Los 10 romances ¡de película!
Fueron de ficción, pero tan intensos, traumáticos y tormentosos, que llegamos a pensar que eran reales.
Estos fueron los idilios nacionales más agarradores que tuvo la televisión en los 90.
No hay duda de que si hay un país que ofrece variedad en sus romances de novela, ese es Colombia. Los ha habido de todo tipo: prohibidos, con viudas, con mujeres mayores, con hombres infieles y hasta con sacerdotes. Difícil escoger solo diez. Estos fueron los elegidos porque tuvieron en vilo al televidente hasta que apareció la palabra fin y supimos que fueron felices.
RAFA Y LA MAYE
Con el sabor de los vallenatos de Rafael Escalona y el desparpajo de la cultura costeña, se desarrolló la historia que recreó Caracol de Rafa y la dulce Matilde Manjarrés. Prohibido por el padre de ella porque él era un bueno solo para la música, considerado un oficio poco serio en los años 50, y ella asediada por un pintoresco personaje apodado el Espuelón, este amor sobrevivió hasta el altar.
LA POTRA Y EL MACHO
La historia de Soledad Ahumada, una mujer indomable que terminó enamorada de Daniel, un hombre bastante machista, no solo fue exitosa por ella misma sino porque el amor pasó de la ficción a la vida real de Aura Cristina Geithner y Miguel Varoni, quienes representaron los roles protagónicos en La potra zaina. Al final hubo boda en la novela y convivencia en la realidad.
EL GATO Y LUCÍA
Durante más de cuatro años, el público vibró con la historia de Lucía y el Gato, de la serie De pies a cabeza. Al principio, el romance era complicado porque él era el instructor de fútbol de Pablo, el hijo de Lucía, y además porque el esposo de ella podía estar vivo tras ser secuestrado. La historia tuvo un final feliz cuando Lucía y el Gato Aguirre se casaron y contaron con la bendición del consentido Pablo.
SILVIA Y EL PADRE MILLÁN
¿Quién no recuerda la polémica que se armó cuando en Sangre de lobos el padre Millán le confesó a la bella Silvia Martínez que estaba enamorado de ella? La historia fue todo un éxito, sobre todo cuando a la mitad de la misma, ambos descubren que son hijos del mismo padre; pero como Cupido es perfecto, él resultó siendo hijo de otro hombre, y aunque no se casaron, como en la mayoría de las novelas, sí quedaron juntos en un avión.
GAVIOTA Y SEBASTIÁN
Tal vez la más célebre de las parejas. Ella, una recolectora de café y amante de la música, y él, un rico hacendado. Tras un primer encuentro del que brotó rápidamente el enamoramiento, él no pudo volver a tener relaciones con ninguna otra mujer, ni siquiera con la que se convirtió en su esposa. Al final de Café, ella quedó convertida en una exitosa ejecutiva del negocio del grano, y él siguió como hacendado. Fueron felices y comieron perdices.
LA SEÑORA Y EL JOVEN
Los martes del 94 prácticamente se paralizaban para ver cómo era que la Señora Isabel dejaba de aguantarse a un marido infiel y empezaba a amar a Miguel Ángel, un joven que podía ser su hijo. Finalmente, después de más de 50 capítulos, ella resolvió que era justo darse una oportunidad. Sus hijos lo aceptaron y su ex marido no tuvo más remedio.
AMORES DE VIDAS PASADAS
Nada más romántico que una pareja que se ama desde vidas pasadas y su destino es estar juntos. Eso fue precisamente el encanto de la doctora Diana y Santiago, un profesor universitario en La otra mitad del sol. Eran el uno para el otro, pero tuvieron que romper barreras, como la esposa de él, el novio de ella, la amante de él, y la muerte misma. Al final, fueron felices al juntar las dos mitades del sol que habían separado en vidas pasadas.
SOFÍA Y ANTONIO
Aunque Antonio Brando era el más gallinazo e infiel de los hombres, aun así el público deseaba que en el final de Perro amor quedaran juntos, pues él se regeneró y terminó echando a su malvada prima, con la que llevaba años de amantazgo. Claro que al principio las opiniones estaban divididas porque quién quería que un hombre tan malo y experto en hacer sufrir a las mujeres quedara con la dulce Sofía
UN HOMBRE MUY MUJER
Simplemente divertida y apasionante fue la historia de Manuel, un apuesto carpintero valluno que enamoraba a todas las jovencitas y era conocido como el playboy del pueblo, hasta que comenzó a sentir una fuerte atracción por el joven Cupido que escribía las Cartas de amor de sus paisanos. Él mismo no lo podía creer; su fama de homosexual se regó como pólvora, y con el pasar de los capítulos, supo que su amor no era tan malo, pues el romántico poeta no era hombre sino mujer. Una pareja corta en capítulos, pero deliciosa y recordada.
LA FEA Y EL LINDO
Es la historia que tiene a todos pegados al televisor, y no es para menos, pues, ¿cuándo se vio que una fea, aunque inteligente, volviera loco al más guapo de los hombres, que puede escoger entre las más bellas? Nunca. Por eso, Betty, la fea, y sus amores con Armando hacen las delicias de los televidentes que aman las buenas historias de amor.
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