Problemas limítrofes entre Colombia y Nicaragua

Problemas Limítrofes entre Colombia y Nicaragua

Los problemas limítrofes entre Colombia y Nicaragua llevan más de 40 años, a pesar de que la frontera marítima se estableció en un tratado del año 1928, Managua rompió unilateralmente dicho tratado en el año 1980. La problemática entre los dos países se llevó hasta la Corte Internacional de Justicia, en el año 2001 el gobierno de Nicaragua presentó una demanda contra Colombia; en donde solicitaba un reajuste de la delimitación marítima. (Ver también: Guerra entre Colombia y Perú)

Historia de los problemas limítrofes entre Colombia y Nicaragua: antecedentes

En el Tratado Esguerra-Bárcenas, ambos países acordaron que el Archipiélago de San Andrés y Providencia pertenece a Colombia. Mientras que la Costa de Mosquitos y sus islas aledañas pertenecen a Managua.

Sin embargo, en el año 1.980, el gobierno de Nicaragua, que estaba a cargo de la Junta Sandinista, declaró nulo el tratado de manera unilateral, a la vez que exigía San Andrés y Providencia, argumentando que al momento de la firma del tratado 52 años atrás, se presentó la intervención de Estados Unidos y no se tenía reconocido el derecho al mar.

Finalmente, en el año 2.001 los problemas limítrofes entre Colombia y Nicaragua escalaron cuando el gobierno de Nicaragua presentó una demanda contra Colombia ante la Corte Internacional de Justicia; para reclamar soberanía, no solo por San Andrés, sino también por Santa Catalina. Expertos señalaron que el accionar de Ortega se debió principalmente a que buscaba su reelección y a ampliar la territorialidad de este país en el Caribe. (Ver también: Fiebre del caucho en Colombia)

Cronología de la situación ante la Corte Internacional de Justicia

Primera demanda

El 6 de diciembre de 2001 Nicaragua presentó la demanda contra Colombia en la CIJ. Para el año 2003, Colombia, bajo el gobierno de Álvaro Uribe presentó sus objeciones preliminares. Basando su apelación en que Nicaragua anuló el tratado de forma unilateral y eso representó una violación de la legislación internacional.

Más adelante, en el año 2007 la CIJ se declaró competente para mediar en este problema limítrofe entre Colombia y Nicaragua. Sin embargo, la relación entre los dos países se rompería totalmente, cuando el presidente Uribe, en el marco de la celebración del Día de la Independencia de Colombia, realizó un desfile militar en San Andrés.

Esta situación, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la tomó como una “provocación”. Durante los años 2008 y 2009 cada país presentó sus memorias ante la Corte de La Haya. El primer fallo de este problema limítrofe llegó en el año 2012 cuando CIJ falló así: a Nicaragua le otorgó más aguas en el Caribe. De hecho, Colombia perdió cerca del 43% de su territorio marítimo en el Mar Caribe.

Por otra parte, le concedió a Colombia la soberanía no solo sobre San Andrés, sino en total sobre los 7 cayos del Archipiélago: Alburquerque, Bajo Nuevo, Quitasueño Roncador, Serrana y Serranilla. Colombia, ya bajo el gobierno de Juan Manuel Santos rechazó el fallo, asegurando que el tribunal internacional se equivocó al establecer la línea de delimitación.

Ante esta situación el Congreso colombiano no aceptó las modificaciones limítrofes, asegurando que; la juez de nacionalidad china no admitió las verdades motivaciones de carácter comercial que estarían detrás del fallo que la debieron llevar a declararse impedida.

Segunda acción de Nicaragua contra Colombia

Sin embargo, los problemas limítrofes entre Colombia y Nicaragua no llegarían a su fin. En el año 2013 Nicaragua nuevamente presentó una demanda contra Colombia, esta vez con el objetivo de definir la plataforma continental.

La plataforma continental se define como la superficie de un fondo marino con profundidades menores a 200 metros y que se encuentra próximo a las costas. Esta plataforma puede ser cerca de la costa o incluso a cientos de kilómetros.

En el año 2015 Colombia argumenta que la Corte Internacional de Justicia, al establecer los nuevos límites marítimos en el año 2012, no tiene la competencia para esta nueva acción. Sin embargo, en el año 2016, la CIJ se declara competente para llevar a cabo el juicio. De esta manera, en el 2017 Colombia presentó sus argumentos judiciales y la CIJ los aceptó, esperando las próximas audiencias por posibles violaciones de espacios marítimos; que se llevarían a cabo en el año 2021.

En julio de 2023, la CIJ falló a favor de Colombia argumentando que “Nicaragua no tiene derecho a una plataforma continental extendida dentro de las 200 millas náuticas desde las líneas de base de la costa continental de Colombia, independientemente de cualquier consideración científica”.

Impacto económico y geopolítico de la disputa

La disputa limítrofe entre Colombia y Nicaragua sobre el territorio marítimo en el Caribe ha tenido un impacto significativo en las relaciones económicas y geopolíticas de la región. Este conflicto no solo afecta a los países directamente involucrados, sino que también tiene repercusiones más amplias en el comercio, la seguridad y la cooperación regional.

Impacto en el comercio

La delimitación marítima es crucial para el comercio internacional, especialmente en una región como el Caribe, que es un importante punto de tránsito para el comercio global. La disputa entre Colombia y Nicaragua afecta las actividades económicas en varias formas:

Acceso a recursos marinos: la región en disputa es rica en recursos pesqueros y potencialmente en recursos minerales y energéticos. La pérdida de acceso a estas áreas puede afectar a las economías locales que dependen de la pesca y la explotación de recursos naturales. La incertidumbre sobre los límites puede desalentar la inversión en exploración y explotación de estos recursos.

Rutas comerciales: el área en disputa es estratégica para las rutas comerciales en el Caribe. Los cambios en la delimitación pueden alterar las rutas marítimas utilizadas por buques comerciales, afectando los costos de transporte y la eficiencia del comercio regional.

Implicaciones para la seguridad regional

La disputa también tiene implicaciones para la seguridad en la región, lo que puede influir en las dinámicas geopolíticas:

Tensiones entre países: la disputa ha generado tensiones diplomáticas entre Colombia y Nicaragua. Esto puede llevar a un aumento en el gasto militar y la militarización de la región. Las demostraciones de poder, como los desfiles militares y la presencia naval en áreas disputadas, pueden aumentar el riesgo de confrontaciones accidentales.

Cooperación regional: la disputa puede obstaculizar la cooperación regional en temas de seguridad y desarrollo. La falta de colaboración entre estos dos países puede debilitar los esfuerzos conjuntos para enfrentar desafíos comunes, como el narcotráfico y la migración ilegal.

Repercusiones para la cooperación internacional

La disputa también tiene consecuencias para la cooperación internacional:

Relaciones con potencias globales: la forma en que se resuelve el conflicto puede influir en las relaciones de Colombia y Nicaragua con potencias globales como Estados Unidos y China. Estas potencias tienen intereses en el Caribe y podrían intervenir o influir en el proceso de resolución del conflicto.

Inversión internacional: la incertidumbre sobre los límites marítimos puede afectar la percepción de estabilidad en la región, desincentivando la inversión extranjera. Las empresas internacionales pueden considerar la región como un área de alto riesgo hasta que se resuelva el conflicto.

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