¡Exclusivo! Tras Once Años De Matrimonio Luces Velásquez ¡Fue Mamá!
A Luces la vida le cambió desde el 3 de octubre. No importó que le practicaran cesárea; para ella la alegría de tener a su hija suplía cualquier dolor y todo inconveniente pasa inadvertido desde que Oriana llegó a sus brazos.
La actriz, después de luchar durante cuatro años para tener un hijo, logró que su embarazo llegara a feliz término al nacer su primera hija, que además se convirtió en su mejor regalo de cumpleaños.
Oriana nació a las 7:32 a.m. en la Clínica del Country, pesó siete libras y midió 49 centímetros. La niña, que heredó los ojos azules de su madre, es muy atenta a lo que pasa a su alrededor y es receptiva al amor de sus padres y de las decenas de familiares y amigos que han pasado desde su nacimiento por la casa de Luces y su esposo Jaime Lozada.
La bebé es muy calmada y sólo se despierta una vez en la madrugada, a las 12 ó 1, y duerme hasta las 6 ó 7 a.m. La actriz dice que él es «excelente cambiador y bañador. Además, hay tías y amigas que se pelean por cambiarla». Así que a Luces no le ha faltado ayuda porque también cuenta con su madre, quien la asiste en todo.
Ella no ha enfrentado nada difícil: «Lo único complicado es el miedo. Paso todo el día mirándola para estar segura de que está bien, para protegerla. A mí no me dio depresión posparto, sólo he tenido felicidad».
Luces, su esposo y su hija Oriana forman una familia feliz.
EL PARTO
Como la cesárea estaba planeada, la actriz se internó en la Clínica del Country a las 6 a.m., y en hora y media ya tenía a su hija. En el parto la acompañó su marido, quien es médico cirujano estético. Luces estuvo siempre consciente y atenta al nacimiento:
«Cuando nació, lloramos los dos y empezó a llegar todo el mundo. La primera noche en la clínica sólo quería verla y saber que estaba bien; no dormí. La primera noche en la casa la pusimos en la cama en la mitad, y se manejó bien; es que no es necia».
Dos semanas después del nacimiento, Luces volvió al trabajo para grabar el parto de Marlene en Francisco, el matemático y está próxima a grabar en Yo soy Betty, la fea. Y aunque a ella le gusta su trabajo, no piensa separarse de su hija: «Me llevo una niñera para que me la cuide y yo la alimento. Es que esta niña ha sido muy esperada y ella está primero que todo en la vida. Descubrí que mi verdadera profesión es ser mamá».
Para ella, este es el mejor momento de su existencia: «Oriana y mi marido son lo mejor de mi vida. Por ahora estamos en el aprendizaje. El papá está enloquecido, él va a trabajar pero le cuesta separarse de la niña, y a mí también».
Y con la feliz paternidad, Luces y su marido ya han pensado en darle un hermanito a Oriana: «Es importante para pasar la infancia, para que no se quede sola. Vamos a ver si la vida me lo regala. Por lo menos las intenciones están»
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