Manejo de la Hipoxia en Transporte Aéreo de Pacientes

La hipoxia se previene, no se trata. Este es un principio fundamental en el transporte de pacientes y en el manejo de emergencias médicas abordo. El reconocimiento de los signos y síntomas es secundario; es imperativo en el transporte de pacientes contar con oxímetro de pulso.

El uso de oxígeno es la llave para el tratamiento de la hipoxia, sea esta originada por la altura (disminución de la presión parcial de oxígeno) o por cualquier otra causa (neumonía, enfisema, infarto, anemia, medicamentos).

Los sistemas de oxígeno a bordo de aeronaves comerciales para atención de pasajeros permiten flujos de 2 y 4 litros por minuto. En el transporte de pacientes se debe utilizar sistemas con flujos de oxígeno de 10 a 15 litros por minuto para garantizar fracciones inspiradas de oxígeno (FIO2) del 100% cuando se les requiera.

La Fuerza Aérea de los Estados Unidos y el Instituto de Medicina de la Real Fuerza Aérea Británica, recomiendan una altura de cabina de 1.700 a 2.000 metros (5.500 a 6.500 pies) y suministro de oxígeno que eleve la FIO2 del 30 al 40% asegurando una concentración alveolar de oxígeno al paciente equivalente a la del nivel del mar.

Otro paso en el protocolo de tratamiento de la hipoxia debe ser el relacionado con la operación de la aeronave. En cabinas no presurizadas la velocidad de ascenso no debe superar los 500 pies por minuto y se debe volar a la altura más baja que permita un vuelo seguro.

Barotraumatismos:

Los traumatismos se producen por la expansión y compresión de los gases atrapados en las cavidades corporales (oído medio, senos paranasales, tracto gastrointestinal, pulmones), lo cual es ocasionado por la disminución y aumento de la presión atmosférica cuando se asciende o se desciende respectivamente.

Los barotraumatismos representan una de las primeras causas de molestias en vuelo y la primera causa de incapacidad médica para tripulantes. Son importantes además por los efectos en pasajeros con intervenciones quirúrgicas recientes o traumas (gastrointestinales, oculares, pulmonares, neurológicos, entre otros) por cuanto la expansión de aire atrapado, producto de la intervención o del trauma, no se ha reabsorbido y puede ocasionar dehiscencia de suturas, compromiso respiratorio severo, neumotórax a tensión, salida de líquido del ojo, distensión abdominal y vómito, y agravar el cuadro de obstrucción intestinal (Cuadro 8).

Enfermedad Descompresiva (EDC):

La enfermedad descompresiva consiste en la formación de burbujas de nitrógeno en el organismo como consecuencia de la disminución de la presión atmosférica. Casi nunca se presenta por debajo de los 18.000 pies de altitud y sí por encima de los 25.000.Abaja altitud se presenta en aquellas personas que practican buceo antes del vuelo o terapia en cámara hiperbárica. En promedio un buzo debe permanecer 24 horas en tierra antes de volar.

En aeronaves presurizadas comerciales la presión de cabina en un vuelo comercial es de 5.500 a 8.000 pies, suficiente para que se presente la enfermedad descompresiva en personas con factores condicionantes.

La enfermedad se puede presentar durante o después del vuelo y por su presentación y severidad se puede clasificar en tipo I ó II (Cuadro 9).
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Temperatura:

Durante el transporte aéreo, tripulantes, pasajeros y pacientes pueden estar expuestos a variaciones significativas de la temperatura, principalmente el frío, puesto que la temperatura disminuye 2º C por cada mil pies de altitud. En las aeronaves pequeñas, por el tamaño de su cabina y de sus ventanillas, puede presentarse el efecto invernadero- calor, generador de estrés térmico.

Tanto la hipotermia como la hipertermia producen un incremento de la rata metabólica del cuerpo y provocan un aumento en la demanda de oxígeno, facilitando la aparición de hipoxia.

La exposición prolongada a temperaturas extremas produce irritabilidad, incomodidad, escalofrío, dolor de cabeza, fatiga, desorientación y sensibilización a sufrir otros factores estresantes como la hipoxia, la enfermedad descompresiva y deshidratación. Las vibraciones, el alcohol y los medicamentos, pueden aumentar los efectos de las temperaturas extremas en las personas.

Manejo de la hipotermia

1. Permitir comodidad en la cabina
2. Cubrir con mantas
3. Remover ropas húmedas

Manejo de la hipertermia

1. Suministrar líquidos extras vía oral oparenteral
2. Usar paños fríos
3. Incrementar la ventilación

Humedad y Deshidratación:

Con la altura el vapor de agua disminuye. Aunque las cabinas presurizadas generan un espacio confortable y seguro, tienen un nivel muy bajo de humedad, lo cual produce en vuelos largos deshidratación.

Manejo de la Humedad y la Deshidratación en Transporte Aéreo de Pacientes

CUADRO 8. BAROTRAUMATISMOS: ÓRGANOS, TEJIDOS, SIGNOS, SÍNTOMAS, PREVENCIÓN Y PRIMEROS AUXILIOS ABORDO

Barotraumatismos en transporte de pacientes

CUADRO 9. ENFERMEDAD DESCOMPRESIVA

 Enfermedad Descompresiva

Se presenta sequedad de mucosas (boca, garganta, labios y ojos), sed, las secreciones del aparato respiratorio se ponen más secas dificultando su expulsión, obstruyendo la vía aérea y ocasionando una perdida en la eficiencia del intercambio gaseoso, lo que contribuye a la hipoxia.

Existen factores que predisponen y exacerban la deshidratación en vuelo como son el alcohol, el café, el vómito, la diarrea y las quemaduras, entre otros.

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