y otros, son los que participan en la metodología psicoanalítica, en la técnica aplicada con su instrumento interpretación. Aquí no debemos olvidar que todo el campo de la comunicación y de la lingüística toma importancia y debe sernos útil para comprender los procesos mentales y el mismo proceso analítico.

Desde el punto de vista de la inducción ésta no puede dar lugar, como lo expone Popper:

A “una verdad puramente lógica”, como una tautología o un enunciado analítico. En realidad, si existiera  un principio  de inducción  puramente lógico, no habría problema en la inducción, pues en tal caso sería menester consideran todas las inferencias inductivas y como transformaciones puramente lógicas…; exactamente lo mismo que ocurre con las inferencias de la lógica deductiva” (18).

En todo razonamiento científico, y especialmente en el psicoanalítico, debe incluirse también el estudio de lo contradictorio, lo incompatible y lo absurdo, que es válido para el inconsciente y para el proceso primario.

Sí se me permite un punto más, es mi deseo expresar aquí cómo el análisis ayuda a la investigación de los procesos mentales del pensamiento, adentrándose al qué, cómo, dónde, porqué, para qué, cuándo y cuánto, se organiza o integra en el pensamiento.

Con respecto a la ciencia, Freud en su obra “los Instintos y sus Destinos”, de 1915, hace su introducción escribiendo: “Hemos oído expresar más de una vez la opinión de que un ciencia debe hallarse edificada sobre conceptos fundamentales, claros y precisamente definidos.

En realidad, ninguna ciencia, ni aún las más exacta comienza por tales definiciones. El verdadero principio de la actividad científica consiste más bien en la descripción de fenómenos, que luego son agrupados, ordenados y relacionados entre sí”.

Más adelante agrega: “Sólo después de una profunda investigación del campo de los fenómenos de que se trate, resulta posible precisar más sus conceptos fundamentales científicos y modificarlos progresivamente, de manera a extender en gran medida su esfera de aplicación haciéndolos así irrebatibles (9).

“Esté podrá ser el momento de concentrarlos en definiciones. Pero el progreso del conocimiento tampoco tolera la inalterabilidad de las definiciones” (9).

Fue el estudio metodológico de Freud el que permitió la formulación de diferentes teorías que describían una forma de pensamiento, que a la vez unificaba diversos fenómenos mentales.

Estas teorías emergieron de hipótesis surgidas de las conclusiones de los hechos clínicos; sin embargo, las mismas teorías no son la descripción o la explicación de los hechos; aquellas son más que otra cosa, construcciones lógicas que devienen después de plantearse una hipótesis, que a la vez al ser desmontable en la práctica pueden formularse en teorías.

De tal manera una hipótesis pueden llegar a ser formulada en teoría, si bien ésta puede ser falsa o verdadera; la falsa podría producir una transformación beneficiosa de la realidad histórica, y a la inversa, una teoría correcta pueda resultar paralizadora u obstaculizadora del cambio o del progreso.

No se entienda que sería mejor emitir teorías  falsas, sino que debemos estar alerta a que en toda falsedad aparente y/o manifiesta podría haber incluido una verdad latente.

 Las teorías  Psicoanalíticas

(La Metapsicología) 

Fue Freud quien construyó una serie de hipótesis que lo llevaron a la formulación  de sus teorías, las que fue cambiando hasta emitir conceptos integrados en una metapsicología.

La evolución de sus conceptos y la libertad para cambiar sus teorías  lo llevaron a una estabilidad en el modelo psicoanalítico; así mismo la técnica descubierta por él, con su encuadre específico, le permitió el estudio de la relación transferencia-contratransferencia, el “insight”, y el estudio del proceso analítico, en el cual hay continuodescubrimiento y permanente validación con probabilidad de certeza y a la vez de incertidumbre.

En el proceso de verificación, repito, hay cierta posibilidad, cierta incertidumbre, es decir, se puede verificar una proposición  en un sentido u otro, lo que se corrobora según sea las constantes y las variables (posiciones) o categorías que se proponen o no verificar.

Con respecto al término de metapsicología, Freud designo teóricamente la psicologíapsicoanalítica; en ella se incluyen una serie de “modelos conceptuales más o menos distintos de la experiencia, tales como la ficción de un aparato psíquico dividido en instancias, la teoría de las pulsiones, el proceso de la represión, etc.” (Laplanche Pontalis).

En la metapsicología Freud trato de rectificar las construcciones metafísicas y describió el proceso psíquico en sus relaciones dinámicas, tópicas y económicas (12).

A pesar de que para él estos postulados teóricos fueron los pilares de lo que definió como metapsicología, no son en verdad los únicos fundamentos psicoanalíticos, pues en ellos no se incluye lo estructural, lo objetal, lo instintivo evolutivo, lo posicional, lo genético, lo histórico, lo epigenético, lo adaptativo, lo sistémico y lo procesal.

Todos estos conceptos teóricos pueden configurar sistemas que no funcionan independientemente, pero que desde algún punto de vista, en la práctica clínica o en las teorías  de la técnica, puede enfatizarse uno más que otro.

De tal manera el investigador analista queda parcializado en una teoría, identificado a un esquema referencial de trabajo, con el cual pueda enfrentarse al investigado-analizado o enseñarle; es así como es posible deformar la investigación científica, y en lugar de hacer ciencia se enseña técnica o un método o una teoría; es aquí donde se podría decir que en cambio de analizar se aplica el análisis en la relación y en la situación, y con ello sólo se está haciendo una teorización. Por otra parte, la misma teoría  puede aplicarse fuera de la situación y de la relación, entonces estaríamos también haciendo análisis aplicado, aunque aquí corremos con el riesgo de caer en dogmatismos.

¿Cuál sería el camino para el verdadero científico? La respuesta es quedarse en la investigación del continuo descubrimiento del proceso analítico clínico; éste es el análisis clínico del que puede permitirse salir para cuestionarse, evaluarse y validarse (15, 19, 21).

Queda entendido que por lo regular se usa uno o varios esquemas a la vez en la labor diaria científica y no por esto el analista deja de apartarse de los postulados científicos que requieren un gran conocimiento de diversas teoría, y digámoslo aquí, de esquemas referenciales para con ellos poder enriquecer el conocimiento, igual que la práctica; uno y otra deben ampliarse pero no confundirse, no hacer de uno u otra, de tal manera que detengan el proceso investigativo y con ello se cierre la posibilidad de encontrar la significación y la simbolización de la relación estudiada (analista-analizado) (28, 29).

El entrenamiento analítico implica el estudio de diferentes esquemas referentes a la teoría, a la técnica y a la clínica.

Los analistas y clínicos no siempre son los que se interesan por la investigación externa, es decir, por fuera del análisis. Al mismo tiempo hay analistas que se interesan más por la teoría y por el estudio metodológico de ella, al paso que otros se preocupan más por la técnica y la teoría de la técnica que desean manejar para aplicar en la práctica.

En los institutos, por lo general, no hay programas específicos  de investigación; (5,13) ésta se realiza más por grupos de analistas que se interesan por afinidades en algún tema que en ocasiones surge de las necesidades grupales.

La Investigación en Psicoanalíticas 

La investigación científica en psicoanálisis tiene cierta variedad de líneas, (27) que desemboca en la situación y en el proceso.

Sin embargo, no todas ellas se hace con el mismo encuadre, más aún, cuando aparece alguna investigaciónque se sale del encuadre se suele decir que  “eso no es análisis”, de tal manera se aparta al investigador del campo de investigación científica; aceptando que el campo analítico es el especificado de la investigación analítica, quiero dejar consignado aquí, que fuera de él, en el estudio metodológico, en las formulaciones o reformulaciones teóricas o técnicas, se puede también estar haciendo una investigación; a esta le damos el nombre de investigación teórica.

Con lo anteriormente expuesto sólo me refiero a la teoría de la investigación y no a la investigación analítica propiamente dicha, ya mencionada.

Quienes se oponen a que se dé la categoría de ciencia al psicoanálisis, lo hacen basados en una actitud intelectualista, que conlleva cierta posición afectiva de rechazo a lo irracional, incompatible con lo lógico y matemático. Además, quien trabaja para conocer su propia irracionalidad, lo hace con temor, pero para vencerlo y para pensar más racionalmente, debe aceptar su misma irracionalidad (4, 14).

El psicoanálisis como método de investigación de la psiquis tiene sus hipótesis básicas (genéticas, instintivas tópicas, económicas, objetales, posicionales, etc.), que configuran unas teorías que abarcan procesos, secuencias y consecuencias; el analista hace referencia a ellas cuando estudia su método operativo y en cierta medida lo puede hacer durante la aplicación de la técnica.

Métodos Técnicos 

La atención flotante, el estudio de las asociaciones libres, de la conducta, y la respuesta del analista con las hipótesis interpretativas, son los métodos técnicos que se utilizan en la práctica.

Con respecto a la hipótesis, que pueden ser formuladas en la interpretación analítica, funcionan dentro a la metodología científica como otra hipótesis, pero, como lo expone Álvarez, “ninguna hipótesis se valida por sí misma, y su verificación tiene lugar en las consecuencias que se esperan de ella” (1). Pienso que  dichas consecuencias no se deberían esperar, cuando ellas se presentan, es mejor abrir el campo a una nueva investigación sin formular conclusiones.

Los métodos a que he hecho referencia, requieren para la observación de todos los órganos de los sentidos, pero  el que más se pone en función es el acústico, por medio de la comunicación y percepción del lenguaje hablado, para poder entender, comprender y conocer. Se trata, en la ciencia psicoanalítica, de “conocer”, de entender el conocimiento de la unión y síntesis de la “subjetividad”.

Se observan hechos, se perciben fenómenos verbalizados y no verbalizados, que se seleccionan; luego se elevan a la categoría de hechos generales y significativos pertinentes, validándose con otros hechos corroborados con cierta posibilidad y certeza. La validación de los conceptos teóricos en psicoanálisis se hace por los hechos clínicos observables por el mismo investigador que hace parte de lo investigado (19, 23)

El psicoanálisis como método de investigación así expuesto, descubre entre otros fenómenos el significado y el significante inconsciente en su lenguaje particular, a través de su método investigativo; lo que uno descubre en la situación analítica y lo que es ésta, son dos aspectos diferentes que pertenecen al mismo campo e instrumento de investigación, es decir, son dos aspectos diferentes en el mismo proceso.

El psicoanalista como observador y observado 

El psicoanalista, como ya es bien sabido, interviene en la situación analítica haciendo parte de ella como observador y como observado por el analizado, como instrumento e instrumentador, como contenido y continente de las identificaciones proyectivas del analizado. El analista, al mismo tiempo que tiene una funcionalidad múltiple, es monofuncional en cuanto a la instrumentación del instrumento interpretación, pese a que ésta última pertenece al proceso derivado de la relación subjetiva-objetiva, la que también puede ocasionarle una perturbación al analista en la coherencia de la labor analítica y científica.

La perturbación de la funcionalidad del analista puede ocurrir por diversos factores, ya sean los que se refieren a la disminución de la capacidad yoica de los analistas,de permanecer en el campo investigativo-irracional, lo que los lleva a protegerse con la racionalidad racionalizada en los esquemas teóricos referenciales, ideológicos, sociales y/o reales, y, dentro de la situación analítica,con el encuadre, creando así una alianza anti-analítica.

El analista, al enfrentarse con la irrealidad, se vuelve permeable a ella, y puede ocurrir, y ocurre, que se establezcan zonas limitantes para no caer en la neurosis o en la psicosis contratransferencial; como consecuencia el analista se puede anular o deformar en la práctica analítica y en su labor científica. Las zonas limítrofes y con ellas las “distancias”, permiten no dejarse invadir por las identificaciones proyectivas del paciente y llegar a las contraidentificaciones  totales, con las consecuencias confusionales y/o caóticas, en ocasiones no solucionables en la misma situación (28).

El hecho clínico y la interpretación  

Entiendo, como lo expuse anteriormente, que el psicoanálisis tiene hipótesis básicas y crea otras para ser validadasen los hechos clínicos.

Vale la pena exponer el caso de cómo el proceso analítico interviene, paralelamente y al mismo tiempo, en  una unidad de varios hechos independientes, diferentes y simultáneos, en los que participan el analista y el paciente. Por otra parte, es necesario tener en cuenta como a la hipótesis teórica le sigue un hecho clínico, que lleva a levantar una nueva hipótesis teórica (interpretación); en cada hipótesis y en cada hecho clínico está el asociar libre y la atención flotante de la pareja analítica.

En el analista sucede que, entre cada asociar del analizado, se presenta el fenómeno de selección de los hechos psíquicos ocurridos en la sesión analítica, de las asociaciones expresadas en ella, y luego la interpretación de lo inconsciente inferido, de descifrar el  significante y su significado, que conlleva sus signos específicos en el proceso de simbolización, para continuar con el asociar de uno y otro.

El analista funciona como otro “asociador” mediante la asociación con las interpretaciones, las que son otra asociación más dentro de todo el contexto. La “asociación-interpretación” del analista (cuando no del analizado), conecta, aclara, une, le da coherencia al asociar y vuelve lógico pero no matemático el proceso (2, 25).

El Proceso analítico  

El proceso descubren nuevas posibilidades, nuevas dimensiones, pero no crea nada nuevo (3), y sí permite que el sujeto descubra su misma capacidad creadora. El mismo descubrimiento es parte de la ciencia y tiene que someterse a su validación.

En psicoanálisis la validación está también sujeta a la evolución de lo descubierto, que no es predecible con la validez exacta; la asociación libre y la interpretación son los elementos de trabajo que van a considerarse fundamentales en la validación del campo observado.

En el campo analítico el instrumentador (analista) y el instrumentado (paciente) están provistos de una serie de elementos subjetivos y objetivos con los cuales influyen en el instrumento y en su validación. Cada uno de los participantes es poseedor además de un cierto grado de creencias, de credulidad y al mismo tiempo de duda, de incertidumbre, que son necesarias igualmente para la investigación científica.

Lo observado conscientemente no es el objetivo de la observación, sino lo no observado, lo indirecto lo que llamamos latente, que tienen una fenomenología no detectable sino por sus derivados; es decir, la observación de lo estudiado se realiza  indirectamente.

Lo que uno descubre en la situación analítica y lo que es ésta (como campo e instrumento de investigación), son dos aspectos diferentes en el mismo proceso. Cuando nos referimos al concepto de proceso indicamos que intervienen varios elementos a la vez en forma sucesiva, temporal y espacialmente (15, 20, 21).

Nuestra ciencia psicoanalítica, como ya se expuso, observa, clasifica, compara, analoga, estudia los procesos inconscientes con un método y dentro de un proceso mismo, al que llamamos psicoanálisis.

A través de una forma irracional estudiamos e investigamos lo irracional del proceso mental. Cuando exponemos la irracionalidad en cuanto a la forma de estudiar e investigar en la situación analítica, lo hacemos para describir el procedimiento de la atención flotante, de la asociación libre y de los instrumentos metodológicos en la investigación analítica, los cuales no tienen una secuencia racional  o una ley lógica en su fenomenología aislada, secuencia que sí puede existir en su interrelación.

(Lea También: Metodología de la Enseñanza del Psicoanálisis)

El Psicoanálisis, la objetividad y la subjetividad

El psicoanálisis, como método de investigación, también descubre y comprende muchas dimensiones, pero sin crear condiciones nuevas, es también “…comprensión de lo existente en virtud de lo nuevo”; es, repito, estudio, investigación, descubrimiento y   un encuentro  de posibilidades; además, el pensamiento psicoanalítico contempla la verdad en su “indagatoria como proceso paulatino, contradictorio e histórico” (3, 14).

En el psicoanálisis se encuentran, como ya lo observamos, dos subjetividades y dos objetividades, unas de las cuales instrumenta la interpretación (del analista) que acciona la subjetividad y objetividad errónea del analizado, proceso que funciona a pesarde las ideologías y aparte de ellas que no se refieren al psicoanálisis.

Con esto no quiero decir que se anule la subjetividad y la objetividad del analizado, sino por el contrario, se le da a la subjetividad una coherencia con objetividad y a la objetividad una subjetividad objetivizada.

“No obstante el análisis haber sido usado a veces… no tanto para descubrir problemas sino más bien para ocultarlos, pervirtiéndose su verdadero sentido”(16), no quiere decir que hayamos podido encontrar nuevas soluciones a los viejos y nuevos problemas de la mente.
El psicoanalista puede tener un conflicto entre su quehacer profesional y su ideología” (26), entre su objetividad y su subjetividad, que modula un amplio aspecto de la vida del mismo, pero no por ello debemos entender que tal situación lo cope, lo anule, le deforme la práctica, le invada o le inunden tanto su campo psicoanalítico en el proceso analítico que le impida su acción científica.

Sí el analista pone un límite en su acción observante y participante, a través del encuadre, no significa que no esté abierto a todas las observaciones que el mismo encuadre le permita. Sí existen límites en el campo analítico también hay una delimitación del campo científico, el que, refiriéndose al análisis, es el del inconsciente del analizado. Sin pretender adentrarnos en la trascendencia externa, social, valorativa e ideológica (2, 5),  la que a su vez tienen sus medios y métodos de investigación ajenos al psicoanálisis, el mismo análisis puede colaborar con algún aporte en la investigación de las otras ciencias humanas.

La validación 

En algún aparte anterior he mencionado los métodos, los instrumentos y las teorías con que el psicoanálisis cuenta en su labor científica, la cual se valida y comprueba con cierta probabilidad de certeza y con cierto grado de sencillez para lograr una corroboración.

La validez científica del análisis muchas veces se centra en la validez del instrumento interpretación. Aquí deseo exponer cómo en psicoanálisis no tenemos un criterio único, común, normativo, para la validación de la interpretación; hasta ahora el único método satisfactoriamente válido es el trabajo en el entrenamiento analítico, sin que éste garantice la capacidad investigativa.

Desde el punto de vista psicoanalítico las validaciones de las interpretaciones implican tener en cuenta los esquemas psicoanalíticos; la teoría, a su vez debe estar validada por las interpretaciones; éstas, aunque son hechas por el analista, actúan en el analizado; uno y otro validan la interpretación, y los dos hacen la posibilidad de validación en la misma relación y en el proceso.

Al mismo tiempo que ésto ocurre, también puede validarse la investigación científica por medio del estudio de la relación y del proceso (5, 20, 25).

La validez en psicoanálisis y la de su instrumento (interpretación) tiene sus dificultades y limitaciones; estas son también del mismo método y de la misma teoría, de la técnica y de la teoría de la técnica. Vale aquí repetir que la validez de cualquier ciencia es solamente una cuestión de probabilidad.

Desde el punto de vista del investigador científico, el analista, no por haber hecho o haber pasado unos años en un instituto de Psicoanálisis, se considera capacitado o dotado de todas las capacidades para la investigación (10).

No obstante, el entrenamiento y mismo análisis individual no sólo le descubren, en él mismo, sus potencialidades, sino que le ayudan a desarrollar las capacidades investigativas y motivadas, la mayoría de las veces, en fantasías inconsciente y en tendencias pertenecientes a la lógica formal del proceso del conocimiento.

La investigación que se realiza por fuera de la situación analítica y que intenta validar el proceso en una forma metodológica, está supeditada a la elaboración secundaria de quien intenta validar, ya sea éste el mismo analista u otro diferente. La presentación de los casos clínicos está forzada por esa elaboración secundaria, que puede llevar a grandes errores y científicos, y hasta podría discutirse si este método de validación es efectivamente científico.

De todas maneras el científico está supeditado a una evaluación de su labor, aún más, el mismo la busca, pues lo incierto lo mueve a salir de esa situación; en otras palabras, la validación le produce un alivio de las ansiedades, de la incertidumbre; por esta razón en muchas ocasiones se hace necesario, como lo expone Paz, “dar razón  de lo que se hace, de lo que se piensa, y de lo que se piensa que se hace”, (17) con otra sentido más, ya expuesto, y es el de la objetivación, sin olvidarse de que el análisis mismo nos obliga a reformular continuamente hechos observados, conceptos, teorías y  técnicas.

Las reformulaciones y las formulaciones no se realizan en términos matemáticos sino de comprensión de la unidad subjetiva-objetiva, la que es objeto de  estudio, y que objetivizada deja libre la función subjetiva; en tal unidad existe un abanico abierto de posibilidades de exploración y de observación.

Permitir la relación de la unidad (subjetiva-objetiva) dentro de la situación analítica es encontrar la posibilidad de interpretar esta misma relación, que se hace posible en su función de diálogo analítico, que no pretende entrar en las definiciones sino más bien descubrir interrogantes y dejar muchos de ellos a la inquietud, a la incertidumbre de cada ser humano en su propia dimensión y libertad.

Sin embargo, la ciencia también puede formar y deformar ideologías que, llevadas a la práctica o a la investigación científica, desvirtúan la misma ciencia porque pueden guiar en su perspectiva, en el caso del psicoanálisis, al observador y/o al observado.

Queda aquí por preguntarnos si en todo científico no hay también una “ideología científica” que en su función necesita, de tiempo en tiempo, deshacerse de ella para quedar más libre el campo de investigación, por medio de la revisión y reformulación de la misma.

Si al comienzo titule este capítulo Introducción a la Teoría de la Ciencia Psicoanalítica, ahora tomó conciencia de que al terminarlo, en su estructura, utilice el  método deductivo analógico y con el llegué sólo a describir y a plantearmuy esquemáticamentela teoría, los métodos, el instrumento fundamental (interpretación) de la esencia del psicoanálisis, en su misma teoría y en su instrumentación técnica, sin adentrarme en las funciones e interrelaciones de las mismas; con esto sólo quise hacer una introducción a la ciencia Psicoanalítica para que el profesional interesado se ubique luego en el campo de la metodología, en el proceso de enseñanza-aprendizaje del psicoanálisis.

Bibliografía

2

(1) International Journal of, 1966. Int. Jour. of Psych. Vol. 47.
(2) CALDER, Keneth, 1982. Consejo Ejecutivo Asoc. Psicoanalítica. Soc. Col. de Psicoan.
(3) NOY, Pinchas, 1977. “Metapsychology as a multimodel System”. Int. Review of Psych., Vol. 4 Part 1, pág. 1.
(4) PETERFREUD, E. 1976. “Información, sistemas y psicoanálisis”, págs. 29-32.
(5) SANCHES MEDINA, Guillermo, 1984. “el psicoanálisis dentro del contexto científico”, conferencia dictada y en la Soc. Epistemología, Abril.

3.

(1) FREUD, S. 1932. “New Introductory Lectures on Psycho-Analysis”, Standard Edition, XXII, pg. 6.
(2) FREUD, S. 1912. “Totem y tabú”, Standard Edition, XXIII, pág. 77.
(3) PETERFREUD, E. y SCHWARTZ, J.T. 1976, “información, sistemas y psicoanálisis”, PAG. 29 Y SUG…, Ediciones Siglo Veintiuno México.

4.

(1) ALVAREZ, Bernardo. 1969. “Acerca de la interpretación como una proposición científica”, Rev. Psicoan., Tomo 26, No. 2, pág. 403
(2) BARANGER, Willy. 1957. “interpretación e ideología (sobre la regla de abstención ideológica)”, Rev. Psicoan., Tomo XIV, No. 1-2, pág. 13
(3) BARANGER, Willy. 1970. “introducción al grupo de teoría psicoanalítica e ideológica (interacción mutua)”, Rev. Psicoan., Tomo 27, No. 2, pág. 227.
(4) BENASSY, Maurice. 1950. “L´Aspect irrational de la methode psychoanalytique”, R.F.P., Vol. 14, No. 3, pág. 327.
(5) ENGEL, L. George. 1968. “Some obstacles to the development of research in psychoanalysis”, JAPA, Vol. 16, No. 2. pág.196.
(6) FEDERICI, Carlo. 1975. “Elementos de lógica y de metodología”. Univ. Nac. de Col., Facultad de Ciencias Humanas, Fondo especial de comunicaciones, pág. 11-19.
(7) FERRATER MORA, José. 1951. Diccionario de filosofía, Ed. Sudamericana Bs. As., pág. 149-153.
(8) FINE, Berbard. 1964. “Some aspects of psychoanalytic methodology”, JAPA, vol. 12, No. 3 pág. 619.
(9) FREUD, Sigmund. 1915. Obras Completas,. B.N.T.V., pág. 2.039.
(10) GLOVER, Edwar. 1952. “Psychoanalysis in methods research”, I.J.P., Vol. 33, Part IV, pág. 404.

(11) LACAN, Jacques. 1971. “El objetos del psicoanálisis”, E. Hnagrama, pág. 45.

(12) LAPLANCHE, J. Pontalis J.B. 1971. Diccionario de psicoanálisis, Ed. Labor Barcelona.
(13) MASSERMAN, H. Jule. 1966. “Science and psychoanalysis”, Vol. VII Development and research. P. Q., Vol. XXXV, No. 2, pág. 289.
(14) MEISSNER, W.W. 1971. “Freu‘s Methodology”, JAPA, Vol. 19, No. 2, pág. 305
(15) MELUK, Tufik. 1968. “El proceso analítico. Psicoanálisis en la América”, Ed. Paidós Bs. As.
(16) MON, Jorge. 1970. “Introducción al grupo E. Teoría psicoanalítica y forma de vida”.Rev. Psicoan., Tomo 27, No. 2, pág. 241.
(17) PAZ, Rafael José. 1970. “Comentario al trabajo de BarangerWilly”, Rev. Psicoan., Tomo 27, No. 2, pág. 23.
(18) POPPER, Karl. 1971. “La lógica de la investigación científica, Ed. Tecnos Madrid, pág. 17-43-44-48-359.
(19) PFEIFFER, Arnold. 1961. “Research in psychoanalysis”,JAPA, Vol. 9, No. 3, pág. 569.
(20) PLATA, Carlos. 1975. “Apuntes sobre temas de técnica psicoanalítica”, Biblioteca Soc. Col. de Psicoan.

(21) PLATA, Carlos. 1965. “La situación analítica”, R.C.P. 31, Vol. 10, No. 1, pág. 25.

(22) RAMZY, Ishak. 1963. “Ciencia y teoría en psicoanálisis”, Saranson Comp. Ed. Amorrortu Bs. As.
(23) RANGEL, Leo. 1963. “The annual survey of psychoanalysis”, Ed. Frosch, Vol. 4, pág. 23-24-25-26.
(24) SANCHES MEDINA, Guillermo, 1975. “El pensamiento Intuitivo dentro del proceso del conocimiento”, Rev. El Manantial Maracaibo, No. 33.
(25) SANCHES MEDINA, Guillermo, 1972. “Validación de la integración”, Congreso Latinoam de Psicoan, Caracas, Biblioteca Soc. Col. de Psicoan.
(26) SCHUST P., Jaime. 1970. “Comentario al trabajo de Baranger Willy”, Rev. Psicoan., Tomo 27, No. 2, pág. 232.
(27) WOLMAN, Benjamin. 1964. “Evidence in psychoanalytic research”, JAPA, vol. 12, No. 4 pág. 731.
(28) YAMIN, Luis, 1973, “Los ‘Acuerdos’ en la situación analítica y el Instituto de Seguros Sociales”, Biblioteca Soc. Col. de Psicoan.
(29) YAMIN, Luis, 1975, “Sobre el esquema referencial”, Biblioteca Soc. Col. de Psicoan.


[1]Los términos “objetivo y subjetivo, como los expresa Popper, pertenecen más a la filosofía y tienen una “herencia de usos contradictorios y de discusiones interminables y nunca concluyentes”. “La objetividad de los enunciados científicos descansa en el hecho de que pueden contrastarse intersubjetivamente”. “Lo ‘subjetivo’ también puede servir a razones objetivas como  causas subjetivas desde el momento en que reflexionamos sobre ellas y nos convencemos de su congruencia”. (18)

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