Disfunción Eréctil

MEDICINA FAMILIAR
EDUCACIÓN CONTINUADA PARA EL MEDICO GENERAL

CAPITULO 44
PABLO GÓMEZ CUSNIR
M.D., Profesor Asociado de Urología, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, D. C.

Introducción

La disfunción eréctil, tradicionalmente conocida como impotencia, ha sido, históricamente, una patología poco estudiada. Debido a la connotación negativa de este último nombre, se recomienda utilizar la primera definición.

Inicialmente, se consideraba, principalmente como de causa psicógena y era tratada, mediante inyecciones de testosterona y psicoterapia.
Los malos resultados obtenidos con terapias, usualmente empíricas, el desconocimiento de los mecanismos responsables de la erección y la inexistencia de tratamientos realmente efectivos, hicieron que este tipo de consulta fuera infrecuente, antes de los años 70 y como síntoma, poco buscada por los médicos.

A mediados de la década del 70, fueron desarrolladas las prótesis peneanas y se inició entonces una nueva era para la terapia de este problema; el motivo de consulta se incrementó y los urólogos contaban ya, con una terapia aunque invasiva, efectiva.

En la década del 80, la neurofisiología de la erección empieza a comprenderse de una manera más racional y se describen los mecanismos bioquímicos que intervenían en su generación.

Aparece una segunda forma de terapia, mediante la aplicación de drogas vaso activas dentro de los cuerpos cavernosos del pene; esto incrementó, aún más el número de consultas por la disfunción. A finales de los años 80, se lanzan al mercado los dispositivos para terapia de vacío, un nuevo elemento, en el armamentario para el manejo de esta patología.

La investigación, adicionó progresivamente, drogas de uso oral y tópico; su promoción incrementó de manera notable el motivo de consulta por disfunción eréctil y empezaron a diseñarse estudios epidemiológicos, que han revelado la magnitud del problema de la disfunción eréctil, que demuestra incidencia casi endémica.

(Lea También: Disfunción Eréctil, Evaluación del Paciente)

Definición de la Disfunción Eréctil como Patología

La Disfunción Eréctil (DE), se define como la incapacidad persistente de lograr o mantener una erección suficiente para tener relaciones sexuales satisfactorias ( Consenso NHI, JAMA 1993;270:83-90).

Prevalencia

Los primeros estudios de prevalencia, fueron realizados por Kinsey y colaboradores en el año de 1948 y mencionaron estadísticas de menos de 3% a los 45 años, 6.7% entre los 45 y 55 años, 25% a los 65 y 80% a los 80 años. Esos resultados se apartan enormemente de los estudios contemporáneos de envejecimiento, que muestran una prevalencia de 52% entre los 40 y 70 años, y que afectan en general a 31% de la población.

Poco se conoce sobre la prevalencia de la DE en la población de América del Sur. Con este marco, se desarrolló un estudio en el Norte de Sur América, estudio DENSA, para determinar la prevalencia en población masculina mayor de 40 años, con el propósito de comparar con estudios internacionales.

Este estudio descriptivo, fue realizado entre mayo de 1998 y julio de 1999 por la Unidad de epidemiología Clínica de la Pontificia Universidad Javeriana, en las principales ciudades de Colombia, Venezuela y Ecuador. Se llevaron a cabo entrevistas en 1.946 pacientes masculinos, con edad promedio de 54.9 años, 83% con relación estable de pareja y la mayoría de clase media. Los resultados mostraron:

  • 33% DE mínima
  • 16% DE moderada
  •  4% DE completa

La comparación por países fue:

Colombia

Ecuador

Venezuela

DE global 52.8% 52.1% 55.2%
DE mínima 32.3% 31.8% 36.7%
DE moderada 16.4% 16.1% 15.8%
DE completa 3.6% 2.5% 4.1%

La prevalencia de la DE mínima aumenta desde los 40 años, hasta los 60 a 70 años. Entre los 60 y 70 años, aparece la DE completa, cuya prevalencia empieza a aumentar,. La prevalencia de la DE completa se mantiene por debajo de 5%, pero a medida que las enfermedades sistémicas asociadas al aumento de la edad se incrementan, la DE completa aumenta y llega a 30% entre los mayores de 80 años. La DE moderada también aumenta durante este período de edad, alcanzando una prevalencia del 40% a los 80 años.

El mismo estudio, reporta la prevalencia de la DE asociada a otros factores de riesgo y los resultados fueron:

  • Diabetes: 75% de los pacientes que tenían un diagnóstico anterior de diabetes, también presentaron alguna forma de DE. Un total del 6% de la muestra tenía un antecedente de diabetes (116 pacientes).
  • Hipertensión: 19% (371) del total de la muestra se diagnóstico con hipertensión y el 70% de los hipertensos, tenía alguna forma de DE.
  • Cardiopatía: 7% (133) pacientes del total de la muestra se diagnóstico previamente con cardiopatía y el 72% de ellos tenían alguna forma de DE.
  • Tabaquismo: 29% (557) de pacientes fumaba y 51% de los fumadores tenía alguna forma de DE.
  • Alcoholismo: 48% ( 938 ) de los participantes en el estudio, ingerían alcohol semanalmente y 55% tenían alguna forma de DE.
La DE como conclusión, es una enfermedad común y generalmente tiene etiología multifactorial.

En Colombia, Venezuela y Ecuador, uno de cada dos hombres mayores de 40 años presenta DE. Uno de cada 5 hombres la presenta con carácter de moderada a severa. La prevalencia en estos países es similar a la reportada en otros países, donde se considera un problema de salud pública. La información del principal estudio de envejecimiento realizado (MMAS), indica que 52% de los pacientes masculinos entre 40 y 70 años no está satisfecho con la actividad sexual.

La edad es el factor pronóstico más relevante.

Otros datos de importancia, indican que la DE tiende a ser mayor en hombres de condición socioeconómica baja, con bajo nivel de ingresos, que están viudos o separados y sin un empleo estable.

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