Programa Nutricional en Pacientes Mayores de 18 Años con SCA

11. Programa nutricional

¿Pacientes mayores de 18 años con SCA que asisten a un programa de nutrición, comparados con quienes reciben únicamente las recomendaciones dadas por el médico al momento del alta, adquieren más rápidamente las metas para el control de riesgo cardiovascular y disminuyen la probabilidad de un nuevo evento coronario?

Recomendación

Se recomienda disminuir y controlar la ingesta de grasas y aumentar el consumo de frutas y verduras en pacientes con SCA.
Recomendación fuerte a favor, calidad de evidencia baja.

Introducción

Gracias a la evidencia, hoy se reconoce que algunos nutrientes y comportamientos alimentarios, tienen efectos protectores o desencadenantes de los factores de riesgos de las enfermedades cardiovasculares (CV). Así mismo, que las modificaciones en la alimentación, un aspecto del estilo de vida junto con la actividad física y el cigarrillo, son medidas terapéuticas para su prevención secundaria.

El comportamiento o conducta alimentaria, es el resultado de variables sociales, culturales, ambientales y emocionales de cada persona. Por lo tanto, los cambios en el estilo de vida, más allá de recomendaciones restrictivas y prohibitivas. Son el resultado de procesos educativos de calidad, que toman por lo menos 6 a 12 meses. Dirigidos a reorganizar las diferentes formas de alimentación del paciente, la familia y su entorno.

Existe evidencia de que la entrevista motivacional y la terapia cognitiva conductual. Son las estrategias más efectivas para alcanzar y sostener el resultado. Así mismo que el Nutricionista Dietista es el profesional experto para facilitar los cambios de comportamientos alimentarios con base en el diagnóstico, las metas terapéuticas y los requerimientos nutricionales (453).

Ante el incremento de la población con enfermedades CV y la falta de evidencia que demuestren la ventaja de la terapia nutricional individualizada para la prevención secundaria de las ECV (454). Los equipos terapéuticos deben contar con personal capacitado y los recursos para implementar estrategias educativas mediante atención nutricional individualizada, talleres participativos y material didáctico escrito.

(Lea También: Prueba de Esfuerzo Cardiopulmonar)

Descripción de la evidencia

Sólo una de las guías analizadas y evaluadas, contempla la pregunta relacionada con las intervenciones relacionadas con la nutrición en pacientes que han tenido un evento coronario agudo. Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura y se encontraron varios ECC y una RSL del año 2011(455), que incluía la casi totalidad de ensayos.

El control de la dieta con restricción de calorías muestra que hay una pérdida de peso a los dos años de seguimiento de -2.2 kg (IC 95% -3.9 a -0.6), una disminución del índice de masa corporal – 0.6 kg/m2 (IC 95% -1 a -0.1) y de la circunferencia abdominal de – 0.9 cm (IC 95% – 2 a -0.2). El mismo estudio muestra que la presión arterial sistólica baja en promedio – 1.7 mm Hg (IC 95% -3.4 a -0.1), y la presión arterial diastólica disminuye en – 1.5 mm Hg (IC 95% -2.1 a -0.8).

Estos programa también tienen efecto en la disminución de las cifras de colesterol total -7.4 mg/dL (IC 95% -10.3 a -4.4), Colesterol LDL -3.33 mg/dL (IC 95% -7.27a 0.58) y colesterol HDL 0.94 mg/dL (IC 95% -1.93 a 3.82).

En los pacientes que tienen adherencia a un programa con dieta y ejercicio durante al menos seis meses de seguimiento tienen una disminución en el riesgo de tener un nuevo infarto, (OR=0.52; IC 95%, 0.40 – 0.69). Al evaluar el desenlace compuesto (muerte de origen cardiovascular. Muerte por cualquier causa, falla cardiaca, reinfarto o ECV): hay un efecto protector a favor de las intervenciones (OR=0.33, IC 95% 0.18 – 0.6), sin diferencias entre los tipos de dieta.

Ensayo clínico (THIS-DIET)

En un ensayo clínico (THIS-DIET) (456), en donde se evaluaron la dieta mediterránea Vs. una dieta baja en grasa (dirigidas a disminuir o a modificar el consumo de grasas saturadas) y se compararon con el cuidado usual. Se encontró para un desenlace compuesto de eventos cardiovasculares (muerte de origen cardiovascular, muerte por cualquier causa, falla cardiaca, reinfarto ECV), un OR=0.33 (IC 95% 0.18 – 0.6) a favor de las intervenciones, sin diferencias entre los tipos de dieta. 

En éste mismo estudio, el control de las cifras de triglicéridos, HDL y LDL se logra más fácilmente con la dieta mediterránea. PÑero no hay diferencias en el control de peso. El índice de masa corporal (IMC) y las cifras de presión arterial. Aunque los objetivos del estudio son claros. Se debe tener en cuenta que se hizo modificación en el tipo de dieta. Pero probablemente no en la ingesta de calorías. Es posible que por esta razón, no existan diferencias entre el inicio y el final de la medición de los desenlaces mencionados.

Análisis post-hoc del OASIS

En un análisis post-hoc del OASIS 5 (456), donde se evaluó la adherencia a los cambios en la dieta, la actividad física y el dejar de fumar. Se encontró que el riesgo de un nuevo evento coronario disminuye en los pacientes que cumplen con la propuesta del programa (OR=0,52, IC 95% 0.4–0,69) comparados con quienes no lo hacen.

Hay buena evidencia que la reducción del consumo de grasas saturadas, la ingesta frecuente de frutas y verduras. El aumento de las grasas omega 3 y la adopción de una dieta mediterránea. Reduce la morbilidad en pacientes con enfermedades cardiovasculares. En Colombia, es posible que el acceso a un tipo de dieta como la mediterránea sea restringido. Se propone hacer una adaptación de la misma con una composición de la dieta como la que se describe adelante.

Recomendaciones alimentarias y nutricionales para la prevención de enfermedades cardiovasculares

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