Depresión Infantil
La depresión infantil es un trastorno en el estado del ánimo que hacen que los niños se sientan tristes, irritados o desanimados por semanas, meses o incluso mucho más tiempo. Es normal que un niño se sienta triste, decaído o que lo veas irritado, pero esto es normal cuando pasa de vez en cuando, si esto continua por mucho tiempo debes ponerte alerta. En personas de 10 años a los 24 años, el suicidio es la principal causa de muerte.
La depresión no es algo que debamos tomar a la ligera, generalmente las personas, en este caso los niños, envían muchas señales que generalmente pasamos desapercibidas porque las podemos confundir con otras situaciones normales de la infancia, la adolescencia e incluso de la adultez.
Síntomas de Depresión Infantil
1. Como te contamos antes el primer síntoma que podemos identificar es la tristeza y el desánimo, que se puede traducir en la falta de energía o falta de interés en algo. No necesariamente en cosas que antes le gustaba hacer, también pueden ser en cosas nuevas que normalmente les gustaría a los niños de su edad.
Los padres, muchas veces pueden entender este comportamiento como grosero, apático o vago, algunas veces puede ser así, pero detrás de esto, se puede esconder un síntoma claro de depresión, que un psicólogo o profesional te ayudará a determinar.
2. Los pensamientos negativos también son un síntoma de depresión infantil, y no se refiere solo al querer suicidarse o pensar en el suicidio, que es el síntoma más evidente de depresión en niños y adultos.
Cuando hablamos de pensamientos negativos, también hacemos referencia a ser muy críticos tanto consigo mismo como con otras personas, actitud que la familia y el entorno podría interpretar como grosera e irritable. También, se refiere a que el niño se centra mucho en los problemas, se queja constantemente, solo ve el lado negativo de las cosas, etc.
3. Un niño con depresión tiene una energía baja, esto afecta mucho su desempeño incluido el escolar, su concentración baja, se comienzan a sentir inútiles, incapaces y por ende se sienten rechazados e indignos ante las otras personas.
4. Otro síntoma que podemos detectar son cambios en los patrones de conducta, por ejemplo, que duerma mucho más o menos que lo de costumbre; también puede ser que comience a comer menos o más de lo que normalmente hace.
Tipos de Depresión Infantil
1. Depresión crónica: dura dos años o más y es una depresión leve que se desarrolla de manera gradual.
2. Depresión mayor: dura en promedio dos semanas y se trata de un episodio fuerte de depresión y se presenta de manera reciente.
3. Trastorno afectivo estacional: en la época de invierno cuando se reduce la exposición al sol se puede presentar este tipo de depresión.
4. Trastorno de adaptación con ánimo depresivo: cuando el niño ha sufrido un evento fuerte, por ejemplo, la muerte de algún ser querido, un episodio de angustia y estrés como un accidente, puede presentar este tipo de depresión como consecuencia de ese evento.
Tratamiento y Diagnóstico
Lo primero es saber que, cuando crees que un niño sufre de depresión o está teniendo un episodio, lo mejor es consultar con el profesional de la salud. No podemos esperar a que el episodio pase, la depresión si no se trata no va a pasar, lo normal es que tienda a empeorar.
Para los padres, lo más recomendado es que hagan estos 3 pasos:
Primero, los padres deberán hablar con sus hijos sobre sus sentimientos y estado de ánimo, que hablar de depresión no sea un tabú. Si encuentra negativa por parte de los niños es normal, de todas formas, insistan y háganles saber que ustedes como padres están ahí para ellos, para escucharlos y apoyarlos.
Segundo, haga una cita o póngase en contacto con un profesional de la salud mental, lo más indicado para comenzar es un psicólogo, más adelante y dependiendo del tipo de depresión podría atenderlo un psiquiatra. La depresión se debe tratar y es un profesional de la salud quien deberá indicar el tratamiento.
Tercero, también deberás consultar con un pediatra quien es el especialista para tratar los niños, pues es importante tener una evaluación física del niño para descartar que los síntomas no sean producto de otra enfermedad. Además, el pediatra también ayudará a identificar si los síntomas o señales que presente el niño puedan ser por depresión.
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