FAO Simplifica Etiquetado de los Alimentos

etiquetado de los alimentos

Un nuevo libro sobre el etiquetado de los alimentos pretende ayudar a los productores a etiquetar sus mercancías de forma más precisa y ayudar a los compradores a escoger las opciones más saludables.

La nutricionista de la FAO, Janice Albert, autora del volumen Innovations in Food Labelling(Innovaciones en el etiquetado de alimentos), nos ofrece más datos en esta entrevista.

¿De dónde salió la idea para realizar este libro?

En los últimos años hemos presenciado un aumento del número de personas que quiere mayor información sobre los alimentos que consume, relacionada con la salud, la inocuidad y sus características medioambientales, desde el contenido nutricional y la presencia de alergenos hasta la forma que los productos se cultivan y procesan. A su vez, los productores de alimentos están poniendo mayor interés en las necesidades y exigencias del consumidor, de forma que las etiquetas son cada día más importantes.

Desde que la FAO trata directamente con los productores, nos resulta útil entender cómo podemos ayudarles a utilizar las etiquetas de forma eficaz y apropiada. La División de Nutrición y Protección del Consumidor de la FAO está estudiando maneras de emplear las etiquetas en conjunción con otro tipo de información al consumidor para aumentar su concienciación sobre la nutrición. También nos preocupa la manipulación segura de los alimentos y el cumplimiento de la normativa internacional.

¿Qué tipo de información se encuentra en una etiqueta alimentaria?

Normalmente encontramos una lista de ingredientes y cantidades, algunas indicaciones sobre fechas, instrucciones sobre cómo preparar o conservar el alimento y los datos de contacto del productor. Algunos países incluyen en sus etiquetas información sobre el contenido en nutrientes.

¿Quién se beneficiará de la información que contiene este libro?

El libro abarca desde la evolución del etiquetado de los alimentos hasta los acuerdos comerciales internacionales, el etiquetado nutricional, las alergias y las etiquetas que abordan -entre otras- cuestiones sociales o relacionadas con la salud y el medio ambiente de interés para los consumidores particulares. Como tal, creemos que el libro es una guía de referencia útil para las agencias reguladoras, los expertos en legislación sobre alimentos y los profesionales de la industria alimentaría responsables del etiquetado.

Las asociaciones de consumidores y de defensa del medio ambiente que tienen interés en el etiquetado encontrarán igualmente este libro muy útil. A largo plazo, el pequeño comerciante de alimentos también se beneficiará. Cuando la gente que trabaja en la industria alimentaria y los reguladores entiendan mejor estas cuestiones, crearán a su vez etiquetas más fiables y fáciles de leer para los consumidores.

¿Qué ventaja tiene etiquetar los alimentos?

Contar con etiquetas claras ayuda a la gente a comparar y entender las diferencias entre productos alimentarios. Por ejemplo, dos cereales para el desayuno pueden parecer iguales, pero uno puede contener mucha fibra y el otro mucho azúcar, y por ello son en realidad diferentes desde un punto de vista nutricional.

Las etiquetas pueden además proteger a la gente que tiene problemas concretos de salud. No se puede saber a simple vista si un producto contiene frutos secos o una cantidad elevada de grasas saturadas, pero para alguien que tenga una alergia grave a los frutos secos o una dolencia cardiaca, se trata de una información de vital importancia.

La gente necesita información sobre cómo preparar los alimentos de forma adecuada para garantizar su inocuidad. Las etiquetas ayudan también a elegir opciones que reflejan sus preferencias, como productos de “comercio justo” o que forman parte del patrimonio cultural.

El etiquetado es importante igualmente para los productores alimentarios que desean proteger el nombre y la reputación de sus productos. Durante siglos, los quesos y vinos de Europa han recibido denominaciones asociadas a determinadas áreas geográficas; como por el ejemplo el “champagne”. Hoy en día, los productores de café y té -entre otros productos- hacen lo mismo en Asia y Latinoamérica.

¿Cómo saben los consumidores que las etiquetas son correctas y fiables?

Se trata claramente de un reto para las autoridades, que tienen que garantizar que la información del producto no es engañosa. Existen organismos independientes que certifican la exactitud del etiquetado y los gobiernos pueden imponer sanciones legales en caso de información falsa.

¿Son conscientes los consumidores de las ventajas del etiquetado? ¿Entienden cómo leerlo?

La gente se lamenta de la dificultad de comprender etiquetas complejas, por lo que podrían desaprovecharse sus ventajas potenciales. Se están haciendo esfuerzos para simplificar las etiquetas y que se puedan leer y comprender fácilmente.

Los consumidores se ven además confundidos cuando existen muchos tipos de etiquetas en el mercado, lo que hace disminuir su confianza en el etiquetado. Idealmente, necesitamos armonizar las normas de etiquetado para que la información del producto sea coherente, y más fácil de entender para la gente. Con la globalización del comercio, los consumidores ven etiquetas de otros países que pueden no entender o carecer de importancia para ellos.

Se necesita tiempo y educar al público para entender el uso de etiquetas, pero a poco que se les enseñe, pueden convertirse en un elemento habitual en la compra de alimentos.

¿Cuáles son las últimas tendencias en etiquetado de alimentos que aborda el libro?

Una de las tendencias de crecimiento más rápido que se debaten es la evolución del etiquetado orgánico. Las etiquetas orgánicas comenzaron como una iniciativa del sector privado; y todavía son organismos privados los que certifican que un producto ha sido elaborado con métodos orgánicos. Sin embargo, en algunos países y regiones, las agencias gubernamentales han desarrollado etiquetas que los productores orgánicos pueden utilizar.

El etiquetado ecológico es otra tendencia dentro de las iniciativas voluntarias. Algunas personas están dispuestas a pagar más por productos cultivados con un mínimo impacto en el ambiente.

En este caso existen incentivos comerciales para productores que emplean prácticas respetuosas con el ambiente. En el libro se explica el desarrollo de las etiquetas ecológicas en el contexto de la pesca marina; que es importante ya que las poblaciones de peces están siendo agotadas y con el tiempo no son sostenibles.

El libro explica la necesidad de contar con normas y sistemas que hagan posible certificar que un productor ha seguido realmente los métodos que indica al elaborar los alimentos.

¿Apoyan los fabricantes el etiquetado de los alimentos?

Cuando se trata de un etiquetado voluntario que entra dentro de la comercialización, sí, ya que les ayuda a vender sus productos y favorece su imagen. Las empresas pueden ser más reacias a las etiquetas obligatorias, cuando se les requiere especificar los ingredientes, cantidades y otros detalles; que no resultan atractivos para los consumidores.

El libro Innovations in Food Labelling (Innovaciones en el etiquetado de los alimentos) puede obtenerse de la editorial Woodhead Publishing Limited haciendo clic aquí.

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