Lianna Grethel Aprendió a ser Feliz

Hace tres años que Lianna Grethel se marchó del país rumbo a Miami con su hija Valentina, de unos meses de nacida. Su sueño era consolidar su carrera como modelo y sacar adelante a su hija. Hoy está tan bella como cuando se fue, pero es evidente que Lianna, quien regresó para grabar un espacio televisivo de cinco minutos que se transmitirá a diario, es muy distinta a la que se marchó. Ella misma lo admite y dice que no la cambió Miami sino el haber conocido a Gustavo Nieto Roa, quien, aunque no es su manager, sí está pendiente de ella y por eso lo califica como su protector.

Recién llegada a Miami, la modelo lloraba y se deprimía con frecuencia. Por eso le pidió a Dios que le mostrara el camino. Ahora está segura de haberlo encontrado.

SIN ODIOS

Se marchó porque simplemente un día se dio cuenta de que era hora de parar de llorar y su deber era trabajar y ser feliz para su hija. Estaba cansada de la inestabilidad sentimental que le daba su esposo, el actor Julio Echeverry, con quien el matrimonio no alcanzó a durar un año. Pensó en Miami, donde ya tenía alg

unos contactos que le ayudaron a ingresar primero a Sábado gigante y luego al programa Control. Al irse no quiso dejar resentimientos ni odios; incluso el mismo Julio le ayudó a empacar.

Antes, solo se preocupaba por su cuerpo; ahora dice que procura cultivar también su espíritu.

El comienzo fue difícil, pero luego vino lo que ella denomina su transformación: «En realidad soy otra persona. El primer año fue difícil por mi estado de ánimo, lloraba mucho y me deprimía; entonces, me encerré en el cuarto y me pregunté: “¿Qué me está pasando?” Dije: “Dios, si Tú existes, muéstrame el camino que debo seguir”. Por esa época me salió un viaje a Los Ángeles y en el lobby del hotel donde celebraban una feria de televisión vi a Gustavo. Alguien me dijo que era colombiano, que era escritor y productor de cine. Al día siguiente lo volví a ver, le dije que necesitaba hablar con él porque creía que me podría ayudar». Hoy, Lianna está segura de que Gustavo es el ángel que Dios le mandó para protegerla y guiarla. Por eso, más que su manager es su amigo y confidente.

Para Gustavo, tampoco su vida ha sido la misma desde ese día: «Vi a una chica muy sexy y pasé por su lado. Cuando oí que alguien gritó mi nombre, quedé sorprendido al darme cuenta de que era ella. Me dijo que me necesitaba, y debo confesar que desde entonces vivo casi en función de ella».

Lianna agrega: «Él fue la respuesta a mi petición; conocerlo, viajar con él, leer sus libros cambiaron mi vida. Para mí, Gustavo es como mi ángel protector. Yo vivía en función de mi cuerpo, mi felicidad radicaba en si me daban o no una portada de una revista. Ahora no. Sé que la felicidad es un conjunto y que mi cuerpo es el instrumento que Dios me dio para mi trabajo, pero debo cultivar mi espíritu y mi alma porque cuando se acabe la belleza, si no lo hago, voy a quedar con las manos vacías. Antes sabía que quería vivir, pero no le hallaba sentido a la vida, no sabía cómo disfrutarla. Iba a una fiesta, me divertía, pero luego quedaba con un inmenso vacío. Ahora voy, me divierto, comparto con mis amigos, aprendo de ellos y soy muy feliz; disfruto de mí misma y de mi hija, que me sorprende todos los días con sus ocurrencias».

BUSCA ALMA GEMELA
Para Lianna, que antes no sabía cómo lograr sus metas, su concepto de Dios ha cambiado. Ahora lo ve como un amigo y confidente con quien se siente unida: «Sé que Dios se manifiesta a través de mis amigos, lo veo en todas partes, somos como uno solo, hablo con Él. He aprendido que no solo debo esperar a que me den, sino dar para luego recibir. Cuando quiero algo, se lo pido; visualizo mi deseo y así convierto en realidad mis anhelos. Antes me preocupaba mucho por los problemas; ahora sé que lo interesante es resolverlos. Así que los asumo». Por eso no lo pensó mucho cuando Gustavo Nieto le propuso que fuera la presentadora en Colombia de un programa corto que incentiva al público a cumplir sus deseos. En consecuencia, la modelo estará una vez al mes en el país grabando. Cuando ella habla de sueños y anhelos, también incluye al enamorado perfecto: «Sí quiero un hombre con el que pueda hacer equipo, alguien que me pueda enseñar y a quien yo también le enseñe, algo así como mi otra parte, lo que muchos llaman mi alma gemela». Está segura de que existe y si el destino se lo pusiera en medio de un centenar de personas, ella lo podría descubrir y, por qué no, hablarle: «Hasta ahora no lo he sentido», dice, desmintiendo además un supuesto romance con Julio José Iglesias, de quien señala que solo son amigos