Trastorno de ansiedad en el Climaterio

JORGE FORERO**

* Este artículo se publica con la autorización de los doctores Silvia Gaviria, Iris Luna y Eduardo Correa.
** Médico Psiquiatra, Universidad El Bosque. Presidente Asociación Colombiana de Psiquiatría Biológica, E-mail: jaforero@telecom.com.co

Resumen

Llama la atención la escasa información existente acerca de trastornos de ansiedad en el climaterio y la elevada prescripción y automedicación de ansiolíticos que se observa en mujeres en esa etapa de la vida.

En éste articulo se revisa el cambio en la fisiología de las hormonas en el cerebro y sus implicaciones en la conducta ansiosa durante el climaterio y los aspectos psico-sociales de ésta etapa de la vida.

También se analiza cómo las diferentes condiciones inherentes a la edad: viudez, abandono de los hijos, estado socioeconómico y aspectos culturales. Influyen en los síntomas neurovegetativos. Por último se hace un enfoque del tratamiento farmacológico, cognitivo, de grupo y de familia para el desorden ansiolítico en la menopausia.

Palabras clave: Ansiedad, menopausia, TRH, trastornos psico-sociales.

Abstract

There is few information about anxiety disorders during the menopause and so often high use of anxiolitic drugs that more of the time are self prescribed. In this article it is reviewed the changes of the hormone physiology in the brain and its implications in anxiety in climatery. It is also analysed other different condition associated to this age span. Lastly, the author focus in pharmacologic, cognitive, family and group therapy.

Key words: Ansiety, menopause, HRT, psyco-social disorders.

El climaterio es un periodo en la vida en el cual declina la función ovárica, cesa la menstruación y termina la función reproductiva.

La ansiedad es un estado de inquietud o zozobra de la persona y un sentimiento de ánimo desagradable, disgusto persistente e irritabilidad, acompañado de síntomas somáticos, que no permite sosiego a quien la padece.

Clasificación de los trastornos de ansiedad según el DSM IV

Los trastornos de ansiedad descritos en el DSM IV1 son: crisis de angustia, agorafobia, trastorno de angustia sin y con agorafobia, agorafobia sin historia de trastorno de angustia, fobia específica, fobia social, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés postraumático, trastorno por estrés agudo y los trastornos de ansiedad generalizada, debido a enfermedad médica, inducidos por sustancias y no especificado.

Llama la atención la escasa información existente acerca de los trastornos de ansiedad en el climaterio y la elevada prescripción y automedicación de ansiolíticos que se observa en mujeres en esa etapa de la vida.

La ansiedad de la mujer climatérica puede ser subclínica e interferir en diferentes escenarios de la vida afectando el desempeño de su rutina cotidiana.

Los niveles de ansiedad pueden no ser suficientes, dentro de la semiología psiquiátrica, para constituir diagnóstico de patología ansiosa. Sin embargo las pacientes reconocen que producen un malestar significativo, lo cual nos debe movilizar a la búsqueda de un tratamiento orientado a disminuir la presencia de los síntomas.

Las mujeres climatéricas presentan manifestaciones de ansiedad, con cambios sensibles en su funcionamiento tales como: aumento de irascibilidad, tendencia al comportamiento conflictivo, nerviosismo, alteraciones del sueño, dificultades en la concentración, sentimiento de inseguridad, preocupación por eventos que previamente no les causaban inquietud, aumento de la sensibilidad emocional, disminución de la tolerancia, entre otros, además de síntomas somáticos tales como suspiros, palpitaciones, temblor fino, sudoración, malestar gastrointestinal, sensación de hormigueo, rubor o escalofrío.

Estos signos y síntomas deben orientar al médico para pensar en la existencia de un probable trastorno por ansiedad.

La ansiedad sufrida por la mujer climatérica está relacionada con los reconocidos cambios neurobiológicos y psico-sociales que se presentan en esta etapa de la vida.

En éste artículo:

Se revisa el cambio en la fisiología de las hormonas en el cerebro y sus implicaciones en la conducta ansiosa durante el climaterio y los aspectos psico-sociales de ésta etapa de la vida.

Se hace referencia también al abordaje y tratamiento de las alteraciones en los niveles de ansiedad de este período de la vida, que están relacionados con los naturales cambios biológicos, y se proponen estrategias de intervención para mejorar la calidad de vida de la mujer climatérica.

Lea También: Tratamiento de trastorno de ansiedad en la mujer climatérica

Metabolismo de las hormonas a nivel cerebral, interacciones con otros neurotransmisores e implicaciones en la aparición de cuadros de ansiedad

Durante el climaterio se produce una disminución en la actividad hormonal de los ovarios. La caída en la concentración de estradiol, el principal y más potente estrógeno secretado por el ovario, causa un feedback negativo sobre el eje hipotálamo-hipófisis-ovario, con un aumento de la hormona folículo estimulante (FSH)2. Estos cambios hormonales tienen directas repercusiones en la aparición de cuadros de ansiedad.

Los estrógenos y progestágenos pueden antagonizar la acción de los glucocorticoides, cuya liberación parece jugar un importante rol en la generación de cuadros de ansiedad. Los estrógenos mejoran la eficiencia de la neurotransmisión serotoninérgica3, actuando también sobre otros sistemas de neurotransmisión, incluyendo catecolaminas, acetilcolina, GABA y glutamato, entre otros.

La interacción entre neurotransmisores y esteroides gonadales es extremadamente compleja, ya que cada sistema parece tener una función modulatoria del otro, por lo que importantes cambios en alguno puede provocar intensos efectos en otros.

El descenso de los niveles de estrógenos observado en la menopausia, parece ser uno de estos cambios lo cual aumentaría la expresión de cuadros de ansiedad en mujeres vulnerables. Los estrógenos han demostrado poseer un efecto ansiolítico. Mujeres postmenopáusicas que reciben terapia de reemplazo hormonal (TRH) presentan una reducción de los síntomas de ansiedad cuando ésta tiene una presentación subclínica.

Además, los estrógenos actuarían en varios niveles de los receptores GABA provocando efectos ansiolíticos.

Los estrógenos inhiben la actividad de la monoaminooxidasa (MAO-A) e incrementan el turnover de la serotonina y de la dopamina.

Además actúan en la síntesis y metabolismo de la norepinefrina4.

Relaciones en ese momento del ciclo vital

La etapa del climaterio, coincide con cambios psico-sociales en el ciclo vital de la mujer, los cuales están dados por:

1) Aparición del Síndrome del Nido Vacío
2) Edad de jubilación
3) Cambio de rol al interior de la familia
4) Aparición de enfermedades
5) Pérdida de relaciones interpersonales
6) Cambios de aspectos físicos5.

Muchas mujeres, durante el transcurso de esta etapa de la vida, sufren pérdidas significativas tales como la muerte del cónyuge. En esta etapa suelen nacer los nietos, abriéndose la vida a una vivencia afectiva trascendental, cual es, experimentar y desarrollar el rol de abuela.

Los anteriores y muchos otros aspectos de orden psico-social pueden ser asumidos por las mujeres climatéricas como ventajas o desventajas en sus vidas, lo cual varía según la cultura y las expectativas existentes respecto a esta etapa6.

La asistencia y educación brindada a las mujeres en edad del climaterio, permite convertir factores estresantes en nuevos facilitadores para mejorar su calidad de vida.

Síndrome de nido vacío

El síndrome de nido vacío es el nombre dado a la situación caracterizada por la salida de los hijos del hogar, causado por el cambio de residencia, por razones académicas o laborales, el matrimonio o la búsqueda de independencia.

El nido vacío puede ser tomado como una magnifica oportunidad para poner en marcha planes que antes no se pudieron realizar por los deberes derivados de las necesidades y presencia de los hijos, permitiendo entre otras cosas, salir de viaje sin consultar o disfrutar de la sexualidad sin temor a indiscretas interrupciones.

Para algunas pacientes, en cambio, puede ser vivido como una experiencia de abandono y soledad.

El nido vacío puede dejar a los padres la sensación del deber cumplido para con sus hijos, quienes han dejado su hogar primario para formar el propio o han salido a buscar oportunidades esperanzados en un mañana mejor. La experiencia perenne de satisfacción de los padres, quienes ven salir a sus hijos del hogar los acompaña siempre. Jalil Gibrán acompaña a los padres en la preparación del nido vacío y en su magistral obra titulada El Profeta les dice:

“Vosotros sois el arco, por medio del cual vuestros hijos son disparados como flechas vivas. Porque así como él ama la flecha que dispara, ama también el arco que permanece firme”7.

La labor del médico es acompañar a la mujer climatérica que experimenta el alejamiento de sus hijos, y generar un diálogo fecundo que permita redefinir conceptos de connotaciones negativas, para lograr hacer amable la experiencia de la salida de los hijos del hogar.

Edad de jubilación

Las mujeres que se han desempeñado en la vida laboral en actividades de diverso reconocimiento socioeconómico, y han visto en el trabajo un medio necesario para ganarse el sustento o un camino para desarrollarse en plenitud, suelen verse idénticamente igualadas frente a la dificultad de enfrentar el retiro o la jubilación, este evento las obliga a reorganizar el tiempo disponible para poderlo invertir en un sinfín de actividades, las cuales antes no había podido o querido realizar.

Llega la época en la vida cuando se disminuyen los niveles de estrés, causado hasta entonces por la necesidad de responder frente a múltiples y continuas exigencias.

La jubilación debe ser, aunque no siempre lo parece, una oportunidad para concentrar renovados ánimos en el logro del bienestar personal. Es el tiempo para poner al día sueños atrasados.

El Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española señala que jubilación se puede entender como “alegría y regocijo” 8.

La jubilación marca una ruptura entre la obligación condicionada y la libertad individual.

Da paso a la mujer climatérica a un tiempo donde poder integrar finalmente los propios intereses, dejados de lado décadas atrás. Es una época de la vida en la cual es preciso no sólo adaptarse sino que activamente acoger un nuevo rol, desde donde se puedan explorar oportunidades que ampliarán la satisfacción de vida.

Cambio de rol al interior de la familia

Llegada la etapa del climaterio, el rol al interior de la familia cambia. Ya no es necesario ejercer con severidad el rol de educador y dictar rígidas reglas de formación, pues las normas ya están inculcadas en los hijos quienes han madurado con el paso de los años.

Para esta etapa están reservados roles de suma importancia en el mantenimiento de la estructura social y familiar. Los padres pasan a ser consultores de la vida porque sin duda albergan sabiduría acumulada y aquilatada por la experiencia.

Este nuevo papel está previsto con el único interés de ampliar la visión de los hijos. La mujer posee el don divino de trasmitir su conocimiento con amor y esta condición le permite jugar un papel trascendental en el mantenimiento de fluidas redes de comunicación con sus hijos, para esta época ya ausentes de casa.

El nuevo rol al interior de la familia de la mujer en edad del climaterio, precisa de preparación y enorme capacidad de adaptación. Alejar la idea de ser innecesaria, es vital para asumir con entereza el rol de protagonista en un escenario de armónicas relaciones, con quienes ahora han pasado a ser nuevos miembros de la familia, nietos, yernos y nueras.

El médico puede ayudar a su paciente a crear conciencia de la importancia del rol de ella al interior de la familia en este período de vida y orientarla para que conozca la importancia de su papel como participante de la dinámica familiar.

Pérdida de relaciones interpersonales

El establecimiento de relaciones interpersonales no tiene edad particular. Ocurre a lo largo de la vida y algunas se mantienen vigentes desde mucho tiempo atrás.

Otras relaciones son temporales y circunstanciales dadas por actividades laborales o sociales propiamente dichas. Para quienes tuvieron una actividad laboral fuera de casa y afianzaron relaciones interpersonales estables, estas se pueden mantener después de la jubilación.

Sin embargo, éstas últimas particularmente son las que se dejan de mantener por la inconstancia de contacto con las personas. En el climaterio también se pueden establecer nuevas relaciones producto del encuentro con personas con intereses comunes.

Como veíamos anteriormente, el climaterio es una etapa para realizar actividades nuevas y resulta ser una oportunidad para conocer personas que también estén interesadas en mejorar sus niveles de calidad de vida.

En general, las relaciones interpersonales se establecen sobre la base de una consistente autoestima, partiendo de la óptica de tener algo que ofrecer a alguien. Además, estas se logran como producto de la motivación para compartir con otra persona. Las relaciones preestablecidas, como cualquier otra, se mantienen por el placer de estar queriendo y sentirse querida, tener reconocimiento y dar reconocimiento, recibir y dar afecto.

Cambios de aspectos físicos

A partir del cambio en el balance de las hormonas aparecen cambios físicos que están condicionados por esta nueva situación fisiológica.

La disminución de la concentración de colágeno en la piel favorece la aparición de arrugas y un vello facial de distribución característica que compromete la imagen.

La grasa se distribuye a nivel de la cintura pélvica y escapular perdiéndose las líneas que demarcaron la cintura. Por la disminución de la densidad de la trabécula ósea de los cuerpos vertebrales se puede presentar deformación de los mismos. Dando origen a disminución de algunos centímetros de la estatura previa, además de xifosis dorsal.

Estos cambios son experimentados por muchas mujeres como una dolorosa y hasta angustiosa pérdida de la feminidad. Los cuales unidos a la ausencia de fertilidad puede acarrearles cambios en su estado de ánimo9.

Sin que constituya un verdadero cambio físico evidenciable en la anatomía del cuerpo femenino. También y secundario al cambio en la concentración de estrógenos. Se disminuye la producción de moco cervical que contribuye con la lubricación de la vagina para las relaciones sexuales.

Esta disminución puede llevar a la mujer climatérica a presentar dispareunia lo cual contribuye negativamente en su estado de ánimo. Esta experiencia puede ser vivenciada como una pérdida más, que conduciría a producir o aumentar síntomas de ansiedad.

Condición de viudez

Muchos son los temores que afloran en la edad del climaterio como el miedo a la soledad o al abandono, entre otros, se expresan con severidad con la pérdida del cónyuge. Esta situación compromete el estado de salud mental de las mujeres y en algunos casos se convierte en patología psiquiátrica de difícil tratamiento.

“La muerte es una experiencia a la que todo ser humano se enfrenta tarde o temprano” afirma Sherwin B. Nuland en su best seller: Cómo nos llega la muerte, publicado en 199410. Sin embargo como suele suceder para muchas otras condiciones inevitables que vienen con la edad, no existe una preparación para minimizar los efectos deletéreos causados por estas experiencias al interior del equilibrio emocional de las pacientes.

Como profesionales de la medicina nos asiste la obligación de contribuir en la preparación, no sólo de nuestros pacientes sino de sus familiares, para la muerte. Con ello estamos salvaguardando la salud mental de aquellos quienes han confiado su ser querido al cuidado de nuestras manos.

El rol de la abuela en la sociedad actual

La abuela es el ser adorable por excelencia.

Quienes tienen la dicha de ser abuelas tienen un potencial reservado para entregarlo con el amor que solo ellas saben profesar. Sus nietos son los benefactores y ellos necesitan con urgencia de amorosas atenciones.

Los médicos debemos estimular a las abuelas para que asistan a sus hijos, hijas, yernos y nueras en el cuidado de los nietos sin que ello signifique que ellas abandonen sus propios intereses. Los hijos de quienes tienen que cumplir largas y extenuantes jornadas de trabajo fuera de casa requieren de mayor tiempo para experimentar afectuosos contactos con sus seres queridos y así tener la oportunidad de aprender de un entorno amoroso.

El creciente ejército de institutrices, psicopedagogas dedicadas a niños, nanas, empleadas de servicio doméstico, madres comunitarias, etc. No logran ni lograrán inmunizar a los niños contra la epidemia de enfermedades transculturales como la delincuencia juvenil, el consumo de sustancias psicoactivas y el suicidio.

La vacuna que logra prevenir la aparición de estas enfermedades la pueden aplicar las abuelas a sus nietos a través de la constante transmisión de sus sentimientos amorosos.

Tenemos que aprovechar a las abuelas quienes albergan sabiduría acumulada y poseen la autoridad para ejercer sin ningún perjuicio de la estructura del aparato psicológico de sus nietos la alcahuetería solidaria que no desautoriza las rígidas normas impartidas por los padres ausentes.

Las abuelas constituyen un invaluable recurso humano porque son ellas quienes tienen la clave para proteger a la familia y a la sociedad contra enfermedades que ponen en grave riesgo la vida de los niños.

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VER 2 comentarios

  1. Este blog es realmente un paseo a través de toda la información que quería sobre este este tema tan aditivo y no sabía a quién preguntar .

    1. Diana Rueda dice:

      Gracias por visitarnos, nos alegra que haya sido de utilidad la información. Saludos!