La Medicina Familiar y el Médico de Familia

MEDICINA FAMILIAR
EDUCACIÓN CONTINUADA PARA EL MEDICO GENERAL

La medicina de familia es la especialidad médica que se ocupa de la asistencia sanitaria continua y amplia de la persona y de la familia. Esta especialidad abarca las ciencias biológicas, clínicas y del comportamiento. El ámbito de la medicina de familia engloba todas las edades, ambos sexos , todos los órganos y aparatos y todas y cada una de las enfermedades.

La esencia de la medicina familiar es la continuidad de la atención. Esto significa mucho más que el atender a un mismo paciente durante un periodo de tiempo prolongado. Implica también organizar la provisión de la atención, lo que significa que el médico de familia debe coordinar cuando sea necesario, la atención del paciente por parte de otros profesionales.

La medicina de familia es el cuerpo de conocimientos y capacidades que. conforman esta disciplina médica. Esta especialidad enfatiza la responsabilidad sobre la atención sanitaria total, desde el contacto y la evaluación iniciales, hasta la atención contínua de los problemas crónicos.

Los rasgos primordiales de la medicina familiar son la prevención, la detección y el tratamiento precoces de las enfermedades, así como la perpetuación de la salud.

Realmente no es tan simple entender en toda su dimensión el concepto de la medicina familiar como especialidad. La medicina familiar es un área grande y por lo tanto las descripciones parciales pueden crear confusiones.Es por esto que se hace necesario hacer una descripción integral para entenderla. (Ver: Consideraciones Generales sobre la Familia)

Con este propósito es interesante conocer la historia de los sabios ciegos, relatada por José Luis Turabián, connotado médico familiar español en su texto:

“Cuadernos de medicina de familia y comunitaria”, que cuenta que seis sabios ciegos que vivían en la India habían oido hablar muchas veces sobre los elefantes, pero claro, nunca habían visto uno. Un día fueron al palacio del Rajah a “ver” uno. Exploraron individualmente al elefante, tocando varias partes del animal con sus manos. Sobre la base de sus experiencias cada ciego llegó a tener una idea personal de cómo era un elefante. El primer sabio, tocando un lado del elefante, pensó que debería ser como una pared. El segundo, tocando la trompa, pensó que era como una serpiente. El tercero, tocando el colmillo, pensó que era como una lanza. El cuarto, tocando la oreja, pensó que era plano y tenia la forma de un abanico. El quinto, tocando la pierna del elefante, pensó que era como un árbol. El sexto, tocando la cola, pensó que era como una cuerda.

(Lea También: Enfoque Sistémico y la Medicina Familiar)

Después de que cada ciego hubiera terminado sus exploraciones, cada uno intentó convencer a los otros de que él solamente tenía la percepción correcta de cómo era el elefante. Pronto se dieron cuenta de que las descripciones eran tan diferentes que no había posibilidad de que alguno convenciera a otro. Los ciegos estaban confusos. Finalmente un observador que estaba viendo y escuchando el debate, les dijo que el elefante es un animal enorme, y que cada descripción era adecuada solo para una pequeña parte. Los ciegos entonces fueron discutiendo sobre las partes del elefante, y cada uno, al final, llegó a entender lo que era un elefante.

La medicina familiar tiene un conjunto muy especial de características que hacen más fácil su comprensión:

1. Accesibilidad:

El médico familiar nunca dice: ” su problema no es de mi incumbencia”. Esto supone la provisión eficiente de servicios que se utilizan como primer contacto en el sistema sanitario.

2. Primer contacto:

El médico familiar es el primer contacto del paciente con el sistema de salud. Sabe interpretar sus problemas. Escucha al paciente no solamente la responsabilidad de ser el consejero, protector, intérprete e integrador de la atención personal del paciente, sin importar este último donde pueda encontrarse.

3. Curación/cuidado:

La medicina familiar juega uno de sus papeles más importantes en la atención clínica del individuo y su familia, considerando su tratamiento, prevención, promoción, paliación y rehabilitación. Esto hace que el médico de familia establezca un sentido de “fraternidad” con el enfermo.

4. Continuidad:

La continuidad de la atención se ha identificado como un elemento crucial en la medicina de familia. La continuidad no implica solamente tiempo, puesto que por ejemplo un endocrinólogo puede atender a un diabético en forma continuada por más de 20 años, pero esto no significa medicina familiar, ya que para ella la continuidad es la responsabilidad ininterrumpida de estar disponible para cualquier problema de salud hasta el final de la evolución, cualquiera que sea su curso. Esto no significa que el médico de familia pueda estar disponible en todo momento para todos sus pacientes, sino que asume la responsabilidad de garantizar la continuidad de la atención de sus pacientes ya sea delegando en un colega competente o interconsultando con otro profesional cuando lo considere necesario.

La continuidad del cuidado se basa en el concepto de que los médicos no pueden ser sustituidos unos por otros como las piezas de un auto. El paciente distingue claramente entre “mi médico”, “aquel que me conoce” y cualquier otro médico.

5. Coordinación/integralidad:

La medicina familiar proporciona atención integral a la salud del individuo, familia y comunidad. Integra y coordina las relaciones entre lo biológico, lo social y lo comportamental. Uno de los ejes fundamentales en su ejercicio es la coordinación en la integración de todos los recursos disponibles para ofrecer eficacia y calidad en la atención.

6. Atención a la familia:

En la medicina familiar se atienden individuos que están relacionados y viven en familia, sea esta tradicional o no. La atención del médico familiar orientada a la familia, está enfocada a obtener información sobre las relaciones intrafamiliares, el ciclo de vida familiar, los recursos intra y extrafamiliares, los modelos de salud/enfermedad a lo largo de generaciones, con el objeto de poder entender al individuo dentro de su contexto y así poder planear las intervenciones terapéuticas que sean del caso.

7. Atención personalizada:

Los médicos de familia no solo asumen el manejo del paciente sino el cuidado de la persona. Este enfoque implica la necesidad de comprender al paciente como una persona, respetarlo como individuo y manifestar compasión ante sus molestias, como bien lo expresa Sir William Osler: “Es mucho más importante saber que tipo de paciente sufre una enfermedad, que saber que tipo de enfermedad lo aflige”.

El médico familiar es un profesional educado y formado en la disciplina de la medicina familiar. Posee las capacidades, apitudes y conocimientos necesarios para suministrar una atención médica continuada e integral, mantener la salud de las personas y ofrecer servicios de prevención a cada miembro de la familia, sin importar su edad, sexo, o tipo de patología, manteniendo una visión bio‑psicosocial.

La Organización Mundial de Médicos de Familia (WONCA, Organización Mundial de Colegios Nacionales, Academias y Asociaciones Académicas de Médicos Generales/Médicos de Familia), define al médico de familia como “el médico que se responsabiliza sobre todo de ofrecer una atención sanitaria amplia a cada persona que solicite asistencia médica y ordenar los demás servicios de otros profesionales sanitarios, cuando sea menester. El médico de familia actúa como un generalista y debe admitir a toda persona que solicite asistencia, en cambio, los demás proveedores sanitarios limitan el acceso a sus servicios en función de la edad, el sexo, el diagnóstico, o todos ellos a la vez”.

Los atributos del médico de familia, mencionados por Rakel en su “Compendio de práctica médica en atención primaria”, son:

1. Sentido firme de la responsabilidad sobre la asistencia continua e integral del individuo y la familia durante los periodos de salud, enfermedad y rehabilitación.

2. Compasión y empatía, con un interés sincero por el enfermo y la familia.

3. Actitud de curiosidad y deseo constante de saber.

4. Entusiamo por los problemas médicos indiferenciados y por su resolución.

5. Interés por un espectro amplio de la medicina clínica.

6. Capacidad para resolver cómodamente los numerosos problemas que afectan de forma simultánea a un paciente.

7. Deseo de experimentar desafíos intelectuales y técnicos frecuentes y variados.

8. Capacidad para soportar a los niños durante el crecimiento y desarrollo, así como en su adaptación a la familia y la sociedad.

9. Capacidad para ayudar a los enfermos a convivir con los problemas cotidianos y mantener la estabilidad de la familia y la comunidad.

10. Capacidad para coordinar todos los recursos sanitarios que se precisan en la atención de un paciente.

11. Entusiamo constante para aprender y encontrar la satisfacción derivada de la actualización constante y la educación médica continuada.

12. Capacidad para mentener la compostura en los momentos difíciles y responder prontamente con lógica, eficacia y compasión.

13. Deseo de identificar los problemas lo antes posible (o prevenir completamente las enfermedades).

14. Voluntad firme para lograr la máxima satisfacción del paciente, basada en una relación de confianza constante.

15. Capacidades necesarias para tratar las enfermedades crónicas y asegurar la máxima rehabilitación después de las enfermedades agudas.

16. Apreciación de la, mezcla compleja de elementos físicos, emocionales y sociales en la atención holística y personalizada del paciente.

17. Sentimiento de satisfacción personal derivado de la relación íntima con los pacientes que se establece de modo natural durante largos períodos de atención contínua, contrariamente a las compensaciones breves que se obtienen al tratar las enfermedades episódicas.

18. Capacidad y compromiso para educar a los pacientes y sus familias acerca de las enfermedades y los principios de una buena salud.

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