Hipertensión Arterial Primaria (HTA), Módulo de Prevención

Las siguientes conclusiones y recomendaciones aplican a población adulta con ma­yor riesgo de tener HTA, teniendo como desenlace de interés el diagnóstico de HTA.

1.1. ¿Cuáles son los factores que incrementan el riesgo de HTA1?

1.1.1 Edad

Se presenta un mayor riesgo de tener HTA a medida que se aumenta la edad. Este riesgo se incrementa a partir de los 35 años.

1.1.2 Consumo de Sodio

No se encuentra un efecto en el riesgo de HTA según consumo de Sodio (informa­ción complementaria a este aspecto se analiza en la pregunta No. 3 del módulo de prevención).

1.1.3 Obesidad

El riesgo de HTA aumenta acorde con el incremento del perímetro de la cintura, del índice de masa corporal o del peso, con asociación “dosis-respuesta”.

1.1.4 Actividad física

Es probable que la ausencia de actividad física (sedentarismo) incremente el ries­go de HTA.

1.1.5 Herencia

Existe mayor riesgo de tener HTA si se tienen antecedentes familiares. Se encuentra mayor riesgo cuando ambos padres tienen HTA.

1.1.6 Tabaco

Es probable que la exposición al tabaco incremente el riesgo de tener HTA. Se en­cuentra un incremento del riesgo de HTA en personas con tabaquismo activo (al menos un cigarrillo al día en forma regular o durante el último año).

1.1.7 Raza

No se encuentra un análisis específico en raza hispana. No se encuentran asociación entre la raza y el riesgo de tener HTA.

Recomendación 1. La tamización e implementación de medidas preventivas deben enfatizarse en personas con condiciones que aumentan el riesgo de HTA, tales como: edad mayor de 35 años, incremento en el peso (IMC), antecedentes familiares (padres) de HTA, y probablemente la ausencia de actividad física y ta­baquismo activo.

1.2 ¿En personas con “pre-hipertensión” o “presión normal-alta”2, puede el tratamiento farmacológico, comparado con terapia no-farmacológica o no-tratamiento, reducir la incidencia de HTA y/o de eventos cardiovasculares?

La terapia farmacológica en personas con prehipertensión podría prevenir la apari­ción de la enfermedad en dos y cuatro años. Sin embargo, en el momento la evidencia es insuficiente y de baja calidad.

Recomendación 2. Se recomienda no iniciar terapia farmacológica en personas con prehi­pertensión.
Recomendación débil en contra.

1.3 ¿Puede la recomendación de reducir el sodio de la dieta disminuir la incidencia de HTA, respecto a la no-recomendación?

La evidencia del efecto de la restricción de sodio sobre la tensión arterial (TA) es abundante aunque limitada y heterogénea. Existe una tendencia a la disminución en las cifras de TA, tanto diastólica como sistólica. Esta disminución se da especial­mente en escenarios con restricción sostenida de sodio, logrando sodio urinario menor a 80 mEq en 24 horas, por al menos seis meses. El beneficio podría ser mayor en personas de raza negra.

Recomendación 3. Se sugiere disminuir la inges­ta de sal a menos de 4,8g al día, especialmente en personas con riesgo elevado de tener HTA.
Recomendación débil a favor

1.4 ¿Puede la recomendación de reducir peso corporal disminuir la incidencia de HTA respecto a la no-recomendación?

Existe evidencia de baja a moderada calidad, que sugiere que estrategias dirigidas a reducir peso, pueden disminuir las cifras de TA. Dicha disminución se ha obser­vado con estrategias combinadas (dieta y ejercicio), o con sólo dieta. La población beneficiada es aquella con sobrepeso y obesidad.

Recomendación 4. Dado que la obesidad es un factor de riesgo para HTA (ver pregunta No. 1 del módulo de prevención), se recomienda disminuir de peso en personas con sobrepeso y obesidad.
Recomendación débil a favor

1.5 ¿Puede la recomendación de incrementar el potasio de la dieta disminuir la incidencia de HTA, respecto a la no-recomendación?

Existe evidencia de baja calidad que sugiere que incrementar el potasio de la dieta no tiene efecto en las cifras de TA.

Recomendación 5. Se recomienda no incremen­tar la ingesta de potasio en la dieta o en la forma de suplementos dietéticos como medida para prevenir la HTA.
Recomendación débil en contra

1.6 ¿Puede la recomendación de incrementar la actividad física disminuir la incidencia de HTA, respecto a la no-recomendación?

Incrementar la actividad física caminando parece disminuir las cifras de tensión arterial diastólica (TAD), sin embargo el efecto es mínimo y la evidencia de muy baja calidad. Incrementar la actividad física con ejercicio aeróbico, al menos 120 minutos a la semana, parece disminuir en forma significativa tanto la TAD como la tensión arterial sistólica, aunque la evidencia es limitada.

Recomendación 6. Se recomienda realizar acti­vidad física aeróbica, al menos 120 minutos a la semana, con el fin de prevenir HTA, especialmente en grupos de riesgo (ver recomendación 1).
Recomendación débil a favor


1 Incluye: edad, consumo de sodio, obesidad, niveles de actividad física, herencia, tabaco y raza.
2 Entendida como: valores de presión arterial sistólica entre 120-139 mmHg y de diastólica entre 80-89 mmHg.

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