Efecto del Viento en el Cultivo de la Caña de Azúcar
3.5
Visto en escala global, los vientos están asociados con el régimen de las lluvias e indirectamente afectan el ciclo de vida de los cultivos. Pero el viento asume importancia agroclimática cuando se lo considera a microescala, porque limita la distribución espacial del cultivo y tiene influencia directa sobre su crecimiento y desarrollo.
Vientos locales, especialmente los de tipo catabático o de Fohn, comunes en el valle del rio Cauca, son los más perjudiciales, ya que, reducen la humedad de la atmósfera y la del suelo, además, modifican significativamente la estructura del fitoclima e influyen, por tanto, en la organización vertical del cultivo.
Rege y Sannabhati (29) sostienen que, con un régimen de mucho viento las plantas desarrollan un mayor sistema radicular, el crecimiento se estanca y se aumenta la transpiración, la humedad disminuye y se alarga el proceso de maduración. Warren Wilson y Wadsworth (29) señalan que la tasa óptima de crecimiento de la caña se obtiene a una velocidad del viento de 30 cm/s con mayor velocidad, ésta disminuye.
El viento también puede causar daño mecánico, principalmente cuando el cultivo se encuentra en pleno desarrollo, pero el volcamiento sólo se puede presentar con ráfagas de viento superiores a 60 km/h Y acompañadas de tormentas eléctricas.
Otro efecto nocivo del viento tiene que ver con la diseminación de patógenos como el que produce la gomosis (Xanthamonos vasculorum), enfermedad que afecta negativamente la calidad del jugo de la caña (18). (Lea También: Suelos en el Cultivo de la Caña de Azúcar)
3.6 Condiciones Climáticas Adversas
Se consideran Como situaciones climáticas adversas para el normal desarrollo de los cultivos, aquellos fenómenos atmosféricos que se presentan periódicamente en el transcurso del año y que de acuerdo con su intensidad pueden provocar pérdidas parciales o totales en los cultivos. Los más importantes son: los ciclones, las inundaciones, la sequia, las heladas y las granizadas.
3.6.1 Ciclones:
La mayoría de las zonas costeras de las islas y continentes localizados principalmente en la región tropical y subtropical están sujetas al embate de ciclones o huracanes, que son vientos fuertes, acompañados de lluvias intensas, de pocos días de duración pero que a su paso causan daños severos a los cultivos, como inundaciones del terreno, quiebra y desarraigo de las plantas. Paturau afirma que, con la excepción de las islas vecinas de Reunión, Mauricio es la más afectada por ciclones que cualquier otro país productor de caña del mundo. En Colombia, por fortuna, la mayor área cañera se encuentra lejos de las costas y además, la probabilidad de la presencia de ciclones o huracanes COIDO el JOAN que, en 1988, azotó a la costa norte del país, es escasa.
3.6.2 Inundaciones:
Se pueden presentar como efecto de las tormentas tropicales o están asociadas con las épocas de mayor precipitación durante el año, principalmente en suelos con un mal sistema de drenaje. En Colombia las inundaciones provocadas por avalanchas de los ríos son recurrentes, al igual que problemas por encharcamiento; por lo mismo, se estima que regiones con más de 2000 mm de lluvia anual no son aptas para el cultivo de la caña si no se dispone de un excelente sistema de avenamiento (18).
3.6.3 Sequía:
Se consideran tres tipos de sequías: Atmosférica, agrícola e hidrológica. Las dos primeras son las más importantes para la caña.
La sequía atmosférica es una situación en la cual, sobre una amplia área, existe una disminución significativa de la precipitación en relación con las condiciones normales del clima (29).
Este tipo de sequias se presentan aperiódicamente en Colombia y por lo general sobre amplias extensiones geográficas, como la ocurrida en el año de 1977 que afectó la mayor parte del país aunque también ocurren, – en áreas mas pequeñas.
La sequía agrícola se presenta cuando la humedad disponible en el suelo en la zona de raíces, no es la adecuada para su normal crecimiento y desarrollo. Los dos grupos de sequías se combaten con riego, pero cuando nos encontramos ante la inminencia de una sequía atmosférica, lo aconsejable es acondicionar a la planta antes de someterla a un proceso de riego intensivo, por consiguiente, se deben programar intervalos de riego que se prolongarán paulatinamente antes de la sequía.
La sequía afecta más s los suelos salinos, ya que el movimiento del agua se puede presentar desde la zona de raíces hacia el suelo a causa del mayor gradiente de presión osmótica.
De otro lado, la sequía es benéfica para el cultivo cuando este se encuentra en su fase de maduración. Una sequía moderada ayuda s la concentración de una mayor cantidad de azúcar en la caña, por lo mismo, se recomienda retirar el riego entre 4 ó 6 semanas antes del corte.
3.6.4 Heladas:
Desde el punto de vista de la Meteorología, se dice que hay helada cuando la temperatura del aire cae por debajo del punto de congelamiento del agua o sea los OOC; sin embargo, la caña de azúcar sufre por enfriamiento a temperaturas de 50C. En Colombia sólo se presentan heladas por encima de los 2500 metros sobre el nivel del mar.
3.6.5 Granizo:
El granizo causa daños de tipo mecánico y es más nocivo en plantas jóvenes, ya que puede defoliar los vástagos o hacer trizas las hojas.
3.7 Efecto de la Latitud
La caña de azúcar comercial y de riego se produce entre los 350 de latitud norte y los 350 sur. La longitud del día y por lo tanto el fotoperiodo, dependen de la latitud. Se ha comprobado que durante días con mayor fotoperíodo se acelera el crecimiento de la planta (18).
3.8 Elevación
La altura sobre el nivel del mar determina los cambios de temperatura en Colombia; las regiones cañeras del país están localizadas de la siguiente manera:
De 0 a 800 m.s.n.m. El período vegetativo varía entre 12 y 14 meses, su producción se destina preferiblemente a la fabricación de mieles.
De 800 a 1200 m.s.n.m. El período vegetativo fluctúa entre 13 y 16 meses. A esta elevación se encuentran las mejores condiciones climáticas para la producción de azúcar.
De 1200 a 1800 m.s.n.m Es la zona de ladera donde las condiciones topográficas no facilitan un manejo técnico similar al de las regiones anteriores. Son cultivos de secano, con bajos rendimientos y cuya producción se dedica principalmente a la fabricación de panela.
El periodo vegetativo del cultivo, por condiciones de menor temperatura, fluctúa entre 18 y 24 meses.
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