Madurez y claridad organizacional
Cuando una empresa logra superar obstáculos, adaptarse a la evolución de los mercados y exigencias de los clientes y consolidarse en el sector como un referente, se considera que esa empresa ha alcanzado la madurez organizacional. La madurez organizacional es un conepto que se refiere a la capacidad que tiene la empresa para adaptarse a nuevos entornos, a su experiencia para llegar a nuevos mercados, a su impacto social y a su rendimiento. Es decir, todo un conjunto de factores que miden qué tan preparada está la empresa y con qué capacidad cuentan.
Por su parte, la claridad organizacional tiene un enfoque más interno y se refiere a la visión con la que un empleado entiende todo el entorno empresarial. Entre ellos se encuentra su visión y misión, sus retos, la competencia, la estrategia, las oportunidades, las prioridades y los retos. (Ver también: Reskilling y upskilling)
¿Cómo promover la madurez organizacional?
Como lo acabamos de mencionar, la madurez organizacional mide la experiencia, el rendimiento y el impacto de la empresa en diferentes aspectos. A través de los datos, enfocados más hacia los datos financieros y operativos, con los cuales se pueden hacer mediciones o proyecciones con márgenes importantes de precisión y fiabilidad.
La otra forma de media la madurez organizacional es por medio del recurso humano. Ésta se refiere a la capacidad que tienen los trabajadores para llevar a cabo sus funciones hasta alcanzar los objetivos tanto del cargo como los empresariales.
Y la tercera es a través de la tecnología, que es la que permite entrelazar la información de datos operativos, datos financieros y de los trabajadores y de esta manera alinear todo hacia el objetivo empresarial.
Para aumentar la madurez organizacional se pueden poner en práctica varias estrategias o hábitos como: establecer objetivos para la estrategia empresarial. Ten presente que deben ser alcanzables, medibles y con una fecha límite.
También es importante documentar los procedimientos, especialmente porque sobre esta información se pueden aplicar mejoras para los procesos. Además, brindan información sobre los indicadores de gestión que son muy importantes en la operación de cualquier empresa.
Asimismo, para lograr una madurez organizacional se recomienda tener una buena gestión ante el cambio o los imprevistos. Y finalmente, la evaluación del riesgo de los diferentes proyectos de la empresa es otro paso para lograr tener un mayor nivel de madurez a nivel empresarial.
Ten en cuenta evaluar tanto el riesgo como la oportunidad, teniendo en cuenta, a su vez, todos los factores que podrían afectar el proyecto. Hasta qué tanto ese proyecto aporta a los objetivos empresariales. (Ver también: DACI: marco de toma de decisiones)
Niveles de madurez organizacional
Si quieres saber en qué nivel de madurez organizacional se encuentra tu empresa lee a continuación:
Nivel 1 – Madurez inicial
En este nivel generalmente los proyectos resultan siendo caóticos porque no hay medidas ni protocolos definidos. No hay mayor estabilidad y los logros dependen en gran medida de las destrezas, compromiso y habilidades del trabajador.
Nivel 2 – Organización gestionada
A este nivel los proyectos ya se gestionan de manera más adecuada, con fases de planeación, ejecución y control. Se tienen definidos y alcanzados los objetivos, principalmente en las áreas de procesos.
Nivel 3 – Organización definida
La ejecución de proyectos alcanza un nivel mayor pues se cuenta con protocolos, planes, procedimientos y normas ya establecidas para su ejecución; de esta manera se logra tener una gestión de servicio o de productos más efectiva.
Nivel 4 – Organización gestionada a nivel cuantitativo
En este nivel el detalle cuenta y por eso se tienen en cuenta subprocesos o procesos menores que permitan obtener información relevante tanto del cliente interno como externo.
Por ejemplo, en este nivel se mide la productividad de los procesos, se realizan encuestas de satisfacción, se mide el desempeño de los trabajadores, etc.
Nivel 5 – Optimización
En este nivel ya hay una cultura organizacional más definida y aceptada por los trabajadores. Aquí, la tecnología comienza a jugar un papel muy importante para la mejora de los procesos y proyectos que conlleven a un aumento de la productividad.
Claridad organizacional: características y cómo impulsarla
Cuando un trabajador tiene claro cuáles son las metas de la empresa, cuál es su visión y su misión y entiende los retos que se vienen ante la competencia. Inmediatamente entra a ser parte del engranaje que trabaja en pro de esta organización desde todos los sentidos y desde su área de trabajo.
Cuando esto sucede se considera que una empresa es una organización clara; pues hay transparencia en la comunicación que mejora todo ese flujo que implica tomar una decisión y ejecutarla. Uno de los pilares para conseguir la claridad organizacional es la comunicación, mejora la comunicación organizacional en todos los aspectos; y estarás un paso más adelante para conseguir la claridad organizacional.
Otros aspectos importantes que ayudan a impulsarla son: definir los objetivos y metas de manera general y específica. Es decir, los objetivos y metas de toda la organización, hasta llegar a los diferentes departamentos y cargos.
Asimismo, es importante definir las funciones y responsabilidades de los cargos. De esta manera las personas tienen claro qué se espera de ellos, se mitiga el caos empresarial; y se evita lo que se conoce como guerras territoriales organizacionales. Otro aspecto importante para lograr la claridad organizacional es la transparencia en la comunicación. Esto se refiere a la capacidad de la empresa para tener una comunicación de doble vía.
Tendencias actuales en gestión organizacional
Las tendencias actuales en gestión organizacional están transformando la manera en que las empresas operan y alcanzan sus objetivos. A medida que las tecnologías y las prácticas laborales evolucionan, la madurez y la claridad organizacional también están cambiando.
Inteligencia Artificial (IA) y análisis de datos
La inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos están revolucionando la forma en que las organizaciones toman decisiones y gestionan sus operaciones. Las herramientas de IA pueden analizar grandes volúmenes de datos para proporcionar información valiosa sobre el rendimiento de la empresa, las tendencias del mercado y las preferencias de los clientes. Esto permite a las empresas tomar decisiones más informadas y precisas.
Optimización de procesos: la IA puede automatizar tareas repetitivas y rutinarias, lo que libera tiempo para que los empleados se concentren en actividades más estratégicas. Por ejemplo, los chatbots impulsados por IA pueden manejar consultas de clientes de manera eficiente.
Predicción y planificación: el análisis predictivo utiliza datos históricos y algoritmos de IA para prever futuros escenarios y planificar en consecuencia. Esto puede ayudar a las empresas a anticipar cambios en la demanda y ajustar sus estrategias rápidamente.
2. Automatización de procesos
La automatización de procesos es otra tendencia clave en la gestión organizacional. Se refiere al uso de tecnología para automatizar tareas y procesos que antes eran manuales. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que también reduce el riesgo de errores humanos.
Automatización robótica de procesos (RPA): la RPA utiliza robots de software para realizar tareas repetitivas como la entrada de datos, la gestión de facturas y la generación de informes. Esto permite a las empresas reducir costos y mejorar la precisión.
Flujos de trabajo automatizados: las herramientas de gestión de proyectos y procesos permiten crear flujos de trabajo automatizados que facilitan la colaboración y el seguimiento de tareas. Esto puede mejorar la transparencia y la claridad organizacional al asegurar que todos los miembros del equipo estén alineados con los objetivos y plazos.
3. Trabajo remoto y flexibilidad laboral
El trabajo remoto y la flexibilidad laboral se han convertido en una norma en muchas organizaciones. La pandemia de COVID-19 aceleró esta tendencia, demostrando que muchas tareas se pueden realizar de manera efectiva fuera de la oficina tradicional.
Herramientas de colaboración virtual: las plataformas de videoconferencia, mensajería instantánea y gestión de proyectos permiten a los equipos trabajar juntos de manera efectiva sin importar su ubicación física. Estas herramientas facilitan la comunicación y la colaboración, lo que puede mejorar la claridad organizacional.
Modelos de trabajo híbrido: las empresas están adoptando modelos de trabajo híbrido que combinan trabajo remoto y presencial. Esto ofrece a los empleados flexibilidad y puede mejorar la satisfacción laboral, lo que a su vez puede contribuir a una mayor madurez organizacional al mantener a los empleados comprometidos y productivos.
4. Enfoque en el bienestar y la salud mental
El bienestar y la salud mental de los empleados están ganando importancia en la gestión organizacional. Las empresas están reconociendo que el bienestar de los empleados afecta directamente a la productividad y la satisfacción en el trabajo.
Programas de bienestar: muchas organizaciones están implementando programas de bienestar que incluyen asesoramiento, actividades de relajación y soporte emocional. Esto ayuda a crear un ambiente de trabajo positivo y reduce el estrés, lo que puede mejorar la claridad organizacional y el rendimiento.
Equilibrio entre vida laboral y personal: las políticas que apoyan un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal son cada vez más comunes. Esto incluye horarios flexibles y opciones de teletrabajo, que pueden contribuir a una mayor satisfacción y retención de empleados.
5. Desarrollo continuo y aprendizaje
El desarrollo continuo y el aprendizaje son fundamentales para mantener la relevancia y adaptabilidad en un entorno empresarial en constante cambio. Las empresas están invirtiendo en la formación y el desarrollo de sus empleados para asegurar que sus habilidades estén alineadas con las necesidades del mercado.
Capacitación y upskilling: las iniciativas de capacitación y upskilling permiten a los empleados adquirir nuevas habilidades y conocimientos que son relevantes para su rol actual y futuro. Esto contribuye a la madurez organizacional al asegurar que el personal esté bien preparado para enfrentar nuevos desafíos.
Cultura de aprendizaje: fomentar una cultura de aprendizaje continuo dentro de la organización puede mejorar la claridad organizacional al asegurar que todos los empleados estén alineados con los objetivos y estrategias empresariales.
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