Procesos de Ajuste y Adaptación Familiares ante la Crisis

MEDICINA FAMILIAR
EDUCACIÓN CONTINUADA PARA EL MEDICO GENERAL

CAPITULO 6
MARIA CONSUELO NIETO MD.

Es bien sabido que ante los períodos naturales de cambio a lo largo de la vida de las familias y de los individuos, algunas familias superan las crisis legrando afrontarlas y aprender de ellas, mientras que otras, enfrentadas a situaciones similares, se ven frágiles e imposibilitadas para asumirlas. Esto nos coloca ante dos premisas: vulnerabilidad ante las crisis o poder de recuperación de ellas.

La familia hace uso de todas sus capacidades para mantener su equilibrio y para funcionar en forma adecuada ante las demandas o exigencias (estresores y tensiones), de acuerdo a la significación que la familia les otorgue.

De esto depende que puedan funcionar en forma balanceada, ajustándose y adaptándose a los diferentes cambios y eventos que se presenten a lo largo de sus vidas.

En términos generales, el ajuste y la adaptación se generan en diferentes momentos de las crisis, presentándose en dos fases:

La fase de ajuste, que es aquella en la cual surgen cambios menores dentro de un período relativamente estable, en el cual la familia enfrenta las demandas haciendo uso de todas las capacidades existentes dentro de ciertos parámetros de interacción estables y predecibles.

Cuando las capacidades existentes son excedidas por la naturaleza y/o el número de demandas, se pierde el estado de equilibrio y surge las crisis.

La fase de adaptación durante la cual la familia hace todo lo posible por recuperar el equilibrio utilizando nuevos recursos, reinventando formas de afrontamiento y modificando su óptica con respecto a la situación, lo que a la postre redunda en una reducción adecuada de las demandas.

Durante el transcurso de los procesos de ajuste y adaptación, entran a tomar parte varios niveles del sistema: Los miembros de la familia, la familia con sus subsistemas (conyugal, parental filial, fraternal, familia extensa) y diferentes miembros de la comunidad.

Durante las diferentes etapas y fases del ciclo vital familiar, la familia lucha para conservar su estado de equilibrio, haciendo uso de las capacidades existentes en un nivel, para responder a las necesidades en otro nivel.

En relación a los diferentes factores que inciden durante las fases de ajuste y adaptación, J. M. Patterson describe tres que considera básicos.

Acumulación de demandas

Para empezar hay que decir que una demanda es un estímulo o condición que produce o induce un cambio en el sistema familiar, por lo cual puede constituirse en una amenaza o en un desafió para el equilibrio existente.

Estas demandas conducen a la aparición de tensión dentro del sistema, que permanece hasta que este comienza a movilizar sus capacidades en respuesta a las demandas presentadas. Cuando no existen capacidades para enfrentar las exigencias, sobreviene un estado de estrés.

La ocurrencia de eventos discretos o estresores, así como la existencia contínua de tensión, son los responsables de la aparición de las demandas. Un estresor, es un evento vital que ocurre en un momento determinado y que es capaz de producir un cambio en el sistema social familiar.

La ocurrencia de un estresor en un momento preciso, como por ejemplo una muerte accidental, hace que la adaptación de la familia a esta ciscunstancia inesperada, tome un largo período de tiempo.

Los cambios que ocurren en forma natural durante el transcurso de los ciclos vitales individual y familiar, tales como la adolescencia, el nacimiento del primer hijo, el abandono del hogar de los hijos, constituyen los denominados estresores normativos, a diferencia de los no normativos que son aquellos que ocurren súbitamente como las catástrofes, las muertes violentas, los desastres naturales.

La tensión es una condición de presión, asociada a una necesidad o deseo de cambiar algo. Las tensiones no aparecen en un momento específico sino en forma insidiosa. Los estresores son eventos que producen cambio, al contrario de las tensiones que necesitan del cambio para liberarse de ellas.

(Lea También: Capacidades en Estrategias de Afrontamiento Familiar)

Es importante conocer cuales son las principales fuentes de tensiones:

  • Tensiones no resueltas, asociadas con eventos anteriores, como cuando la familia no logra superar totalmente una crisis o un estresor como sería el caso de una enfermedad crónica de uno de sus miembros, lo que condiciona un estado de tensión acumulada.
  • Tensiones que surgen cuando el desempeño de un rol dentro de la familia no llena las expectativas que tienen los demás o uno mismo. Ejemplo de esta situación sería el caso del padre o la madre que no puede dedicar suficiente tiempo a sus hijos, quienes viven este hecho como una interferencia con su rol parental; o cuando uno de los esposos no está satisfecho con la vida sexual de su pareja.
  • Tensiones que surgen de los esfuerzos mismos de ajuste y adaptación de la familia. En el proceso de afrontamiento de las demandas, surgen patrones individuales y familiares que llegan a estabilizarse en otros casos estos patrones solo mantienen un equilibrio en el sistema familiar, a costa del bloqueo en el desarrollo físico o emocional de alguno de los miembros, bloqueo que se hace aparente a través de la aparición de algún síntoma, tal como el alcoholismo del padre, la depresión de la madre o la triangulación de uno de los hijos en el conflicto conyugal.

Existen otro tipo de extresores definidos bajo otros criterios que facilitan su compresión sobre el impacto que pueden producir en una familia y estos son según Boss (1988):

Internos
Comienzan en una persona de la familia: adicciones, suicidio, ascenso laboral, etc
Ambiguos
El evento se presenta en forra confusa e impredecible en cuanto a su evolución:
Voluntarios
Son deseados o buscados: escoger un nuevo trabajo, tener un hijo, cambiar de casa.
Crónicos
Situaciones de larga duración; diabetes, adicciones, pobreza extrema.
Externos
Comienzan por algo o alguien fuera de la familia: desastres naturales, terrorismo, recesión, etc.
Definidos
Los hechos que rodean al evento son claros e identificables: se sabe que esta sucediendo, cómo y durante cuanto tiempo.
Involuntarios
Ocurren sin estarlo buscando: muerte de un ser querido, perder el trabajo
Agudos
Son eventos difícieles pero de corta duración. Sufrir un robo o reprobar un examen.

La existencia de demandas se correlaciona con todos los niveles del sistema, es decir: los miembros de la familia, la familia y sus subsistemas y la comunidad respectiva. En este sentido existen tres tipos de demandas:
  • Las necesidades de supervivencia y las tareas del desarrollo individual: en esta categoría se encuentran las necesidades biológicas básicas, además de las psicológicas, que le son propias a cada una de las etapas del ciclo vital individual desde el nacimiento hasta la muerte. La satisfacción de estas necesidades se cubre con los recursos de la familia y de la comunidad.
  • Las tareas de mantenimiento y desarrollo de la familia: tienen que ver con la formación de la familia, su permanencia como institución y su desarrollo a lo largo del ciclo vital familiar. Las demandas que implican el cumplimiento de estas tareas son asumidas por la familia con sus propios recursos y con los recursos de la comunidad.
  • Condiciones sociales cambiantes: de hecho pueden ocurrir algunos cambios inesperados y otros de aparición gradual, ya sea al interior del ambiente familiar o en su entorno, como los cambios en la economía o en la políticas social, que pueden afectar en forma directa la seguridad familiar.

La acumulación de demandas puede agotar las reservas familiares y ante la aparición de una demanda adicional la familia puede entrar en crisis.

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VER 1 comentario

  1. Edgar dice:

    Como lo puedo citar?