Andropausia, Efectos secundarios de Suplencia Androgénica en Hombres

MEDICINA FAMILIAR
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Para que la suplencia androgénica en hombres sea viable, desde el punto de vista clínico, debe ser segura. Las principales inquietudes al respecto, tienen que ver con la posibilidad de incrementar la enfermedad prostática, cáncer o hiperplasia, efectos cardiovasculares y en las lipoproteínas, hepatotoxicidad con las presentaciones de andrógenos orales, eritrocitosis, edema periférico y apnea de sueño.

Enfermedades prostáticas

No existe evidencia clínica de que la testosterona exógena estimule el desarrollo de hiperplasia prostática severa sintomática o incremente el riesgo de cáncer de próstata. Los datos existentes se derivan de estudios de casos y controles en hombres con jóvenes con hipogonadismo.

Algunos estudios, no muestran cambios en los niveles del antígeno prostático, con la administración de testosterona.

Los estudios de terapia de suplencia en hombres de edad, no cuentan con un número significativo de pacientes, ni el tiempo necesario para sacar conclusiones definitivas. Ante la ausencia de estudios adecuados, lo que existe sugiere que no habría riesgo de enfermedad prostática con la suplencia, pero se recomienda advertir a los pacientes bajo este tratamiento, que se sometan a control periódico de próstata, que incluya tacto rectal y medición de niveles de antígeno prostático.

(Lea También: Andropausia, Hormona de Crecimiento y Envejecimiento)

Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares son más frecuentes en hombres que en mujeres, por lo que existe la preocupación de que la terapia de suplencia podría incrementar el riesgo y la morbi-mortalidad por enfermedad cardiovascular; sin embargo, los estudios epidemiológicos sugieren, un efecto benéfico sobre la incidencia de estas patologías. La testosterona exógena tiende a suprimir los niveles de colesterol HDL (Lipoproteína de alta densidad), pero igualmente los de lipoproteina aterogénica.; disminuye la grasa visceral y actúa como vasodilatador coronario en cardiópatas.

A pesar de lo inadecuado de los datos sobre testosterona y riesgo cardiovascular, los disponibles sugieren un perfil seguro para su utilización.

Otros efectos

Se ha demostrado que la suplencia androgénica induce eritrocitosis, que de hecho es más común en hombres de edad, que en jóvenes. Al menos el 25% de los pacientes muestran esta reacción Adicionalmente, la terapia androgénica empeora la apnea del sueño, pero es una complicación rara.

Opciones terapéuticas

Los andrógenos pueden ser administrados por diferentes vías, cada una de las cuales tiene ventajas y desventajas.

Vía parenteral

Los ésteres de testosterona han estado disponibles desde hace muchos años. Son baratos, seguros, pero su uso tiene algunas desventajas.

Se requiere inyección periódica intramuscular profunda, cada 2 a 3 semanas. La absorción es irregular, generando efectos de picos y valles, que cambian el bienestar del paciente. Por no ajustarse al ciclo circadiano, pueden generar sensación de malestar en senos y ginecomastia. El enantato y el cipiotenato, se administran a dosis de 200 a 400 mg cada 10 a 21 días.

Preparaciones orales

Las preparaciones orales merecen especial consideración, porque tienen un rápido metabolismo hepático y no logran niveles plasmáticos adecuados.

Para contrarrestar este efecto, se venden preparaciones especiales, que tienen serios riesgo de producir enfermedades hepáticas, como adenomas, ictericia, quistes y hemorragias.

Administración transdérmica

Son las que más se aproximan al ritmo circadiano de producción hormonal; se consiguen en parches escrotales o no escrotales. Son más fisiológicos los no escrotales, que mantienen niveles de dihidrotestosterona próximos a lo normal; su inconveniente es la irritación de la piel.

Monitoría de la terapia

Cuando se considera formular la terapia de suplencia, usualmente se planean períodos de tratamiento prolongados. Por ello se requiere, evaluar el estado hepático previo al tratamiento y durante su ejecución; iguales consideraciones deben tenerse para la próstata y el perfil lipídico.

Es indispensable, antes de intentar manejo de suplencia con andrógenos, descartar la existencia de cáncer de próstata.

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